Antes de empezar donde nos quedamos, quería dejar una nota que contiene algunos detalles de la historia para que no haya muchas confusiones, bueno, primero, cuando hago el uso de las comillas ("-") es porque estamos viendo algún recuerdo, estos recuerdos pueden variar, pueden ser del personaje en cuestión, pueden ser recuerdos narrados, o bien ambas. Segundo, puede que haya algunas menciones de algunos tipos de arte marcial, o bien una que otra técnica de combate, a estas de les llamara "arte marcial rescatado" y viceversa con la técnica, "rescatado" porque para los que no saben, esta historia esta ambientada cientos de miles de años después de que se diera la ultima señal de vida que la civilización humana, pero así como los Neandertales dejaron recuerdos tallados en paredes, así los humanos dejaron recuerdos de algunas técnicas o diferentes tipos de artes marciales, para que no se fueran al olvido al menos.Sin ya nada mas que decir, continuemos por donde nos quedamos la ultima vez.
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—¿o-oler?, mis señores, me temo que no entiendo a qué se refiere con lo que acaba de decir... esperen, la carroza se detuvo, mis señores, esperen aquí, sa-
—No salgas. – diría Trival al instante de ver las intenciones de Daldenur, su acompañante.
—¿Q-Que?, ¿Por qué? – preguntaría algo nervioso el hombre de piel igual de pálida que los otros dos presentes.
—...ahora también huele a sangre, nuestro chofer está muerto. – diría Torrijos sujetando de los hombros a Daldenur haciendo que se siente.
—...al parecer ya nos estaban esperando. – agrego Trival.
—¿Quiénes? – pregunto Daldenur con gran intriga.
—no sabría quién con exactitud, pero posiblemente son sicarios de nuestro reino, ellos aceptarían cualquier cosa con tal de que nuestros nombres aparezcan como objetivos.
—oh no... bien, no hay que entrar en pánico, tal vez pueda ser otra cosa...
—...Daldenur, te diría que "tal vez", pero el olor a sangre fresca no miente. – opinaría Trival.
—lo mismo digo, el olor es muy fuerte. – agregaría Torrijos.
—...rayos, no sé cómo no me pude percatar del olor antes. – exclamaría Daldenur al afinar su olfato y percatarse del olor a oxidado que libera la sangre. – —Aunque me intriga, ¿Cómo tienen su olfato tan desarrollado?
—tranquilo, es normal. – diría Trival asomando ligeramente su ojo sobre el cristal.
—¿normal?
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...Trival y Torrijos, ambos príncipes de Farinor, reino que no importa cuantas veces su gente se levante en armas contra la realeza de este, siempre perderán ante las habilidades de su rey, el rey Fambinor, habilidades que heredaría a sus dos únicos hijos gemelos, ambos prodigios por excelencia, quienes crecieron juntos, y se desarrollaron juntos, entre esas... esta la recientemente vista, su olfato. A tan solo la corta edad de 4 años, fueron abandonados en un bosque a su suerte, que, aunque estaba cerca del castillo de la realeza, era lo suficientemente grande como para perderte y morir desolado, sus primeros días fueron una tortura, se preguntaban cómo su padre podía hacerles eso, a su propia sangre, y si, era algo muy cruel que un padre podía hacerles a sus hijos, pero gracia a eso...
"...Trival, ¿n-no sientes un aroma extraño?" preguntaría un pequeño Torrijos.
"de hecho, ahora que lo dices... huele a Tenial..."
"Trival... mira por allá" señalaría el pequeño Torrijos a lo lejos a lo que parecía ser un rio, pero lo que llamaba la atención era al oso que estaba matando a su presa. "Trival, el olor viene de ahí".
"sí, ...de hecho..." el pequeño Trival sintió un cierto aroma en sus fosas nasales bastante profundo que en su mente estaba tomando forma "de hecho yo también puedo olerlo...".
