Las horas han pasado entre preguntas pretenciosas, bromas y burlas, felicitaciones, lamentos y respetos. En clases todos estaban con la noticia del día. El beso de Berman y Anais ha dejado a todos impresionados.
Es la primera vez que han presenciado en sus vidas un beso en vivo. Las clases de Historia con la profesora Pilar resultan aburridas. Ella se dedica a dictar y al terminar los párrafos explicar sobre lo que dictó, pero las manos terminan exhaustas.
Luego ingresa el profesor Morales de P.F.R.H., pide a todos que saquen sus libros estatales y reescriban dos temas de allí a sus cuadernos, mientras él lee una revista de motocicletas.
A la hora de salida Berman se acerca a Yesica para que le diga a Anais que la esperará a las 4pm en la piscina. Él pretende que le devuelva el brazalete. Se va a casa con sus compañeros y se despide de todos mientras ingresa a su casa, más concretamente en el comedor.
Deja la mochila en el sillón y escucha dos risas extrañas. La de su madre la reconoce, pero ¿la otra?… es imposible...
- Berman – dice doña Regina López saliendo de la cocina – adivina quien llegó hoy del Cuzco.
Berman queda en suspenso mientras observa que el inicio de sus miedos se hace realidad.
- Ey amigo, no te sorprendas, ya sabes como es mi mamá de ansiosa por este pueblo que apuró nuestro retorno ni bien salió del hospital
- Hola Mauro – responde Berman Caio.
- ¿Qué traes en la mano? – pregunta Mauro – ¡Es un regalo! – se responde solo.
"Caray, por qué no lo guardé, pero como iba siquiera imaginar que estaría acá hoy si tenía que llegar el jueves".
- Esto quiere decir que no viste a Anais – murmura Berman
- Habla más fuerte amigo… ¿estás bien?, ¿no te alegras de verme?
- Sí, sí me alegra que estés acá, pero…
- Pero nada, hay que abrir tu regalo mientras tu mamá nos sirve el almuerzo – dice Mauro quitándole la cajita que tenía en la mano.
Abren el regalo y de pronto se les percibe signos de confusión en la fisionomía facial de ambos. Berman proyecta incertidumbre y Mauro refleja espanto.
- ¿Qué es esto Berman? – pregunta confundido Mauro Mujica – ¿quién te dio esto? – insiste mientras acerca el objeto a su olfato y en un lamento furioso mira fijamente a los ojos de su amigo.
- Es… - responde tartamudeando Berman – tu pulsera pues, la que me dijiste que rescatara.
- ¿Y me la ibas a enviar en una caja de regalo?
- La recuperé hoy, pero cuando llegaras te la iba a dejar en tu mochila a modo de regalo – argumenta su mentira Berman Caio.
- ¿Seguro que no tienes nada más que decirme? – insiste Mauro Mujica
- Nada – concluye Berman Caio.
- Entonces me lo llevo por adelantado – dice Mauro mientras guarda la cajita en su bolsillo. – por cierto Berman, de paso vine para que me prestaras tus cuadernos. Quiero ponerme al día de todo.
- Ah claro Mauro, llévate todos – responde Berman mientras comen.
Terminan de comer y Berman le presta todos sus cuadernos a Mauro. Ellos viven a dos cuadras de distancia, así que se va caminando tranquilo.
Son las 2pm de la tarde y por la mente de Berman se divagan pensamientos - "bendita niña, como se le ocurre regalarme una pulsera igualita a la que regaló a mi amigo, con su nombre y hasta le puso ese apestoso perfume" - reniega - "esto va a salir mal, creo que mi sueño va a tener que cumplirse. De seguro que mañana Mauro se enterará de todo y va a estar furioso conmigo. Tengo que terminar con Anais hoy" -
Alista su ropa de baño, un simple short azul, y va a la piscina, que queda a la vuelta de su casa. El señor que atiende es un viejo amigo suyo. Amigo interesado en su hermana mayor, por lo tanto siempre que Berman va a la piscina suele ser complaciente con él. Le invita galletas, le deja estar más tiempo en el lugar, le invita jugo del árbol de coco que está sembrado en esta piscina y a veces le deja entrar gratis.
- Hola Noel. ¿Como estás?
- Ehh Berman, que gusto que estés por acá – responde al saludo Noel.
- Sí, solo un poco preocupado por el nuevo precio.
- Sí, tú sabes que yo solo soy un trabajador – se defiende Noel – ahora está 4 soles la hora para niños o adultos.
- Ah, un sol de más no es mucho – se tranquiliza Berman.
- Pues no, pero no recuerdo como hace 8 años costaba 1 sol el tiempo que querías – recuerda Noel.
- Es que antes tenían competencia, ahora esta es la única piscina en todo el distrito, por no decir también que el oro subió bastante en estos años.
- Tienes razón – sentencia Noel – y ¿tú vas a entrar?
- Sí, pero no ahora, a ver, son las 2.30 pm recién y no sé qué hacer hasta las 4pm
- Juega play station, tengo uno acá – ofrece Noel
- Oh, genial Noel – agradece Berman – Mira, hoy vendrá una chica a las 4pm
- Ujujuy… tienes cita
- No, sí, bueno, no sé, pero quiero pagar su entrada por anticipado. Se llama Anais. La reconocerás ni bien la veas porque viene a esa hora… y de paso quiero que le sirvas un jugo de coco. ¿Cuánto sale todo conmigo más?
- Uhm… más tu hora del play, 15 soles – responde Noel
- Me vas a cobrar el play, pero eres mi amigo – dice entre risas Berman Caio.
- Estoy bromeando jajaja – ríe Noel – serían 11 soles.
- Yaya está bien… me está saliendo cara esta niña
- Tranquilo, es cortesía varonil – responde Noel
- Sí, pero yo no trabajo, esto es de mis propinas semanales – se defiende Berman Caio.
- Yo tengo un trabajo para ti… te quedaría perfecto – ofrece Noel – déjame tu número de celular acá.
Le entrega su celular mientras atiende a nuevos clientes que vienen a refrescar sus cuerpos del caliente sol que ha salido este lunes. Berman coloca su número, lo guarda e ingresa a la galería de fotos...