Chapter 25 - 25

.......

Cuando un demonio subía desde el nivel de un Gran Demonio hasta el legendario nivel de Señor de la Guerra, enseguida notaría los cambios que traería a su persona la extracción de éter por parte de la técnica de extracción de éter, o en este caso, poder demoníaco.

Su fuerza vital aumentaba enormemente, y lo que antes era un pequeño estante se hacía un gran lago.

Su cuerpo era refinado puramente por el poder demoníaco y alcanzaba un estado aún más perfecto para con su raza. Por ejemplo, en el caso de un vampiro, si bien antes de el avance todavía sería afectado ligeramente por las energías de fuego, o las energías positivas de la luz, después de avance ya no tendría que preocuparse por algo así. Sucede igual con los hábitos corporales como la ingesta de alimentos.

Si antes podía pasar mucho tiempo sin comer, o sin realizar actividades que serían absolutamente necesarias para un ser humano, en este momento llegaba a controlar su cuerpo de una forma de que podría, si lo hacía bien, estar semi-indefinidamente absento de estos hábitos. Aunque por supuesto, en algún punto tendría que volver a realizar un intercambio de energía y absorber la misma, porque como no eran puramente "eternos", tal como los condenados a la espera de su muerte verdadera o castigo decidido, no era un ciclo sin fin que se podía sustentar por sí mismo.

Aparte de la técnica de extracción de poder demoníaco, el único otro modo de los demonios era aumentar su fuerza mediante la lucha, y entrenamiento. Para los magos, sería la meditación y el estudio de su poder demoníaco. Claro, existían diversas otras formas de "aumentar", el poder de uno mediante experimentos completamente irrazonables... pero de esto se sabía tan poco como poco podía ser.

Por lo que, llegado a un punto, ni siquiera un demonio señor de la guerra podría seguir subiendo de potencia si solo faltara una de ellas.

Si faltase una vitalidad energética potente que le impidiera alcanzar todo el potencial de su ser, no podría subir de estrato marcial.

Y...

Si igual por culpa de la técnica de extracción de poder demoníaco, no podría estar extrayendo el poder demoníaco y refinándolo en su cuerpo, aunque su potencial y vitalidad fueran mucho mayor que las personas de su mismo nivel, no podría subir todavía más...

Cosa que, en este momento, le pasaba a Daniel.

...

La técnica de extracción de éter que Daniel poseía, era una de las más básicas, aunque de un libro muy antiguo.

Por lo que sin saberlo hasta que lo sintió, el nivel mismo de la técnica era como un grillete que tenía a Daniel encerrado en su nivel de señor de la guerra.

Por supuesto, debido a que Daniel era algo que no debería existir en general, las reglas convencionalistas no se aplicaban a él, o sea, que podía demostrar una destreza incluso mucho más allá de su nivel de poder mientras era un señor de la guerra.

Como sucedía, que incluso teniendo la fuerza corporal y mental de un señor de la guerra, en realidad su vitalidad estaba tan lejos de ese nivel como podía estar, Daniel ni siquiera sabía cuánta vitalidad poseía tan siquiera.

En especial después de haber matado a tantos híbridos adrede aquella vez en el bosque congelado.

De hecho, fue tanta la vitalidad que llegó a alcanzar sin ser consciente, que incluso sintió un tipo de energía completamente diferente a todo lo demás rodeando su cuerpo, dibujándolo, cambiándolo, y formándolo de formas extrañas...

Lo que se decía era el poder de voluntad.

Daniel no había entendido demasiado bien este poder, pero lo único que entendía era que este poder podía hacerle hacer, literalmente lo que quiera, con todos los elementos naturales, mientras tuviese el suficiente éter para eso.

Era increíble, Daniel ni siquiera sabía que algo tan mágico podría existir, pero habiéndolo probado por sí mismo, se convenció.

Estaba decidido a aprender bien este poder tan extraño y al parecer, famoso para el Reino infernal, porque así, volviéndose cada vez más poderoso, era como podría tener una esperanza para volver a su hogar.

Pero de momento, había un asunto incluso más importante que el estudio del poder de la voluntad para Daniel, y ese era el cambiar... la técnica de recuperación y extracción de éter que poseía.

Unos días fue lo que tardó en darse cuenta con todo el poder asociado a su nuevo estado. Las técnicas de extracción de éter no eran tan variadas en el Reino de Hielo, ni al menos, en el Reino infernal. Existían muchas, llegando casi a cien de estas. Pero...

Cada una de ellas era solo una copia barata de las energías fundamentales naturales del mundo.