Ambos pequeños no eran tontos a pesar de su edad, sabían que debían de esperar a que el oso se retirase del lugar para que pudieran acercarse y corroborar que ese liquido rojo era sangre, y así fue, tras unos momentos después de que el oso se diera cuenta de que su presa estaba muerta, se terminó yendo del lugar con un pedazo de lo que quedaba del otro animal en su hocico, dándoles el chance a Trivial y Torrijos de acercarse al lugar donde ocurrió la casería, al hacerlo confirmaron sus sospechas de que en efecto, ese olor provenía de aquel liquido rojo, la sangre, para una explicación coherente, sus cuerpos estuvieron a la intemperie, en un bosque donde los animales salvajes dominan, y sumando a que estos han evolucionado a tal punto de que un oso salvaje, no evolucionado, o no antropomórfico, podía llegar a medir casi los 3 metros, les era imposible no sobrevivir un día sin alguna herida cerca de lo superficial, el punto es que sus sentidos se agudizaron, logrando ideárselas para poder acabar con algunos animales, obviamente estos no eran los más grandes o feroces, pero con tal de que no murieran de hambre les servía, en fin, volviendo con los sentidos, como ya dije anteriormente, estos se agudizaron a tal punto de que podían sentir el olor de muchas cosas a una gran distancia, entre esas... también podían llegar a sentir el olor de la más mínima catecolaminas (si, entre esa y otras palabras fueron rescatadas de la antigua civilización, la nuestra).
Ambos niños seguían percibiendo aquel olor que ya lo habían olido antes, pero este era de otro animal, y viendo que fue cazado, tal vez ellos igual podrían hacerlo.
"Torrijos, ¿lo tienes?"
"...ya... casi"
Lo que ambos pequeños no sabían, es que cierto animal que aún no se había retirado lo suficiente del lugar, los había escuchado.
"...¿mh?, ¡TRIVAL CUIDADO!"
Grito Torrijos para lanzar de un empujo a su hermano, pero no tuvo tanta suerte, pues recibió aquella poderosa garrada del oso, cual debido a la fuerza lo termino por mandar lejos haciendo que chocase con un árbol dejándolo aturdido y herido.
"co-co-corre" pidió Torrijos a su hermano quien veía impotente la escena del oso acercándose a su hermano.
Trival era un mar de pensamientos en ese momento, no sabía que hacer, era irse y vivir, o quedarse pero posiblemente morir a manos del oso, entonces, volvió a ver a su hermano quien le seguía pidiendo que corriera, así que, Trival, con una muy pequeña emoción que no le gusto sentir, huyo, corrió rápidamente lejos de aquella escena cual no quería ver lo que sucediera después, pero... por un momento se le cruzaron unas ideas, ideas que lo dejaron más pensativo que antes... "me estoy convirtiendo en mi padre"... y "el... es mi hermano", él no podría atreverse a hacerle eso a alguien de su sangre, no era como su padre, él era más que eso, y más importante aún, era su hermano el que estaba por dar su vida para que él se salvase, ahora, esta vez con un sentimiento que apoyaba al 100 por ciento, regreso corriendo mucho más rápido que antes cuando había huido, al llegar al lugar, pudo lograr ver a su hermano, quien estaba batallando con el oso, bueno, batallando entre comillas, pues en realidad apenas y podía esquivar los zarpazos de aquel oso, Trival entonces sin pensarlo dos veces, sujeto una piedra que estaba cerca suyo y la lanzo contra aquel enorme animal quien solo lo volteo a ver con la mera intención de matarlo.
"¡TRIVAL TE DIJE QUE CORRI-
Antes de que Torrijos pudiera pedirle que se retirase otra vez, el oso salió despegando contra Trival, quien lo logro esquivar apenas casi nada, el oso raídamente se puso en posición y lanzo una gran zarpada, cual nuevamente fue esquivada, solo que a diferencia de la anterior, esta vez dejo un leve corte en el brazo de Trival, pero para un niño, era una herida de muerte, Torrijos vio esto y se dispuso en ayudar a su hermano quien ahora era el, el que esquivaba las poderosas zarpadas del oso con mucha dificultad, que parecían solo ir cada vez más rápido.
Pero el oso logro ver de reojo a Torrijos quien se aproximaba rápidamente directo a él, y en una finta donde parecía ser que volvería a intentar atacar a Trival, termino por convertirse en una potente zarpada que lanzo a Torrijos, quien apenas y logro bloquearla con sus brazos, Trival entonces vio un pedazo de tronco en el suelo, cual se lanzó para tomarlo y golpear repetidas veces al oso en su lomo, pero esto solo lo hizo enfurecer haciendo que reciba también una zarpada, y estando como primer objetivo del oso.
La vista de Torrijos estaba algo nublada, pero logro visualizar momentáneamente cómo estaba la situación, y lo que logro ver no le gustó nada, su hermano semi inconsciente luchando por si quiera lograr mantenerse sobre sus brazos mal herido, mientras que el oso solo se acercaba a el para devorarlo, Torrijos tampoco es que pudiese levantarse, pero el ver a su hermano en esas condiciones... el ver como tu hermano esta por ser asesinado... era algo que no podía permitir.
