Mi nombre es Kazuhiro Itami, actualmente tengo 21 años y vivo en Kioto-Japón, soy de cabello oscuro y mi estatura promedio es de 1,70m. En realidad no sobresalgo en nada y tampoco he hecho nada importante, solo soy uno mas en el mundo, o al menos así era.
Desde muy joven, mis padres y yo nos mudamos hacia esta parte de la ciudad de Kioto donde vivimos ahora, esta es una zona bastante tranquila y conservadora si es comparado con la ajetreada vida en el centro de la ciudad de Tokyo donde vivíamos antes. Nos mudamos cuando apenas tenía 8 años de edad más o menos huyendo precisamente de esa vida y por ello fui obligado a cambiar de instituto.
En realidad no me afectó mucho este cambio, si, me alejaron de mis amigos, y al principio me sentí solo, pero gracias al cambio conocí a una chica llamada Yamano Arisa, vive en frente de lo que ahora llamo mi hogar. Ella posee la piel mas suave y hermosa que había visto nunca, un cabello largo y rojo recorría toda su espalda y una sonrisa adornaba siempre su rostro de ensueño, haciendo imposible que cualquiera escape a sus encantos, creo que es eso que dicen del amor a primera vista.
No soy un cobarde al hablar con las chicas, pero cuando la vi por primera vez comencé a presentar este problema, su encanto natural me eclipsó totalmente y quedaba bobo cada vez que la observaba y así mi amor por ella alcanzó un nuevo límite, nunca antes había presenciado un sentimiento tan fuerte y puro como ese, tanto así que cuando ella me hablaba no tenía las agallas suficientes para responderle, siempre quedaba congelado, inmóvil e incapaz de pronunciar palabra coherente.
Aún así, siempre la observaba, a ojos de otros parecía un acosador o algo parecido - jeje, nunca me importó la opinión de los demás sobre este tema. Pero con el tiempo, conseguí entablar una relación de amistad, me costó al principio, pero poco a poco me fui acostumbrando a conversar con ella y cada vez más fluidamente hasta volvernos mejores amigos. A ella le encantaba dibujar, esa era su vocación, pintaba a la par con grandes pintores como Pablo Picasso o Miguel Ángel, incluso mejor que ellos, ¡de eso estoy seguro!
En realidad nunca me atreví a confesar lo que sentía por ella a nadie, contuve este sentimiento por pánico a alejarme de quien quiero, siendo sincero me daba mucho miedo perder su amistad.
A la edad de 19 años ella se hizo muy famosa por sus bellas obras comparables a su propia belleza, yo quise seguir sus pasos, pero soy pésimo dibujando, alguien de 6 años pintaría mucho mejor que yo, lo digo enserio, por ello tuve que desistir a la idea, por lo que al final decidí unirme a las fuerzas policiales de Kioto. Apenas pasé las pruebas y logré convertirme en alguien que protegerá a los débiles de los que quieren aprovecharse, yo siempre he defendido y ayudado a los más necesitados, y aunque yo tampoco me considero alguien fuerte, defenderé y ayudaré a todo el que necesite mi ayuda, ese siempre ha sido mi lema.
Ahora en la actualidad, ambos con 21 años de edad.
— Hoy por fin es mi día libre en el trabajo, así que la invitaré a salir — al fin reuní suficiente valor para decírselo.
Me he dado cuenta que si no hago nada será peor, así que le confesaré de una vez lo que siento por ella, ¡hoy será el dia!
La invitaré a un restaurante cercano y caro que han y abierto recientemente, parece el lugar perfecto para este propósito, no pienso en un lugar mejor para declarar mis sentimientos. No gano tanto dinero en la comisaría para vivir como quisiera, pero tampoco me quejo, además creo que si utilizo mis ahorros podré permitirme gastar dinero en comida cara que no afectará tanto mi economía.
He aquí, frente a la puerta de su casa, estaba indeciso de si llamar de una vez o no, casi no dormí anoche de los nervios y hoy estoy aún más nervioso.
— No pasa nada, todo saldrá bien — me dije a mi mismo mientras presionaba los dientes intentando no parecer nervioso aunque fuese en vano.
