Elen: ¿Es por lo que pasó esa vez que ya no me amas? ¿Es por eso?
Si es por eso, ya te he jurado que no lo volveré a hacer... así que dame todo tú amor solo a mí y ni a nadie más.
Elena: *Firme* Suéltame.
Elen: ¡¿Por qué diablos quieres alejarte otra vez de mi?!
Yo te amo, créeme.
Elena: (¿Qué le sucede...?)
(Nunca lo vi con es comportamiento antes...)
Elena: Hermano, me estás lastimando. Suéltame.
Elen: ¡NO, NO TE VOY A DEJAR!
*Violento* ¡TÚ ERES MÍA Y DE NADIE MÁS!
Elena: ...
De repente aparece Sebastián en la habitación y no parece muy feliz, y con un golpe de mano derecha noquea inmediatamente a Elen.
Elena: Sebastián...
Sebastián: ¿Estás bien, mi lady?
Elena: Si... Solo que... ¿por qué mi hermano se comportó así?
Sebastián: *Fruncir el ceño* ¿Qué fué lo que te dijo?
Elena: (¡...!)
(¿Dijo?)
Elena: El... El no me dijo nada.
Sebastián: ... Bien. Lady déjame hacerme cargo de este asunto trivial.
Elena: Si...
Sebastián: Me llevaré al joven maestro.
Aquí dejo sus alimentos, come todo, mi Lady.
Elena: *Asentir*
Sebastián carga a Elen, llevándolo en los hombros y sale de la habitación de Elena.
-- AL MISMO TIEMPO --
Elena: (Algo está mal...)
Sebastián: *Mascullar* Ella no es mi Lady.
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•CINCO MESES DESPUÉS•
Desde el día de la celebración, Sebastián se ha vuelto un poco distante aún así cumple con su deber de mayordomo.
Javi sigue igual, se ha quedado en la mansión cuidandola y adiestrando a los hombres salvajes del bosque.
Mientras tanto, Elena se las ingenió para entrar al palacio imperial humano y tener oficialmente el título de princesa. Ahora mismo lleva más de cuatro meses entrenando y estudiando junto al príncipe heredero.
-- ACTUALMENTE --
(CAMPO DE ENTRENAMIENTO/ PALACIO IMPERIAL)
*SONIDO DE CHOQUE DE ESPALDAS*
Esko: *Sonríendo* Lo estás haciendo muy bien, prima.
Elena: *Felíz* Todo es gracias a tí, primo.
Nota: Esko un hombre de estatura 1.96 cm, tes bubulubu, cabellera verde intenso, ojos verdes intensos.
Esko guarda su espada, se acerca a Elena y le acaricia gentilmente la cabeza.
Esko: El talento lo tienes, solo es cuestión de tiempo para pulirte por completo. Cuando llegué ese momento serás imparable.
Elena:*Feliz* Haré todo lo posible para que ese momento llegue lo antes posible...
Esko: *Burla* Claro, pero jamás podrás superar al gran Esko, el Dios de la espada.
Elena: *Retante* ¡Eso lo veremos! ¡En guardia!
Esko rápidamente somete a Elena quitándole la espada y dándole la vuelta pegándola a él.
Elena tiene su espalda pegada al cuerpo de Esko, el sostiene de la cintura mientras que con la otra mano le tiene sujetada ambas manos.
Elena: ¡Hey! ¡Suéltame!
Esko si inclina y le susurra a Elena:
Esko: *Susurrar* Oye prima...
Elena: *Sonrojarse levemente* ¿Qué es lo quieres?
CONTINUARÁ...