Entonces, reuniendo fuerzas de pura voluntad, comenzó a levantarse, mientras lo hacía, no podía evitar gritar por el intenso dolor que sentía, pero aun con todo y dolor, se puso de pie, y de un fuerte grito llamo al poderoso oso, quien volteo a verlo ya frustrado de no poder matar a ninguno de los dos, tan si quiera a uno, el oso dio un fuerte rugido, y avisando que se abalanzaría contra Torrijos, este último no se inmuto ni un poco ante el intimidante oso a pesar de la enorme diferencia de fuerza y altura, Torrijos entonces recurrió a lo que no quería recurrir...
El oso sin esperar un segundo más se abalanzo contra Torrijos, pero lo que el oso no esperaba... era que Torrijos actuara.
Torrijos no espero tampoco, y se abalanzo en contra del oso, fue tan rápido que el oso no pudo ver cuando este se movió, al final, no fue una tacleada lo que aplicaría Torrijos, si no algo un poco más... interesante.
El oso grito por el dolor que sintió, al bajar la mirada, lo vio, vio a lo que era su pareja, era Torrijos, quien había atacado al oso a su pierna, pero había algo extraño, no uso armas, ni si quiera uso sus nudillos, no, el ataco con nada más ni menos que sus dedos, dos para ser exactos, el dedo índice y el del medio juntos a la par, pero más interesante a todo lo anterior, era que ni si quiera los había enterrado, solo los había lanzado con tanta fuerza... como para tocar los nervios...
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técnica recuperada de la antigua civilización... DIM MAK.
EL DIM MAK... palabra proveniente de la antigua civilización, e inclusive, un poco más antigua que esta, del extinto chino, este no es un estilo de arte marcial, si no una técnica, técnica que incluso la antigua civilización paso muy desapercibida, también en china, y esto no era por el duro entrenamiento que conllevaba el poder utilizar esta técnica de manera eficaz, sino porque los mismos maestros de dicha técnica que la dominaron a su 100%, no querían que se esparciera por aquellos "no aptos".
Esta técnica fue encontrada tallada en piedras durante las excavaciones hecha por los reinos cuando aún estaban unidos, y de hecho fue una de las últimas pruebas de la civilización antigua en ser encontrada, no fue tan fácil de descifrar, se apreciaban ambas manos con los dedos que se utilizaban, y en otros dibujos tallados se mostraba a ambas manos atacando diferentes partes del cuerpo, partes quedarían ser esenciales, en otras dio a entender que tenían que aplicar fuerza, se intentó en una persona, esta persona sin poner objeciones se puso como conejillo de Indias, pues pensó que era algo inofensivo... que mal que solo un par de dedos que tocaron su cuello harían que se retractase... o bueno, hubieran hecho que se retractase, a todos los impacto lo que sucedió, pues ¿Cómo era posible que unos simples dedos con algo de fuerza acabasen con una vida?, esto fue inmediatamente desaprobado por todos los consejos de todos los reinos, ni siquiera como algún entrenamiento militar... pero hay algo que agregar, y es irónico, irónico como la antigua civilización logro esconder tan bien la técnica DIM MAK para que llegara a manos equivocadas... solo para que tan solo unos cuantos días después de que se rescatara la técnica, llegaría alguien, un "no apto" a robar toda la información esencial del DIM MAK, aquel hombre, sería el causante de una guerra que acabaría con la paz que había entre reinos, ese hombre es el antiguo rey de Farinor, el rey Retzitus, padre de Fambinor, este hombre, entreno todos sus dedos durante una cantidad de tiempo absurda, sin mágica, solo fuerza física, y cuando logro poner sus dedos en una condición apta, decidió intentar la técnica con un súbdito suyo, quien de un simple toque de dedos le arrebato la vida, pero eso lo decepciono un poco... la muerte llego por su súbdito en 20 segundos, pues solo le había roto unos nervios y una perforación al cuello, el necesitaba más, tenía que ser más letal, por lo que desvío todo tipo de punto no vital, y agrego los puntos más vitales e importantes que serían el objetivo de sus dedos, el corazón, y el cráneo son uno de los tantos, el hombre no dudo otro segundo y las técnicas se las heredo a su hijo, pero lo que Retzitus no sabía, era que su propio hijo lo mataría con la misma técnica que tanto tiempo le dedico, aunque algo bueno de ello, es que Fambinor paro la guerra que su padre había comenzado... y así, llegamos a los siguientes herederos de la técnica DIM HANK, Trival... aunque fuese un prodigio como su hermano, no pudo dominar por completo la técnica... mientras que su hermano... fue otra historia... Torrijos nació con la bendición de ser extremadamente disciplinario, por lo que la rutina que le pusieron la cumplía no importase cuanto le costaba, además, de lograr aprender de lo que veía, y tanto así, que incluso memorizarlo, así, Trival sería el único capaz de poder rivalizar en un futuro con el que perfecciono aún más la letalidad del DIM MAK, su padre, por lo que lo hace... UN GENIO EN EL COMBATE.
