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Chapter 2 - Capítulo 1: El Fin del Comienzo de una Historia.

Capítulo 1: El Fin del Comienzo de una Historia.

Parte 1.

Los párpados de cierto chico normal de preparatoria se mueven ligeramente.

Lentamente, sus ojos fuerzan a abrir una pequeña abertura, entrando una luz blanca en su campo de visión, era tan intensa que hasta pensó que era el cielo, pero cuando todo se aclaró, se dio cuenta que estaba mirando una lámpara de techo encendida.

(...Qué...)

La expresión en su rostro era completamente confusa.

(...Dónde...estoy...)

A medida que su cerebro medio dormido se despertaba lentamente, los recuerdos de ese día volvían a surgir.

El día 30 de octubre, el chico normal de preparatoria conocido "Kamijou Touma" derrotó a Fiamma de la Derecha (Líder del Asiento de la derecha de Dios) y al Arcángel Gabriel, este último desapareció en las frías y profundas aguas del Océano Ártico, todo gracias a la mano derecha...Imayin Breiker de ese chico.

Lo único que recordaba en esa inmensa oscuridad era haber escuchado una extraña voz familiar.

...Estoy dispuesta a cumplir ese deseo, solo espera un poco más...

(...¿De...se...o?) —se pregunta a qué se refería con esa palabra.

Mientras se levantaba de la cama, comenzó a observar los alrededores de la habitación blanca.

Equipos médicos, muebles apropiados, un televisor, una silla de metal, una pequeña mesa y una canasta, era lo que se podía ver en su habitación de hospital de siempre.

No... El diseño de la habitación es diferente a la habitual.

(... ¿Eh? ¿Estaré en otra habitación?)

Kamijou mueve su mano hacia su boca y retira la máscara de oxígeno. Luego mira su cuerpo y se quita los electrodos que estaban pegados en su pecho y abdomen, así como la infusión que estaba adherida a su brazo izquierdo.

Al hacer esto, la máquina emite un leve sonido.

(...Index)

Sus labios dejaron escapar el nombre de cierta chica de aspecto de monja.

(¿Ella estará bien?)

No pudo evitar sentirse preocupado por ella.

—Tengo que calmarme. Ella debe estar bien.

Dijo, tratando de disimular su preocupación.

—Así que todo se acabó.

Se rió levemente, como si se burlara de sí mismo.

Esto era porque no creía en eso. Tenía el presentimiento de que esto solo era el inicio de una serie de eventos desafortunados que tendrá que enfrentar.

Era normal pensar de esa manera ya que él estaba acostumbrado a ello.

(De verdad… ¡Mi futuro es tan oscuro!) —esas palabras solo hicieron que sus esperanzas de vivir una vida normal disminuyeran cada vez más.

Tan deprimente. Solo le recordaba su vida desafortunada. Sin embargo, aceptó que si continuaba por ese camino, nunca llegaría a esa vida normal que tanto anhelaba.

Pero incluso si quisiera, no podía evitarlo, era el único camino que lo convertía en Kamijou Touma. Su miedo a no ser aceptado después de que perdió su memoria lo llevó a esto, verse obligado a actuar de acuerdo como los demás esperaban que actuará, metiéndose en situaciones peligrosas a pesar de no comprender la situación.

En ese momento, Kamijou escuchó un gruñido que provenía de su estómago

—¿?

Mientras agarraba el área de su estómago, ese sonido se escuchó nuevamente.

(Creo que un poco de arroz, una sopa de verduras y carne podría solucionar esto...)

Ese fue el pedido del adolescente que esperaba degustar un buen plato de comida. Para su mala suerte, eso no fue posible ya que estaba en el hospital habitual, recordando que una vez le sirvieron gachas de arroz sin sal que sabía a pegamento para microondas o el decepcionante trozo de salmón a la parrilla que parecía plástico.

—Hombre, es que acaso no se puede conseguir algo mejor.

Kamijou simplemente bajó un poco la cabeza y dejó escapar un suspiro de decepción.