Llamé de una vez a la puerta, tras unos segundos de espera la veo, hermosa como siempre, llevaba un vestido blanco que relucía con los rayos del sol que osaban tocarla, es como si de otro mundo fuera su belleza irresistible. Luego de unos segundos que me llevó reaccionar ante tal magnificencia, la tomé del brazo lo más delicadamente que pude, e intenté decir algo, pero no salió palabra alguna mientras trataba de no mostrarle mi rostro enrojecido, aunque fue en vano, ya que lo vio en los segundos que me tomó el volver al mundo real, ella mostró una tierna sonrisa y dijo:
— Jeje, siempre eres así, te sonrojas por cualquier cosa, ahora recuerdo que no has cambiado en nada desde que te conocí, jeje.
Sus palabras llegaron a mis oídos y al escucharlas me sonrojé aún más, cualquiera al verme podría decir que mi cara parecía un gran globo rojo y no exagero.
— Entonces, ¿a donde iremos hoy Mii-kun? — dijo muy alegre, desde que nos hicimos amigos ella empezó a llamarme así, tampoco es que me queje de ello, pero ahora lo veo un poco vergonzoso. Dejando eso de lado, yo supongo que ella también esperaba ansiosa este día, y queriendo responder a sus sentimientos, acumulé todo el aire que pude en mis pulmones, tratando una vez más de calmarme y dije sonando un poco mecánico y ruidoso:
— Yo... Este; que tal si vamos a comer al restaurante que abrieron cerca de aquí? — no podía evitar alzar la voz de esa manera, los nervios no dejaban de presionarme para hacer el ridículo.
— Un restaurante nuevo eh, suena bien, ¡vayamos! — dijo mientras mostraba una sonrisa muy dulce, es como si ella supiera lo que le propondría o como si no le importara hacia donde fuere.
Estuvimos caminando un rato y todo iba aparentemente bien, a excepción de que cada minuto que pasaba mis nervios se hacían mas claros y temía que me traicionasen en el momento en que más calmado debo estar, ella se mostraba feliz y yo también me divertía, por ello logré relajarme un poco, hasta que se me ocurrió la idea de preguntarle:
— ¿T- Te gustaría tomar un helado en esa tienda? Siempre que regreso del trabajo paso por allí a tomarme uno — eso era cierto, el helado que vendían en esa tienda era de mis helados favoritos, el señor mayor me atendía muy cordialmente y siempre me contaba sus historias de cuando él era más joven además, necesitaba más tiempo para relajarme de una vez.
— Por supuesto! — Ella dijo muy feliz, parecía disfrutar de cada momento que pasaba conmigo, aunque seguro es sólo mi ilusión... ¡No, no puedo ser negativo, ambos debemos divertirnos este dia!
Mientras pensaba esto ella se dirigió a cruzar la calle, me llegó un mensaje de la estación donde trabajaba sobre un posible ataque a un banco cercano...
Sin terminar de leer el aviso, recuerdo una luz cegadora que pasaba a gran velocidad frente a mis ojos, dirigiéndose justo hacia ella, quien ahora se encontraba cruzando al otro lado, debería haber ocurrido a una gran velocidad, pero para mí ocurrió en cámara lenta... Intenté moverme con toda mi fuerza, pero ya era demasiado tarde...
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Cerca de la zona se encuentra un pequeño banco, pero no lo suficientemente pequeño como para estar libre del ataque de una banda de ladrones en busca de dinero fácil, mientras en estos momentos estaba siendo objetivo de estos atacantes, quienes llevaron un plan de asalto para intentar robar todo el dinero almacenado en su interior, sin embargo en el momento de su ejecución, algo salió mal y la policía no tardó en darse cuenta de ello.
Mientras que en su intento desesperado por escapar, secuestran un vehículo y buscan darse a la fuga a toda velocidad con la policía japonesa justo detrás.
Aceleraban cada vez más con la intención de perderlos de vista, pero algo entorpeció el camino a su fuga, una mujer joven, hermosa y de cabello rojo y largo se encontraba cruzando al otro lado en ese momento, quizá por instinto, el conductor en ese momento intentó frenar bruscamente intentando detener la pesada pieza de metal, tratando de evitar lo inevitable, pero como algo imposible, solo lograron disminuir su velocidad un poco antes de impactar con el cuerpo de esta joven mujer...