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El oso furioso lanzo nuevamente una zarpada, cual fue esquivada nuevamente, pues ahora Torrijos tenía en mente solo una cosa... SOBREVIVIR.
El oso repitió el mismo movimiento, cual igual que las anteriores veces, fue esquivado, pero ahora Torrijos agregaría la técnica DIM HANK en el brazo del animal, además de dar una fuerte patada en la rodilla del oso, Torrijos se alejó al instante del ataque que hizo, el oso se tambaleo por el dolor que sentía, y más que eso, no podía sentir su pierna y brazo, sumando a que su otra pierna se encontraba lastimada, pero el dolor desapareció al ver como su presa insignificante y diminuta lo había lastimado, por lo se abalanzo con una notable molestia al pelinegro, ya no con la intención de comerlo, si no matarlo rápidamente de un abrazo de mera fuerza bruta, fue rápido, tan rápido que no le dio tiempo a Torrijos de quitarse, pero no tan rápido como para ver el movimiento de Torrijos...
El oso comenzó a sangrar de su hocico, ¿pero ¿cómo?, él había logrado rodear con sus brazos al pelinegro...si, lo tenía, pero lo que no previno fue que Torrijos esperaba que el enorme oso hiciera ese movimiento o alguno parecido, porque necesitaba al menos que el oso se agachase un poco... para así, poder dar en el blanco.
Trival había usado el DIM MAK en el oso, justo en su punto más vital, en su corazón, utilizo tanta fuerza que sus dedos se hundieron por completo en el pecho del oso, haciendo mucho más daño delo que Torrijos prevenía.
El oso al ver que tenía una oportunidad comenzó a hacer algo de presión en aquel abrazo, pero no vio cuando una patada del pelinegro impacto en toda su cabeza fracturando su cráneo, y así, Torrijos volvería a usar el DIM MAK en el mismo lugar... matando de una vez por todas al enorme oso quien caía lentamente de espaldas.
"...¿eh?, ¡TRIVAL!, hermano, estas bien, ¡respóndeme!" diría el pelinegro aun aturdido e impactado por lo que acababa de suceder, hacia su hermano preocupado, quien al final quedó inconsciente al no poder resistir más.
Lentamente, Trival comenzaría a abrir sus ojos siendo Torrijos lo primero que veía.
"Torrijos... ¿estas... bien?" pregunto Trival entre pausas aun aturdido.
"yo... yo lo estoy" diría finalmente Torrijos entre lágrimas para darle un abrazo a su hermano. "creí por un momento... que te perdería"
Trival al escuchar esas palabras de su hermano le daría unas palmadas en su espalda.
"...espera, ¿¡y el oso!?" pregunto alteradamente Trival.
"lo mate, tranquilo" dijo calmadamente Torrijos.
"...¿Qué?, ¿tu... lo mataste?"
"no estoy del todo orgulloso... pero si... lo mate."
"...bueno, creo que me podrás explicar tu hazaña mientras comemos, porque debemos irnos, el sol esta empezado a meterse." diría Trival mientras era ayudado por su hermano a pararse, ambos se apoyaron el uno al otro para comenzar a caminar... pero se dieron cuenta de que eran observados.
...Unos aplausos comenzaron a resonar, posteriormente, unos soldados comenzaron a salir entre los árboles, y no eran cualquier soldados, eran soldados de su reino, y entre todos ellos, una persona era la que destacaba... y era precisamente la que estaba aplaudiendo.
"...bien, debo decir que me soprendie-... me sorprendiste" diría finalmente... Fambinor, mostrando su largo cabello negro portando una armadura del mismo color antes mencionado, sin ningún arma portando, porque el ya lo era, el rey... estaba presente.