—¡Qué desgracia...!

Al momento de decir eso, un dolor atacó su garganta, estaba seca, cosa que no había notado antes. Para aliviar su garganta, tuvo que tragar su propia saliva.

(Necesito agua)

Kamijou desvió su mirada hacia la canasta colocada en la pequeña mesa y buscó dentro de la canasta con la esperanza de encontrar algo para saciar su sed.

Afortunadamente, encontró una botella de agua. Estaba claro lo que tenía que hacer.

De inmediato, comenzó a beber de la botella de agua a una velocidad impresionante, la sensación del agua corriendo por su garganta fue muy agradable y refrescante. Mientras hacía eso, bajó un poco su mirada y encontró un reloj digital y observó atentamente lo que decía, algo que desearía no haber hecho.

(¿¡Qué…qué demonios!?)

Escupió agua de su boca cuando vio la fecha en ese reloj.

Si. La hora y la fecha mostrada eran las 08:00 AM. del día 17 de abril.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Esto es real?

Sintió un poco de agua caer sobre su bata de hospital. Su sorpresa era tan grande que ignoró eso.

Simplemente no podía creer lo que veía, nunca había dormido tanto en un hospital.

Por un momento, pensó que esto era una broma, ya que las anteriores veces que vino al hospital, solo tardó unos días en recuperarse.

Entonces... ¿por qué esta vez sería diferente?

—¡Nonono…No puede ser!

Kamijou recordó algo sumamente importante.

—¡¿Las clases?!

El cuerpo del chico desafortunado se congeló por un instante al escuchar sus propias palabras.

—¡Espera! Tal vez tenga alguna oportunidad... Debe ser posible, ¿no? —murmuró mientras intentaba animarse a sí mismo.

Como dicen: La esperanza es lo último que se pierde, aun cuando todo está perdido.

No obstante, esto era muy diferente para el desafortunado chico de primer año de preparatoria.

(...17…de…abril….)

Si lo que mostraba ese reloj era cierto, eso quiere decir que han pasado unos 6 meses.

Las clases escolares en Japón comienzan en abril y finalizan en marzo del año siguiente, eso significa que…

—¡Ahhhhhh! ¡El periodo de clases terminó en marzo! ¡Komoe-sensei me va a matar!

Pequeñas lágrimas brotaron de sus ojos, como si se tratara de un adorable niño.

—¡Este día no puede empezar mal!

Sin embargo, Kamijou Touma era una de las personas que podía ver lo bueno en una mala situación, incluso si solo era su propia desgracia. Después de todo, era su estado natural, por así decirlo.

(Bueno... Al menos podré ver a Index y los demás)

Incluso de haber perdido el año escolar, el chico de pelo puntiagudo sonrió.

—¡Es verdad, tengo que disculparme con Index!

Aunque se sentía feliz y nervioso por volver a verla, no pudo evitar sentir un poco de miedo.

¿Qué le esperaría cuando la viera? Esa pregunta solo hizo que Kamijou comenzará a sudar.

(Si voy a esperarla, ¿debería tomar medidas para proteger mi cabeza?)

Si eso sucedía, daba por hecho que se lo merecía.

—Soy un tonto... un verdadero tonto.

Pasó un tiempo tratando de pensar en cómo debería preparar su disculpa para Index, de repente se da cuenta de algo importante.

(¡Qué extraño! Ahora que lo pienso, debería haber aparecido el Doctor Cara de Rana…Si se está tardando es porque estará ocupado con otro paciente o con su fetiche de enfermera)

Sin nada que hacer más que esperar, dirigió su atención a la ventana y vio la luz del sol entrar en la habitación como si brillara a través de los huecos en las hojas de un árbol.

Era una vista bastante familiar, como el mismo día en que despertó por primera vez.

Y luego…

—Oh, veo que despertaste.

—Um, sí. Parece que este Kamijou-san no para de meterse en problemas.

—¿Problemas? ¿Te refieres a ser arrastrado por un "terremoto espacial''?