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Yo lo vi, vi como ocurría todo frente a mis ojos, lo veía muy claramente a una velocidad vertiginosa quizás para otros, pero yo presencié como Arisa, quien más quiero desde la infancia, era atropellada por un coche rojo, vi como su cuerpo se elevaba sobre el auto y caía lentamente al suelo. Ese momento hizo que se congelara mi mente a tal punto que nada parecía moverse, solo veía su cuerpo caer lenta pero constantemente mientras la acompañaba un líquido que empezó a teñir su piel inmaculada de un tono muy parecido al de su cabello.
En ese momento lo supe, mi cabeza empezó a funcionar más rápido que nunca y lo entendí todo, el breve aviso de la estación y la velocidad del coche, hicieron darme cuenta de los hechos, no quería mirar la verdad, lo que ocurrió hizo que mi cerebro evadiera esta realidad, según recuerdo, mi subconsciente tomó el control de mi cuerpo e hizo que se moviera rápida y eficazmente donde yacía su ya destrozado y cada vez más ensangrentado cuerpo, el coche involucrado perdió el control por el impacto y se detuvo no muy lejos del lugar.
Luego de eso no recuerdo nada, todo se tiñó de una obscuridad que absorbía mi mente, dejándome sin poder reaccionar, sin poder decir nada.
Minutos después, volví a sentir mi cuerpo, pero seguía en ese espacio completamente vacío, solo lo que parecía una superficie sólida que funcionaba como suelo, de la cual no se divisaba color alguno. No parecía haber nada más que esta misteriosa superficie y yo en la inmensa oscuridad.
Comencé a caminar sin rumbo alguno por la zona, momentos después comencé a escuchar algunas voces provenientes de ningún lado, creía que estaba loco e intenté ignorarlas, pero se hacían cada vez más fuertes, sentí que algo iba terriblemente mal, las voces se convirtieron en quejidos muy fuertes que salían de todos lados, los alaridos se hicieron cada vez más altos hasta escuchar claramente gritos de agonía y sufrimiento, sin embargo los gritos desesperados dejaron de escucharse, mas ahora volvió el total silencio.
Seguí caminando, sin rumbo por la oscuridad, cuando repentinamente, veo a un niño de unos 9 años sentado en el suelo, llorando sobre sus brazos entrelazados perfectamente colocados sobre sus propias rodillas, me acerqué a comprobar que se encontrara bien, mas cuando me acerqué lo suficiente, pude confirmarlo.
— ¿Ese niño soy yo?
El pesaroso joven se levantó sin decir nada y se me acercó, mas ahora se mostraba sobre los 16 años.
— ¿Qué hemos hecho? — susurró mi otro yo, parecía muy dolido y disgustado, mas yo muy confundido.
— ¡Es nuestra culpa, si no la hubiéramos invitado ese día, ahora seguiría viva! — lanzó un grito al aire, sus palabras me obligaron a hacer memoria de algo que recordaba como un sueño lejano, la muerte de quien más quiero... Ahora lo recuerdo! Yo mismo presencié como su vida se desvanecía, sin poder evitarlo por mas que quisiera.
Ahora, mi yo joven se mostraba sobre mi edad actual, pero en realidad no, algo es diferente, quizá un poco más mayor, se veía pálido y más delgado, sus ojos ensombrecidos y filosos, su sombrío rostro me mostraba cuan devastado estaba.
— Por su culpa... — dijo con voz apagada.
— ¡Por su maldita culpa ocurrió todo esto! — repitió nuevamente reflejando cuan irritado estaba.
— ¡No pude salvarla! Por culpa de esos desgraciados yo, ¡tuve que hacerlo! — Alzó más la voz mientras se llevaba las manos a la cabeza.
— Yo... ¡los maté con mis propias manos! — dijo mientras mostraba una siniestra sonrisa, me quedé perplejo y sin poder decir nada.
— Es todo lo que pude hacer por ella, ¡no tenía opción, los maté a todos! ¡Ellos lo merecían, lo merecían! además, creo que fue divertido — estaba estupefacto, eso ante mi no soy yo!
Tenía mi apariencia, si, pero además de ello, veía una luz asesina y sedienta de sangre en sus extasiados ojos.
— Los maté a todos — repetía una y otra vez mientras que su sonrisa crecía y se hacia más diabólica, mostrando un lado de mi que nunca había visto.
