Abel miró el papel en el suelo con cierta sospecha, por precaución el hombre acercó el papel usando sus pies y luego rápidamente se agacho para recogerlo, no buscando perder la vista del joven delirante por mucho tiempo.
Comprobando de reojo que el joven sentado no parecía tener intenciones de atacar desprevenidamente mientras ojeaba el contenido de este papel, Abel lo abrió y vio con aturdimiento lo que estaba en el mismo, no era un mensaje o una historia, sino que se trataba de un dibujo, sin embargo el dibujo era demasiado peculiar para no ser notado de inmediato por Abel.
El dibujo no parecía ser improvisado sino que la persona que lo habia hecho habia puesto mucho empeño en el mismo y consiste en el dibujo de un hombre gordo con la cara completamente distorsionada buscando en una habitación en donde se veía una persona parcialmente escondida dentro de un armario. Pese a que la persona en el armario estaba oculta de la vista más que sus ojos celestes que se veía espiando desde un abertura, Abel lógicamente reconoció que la habitación, el hombre gordo y el armario eran los del dormitorio en donde había vivido la experiencia dibujada por este artista, por lo que la persona encerrada debía ser ni más ni menos que el mismo y más importante aún, Abel no tenía ninguna duda que este dibujo pertenencia a la colección de dibujos que había hecho el asesino, en primera instancia porque el estilo de dibujo era el mismo y también había sido dibujado con lápices, en segunda instancia por que el dibujo habia sido hecho en una hoja de cuaderno y en tercera instancia la hoja de cuaderno utilizada en el dibujo si bien estaba toda arrugada y malteada, aún se notaban que había sido arrancada de un cuaderno.
—Qué relación tienes con el antiguo guía que vivía en esta mansión?—Preguntó Abel con sospecha, comprendiendo que la persona que arrancó estos dibujos debía ser este joven.
—Las mismas que tu tenias, el viejo Klein era una molestia para todos los protagonistas de este mundo, ya que el obstinadamente salvaba a los personajes secundarios que entraban a este mundo y arruinaba las historias—Comentó Martin con calma—Por eso te dije que tenías bastante reputación este sitio, haberte desasido de ese viejo fue una gran ayuda para muchos enfermos.
—Entonces en tu mente el asesino serial que arruino tu vida y la mia era una clase de heroe?—Pregunto Abel no logrando seguirle la logica al joven, claramente esta idea le estaba causando nauseas en el estomago de solo escucharlo.
—Asesino?, ah sí… las noticias de hace 90 años los describieron como un asesino condenado a muerte, asi que asi lo mataste?, pero como lograste incriminarlo?... curioso, siempre es curioso cuando estos problemas pasan, lastima que no lo recordemos cuando salimos…—Murmuro para si mismo Martin con una sonrisa irónica.
—Hace 90 años?, hace una semana ejecutaron a Klein, yo mismo lo vi con mis propios ojos..—Comentó Abel con algo de pena por lo mal que había quedado este pobre joven, pese a lo apuesto que era aprecia que el asesino realmente le había cagado la vida más que él.
—El tiempo es un problema, el otro mundo no tiene tiempo, puedes cruzarte con protagonistas de tiempos futuros y pasados, sus historias ya fueron contadas, pero en este mundo se reproducen hasta la eternidad…—Comento Martin, comprendiendo que Able no creía esta parte.
—Entonces veo que vienes del futuro, que interesante…—Murmuró Abel con mucha paciencia—Podrias decirme como andan las cosas.
—No, no puedo, quiero decir acabo de hacerlo y probablemente escuchaste que no podía hacerlo…—Respondió Martin masajeando la cabeza, como si supiera que haber sacado este tema de conversación era una pésima idea.
—Veo, que lástima me gustaria saber como era el futuro, entonces segun tu idea estás ayudando a un muerto, ya que dudo que viva mas de 100 años… —Comentó Abel sintiendo que le estaban tomando el pelo—Quiero decir, hace dos minutos mencionaste que la muerte de Klein ya era una noticia histórica , como puedo creerme lo que dijiste?
—No cambia nada que te diga eso, al igual que no cambia nada que tu me cuentes cosas que yo fácilmente pueda acceder usando internet o leyendo un libro de historia, pero si te cuento cosas que seguramente afectan en cierta forma tu vida no logro hacerlo, el por que ocurre eso, es probablemente por que arruinaria tu gran historia y el creo esta maldición no quiero que eso pase…—Comentó Martin mirando comprometidamente a Abel mas que pidiendo que le creyera pidiendo que no hiciera muchas preguntas sin respuesta del tema—Por lo demas no estas muerto y yo no soy alguien del futuro, los dos estamos en el presente y hablamos con normalidad en este mundo, pero al salir del mundo tu historia sera cosa de mi pasado y la mia de tu futuro.