Comenzó a caminar sin prisa alguna directo hacia sus hijos, mientras lo hacía ninguno de sus soldados se movía, no por órdenes, sino porque sabían que en este tipo de momentos el rey no podía ser interrumpido por nada ni nadie.
"debo decir... que esperaba un poco más de velocidad... algo más... letal, pero con lo que vi, fue suficiente..." diría el hombre a la mitad del camino sin quitarle la vista a Torrijos.
Trival solo agacho su cabeza con temor ante la proximidad de su padre cual era inevitable que llegase frente a ellos.
"tu... ¿lo viste?" preguntaría Torrijos a su padre quien ya había llegado al frente de ellos.
"En parte, pero al parecer llegue cuando sucedía lo que importaba, no fue difícil darme cuenta al escuchar los rugidos del oso enfurecido, y en este bosque, no había nada más feroz... si así se le podría decir, que él." Contestaria firmemente Fambinor.
"eso significa que... ¿pasamos?" preguntaría nuevamente Torrijos con una leve sonrisa esperanzadora... cual se borró al instante que su padre contesto.
"NO" contestaria de forma seria. "tú crees... ¿Qué matar a esta simple cosa de nada será suficiente para que logren pasar su prueba de entrenamiento?" diría mientras levantaba el cuerpo del oso ya muerto sujetándolo de su cabeza aparentemente con el mínimo esfuerzo.
"...n-no..."
"no que"
"no señor..."
"...mh, no has pasado tu prueba de entrenamiento... pero si pasaste tu prueba vivir en el bosque, tienes permitido regresar al reino."
En eso, Torrijos sonrió alegremente, por fin, ya pasaran hambre... pero al instante Torrijos se dio cuenta de lo que su padre estaba haciendo.
"...padre... es un error, ¿o solo te referiste a mí?"
"...Yo no cometo errores"
Torrijos entonces miro a Trival, quien estaba lagrimeando con la cabeza baja, pues ya estaba previniendo esta situación, Torrijos entonces miro incrédulo como unos soldados se acercaban para separar a los dos hermanos.
"¡no puedes hacer esto!" grito Torrijos. "¡él es tu hijo!" grito aún más fuerte.
"Ya te lo dije... yo NO cometo errores" respondería atajantemente el rey a su hijo.
"Torrijos, estaré bien" diría Trival a Torrijos siendo ya jalado por un soldado.
"...p-pero... ¡ah!, ¡pero no se cometieron errores!"
"...Tor-"
"DE QUE ESTAS HABLANDO" hablaría de una forma temerosa el rey, estando de un parpadeo nuevamente frente de Torrijos.
"...que no hubo errores"
"Acaso... ¿insinúas que cometí un error?"
"n-no señor, solo... solo quiero aclarar lo que sucedió"
"No quiero excu-
"¡El me salvo!... le dije a Trival que huyera cuando fui herido al comienzo del encuentro, pero hizo caso omiso, y logro llamar la atención del oso... salvándome de ser devorado..." diría Torrijos entre grandes pausas por los nervios y el miedo que estaba sintiendo.
"...debería de sentirme decepcionado de que mis hijos estuvieran por ser asesinados por una cosa tan simple..."
"..."
"..."
"Bien... los dos terminaron su etapa de vivir en el bosque, ambos terminaran su entrenamiento en el reino" diría finalmente el rey para darse media vuelta e irse siendo seguidos por sus soldados en una formación perfecta.
Ambos muchachos estaban felices, se abrazaron el uno al otro al conseguir que no los separaran, pero uno estaba más agradecido que todo.
"...gracias, hermano, si no hubieras hablado, yo-"
"Hey... calma, ya lo dijiste, somos hermanos, somos la misma sangre, y entre sangre nos cuidamos y protegemos bajo cualquier circunstancia... eso incluye a nuestro padre" diría Torrijos calmando a su hermano que casi nada y lloraba.
"en serio, gracias otra vez".
"que ya, no sucede nada... y ahora, debemos regresar al reino lo antes posible, quiero volver a comer algo que no esté crudo del todo."
Y así, ambos hermanos fueron charlando, riendo y conversado todo lo sucedido mientras se dirigían hacia su hogar...
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—Si... normal... – diría un nostálgico Trival aun con su ojo en la ventana, pero-
"fuuuuu" fue el sonido que se escuchó desde lejos atravesando el cristal donde estaba mirando Trival.
