Un risco se extendía cerca de la costa, estaba suavemente cubierta de pasto y el viento acariciaba suavemente el pasto trayendo ocasionalmente un poco de brisa del mar.
En la punta del risco, se encontraba sentada en silencio una mujer perro sintiendo el fresco del viento en su cara, nada la distrae y parecía estar meditando.
-Ya han pasado dos años… madre…
Li Mao se hundió en sus recuerdos.
Su madre provenía de un linaje perteneciente a los hombres perro pero por motivos relacionados con negocios ilícitos de su padre, decidieron separarse del resto de la familia evitando involucrarse, su madre adoptó el apellido de su padre y tuvieron una niña que fue nombrada Li Mao.
Lamentablemente la niña nació ciega, y su padre se negó rotundamente a aceptar que era su hija por lo que abandonó a su suerte a la madre de Li Mao.
Sin tener una forma de regresar a la familia de su madre al haberla rechazado completamente cuando se enteraron de que se había metido con un hombre de malos pasos y con su padre abandonandolos a su suerte, su madre, Li Reina, movió cielo y tierra para asegurar el crecimiento de su hija.
Li Mao creció sanamente en su infancia, su madre, al tener un poco de conocimiento del hado, instruyó a su hija en el manejo del mismo otorgándole una forma de ver el mundo.
Ella estuvo eternamente agradecida con su madre quien trabajaba día y noche para darle una vida digna a su hija, su madre siempre regresaba agotada de su trabajo como cocinera en un restaurante, pero aun así se daba el tiempo de cuidar y pasar un rato con su hija.
Li Mao creció odiando a su padre, ella no podía entender como aquella persona había tenido el descaro de abandonar a su familia a su suerte por solo tener un defecto, pero también la culpa la carcomía por dentro al haber entendido que su padre las había abandonado por su culpa.
Debido a todos los valores que le había inculcado su madre y sus creencias personales, comenzó a pensar que todas las personas con excepción de su padre, eran buenas personas y tendían una mano siempre a sus allegados.
Lamentablemente, un día hace 3 años, su madre cayó gravemente enferma, un médico la revisó y le diagnosticaron que tenía un grave tumor en el cerebro y la cirugía para retirarlo tenía un precio millonario, naturalmente, Reina no podía pagarlo.
Mao entró en desesperación, juntó todos sus ahorros y vendió todo lo que pudo vender para la cirugía pero aun así, ni siquiera se acercaba a una parte del precio de la cirugía.
Mao le rogó al doctor que prosiguiera con la cirugía y ella se aseguraría de pagarlo de alguna manera, pero el doctor se negó, asegurando que no había manera de que confiara en alguien que no tenía nada y le cerró la puerta en la cara a Mao.
Mao recurrió a todas las personas que su madre conocía y les rogó que les prestara dinero, pero para su sorpresa, todos le dieron la espalda con cosas como: "¿Y como se que me vas a pagar?" O "Seguramente es una broma de mal gusto que estás haciendo"
La realidad de Mao se derrumbó, todos en quien ella confiaba y creía que tenian compasión por sus cercanos, le cerraron la puerta en la cara como si de un adefesio se tratase.
Poco tiempo pasó y lo inevitable llegó, el tiempo para salvar a su madre se fué, el tumor creció lo suficiente para sentenciar a muerte a su madre, Li Mao estaba llorando en la cama donde su madre estaba recostada, estaba desesperada y lloraba desconsoladamente sobre su madre.
Su madre puso una mano sobre su mejilla y le dio una caricia limpiando sus lágrimas.
-... … Lo… … siento… …
Con esas últimas palabras, su madre dio su último suspiro.
Lo restante de cordura en Mao se rompió, ¿Por que su madre se habia disculpado? ¿Por que ella debía disculparse por lo que le hicieron el resto de personas? ¿Por que debía bajar la cabeza a la insensibilidad y maldad de la gente en quien confío? ¿Por que debía disculparse con las personas que la traicionaron? ¿POR QUÉ DEBÍA BUSCAR DISCULPAS DEL MUNDO QUE LE DIO LA ESPALDA? ¿POR QUE DEBÍA PERDONAR AL MUNDO QUE ABANDONÓ A SU MADRE CUANDO MAS LO NECESITABA?
Li Mao se embriagó en sed de venganza, pasó mucho tiempo afinando su fuerza de combate y perfeccionó su puntería y habilidades con el arco y hado.