—Entonces no podrías haber aprovechado esta paradoja temporal para saber que me ocurrio a mi que vive en tu pasado, además si este Klein fue condenado a muerte y conocías la noticia entonces por qué nadie a quien Klein le jodia los planes buscaba arruinar su trayectoria usando esta información, solo habria que denunciarlo—Preguntó Abel insistiendo con su idea.
—Y como se supone que denuncia a un muerto de hace casi 100 años?, además como se supone que yo te contara como moriria Klein si ni siquiera puedo contarte quién será el siguiente partido que te gobernara en unos pocos meses, como verás no es tan fácil lograr aprovecharse de esta paradoja y mucho menos era sencillo deshacerte de Klein y menos para mi—Respondió Martin con algo de irritacion.
—Bueno, no hay que ponernos nerviosos, entiendo que a ti te sería imposible denunciar a Klein, mientras que a mi me resultaba muy sencillo hacerlo, pero me resultaba complicado hacerse de la idea de denunciar a Klein…—Dijo Abel tratando de no despertar más al joven
—No, era muy fácil llegar a esa idea, lo complicado era saber en qué tiempo vivió Klein en la vida real, eso es lo complicado, al igual que yo no puedo matarte a ti estando ya muerto en la vida real, tu tampoco puedes hacerme nada ya que te sería imposible cambiar el futuro, por más que te pongas a matar gente como un lunático en el otro mundo, nunca lograrás matar a mis antepasados…—Respondio Martin
—No quiero que te sientas molesto por mi ignorancia. ya que claramente conoces mejor acerca de esta gran paradoja temporal, pero siguiendo tu lógica, como hombre del pasados, yo si podría matar a tus antepasados y evitar que nacieras…—Comentó Abel
—No, tu historia ya fue escrita, y por tanto la mía también fue escrita y terminada, almacenada y guardada y ahora está siendo cantada o leída, por lo que no puedes borrar lo que ya fue escrito, ya que no eres un escritor. En este mundo eres un gran protagonista, pero eso solo te convierte en un mero personaje de la historia…—Respondió Martin con calma.
—Veo, asi que desde la perspectiva de este gran escritor nuestras dos historias cosas del pasado…que interesante, y quien seria este escritor?, por que su propia historia lo convirtió en el hombre que arma nuestras vidas a su antojo?—
—Será Dios, el Diablo, los extraterrestres, el último ser humano en la tierra o simplemente la imaginación de un niño, la verdad saber quién escribe la historia no cambia en nada nuestra vidas, para nosotros, los protagonistas, esta historia es la vida misma y por tanto estamos deseoso de vivir sus aventuras y maldecimos sus caprichos—Respondió Martin con dudas, al parecer el tambien se habia hecho esta pregunta antes.
—En lo personal me gustaría creer que soy quien toma las decisiones de mi propia vida..—Comentó Abel
—Bueno, en mis tiempos pocos creen en dios y siguiendo la tendencia yo estaba entre la mayoría agnóstica, no obstante este mundo cambió muchas cosas acerca de mi manera de pensar y ciertamente creo no confundirme que sí existe el demonio, entonces también debe haber un dios allá arriba—Comentó Martin con ironía
—Claro, debe existir alguien que nos cuide, pero me surgió una ligera pregunta, si este Klein era tan moles y todo el mundo lo quería muerto, por que nadie lo mataba en este mundo?, acaso no podemos morir aca?—preguntó Abel insistiendo con el tema de la cesión lo cual era información que siempre le interesaba saber.
—Si mueres en la historia, la misma se acaba, claro que puedes morir en este mundo. El tema es que es complicado que dos protagonistas se maten entre sí, a no ser que sus historias sean cortas o sus cabezas están demasiado quemadas, como es tu caso…—Respondio Martin
—Y por que yo soy presa fácil y tú no?, por un cuchillo?, si es así supongo que tienes razón…—Respondió Abel arrepintiéndose de la pregunta a mitad de la converzacion, claramente no era buena idea ponerse en la posición de una presa fácil.
—No, el problema es que nuestras historias únicamente se reúnen en este punto, para ser exactos en este cuarto y cada vez que uno de nosotros dos entre a este cuarto, el otro naturalmente entrara a este cuarto. Ya que nuestra historia se mezcla en este cuarto y solo en este cuarto, al salir de este cuarto nunca podrás verme y tu nunca podrás encontrarme…—Respondió Martin con calma.
—Eso explicaría por qué el hombre gordo no podía atacarme en este cuarto, ya que no estaría en mi propia historia, sino en esta especie de punto de contacto entre nuestras dos historias. Pero según recuerdo yo no podía entrar a este cuarto, el mismo estaba cerrado y tu me abriste la puerta. Además me dijiste que Klein solia joderle la vida al resto de protagonistas, salvando a los pobres personajes secundarios, entonces como es que Klein se metía libremente en las historias de los demas?—Contesto Abel notando el problema y no buscando esconderselo para sí mismo.