— ¿Los mató? a...ellos...¿porqué lo hizo? donde diablos estamos? — Dije en voz baja, sin embargo el logró escuchar lo que dije y dejó de sonreir, yo sabía que él se refería a los ladrones que acabaron con la vida de mi querida Arisa.
— ¿Qué? ¿Dices por qué? Ellos nos robaron todo lo que amamos, y aún así preguntas porqué — dijo con una voz ronca y seria, sus ojos se enfocaron en mi, haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda.
— ¡La culpa es de ellos! Se merecían todo lo que les hice... Pero ya no importa, ya están todos muertos... — dijo mas calmado, mostrando nuevamente su extraña sonrisa.
— En cuanto a tu pregunta... — ahora mostraba aires de superioridad, y continuó:
— Cuando el alma de alguien muere en nuestro mundo, pierden todos sus recuerdos, sentimientos y emociones, y renacen en otro mundo, ya sea como humano o como de cualquier otro ser vivo, cualquiera que posea un alma cuando muere renace en el siguiente mundo, por ejemplo, si muere un humano en nuestro mundo, renacerá en un mundo completamente distinto y en cualquier ser vivo de ese mundo, sin sus conocimientos, emociones o recuerdos pasados, embargo hay excepciones...
— Qué estás diciendo? ¿Donde estamos?— dije intentando entender lo que él intentaba explicarme.
El sonrió nuevamente y continuó hablando por donde se quedó, ignorando mi súplica.
— ... Algunas veces, hay almas con características especiales, haciendo que todos sus recuerdos y emociones sobrevivan a la eliminación y puedan renacer correctamente como un humano con todo su conocimiento y emociones pasadas, algunas de estas almas incluso contienen la forma exacta del cuerpo en su antiguo mundo, permitiéndoles reencarnar en el siguiente mundo con su forma original, pero según me explicó "Riku" Este tipo de alma solo aparece una cada 200 años aproximadamente.
— ¿Qué quieres decir con todo esto?
— Nuestra alma posee todas las características para la reencarnación y podrá atravesar esta barrera entre los mundos sin ninguna pérdida, por eso estamos aquí, en el lugar donde las almas que sobreviven a la eliminación total permanecen un tiempo antes de iniciar el proceso de reencarnación o renacimiento...
Confundido, lo miré en un esfuerzo de entender y le pregunté exaltado
— ¿¡Acaso quieres decir que estamos muertos!? ¿Es cierto eso?
— Es muy cierto, ja ja ja, tardaste mucho en darte cuenta, si... Hemos muerto, y nuestra alma al parecer rencarnará en un nuevo mundo, sin embargo solo uno de nosotros, conciencias de una misma alma, deberá quedarse en ella y la otra deberá ser eliminada, por lo que uno de nosotros deberá desaparecer de una vez para siempre..!
— Así que te podré a prueba. Si quieres ser tú el que sobreviva, deberás matarme, si no lo haces te mataré yo a ti.
Estas últimas palabras abrieron más la brecha entre el y yo, no estaba preparado para cumplir lo que el pedía, no, no lo estaba, es imposible para mi matar a alguien, aunque fuera a mi mismo, no podía hacerlo.
Mientras divagaba en mis pensamientos, el me miró con decepción en su rostro y apareció de la nada un arma de fuego, esta estaba empapada en sangre, como si él hubiese disparado a alguien a quemarropa, con ella me apuntó en el pecho y disparó sin piedad, la bala que iba a gran velocidad atravesó mi pecho y atravesó mi columna, dejando un gran dolor sordo en todo mi ser, logrando que casi perdiera el conocimiento, esto hizo que mi conciencia se separara de mi propia alma, por lo que solo me quedaba esperar mi inminente desaparición.
— Solo quería ser liberado de mi sufrimiento... — por alguna razón creí haber escuchado eso de él, aunque no estoy tan seguro de haber escuchado siquiera una última palabra de su parte.
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— ¿Que me ha pasado? ¿Donde estoy? — le hablaba a la nada la muy confundida Arisa.
— ¿Qué me pasó? Recuerdo que estaba con Mii-san, íbamos a tomar helado juntos por primera vez en mucho tiempo, cuando...