Al escuchar esa extraña pregunta, volvió la mirada hacia su lado derecho, pensando que vería al médico con cara de rana. No obstante, se llevó una sorpresa al ver a la persona que estaba en la puerta de la habitación.

—¡Es un milagro que sigas con vida! ¡Te has recuperado tan rápido! ¡Estoy sorprendida!

Era una chica. La persona que estaba en la puerta era una chica.

—¿Pasa algo?

—No, nada.

Esa chica se veía… ¿Tal vez unos quince o dieciséis años? De todos modos, ella parecía tener una edad cercana a él. Su piel blanca hacía juego con su cabello Blanco Plateado corto.

Sus hermosos ojos azules parpadearon, el solo ver esos ojos hacían sentir como si estuvieras mirando hacia el profundo abismo del océano, y su rostro era inexpresivo, no parecía mostrar ninguna emoción en absoluto.

Esta chica era la imagen perfecta de una muñeca viviente.

Probablemente sea la única chica que se ajuste mejor a la descripción de "una verdadera muñeca".

(¿Por qué… por qué una chica tan linda está aquí?) —se dijo a sí mismo.

—¿¡...!? Esto, disculpe… ¿Puedo saber quién eres?

No recordaba haberla visto antes.

—...Parece que esperabas a otra persona.

La chica de cabello Blanco Plateado Corto bajó la cabeza en señal de disculpa.

—Lo lamento.

—No…No te preocupes. Solo pensé que era el doctor.

Kamijou parecía estar muriendo por dentro de la vergüenza. Después de todo, quien confundiría la voz de una chica con el médico de edad avanzada.

—Ahhh. Lo siento. Sé que confundir tu dulce voz con la de un médico es muy estúpido. —Él apartó la mirada de ella un poco, tratando de ocultar su ligero rubor, y continuó—. Es solo que como el doctor tardó tanto, estúpidamente asumí que él estaba hablando conmigo. —Bajo su cabeza y se disculpó—. Lo siento mucho, perdone a este estúpido chico.

Se escucharon las sinceras palabras del desafortunado chico por toda la habitación.

—Descuida, no vengo a recriminarte de esa manera.

—¡Oh, que alivio! —suspiro el chico—. Todo parece indicar que esta vez ese médico está ocupado.

—¿Esta vez…? —preguntó la chica—. ¿Quieres decir que es tu segunda vez en este hospital?

—¿Segunda vez? No, en absoluto...—contestó—. Te llevarías una gran sorpresa si supieras cuántas veces estuve en este hospital.

La chica inclinó un poco su cabeza hacia un lado.

—Eso no es algo de lo que estar orgulloso, ¿verdad?

Por una extraña razón, Kamijou siente que esta chica está sintiendo pena por él.

—No. No lo digas de esa manera.

—Tiene sentido lo que digo o estás buscando romper algún extraño récord como la persona con más hospitalizaciones en Japón o el mundo. No deberías alardear de eso.

Estas palabras solo le recordaban lo que le decía cierto médico con cara de rana cada vez que llegaba al hospital con heridas en el cuerpo.

(¿Por qué...? ¡¿Por qué acabé hablando tan mal de mí delante de una chica tan linda?!)

Ahora que lo pensaba, no sería mejor evitar el peligro y así no tener que visitar el hospital tan seguido, eso era lo que quisiera ese chico.

Pero… en su caso, eso no sucederá.

—...¡Tal desgracia!

Así, con ese suspiro de mala suerte, Kamijou Touma comienza un nuevo día en este mundo.

Parte 2.

—En primer lugar, creo que deberíamos presentarnos.

—Por mi está bien.

—Mi nombre es Kamijou Touma, un estudiante de preparatoria que puedes encontrar en todos lados.

—¿Kamijou…? Tu nombre está relacionado con el significado de "La Persona Superior a Dios".

—Sí, ya me lo dijeron. Mi nombre "Kamijou" es homófono de ese significado.

—Entonces, ese tono que hiciste, ¿podría decirlo?

—No veo ningún problema.

