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Chapter 219 - LORD RINGU: EL CAIDO

La columna de viento se desvaneció lentamente cancelando todas las técnicas de hado activas en la zona momentáneamente.

-... ¿Estaba fuera de rango?

-Si, aunque no hubiera pasado nada si hubieras estado en rango… el modo sacro no se vería afectado por algo así.

-Ya veo.

Vesta dejó de mirar la columna de viento y regresó a clavar su vista en su actual oponente.

Lord Ringu, también regresó su mirada a Vesta, su mirada carente de emociones seguía sin demostrar absolutamente nada.

Él podía sentirlo… estaba en una situación desesperada aunque no se refleja en sus emociones o no la sintiera como tal.

Solo lo sabía… y en situaciones así… incluso quisiera tener un aliento de algo a lo que aferrarse … el último sentimiento que le quedaba.

-... … (Yo… jamás tuve un gran recuerdo del que aferrarme… … no, eso no es verdad… si lo tuve… … pero ya no existe a mi lado…)

Seigen se hundió un poco en sus recuerdos…

Era solo un joven estudiante en ese entonces… sin nada más que preocuparse de la vida más que su rendimiento escolar y en el deporte que practicaba.

Físicamente atractivo.

Sonriente y Sereno.

Estudiante de honor.

Estrella de la esgrima y vigente campeón regional.

La receta completa de un chico popular.

A Seigen jamás le había faltado nada… y sus padres pensaban lo mismo.

Los padres de Seigen fueron excelentes atletas en la esgrima, sus hazañas fueron tales que si buscaban el nombre de ambos, habría una infinidad de artículos sobre ellos.

Y así, Seigen buscaba moldear su vida… moldear su nombre bajo la sombra de sus padres.

Solo había un par de cosas con las que Seigen no lograba congeniar.

La gente no conocía a "Igarashi Seigen", si no que conocían al "Primogénito de los Igarashi"

Y que sus padres lo usaron como un desahogo de sus sueños… o una segunda oportunidad…

Si se buscaba el nombre de sus padres, tristemente caen en el título de "Mejores atletas que jamás ganaron un oro olímpico".

Los padres de Seigen jamás lo miraron a él… lo miraron como "La segunda oportunidad de obtener el oro"

Solo por que sus padres jamás alcanzaron esa meta.

Esa ideología fue la que provocó el hecho de que Seigen se instruyera en esgrima desde muy joven y ese hecho particular jamás le molestó demasiado.

El propio Seigen le había agarrado el gusto a la esgrima… pero no podía sobrellevar correctamente el hecho de ver como sus padres veían a su "Segunda oportunidad" y no a su hijo.

Al final… una persona con una vida social perfecta no es nada si su núcleo no lo mira… si la gente que le importa no lo mira.

No importaba cuantos logros consiguiera, jamás fue suficiente para los padres de Seigen siempre y cuando no fueran deportivos y no fueran el oro olímpico.

Los años pasaron y el final de su último año escolar en preparatoria no se veía muy lejos… al igual que el suceso que le daría un vuelco a su vida.

De una forma u otra… y sin una pregunta tan extraña como "¿Por qué no había pasado antes?"... Seigen consiguió una novia.

Era su primer pareja sentimental, una dulce joven que le enseñó lo que es verdaderamente ser amado y aclamado por sus logros, que alguien los celebrase como si fueran propios.

Una joven que le enseñó el calor y cariño de un núcleo social interno…

Indudablemente, Seigen había caído rendido a los pies de la chica completamente enamorado.

Pero cuando sus padres se enteraron de su relación, le ordenaron romper con la chica al pensar que eso afectará las ya insanas 10 horas diarias de práctica de esgrima sin descanso que realizaba Seigen después de la escuela.

Esa fue la primera vez en toda su existencia, que Seigen desobedece a sus padres.

A pesar de la gigantesca insistencia y regaños de sus padres por la relación con la chica, él continuó.

El tiempo que Seigen pasaba con la chica no tenia comparación.

Era sumamente valioso para él… pero conocía perfectamente que las insistencias de sus padres podrían llegar demasiado lejos.

En un acto de valentia o estupidez, Seigen le otorgó un nombre y descripcion falsa de su novia a sus padres debido a su insistencia.

Todo en un intento para que no dieran con ella, eso almenos le daria tiempo para pensar en un mejor plan.