Se fue de la ciudad con lo que le quedaban de ahorros y vivió un tiempo en una colina gastando todo el dinero en comida.
6 meses después de la muerte de su madre, Li Mao terminó de perfeccionar su fuerza, ya había estado entrenando por su cuenta desde su niñez, pero se había vuelto algo serio desde la muerte de su madre.
Li Mao regresó a la ciudad, cambió su vestimenta al tipo que usaba actualmente y lo primero que hizo fue darle una visita al doctor.
Ella recordaba exactamente cuál era su consultorio y en base a ello, descubrió donde vivía.
*Toc* *Toc*
-¿Hmmm?
Una mujer y un niño en sus brazos abrieron la puerta y lo primero que vieron fue a una mujer perro de muy baja estatura con un hermoso y sedoso cabello dorado que emanaba un aura de odio puro.
El aura intimidó a ambos pero se dejaron engañar por su inocente apariencia.
-... ¿A quién buscas?
-... A ustedes no.
-... Uhmmm… ¡Cariño! ¿Conoces a esta chica?
El doctor salió de la sala y observó a la chica en la puerta.
-... Oh… tú eres esa chica… … la hija de aquella mujer perro que necesitaba cirugía… creo que tu nombre era Mao…
Li Mao avanzó tranquilamente hasta pararse frente al doctor.
-¿Cómo está tu madre?
-... Ella murió.
Al doctor le sorprendió oír eso y dirigió una mirada de compasión hacia Mao.
-Yo… lo lamento…
Por primera vez en todo el rato, Mao miró a los ojos al doctor.
Él se aterró, sintió frío, esos ojos no le miraban con respeto… no, ni siquiera le miraban como una persona… eran los ojos de un depredador mirando a la presa que estaba a punto de matar.
-... Mi madre… se disculpo… … sus últimas palabras fueron "lo siento"... ¿Por qué?... ¿Por qué mi madre debía disculparse con el mundo que le dio la espalda?
-¿N-Niña?
-... Ya no puedo preguntarle pero…
El doctor cayó aterrado y su familia se echó hacia atrás.
-... YO NO VOY A PERDONAR A QUIENES LE DIERON LA ESPALDA A MI MADRE.
Sin piedad y rápidamente, Mao género una cuchilla de hado de luz y cercenó la garganta del doctor sin causarle una muerte instantánea.
-¡Gahhh!
-¡CARIÑO!
-... ¿Duele verdad?
El doctor se retorcía en el suelo del dolor, trató de huir pero Mao pisó su garganta.
-¿Qué crees que sintió mi madre con el tumor? ¿Qué crees que vi yo cuando todos en quienes confiaba le dieron la espalda a mi madre? ¿Duele verdad?
Mao aplicó presión en la garganta del doctor.
El doctor trató de zafarse de la fuerza de Mao, pero era un civil contra alguien que había entrenado en el uso del hado aunque sin instrucción.
-¡Gaghh! ¡S-uel-tame!
-... Ya te lo dije, no tendré piedad con quienes le dieron la espalda a mi madre.
Mao aplastó por completo la garganta del doctor acabando con su vida.
La sangre salió disparada por todos lados y ensucio el traje de Mao.
-¡CARIÑO!
-¡PAPÁ!
La esposa del doctor y su hijo se acercaron a su cadáver llorando desconsoladamente.
-¡¿Por qué?!
-... Porque le dio la espalda a mi madre cuando más lo necesitaba.
Mao abandonó la casa tranquilamente y desapareció.
Ese suceso marcó el inicio de un baño de sangre en el que Li Mao asesino a sangre fría a todos aquellos que se negaron a apoyarla, no logro encontrar su linaje así que no lo tocó, pero en cuanto a los compañeros que tenía su madre, ninguno sobrevivió, sus familias vivieron un infierno bañado en sangre causado por una chica de 20 años de estatura muy baja, muchos se arrepintieron como última voluntad rogando que se les perdonará, pero Mao no tuvo piedad y los asesinó a todos.
-...
En un mundo sin sentido ocasionado por ella, Mao había dejado de tener un lugar, se le pasó a conocer como la muerte de la luz pálida debido a que su hado había dejado de brillar tanto gracias a la oscuridad de su corazón.
Mao miraba en ese entonces a un anochecer desolado en el risco en donde había comenzado a meditar, después de 6 meses de trabajo asesinando a todos los que habían traicionado a su madre según su juicio, esa noche era su último trabajo.
Mao subió a la cima de un rascacielos y rompió la ventana del penthouse.