Por lo que aunque una técnica de recuperación con el aspecto fuego, ayudar a aquellos magos que manejan el poder demoníaco de este aspecto natural, sería a lo sumo, y duramente, hasta el nivel señor de la guerra. Igual sucedía con los guerreros marciales que se denotaban con dicho elemento.

Por eso, por encima de señor de la guerra, no existía una técnica de extracción de éter, al menos públicamente, que fuera válida.

Copias, habían, y algunas con variaciones bastante extrañas, también habían, ya que este mundo simplemente era demasiado grande...

Pero después de haber explotado todo el enorme poder político que tenía en sus manos en este momento, Daniel se dió cuenta de que ni en la superficie ni en el mercado más negro que existía habían pistas de una técnica de extracción de éter de nivel superior al señor de la guerra... de nivel Rey Demonio.

Entonces, asegurando que los demás Rey Demonios existentes en la actualidad no eran como Daniel, una falla total en el sistema, sino que eran incluso personas de razas infernales en específico...

¿Cómo podían ser Reyes Demoníacos?

¿Cómo habían subido hasta ese nivel?

La misma raza y procedencia de estos hacía totalmente imposible que pudieran, como Daniel, mostrar una fuerza irremediablemente mayor a su nivel al punto de que jugaba con el poder de la voluntad, así que no podían extender su vitalidad más allá de su nivel, raza, cuerpo, y línea de sangre habiendo alcanzado ya el epítome.

Entonces, ¿cómo podían ser Rey Demonios?

Daniel sabía la respuesta.

Era que en este vasto mundo, increíblemente más grande que la tierra, y tan misterioso que estaba aún más sin explorar... habían encontrado una técnica de extracción de poder demoníaco que les permitía romper esta barrera de su existencia.

Por esto es que desde que lo supo, desde que lo resolvió, mientras escuchaba los rumores más destacados de todo el Reino de Hielo, Daniel se impacientó por visitar dicha tumba.

Porque era muy posible, que Leinus Amod, el Patriarca Amod y Rey Demonio Vampiro... tuviera una técnica así en su poder.

.......

(¿Estás viendo lo que estoy viendo?)

(Si, los híbridos... no nos atacan...)

Algunos guardias vampiros que iban en lo último de la pequeña campaña encabeza por el guía a lo lejos, Daniel y Rossede, no pudieron evitar murmurar soprendidos mientras veían semejante cosa.

(Debe ser por el señor Walker...)

(Por Satán, ¿tenías dudas? ¿De qué otra forma los híbridos nos esquivarían con tanto ruido? ¡Nuestro grupo ni siquiera es demasiado grande!)

Lentamente, los demás vampiros marchantes también se dieron cuenta de esto, algunos sudaron profusamente y otros estaban atónitos, pero en general, todos tenían una expresión de profundo respeto.

Y esto era de entender, dicho esto. Cualquiera que supiera de los híbridos naturalmente los agruparía con pura locura. Era por lo menos, impresionante, verlos mirar su dirección con miedo y huir como si su vida dependiese de ello.

Mientras los soldados tenían tales pensamientos, Rossede era diferente.

Señor Walker...

Ella estaba angustiada, no lo sabía exactamente por qué, pero viendo la silueta de Daniel que caminaba al frente, erguido como una lanza, para ella parecía ser bastante...

... solitaria.

¿Por qué estoy pensando en esto de nuevo?

Suspiro.

Los suspiros mentales eran ya unas docenas.

Rossede solo miraba en silencio la silueta de Daniel, con muchos pensamientos a cada momento.

A veces estaba aterrada.

A veces... tenía una mirada curiosa.

A veces, tenía una expresión casi idólatra.

Pero ella no se dió cuenta, no.

No despegó su mirada de la espalda de Daniel.

Era como si solo tuviera esa espalda delante.

Era como si esa espalda se acercara a ella.

Cada vez más cerca...

Jugando con sus estrepitosas y variadas emociones.

Un poco más cerca.

.....

"Ay..."

Un pequeño gemido salió de su boca, cuando, literalmente, chocó con la espalda de Daniel.

¡Ah!

En ese instante se quedó congelada.

Aunque, fuera de eso, Daniel miró la señal que le hizo el soldado de el frente.

Luego se giró.

"Hemos llegado, preparen el líquido furia en toda la zona, luego vuelvan de vuelta... mientras menos personas aquí, mejor."

"¡Como diga, su excelencia!"

Los soldados se llevaron horizontalmente la mano la pecho y pisaron, luego procedieron a acatar las órdenes.

Daniel asintió y se volvió de nuevo en dirección al sitio, aunque en su mente estaba curioso acerca de la extraña expresión en la cara de Rossede.

Luego sacudió su cabeza, y miró el lugar en el frente...

Sus ojos brillaban de manera dorada mientras lo hacía.