Sus pensamientos se detuvieron en ese momento...
— Recuerdo una luz blanca que apareció de repente y... No logro recordar nada más, ¿Qué me ha pasado?
Mientras se preguntaba repetidas veces lo mismo, se hace eco una voz en su cabeza.
— Sistema iniciado, iniciando la reconfiguración genética secundaria de adaptación para el cambio de mundo... Alma inestable, reconfiguración fallida. Buscando recipiente compatible con el alma actual... Búsqueda completada, se ha encontrado un recipiente compatible, preparando factores para completar el "renacimiento". La fusión del recipiente y el alma ocurrirá en 30 minutos, por favor espere...
— ¿Reencarnación?
— ¿Como reencarnar en otro mundo, cómo es eso posible, que está pasando?
Se seguía preguntando en su soledad cuando escucha otra voz proveniente de la oscuridad que le rodeaba , esta voz le era conocida.
— ¡ Es la voz de Mii-san! Se escucha por allí!
Corrió todo lo que pudo hacia la fuente del sonido, cada vez se hacía más claro que había alguien, y efectivamente allí estaba! Sin embargo, el que parece ser el dueño de esa voz se encontraba en el suelo, perdiendo mucha sangre.
Le han disparado, la bala atravesó su pecho mientras que el culpable no parecía estar cerca ya que sólo se encontraban ellos dos en la oscuridad que les rodeaba.
En un intento desesperado por salvarlo, trata de tapar la herida con sus propias manos sin tener idea de que más hacer y conmocionada por la situación, comienza a llorar y presionar con más fuerza la herida.
— Esto no servirá de nada — dijo llorosa mientras la sangre cubría sus manos desnudas y sus propias lágrimas trataban de limpiarlas.
— Ha adquirido la habilidad única: [cambio de alma] ¿desea usar el subproceso [Intercambio de conciencia] en el sujeto Kazuhiro Itami?
— Advertencia: Usar esta habilidad sobre el objetivo actual destruiría su propia conciencia a cambio de restaurar la del objetivo, ¿desea iniciar la habilidad?
Si _
No _
Su deseo de salvarlo se hizo tan fuerte que deseó que el viviera aún a costa de su propia vida y, quizá por ello, obtuvo la habilidad de salvarlo a cambio de su propia existencia.
— ¿Intercambio de conciencia? No entiendo bien que significa, pero si puede salvar a Mii-kun no me importaría morir, después de todo, Yo lo amo...
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Oigo una voz que me resulta familiar mientras siento como mi cuerpo desaparece, creo que es Arisa, parece que ella se encuentra a salvo, eso es muy bueno.
— Ah, casi me olvidaba que ambos hemos muerto una vez, si todo lo que mi otra conciencia dijo es cierto, ella seguro reencarnará en ese nuevo mundo, si, ella seguirá viviendo su vida. Esto es extraño, estoy muy feliz por ella, pero siento no poder acompañarla en su nueva vida, me hubiese gustado apoyarla y asegurarme que sea feliz en su nueva vida — pensé mientras dejaba de sentir mis extremidades y se hacía más lenta mi respiración, la escuchaba llorar, pero no pasaba nada, ella seguro será feliz en su nueva vida, volvía a convencerme de ello intentando no preocuparme, después de todo no podría hacer nada por ella en mi estado.
Sentí cómo mi ser desaparecía lentamente, sin embargo de un momento a otro, dejé de sentir ese sentimiento, además escuché una voz extraña que parecía no pertenecer a nadie.
— Sistema reiniciado, Alma estabilizandose, iniciando reestructuración del alma para la reencarnación... Reestructuración completada, iniciando procesó de invocación al mundo...
No puedo dejar de pensar que mi cuerpo se siente muy extraño, pero ignorando esa extraña sensación ¡por fin pude volver a sentir la luz del sol!
Siento como si llevara meses o incluso años encerrado en esa completa oscuridad.
Es hermoso volver a ver luz natural, sin embargo mirando a mi al rededor vi que me encontraba en lo que parecía un Prado verde repleto de hierba y algunos animales un tanto peculiares justo al lado del camino de tierra donde estoy ahora, pero...
¿Porqué mi cuerpo se siente tan extraño? ¡aaah! ¿¡Qué le sucedió a mi cuerpo!?