Abel leyo con atencion nuevamente el papel que tenia en su mano, realmente no era el librito negro lo que estaba leyendo sino que habia sacado un papel blanco y habia trascribido palabra por palabra lo que habia entendido de la agenda.
No obstante, el texto en la agenda claramente había un fragmento que no tenía sentido alguno, ya que el último párrafo parecería advertirle irónicamente que el habia sido el responsable de traerlo a Golden Valley, lo cual tenia muchisimo sentido, al fin y al cabo Abel sabia mas que nadie que volver a este pueblo era danzar en la obra maestra el asesino que le arruino la vida, lo que abel no terminaba de comprender es como el asesino sabia que el encontraria este lugar y que leria este cuaderno negro, eso no tenia ninguna exxplicacion racional, ya que si bien le asesino le dijo que viniera a esta mansion, nunca le dijo y le mencionó la existencia de este sotano y estando este sotano tan abandonado y lleno de polvo era mas que evidente que el fue la unica de las victimas que habia encontrado este lugar.
—Tal vez estoy rellenando demasiados fragmentos de esta historia con mi imaginacion…—Murmuro Abel para si mismo, mirando con aturdimiento las palabras originales en el cuadernillo negro, ciertamente si bien la letra eran casi garabatos, aun eran letras y eran entendibles tras pasar un buen tiempo leyendolas y intepretanolas.
Confiando en que había un error en su interpretación del texto, el agotado Abel decidió dejar este texto de lado para pasar a revisar nuevamente las últimas 5 páginas enteras de esta agenda. Ciertamente estas últimas páginas, no tenían mucha información y por desgracia estaban escritas igual de mal que la página que le había llevado horas interpretar, sin embargo con experiencia adquirida y usando la lógica, habel comprendió que es lo que estaba escrito en la siguiente página sin requerir pasar tanto tiempo:
"Desde lo más profundo de mi corazón espero que mis herederos puedan disfrutar las mismas alegrías que yo he vivido durante mi gran aventura por Golden Valley, pese a que me temo que la única manera de que mis herederos logren vivir dichas alegrías es primero sufriendo las pruebas de este pueblo maldito. Tomando la decisión de finalmente marcharme, decido dejar toda mi herencia a las siguientes 99 almas que creyéndose desafortunadas por su destino visiten este pueblo, a todas ellas les heredero mi mas grande fortuna por igual, esperando que la misma les ayude a encontrar el secreto oculto en este pueblo para poder así poder encontrar la verdadera fortuna que ellos mismos decidieron ocultar de sus vidas.
Herederos designados:
— Jacobo Müller
— Cristobal Fischer
— Norma Schmidt
—...."
Todas las 5 pagina estaban ocupadas en mencionar a estas 99 personas, dejando el espacio debido entra cada afortunado "heredero" y como era de esperarse siguiendo la lógica interna de esta rebuscada historia, el último nombre no sorprendió para nada al viudo:
—Abel Neumann…—Murmuro Abel leyendo en voz alta el último escrito en la larga lista, con más reflexión que odio, ya se había desquitado quemando los dibujos de este desgraciado y por suerte eso lo tranquilizó lo suficiente para saber que era una gran fortuna que absolutamente nadie encontrará este lugar además de el. Puesto que la triste realidad es que si la policía hubiera encontrado esta agenda negra junto a los dibujos era bastante probable que encontraran suficientes pruebas para justificar que este asesino era un enfermo serial y eso para los familiares que de las víctimas únicamente eran desgracias, puesto que en vez de ser condenado a muerte el asesino había escapado de su condena siendo mandando a un manicomio a vivir lejos de la sociedad.