—Mi nombre es Tobiichi Origami, un estudiante de segundo año de preparatoria. Es algo así como lo dices, ¿verdad?

—Nooo… No pensé que sonaría tan estúpido.

Una vez más, Kamijou sintió que estaba haciendo el ridículo frente a esta chica mientras miraba hacia otro lado.

—Creo que haces muy bien tu presentación. No deberías avergonzarte de eso.

—Ahora, resulta que la chica está siendo considerada.

Kamijou, que solo bromeaba, inmediatamente vuelve la cabeza para ver a la chica y continúa.

—Mmm… Esto… Perdón por lo que voy a decir, pero… Tu nombre hace referencia a esa afición que consiste en hacer animales, flores y muchas otras cosas simplemente doblando papel.

El rostro de Origami no parecía cambiar ante ese comentario, tenía una expresión estoica.

—Si. —contestó—. A decir verdad, en mi infancia fue uno de los cursos en los que tuve grandes habilidades.

—Entiendo...

En eso, el chico de pelo puntiagudo observa la ropa que la chica de cabello Blanco Plateado vestía.

Llevaba una camisa blanca de manga larga y sobre ella un blazer negro de manga larga, acompañada de su cinta roja en el frente, una falda corta azul, medias blancas hasta la rodilla y un par de zapatos de vestir.

Era obvio decir que esta chica era una estudiante de preparatoria.

—Disculpe si esto puede extrañarte, pero... No recuerdo haber visto ese uniforme. ¿Es alguna escuela nueva?

No importaba cuánto lo intentara, no podía reconocer de qué escuela provenía ese uniforme escolar.

—¿Te refieres a este uniforme…?

—Si…

Origami inclina su cabeza hacia un lado y coloca su mano sobre su pecho, apuntándose a sí misma.

—Esto es de la Preparatoria Raizen.

—Eh, ¿Preparatoria Raizen?

—Es raro que no lo conozcas, ¿estás de visita en esta ciudad? No creo que hayas escuchado de eso.

—¿Yo? Para nada. De hecho, conozco esta ciudad, vivo aquí, pero no me parece familiar el nombre de esa escuela. Quizás, no sea de mi distrito.

Dudar de que este chico no era de Ciudad Academia era una tontería. Esa escuela llamada "Raizen" no podría estar en el Distrito 7, eso explicaría por qué no había escuchado de ella.

—Por cierto, Tobiichi-san, ¿por qué estás aquí? No creo que el doctor Cara de Rana te haya enviado o si…

—¿Doctor Cara de Rana? No, nunca he visto a un médico personal con ese tipo de característica.

—¡¿No se encuentra?! —esto lo sorprendió bastante y continuó—. ¡Qué extraño! ¡Siempre lo veía cada vez que venía al hospital!

No era normal que esa doctor Cara de Rana no lo atendiera.

Sin embargo...

Una cosa extraña era que esta chica desconocida lo haya visitado.

—¿Eres un estudiante de medicina haciendo prácticas aquí?

Kamijou dice mientras sonreía.

—No.

—¿Qué? Entonces, ¿por qué una chica extraña está visitando a este desafortunado chico?

Esto resultaba extraño. Si no era una estudiante de medicina que hacía prácticas en este hospital. ¿Cuál era el motivo de su visita?

—¿No lo recuerdas?

—Mmm... ¿Te conozco de alguna parte?

—No... no creo que me hayas visto. Después de todo, te encontramos inconsciente hace tres días en el centro de la ciudad.

—Emm... ¡¿Dijiste tres días?! ¡¿Eso qué significa?!

—Eso mismo, después de que te rescatamos del terremoto espacial para llevarte a este hospital, te tomó tres días despertar.

—¿Que? ¿Quieres decir que ese reloj tiene la fecha incorrecta?

Origami mira el reloj sobre la pequeña mesa.

—No... La fecha y hora es la correcta, ¿por qué preguntas eso?

—...

El chico de pelo puntiagudo no dijo nada.