El tiempo paso… y con el llegaron dos noticias.

Seigen se había graduado de preparatoria…

Y su querida novia… producto de un descuidado impulso juvenil.

Ahora cargaba una nueva vida en su vientre… sangre de la sangre de Seigen.

La situación puso en una encrucijada a Seigen… y no por la decisión.

El amaba demasiado a su pareja como para abandonarla en una situación así, más que eso, él estaba felíz… así que para él no existía otra decisión que no fuera "Yo me haré cargo".

El problema… era lo que él ya consideraba su más grande obstáculo…

Sus padres.

Le había quedado claro que hacía no mucho tiempo… sus padres habían logrado llegar a la conclusión de que la chica que les había descrito en cuestión… No existía.

Seigen había agradecido de que la mentira le había dado todo ese tiempo… pero con ello había traído otro problema.

Sus padres no llegaron a esa conclusión adivinando… habían hecho una lista en la que habían realizado una exhaustiva investigación en la que tenían el nombre, dirección y complexión de absolutamente todas las chicas de la escuela.

El suceso aterrorizó a Seigen por el miedo a no saber qué tan lejos podían llegar sus padres.

Y por el hecho de que su novia inevitablemente estaba en esa lista.

Seigen no podía contarle a sus padres sobre su situación actual o reduciría la lista de estudiantes "sospechosos" a un muy probable y espeluznante 1.

Así que Seigen actuó como sin nada tras su graduación en lo que buscaba el momento oportuno.

Seigen reunió todos sus ahorros y un poco de dinero extra que había conseguido vendiendo muchas de sus pertenencias.

Con todo eso, escapó de su casa y se reunió con su novia a quien se llevó después de aceptar hacerse cargo de ella y su futuro hijo.

Seigen se las arregló para escapar de los radares de su casa y obtener un apartamento en donde vivirán su novia y él.

Los primeros meses fueron difíciles, pero pronto Seigen logró estabilizar la economía de su hogar.

Por primera vez en su vida, logró sentir emoción de regresar a su hogar, pues ahora lo esperaban su recién casada esposa y su recién nacido hijo.

Seigen había dejado de practicar esgrima y no estaba estudiando, pero eso no impedía que le fuera bien en el trabajo, pues su desempeño era sobresaliente.

Indudablemente estaba viviendo una muy agradable vida.

Jamás había tenido una mala relación con sus suegros, así que cuando se acercó el primer cumpleaños de su hijo, les proporcionó la dirección de su hogar para que pudieran venir a celebrar con ellos.

Error que lamentaría más tarde…

Era el día del cumpleaños de su hijo, y Seigen regresaba a su casa con el pastel de cumpleaños…

Cuando estaba entrando al edificio de apartamentos… encontró la puerta de su apartamento abierta.

Seigen observó la escena extrañado, no estaba seguro de que su esposa hubiera salido dejando la puerta abierta, así que entró a la casa para averiguar qué era lo que pasaba.

Solo para encontrar una espantosa escena perfectamente traumática.

Su esposa e hijo yacían ensangrentados en la entrada de su casa, sus cuellos estaban degollados y ninguno se movía.

Seigen se movió desesperadamente hacia los cuerpos de su familia tratando de hacer que respondieran, pero claro, no lo iban a hacer… su alma había abandonado ya su cuerpo…

"ESO TE PASA POR DESOBEDECERNOS"

Seigen lo recordaba como si fuera ayer… esa maldita frase dicha por esa maldita voz…

La voz sacó a Seigen del trance de pánico en el que se encontraba y levantó la vista.

Sentados tranquilamente en su sala… limpiándose la sangre de las manos como si nada hubiera pasado…

Estaban los padres de Seigen…

Ambos se levantaron y se aproximaron al estupefacto Seigen.

Su madre se adelantó y le dio una cachetada a Seigen para comenzar a reclamarle al instante siguiente sobre cómo pudo haber perdido todo ese tiempo que pudo haber dedicado a la esgrima.

La cachetada había sacado a Seigen del shock así que había escuchado hasta el último detalle de los reclamos de su madre.

Ella le reclamó el hecho de desobedecerlos para escapar con una SIMPLE mujer que no valía nada y traer una criatura repugnante en REPUGNANTE en lugar de estar entrenando para la medalla olímpica.