—vaya... eso estuvo cerca, pero que mal que las flechas sean un poco lentas. – pero con lo que no contaron los tiradores, y era la increíble reacción que Trival poseía, pues era tan rápida que sin problema alguno atrapo aquella flecha en el aire, y con su otra mano, o más bien, sus dedos, aparto los cristales que se dirigían hacia su rostro.
Torrijos por su parte, estaba escuchando a través de la madera de su puerta, y percibido un zumbido bastante peculiar
—...¡mh!
Al instante de que escucho el zumbido bastante cerca, hizo su cabeza hacia delante logrando esquivar un disparo de un Tralster.
—wow, eso también estuvo cerca... oye Trival.
—¿sí? – contestaria Trival sin voltearlo a ver.
—creo que ellos no vendrán nunca... ¿Qué te parece si nosotros vamos a ellos? – preguntaría Torrijos comenzando a arreglarse su traje.
—pues... viendo que no hay otra manera... ya que, vayamos por ellos.
—¡esperen mis señores!, afuera es peligroso, ¿no será mejor ped-
—¿pedir ayuda?, nah, para que necesitamos pedir ayuda. – recriminaría Torrijos a su escudero para después proceder a estirarse.
—además... ¿para qué quiere más ayuda?, si tan solo con "los hijos de la muerte" es suficiente.
Ambos entonces dieron una fuerte parda a la puerta que se encontraba cerca de cada uno.
—bien... Trival, ¿Cuántos hueles? – preguntaría Torrijos a su hermano mientras comenzaba a olfatear.
—mh... huelo a unos... 20 de mi parte, ¿tu cuantos?
—23... Pensé que serían más sinceramente.
—meh, no se puede tener todo...
—...
—...
—¡u-ustedes!, ¡arriba las manos! – grito un hombre que salió de entre los arboles al igual que muchos otros.
—Ya se habían tardado. – bufeo Torrijos.
—¡cierra la boca! – grito otro de los hombres.
—Hey, solo menciono su notable tardanza para aparecer siendo causado por el posible que están sintiendo al darse cuenta a quienes están atacando. – diría Trival bastante calmado a pesar de la situación.
—¡Les dije que cerrara la boca! – gritaría el mismo hombre apuntando nerviosamente.
—...¿oíste eso Trival?
—si, piensa que puede ordenaros algo... dos veces para rematar.
—¿Qué?, ¿ahora usaran la excusa de que "soy príncipes de un gran reino? – hablo otro hombre de los tantos que habían, cual empezó a ser apoyado por sus compañeros.
Torrijos solo empezó a reír fuertemente seguido por Trival.
—¿de que tanto se ríen? – preguntaría el hombre que es ordeno que se callasen, cual al instante de terminar su pregunta ambos hermanos se pondrían de forma impactante serios.
—...bueno... nosotros tenemos... ciertas ideas diferentes a as que maneja nuestro padre, nuestro rey. – diría Torrijos terminando de estirarse.
—Nuestra idea... es que nadie debe seguir las ordenes de alguien cuando estas sean negativas para la misma persona, eso es...
—algo monstruoso...
Por un momento todo fu silencio, nadie dijo ninguna sola palabra, nada hasta que Torrijos hablo.
—entonces, ¿ya van a actuar o-
Al instante Torrijos esquivo un disparo que se dirigió directo haca su cabeza, caso similar con Trival, solo que a diferencia de su hermano este recibió una considerable ráfaga de disparos haciendo que Trival suba la carroza, siguiendo esquivando los disparos de los contrarios que deseaban su muerte con ansias, pero ese deseo duro poco, pues los Tralsters se quedaron sin carga, cual Trival aprovecho la situación para mirar a su hermano quien igualmente ya estaba terminando de esquivar los últimos disparos de los Tralsters que ya nada faltaba para que se quedasen sin carga.
Trival solo toco el hombro de su hermano haciendo que se vean caras, Trival hizo una seña con su cara indicado que os tipos del otro lado ya se habían quedado sin cara, por lo que Torrijos alzo su brazo, cual fue tomado por Trival para lanzarlo a Torrijos hacia el otro lado, mientras que Trival se lanzaría en medo de la multitud de hombres que aún se encontraban recargando sus Tralsters, Torrijos fue el mismo caso cayendo en medio de la multitud de hombres.