Simplemente no podía creer lo que estaba escuchando y eso fue porque en un principio había pensado que fue rescatado de esa lucha.

Si. En ese día, 30 de octubre, que derrotó a Fiamma de la Derecha y al Arcángel Gabriel, y que también puso fin al conflicto de la ciencia, la magia y la Tercera Guerra Mundial. Eso era un hecho. Él fue rescatado, si... Pero lo que dice esta chica era algo diferente, y es que había caído inconsciente un 14 de abril y no un 30 de octubre, como se supone que sucedió.

¿Qué significa esto? Incluso si lo que dijo fuera cierto, ¿dónde está el tiempo restante? ¿Por qué no recuerda nada durante esas fechas?

(¿Terremoto espacial...?)

Ese extraño término llegó a la mente del chico.

—¿Qué es eso? ¿Estás hablando de algún tipo de fenómeno que sacude los campos eléctricos de la Tierra? No creo que eso pueda llegar a destruir algo, ¿verdad?

—...No es de ese terremoto espacial del que hablo.

—Uh...

—Sabes de lo que estoy hablando, ¿cierto?

—...lo siento, no sé de lo que hablas. Tengo entendido que ese fenómeno a lo mucho puede colapsar redes eléctricas y de telecomunicaciones, pero su fuerza es muy inferior como para dañar la superficie terrestre. Simplemente no puedo creer que sea posible que ese desastre haya ocurrido en el centro de la ciudad y que haya sido el tipo desafortunado que cayó inconsciente en él. Además…

—¿...?

Origami inclina la cabeza y reflexiona.

Si se tratara de un fenómeno que solo golpea el planeta Tierra causando sismo grados de la escala de Richter, además de ciertos daños a las redes eléctricas y de comunicaciones, esta chica estaría diciendo: ¡Si, tienes razón!

No obstante, esto era diferente, la escala de la que ella se refería era mucho más que eso.

—No es eso de lo que te hablo.

—Entonces...

Este chico no parece conocer la verdad de este mundo.

Si este chico seguía diciendo que nunca había oído hablar de los terremotos espaciales, sería un hecho que lo tratarían como un loco, o diciéndole cosas como: "¿en qué mundo de fantasía vives, chico?", "¿Acaso te golpeaste la cabeza?" o ¡¿Te estas tratando de burlarte de mí?!"

La única explicación para todo esto era que el chico había perdido la memoria.

—¿...? ¿Acaso perdiste tu memoria?

—...Qué.

—La mayoría de la gente de esta ciudad sabe de esto. Es muy raro ver a gente que no conozca algo tan básico como eso.

—Realmente no se de lo que hablas. Dices que fui encontrado en el centro de la ciudad inconsciente por un terremoto espacial, ¿no?

—Estas en lo correcto. Pero... ¿por qué actúas como si no conocieras nada?

—Voy a ser sincero contigo, si lo que dices es cierto, eso quiere decir que... perdí los recuerdos de los últimos 6 meses.

—¡¿...?!

El rostro de Origami expresó cierta sorpresa ante las palabras de Kamijou.

—...Perder 6 meses de tu vida no es muy agradable. ¡Lamento que te haya pasado eso!

—Lo sé. No es extraño que me pase esta clase de situaciones.

Kamijou dijo eso, como si sintiera pena por sí mismo.

—...Si lo dices de esa manera, solo te hace ver como una persona muy desafortunada.

—...Muy desafortunada...Muy desafortunada...Muy desafortunada. —dijo en voz baja.

Y entonces...

—¡AAAAAAHHHHHHHH! ¡NO NECESITAS RECORDARME QUE SOY DESAFORTUNADO!

Esa reacción era de esperarse, ya que Kamijou se ponía extremadamente sensible cuando se refiere a lo desafortunado que era su vida.

—¿Ah? —Kamijou volvió en sí y miró a la chica de cabello Blanco Plateado.

—¿? ¿Estás bien? —preguntó Origami.