Lo repentino de ello, provocó que las dos personas en él se sorprendieran.
Era un hombre de al menos 20 años más que Mao, y una mujer semidesnuda.
Era evidente qué había interrumpido.
-¡¿Quién eres tú?! ¡¿Qué haces aquí?!
El enojo del hombre por la situación no le dejó pensar con claridad de que una chica había entrado por fuera del edificio rompiendo la ventana de un Penthouse.
-... ¿Me recuerdas?
-¡¿Que si te recuerdo?! ¡¿No se quien eres, por que crees qu-?! ¡!
El hombre se fijó en las orejas características de Mao y miró sus ojos, claramente lo recordó.
El odio de Mao alcanzó su punto más alto.
La peor persona del mundo a sus ojos, el origen de todos sus males, el maldito traidor que lo inició todo.
Li Mao había rastreado con éxito a su padre, y lo tenía justo frente a ella en ese momento.
-¡Tu eres-!
-Exactamente…
-¡No puede ser! ¡¿Qué haces aquí?!
-Eso es fácil… vengo a matarte.
Mao cargó su arco rápidamente con una flecha de luz.
-¡¿Donde esta mi gua-?!
Sin darle tiempo a terminar de hablar, Mao disparó la flecha cercenando así la cabeza de su padre y provocando que la mujer saliera corriendo aterrada.
Habiendo terminado su trabajo, Mao salió del penthouse y escapó de la ciudad hasta una colina desde donde podía ver el penthouse en el que había estado hace unos momentos.
Era el fin de su travesía, Mao ya no tenía nada más que hacer en el mundo, así que en silencio se dirigió al risco en donde había empezado todo.
La tumba de su madre estaba allí, había enterrado sus cenizas bajo el árbol en el risco debido a que no había tenido el dinero para darle una lápida a su madre y en su lugar grabó su nombre en el árbol.
Mao tenía preparada una espada de doble filo finamente afilada, justo para ese momento.
Temblorosamente colocó la espada en su cuello y miró al cielo.
-(Es el fin madre… lo hice… me vengué de todos los que te abandonaron… se que tal vez no era la forma, pero era ya muy tarde para dar vuelta atrás… no me arrepiento de nada…) … … … … … … … … … Hasta nunca, mundo de mierda.
Mao hizo fuerza en la espada, pero la espada no avanzó, algo la detuvo.
-...¿Qué quieres de mí?
Por supuesto que Mao lo había sentido, pero había decidido ignorarlo, después de todo, ya estaba decidida a abandonar el mundo en el que vivía.
-Tu eres la muerte de luz pálida ¿No?
-¿Y que si lo soy?
Mao analizó la figura que evitaba que la espada cercenara su cuello, era un hombre robusto portando un gi, era calvo y tenía unas cuantas cicatrices… sobre todo, lo que más resaltaba eran sus rasgos curiosos.
Era un reptiliano.
-¿Qué quiere de mí un reptiliano?
-Antes de eso, ¿Por qué quieres tirar todo por la borda?
-¿Por qué te importa?
-Tus habilidades son impresionantes, sería un desperdicio.
-... Ya no tengo nada que hacer en este mundo de mierda, todos nos abandonaron a mi y a mi madre cuando más lo necesitábamos, termine mi venganza, ya no me interesa nada más.
-... Entonces ven conmigo.
-¿Por qué?
-Si vas a tirar tu vida a la basura, ¿Por qué no vienes conmigo un tiempo?
-¿Por qué habría de obedecerte?
-No tienes por que obedecerme, pero me gustaría que te unieras a mi facción, tus habilidades son increíbles.
-¿Te… gustaria…?
Tenía eternidades que Mao no escuchaba esa palabra, y eso fue suficiente para evitar que se suicidara.
Li Mao dejó de sumirse en sus recuerdos, esa era la forma en la que Mao se había unido a Tempest y era su pasado.
En un inicio, simplemente había seguido en Tempest por pura inercia cuando Xhinz la reclutó, pero poco tiempo después había terminado enamorándose de Xhinz y se había vuelto su pilar emocional, sin nada más en su vida que eso, decidió seguir a Xhinz por el resto de su vida.
Sin embargo, una vez al año, iba a meditar en el risco donde estaba enterrada su madre y en el que casi se suicidaba.
-Las cosas se han puesto difíciles madre… pero sigo en este camino que decidí tomar.
Mao continuó meditando por el resto de la tarde.