Tiempo después de haber nacido buscamos un propósito específico para nuestra existencia. Tratamos de buscar patrones en nuestro entorno que nos proporcionen identidad, cosas con las que nos sentimos identificados y adoptamos posturas positivas y negativas sobre las cosas que afectan nuestra existencia.
Al crecer abandonamos parte de nuestros sueños de niños, las cosas que nos motivaron a querer ser o trascender por lo general desaparecen con los primeros vislumbres de realidad sobre el mundo y lo que lo compone.