Ambos comenzarían a atacar de la misma manera, usando el DIM MAK para acabar con sus adversarios, viendo que estos empezaron a luchar cuerpo a cuerpo, sacarían armas de doble filo, pero de poco les sirvió, pues penas intentaban apuñalarlos terminaban con el brazo que portaba el arma destrozado.
Trival era de ir a lo rápido, usando el DIM MAK en la cien para afectar al instante el cerebro, mientras que Torrijos era de ir por partes, demostrando cierta superioridad en la agilidad pues bien podía atacar a un hombre en su hombro dejándolo paralizado, luego atacar a otro mientras esquivaba un ataque de arma filosa, y regresaba con el primer hombre para rematarlo de un ataque al corazón.
No paso mucho tiempo para que se dieran cuenta de que... ningún hombre quedaba en pie.
—...debo decir... que esperaba utilizar al menos nuestras habilidades mágicas. – diría Trival mientras se tronaba sus dedos
—ni te molestes en pensarlo, estos tipos eran mercenarios comunes, ni si quiera valían nuestro tiempo... pero se pusieron en nuestro camino y... aquí están. – contestaría Torrijos como si nada hubiese pasado.
—...Torrijos, ¿era necesario matarlos? – preguntaría .nuevamente Trival viendo toda la masacre que había causado.
—Trival, era nuestra vida o la de ellos...
—...no lo sé, ¿y si hubiéramos dialogado con ellos? – diría Trival con notable negatividad.
—...Trival, hey, qui-
—¡Torrijos cuidado! – gritaría Trival a su hermano al voltear a verlo y contemplar como un hombre estaba a nada de apuñalarlo.
Torrijos estaba por reaccionar... pero no conto con que su escudero tomaría de las mangas del cuello de la camisa que traía aquel mercenario para estamparlo directo al suelo.
—...vaya, no pensé que saldrías... ni mucho menos que fueras así, Daldenur. – diría Trival viendo al peliblanco con una gran musculatura.
—Mh, de hecho, estuve haciéndome cargo de uno que otro que quería robar lo que estaba dentro de la carroza, e intenté intervenir para ayudarlos... pero me di cuenta de que ustedes podían solos, ahora, permítanme lanzar una bengala. – diría entonces Daldenur volviendo a su estado físico de antes.
—pero no necesitamos ayuda, tu viste todo lo que paso y que no queda nadie mas que nosotros 3. – recriminaría Torrijos.
—No para nosotros, si no para que resguarden la carroza, y lleven a un lugar digno de descansar a nuestro chofer... oh, mi viejo amigo, ya podrás descansar con los dioses, tan solo espera. – diría Daldenur en lo ultimo mientras bajaba al chofer y lo metía dentro de la carroza.
—...en fin, Trival. – hablaría Torrijos mientras comenzaba a caminar por donde seguía el camino.
—¿sí?
—ellos no se iban a molestar en matarnos hubiésemos hablado con ellos o no, ¿ya pudiste comprobarlo?
—...si...
—Bueno jóvenes príncipes... es hora de seguir nuestro camino, no falta mucho para llegar a Treisol, pero, aun así, no debemos de parar el paso, puede que otros grupos de mercenarios no esperen. – diría Daldenur mientras comenzaba a caminar por delante del mismo Torrijos.
—vaya, no te veía tan preparado. – diría Torrijos a modo de burla.
—soy un escudero mi señor, debo forzosamente de estarlo.
—...mph, tiene sentido...
Y así... el escudero junto a los dos príncipes siguieron su camino hacia Treisol, estando internamente en paz, pues los tres juntos, no podían ser dañados...
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Mientras tanto, en el palacio real de Treisol...
—...
—...
—...te estas tardando demasiado.
—Tal vez... podría hacerlo más rápido si no tuviera a una princesa hablándome cerca de mi oído.
—pff, ¡excusas!
Dos jóvenes estaban en el palacio real, para mas exactos, en el área de entrenamiento, cual estaba vacía por ser día de festival, por lo que estaba completamente disponible para cualquier guerrero quien la quisiese usar... o bien, para la princesa de Treisol y...
—...y... ¡lo tengo! – exclamaría una joven de pelo castaño y largo con ojos tan puros como el agua, disparando la flecha de su arco a una velocidad impresionante... dando... justo en la cabeza del muñeco que estaba a una distancia considerable.
SU ESCUDERA.
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THE
WORLD
OF
TORTAS