Cuando su madre terminó de sermonear a Seigen, su padre le tiró un estoque y le ordenó que comenzara a practicar en ese instante…

El autocontrol de Seigen se desactivo en ese momento.

¿UNA SIMPLE MUJER?

¿UNA CRIATURA REPUGNANTE?

¿UNA PÉRDIDA DE TIEMPO?

¿TODO POR UN TRISTE TROZO DE METAL?

Sus padres habían irrumpido en su casa, habían asesinado a sangre fría e insultado como si fuera lo más común del mundo a su esposa e hijo…

Todo por la esgrima… una razón absurda…

Seigen tomó el estoque en sus manos… y perdió el control.

Sus recuerdos estaban dispersos por la ira… pero recordaba partes…

El rostro de desesperación de sus padres por estar sangrando.

La muerte inhumana que les dio…

Los había asesinado… 

SIN PIEDAD.

Ellos le arrebataron todo lo que él amaba… su mundo… así que él les arrebató el suyo.

El recuerdo siguiente que Seigen tuvo, es que se encontraba caminando errantemente en soledad… con un estoque… y ropa empapados en sangre…

El dolor… 

La venganza…

El odio…

Todo había consumido a Seigen de tal manera que recordaba partes de lo que había pasado…

Seigen habia consumido todo de si en un brutal asesinato en venganza.

Esa fue la última noche… que Seigen sintió una emoción diferente al anhelo de volver a sentir…

Desde entonces… A Seigen realmente no le importaba nada ni nadie.

En algún momento dominó el hado corrupto.

En algún momento se unió a ARASHI.

En algún momento conoció a Yamamura Neo.

En algún momento se volvió el líder de ARASHI.

A Seigen verdaderamente no le importaba que había pasado ni en qué orden había pasado.

Simplemente podía seguir adelante.

En busca de sentir alguna emoción nueva.

Por eso se negaba a dejar que esa búsqueda acabase en ese momento.

Poseía un poder gigantesco en ese momento, podía aumentar muchísimo su poder gracias a una modificación de una técnica legendaria y lo mejor de todo era que no tenía efectos secundarios.

O eso creía él.

El poder era suficiente para igualarse en combate a la persona frente a él.

Un miembro del triángulo de potencia.

La llama centelleante.

Pero a pesar de todo… eso era lo único que podía hacer.

Igualarlo en combate.

Su enemigo había obtenido un poder gigantesco de la misma manera.

Y no sabía exactamente porque, pero Seigen percibió ese poder como si fuera sagrado.

Como si esa persona no fuera inmensamente poderosa por naturaleza… ahora había adquirido aún más poder.

Y la fuerza que le estaba demostrando se le hacía ridícula.

Por algún motivo… hacía poco tiempo…

Esa persona no es que hubiera hecho una hazaña asombrosa… es que había hecho una hazaña imposible.

EL DISCÍPULO DEL HADO DE FUEGO HABÍA IGUALADO LA VELOCIDAD DE LA LUZ.

Como si no fuese suficiente con ser el ser vivo más rápido del mundo y probablemente de la historia… había alcanzado una nueva altura inalcanzable.

El nivel de velocidad que había alcanzado era gigantesco y la diferencia entre su velocidad y la de su oponente era insanamente amplia.

Pero Seigen no podía permitirse perder ahora, tenía que llegar a la técnica legendaria de clase sagrada… quizás de esa manera podría volver a sentir.

Por supuesto, Seigen no tenía idea de que el rayo de hado de viento de hace un rato era el indicador de que la técnica ya había sido reclamada.

Seigen no lo sabía… pero las campanas de la victoria para los ascendidos y para la legión ya habían empezado a sonar.

-No guardaré nada…

Un gigantesco torrente de hado se comenzó a elevar del cuerpo de Seigen.

Realmente no se iba a guardar nada al entrar en su 150%

De igual manera, su oponente al sentir el aumento de energía comenzó a hacer lo mismo.

-Oye Castiella.

[¿Qué pasa?]

-¿El modo sacro es compatible con el overload?

[Por supuesto que lo es… entrarás en un estado en el que Overload y modo sacro coexistirán… es decir… no estarás en un 150%... será un 155%]

-Eso suena a demasiado… hagámoslo… hay que poner fin a esto.

Ambos combatientes activaron su 150% con su respectivo activador y se lanzaron a pelear otra vez.

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