—Estoy perfectamente bien. Gracias…

—Descuida, si ese incidente te ha afectado tu memoria, solo es necesario esperar. Suele haber casos de este tipo, así que no te asustes. Tu memoria volverá.

—¡Por favor, no sigas!

El chico de cabello negro puntiagudo parecía querer llorar.

—Si vas a creer que eres una persona desafortunada, al final vas a terminar convenciéndote de eso. No creo que toda tu vida sea eso.

—Realmente lo intento. —Kamijou dice y reflexiona.

Kamijou Touma era alguien extremadamente desafortunado. Uno podría saberlo con tan solo mirar el historial de sucesos que pasó desde que se involucró en la vida de cierta chica llamada Index. No... Todo parece indicar que ese no era el inicio de su mala suerte, parece que esta empezó desde su propio nacimiento.

Sin embargo, desde que llegó a Ciudad Academia, la mala suerte que tanto le decían los adultos se extendía dondequiera que estuviera, por alguna extraña razón, ahora su mala suerte solo le afectaba a él, como: Ser confundido con un ladrón, romper tu tarjeta de débito, explotar tu DVD, romper la manguera de la ducha, tragarte el dinero en una máquina expendedora y no darte nada, sentir presión de grupo, tener que acostumbrarte a cierta "Railgun" y sus rayos, enfrentar a espers y magos, y un largo etcétera.

Esa era la vida de ese chico de pelo puntiagudo que pensaba que era un chico normal de preparatoria.

—...

En ese momento, Kamijou escuchó pasos ligeros desde el pasillo. Parece que se dirige a una habitación cercana… No, se está acercando. Los pasos llegaron al frente de su habitación.

¿Quién será? ¿Una enfermera como siempre?

—Están aquí.

Era una mujer vestida con una ropa casual, que constaba de una camiseta roja debajo de una camiseta blanca de manga larga con cuello desabrochado, y unos pantalones de color blanco.

No vestía el uniforme de las enfermeras de este hospital, por lo que quiere decir que ella era una visitante.

Entonces, ¿por qué esta mujer había entrado aquí? Y lo más importante… ¿por qué habla en un tono como si fuera que la conociera?

La mujer de cabello negro (?) se rió.

—¿Interrumpo algo?

—Esto… ¿Tú quién eres?

—Ah, es verdad. Mi nombre es Kusakabe Ryouko. No me recuerdas ya que te traslade mientras estabas inconsciente.

—¿Kusakabe?

Kamijou observa el cuerpo de la mujer, dándose cuenta de que tenía un cuerpo esbelto y que su busto y caderas estaban más desarrollados que los de Origami.

Era obvio darse cuenta de esto, ya que esta mujer era diez años mayor que ambos adolescentes (unos 26 o 27 años).

—¿Eres una conocida de Tobiichi-san?

—¿Te refieres a Origami? —respondió la mujer de cabello negro.

—Si… Por cierto, mi nombre es Kamijou Touma.

—Oh, que bien, Kamijou-kun, ¿Puedo preguntarte algo muy importante?

La mujer de cabello Negro preguntó con un tono alegre demasiado forzado.

—Bueno… Si puedo resolver tu duda, está bien.

—...Que bien, porque quisiera saber algo muy importante.

Su tono de voz no cambió en nada.

—¿¡No tienes mejores cosas que hacer en la vida que solo querer matarte!?

Esa voz que hace un rato parecía cariñosa, ahora sentía algo de molestia por parte de ella.

Al escuchar eso, Kamijou mostró una expresión de sorpresa y confusión pensando que la pregunta que hizo esta joven era una broma.

—¿...Eh? Em...Disculpe… ¿Cómo llegaste a una conclusión tan poco lógica?

—No es obvio. Todo el mundo sabe qué hacer en una situación así y tú estabas en una zona muy difícil de ser atrapado por el terremoto espacial. Planeabas morir, ¿verdad?

La mujer de cabello Negro hablaba en serio.

—¡No! ¡Nooo…! ¡Nunca haría algo como eso!

—Entonces, ¿cómo podrías explicar eso?

—...

No sabía que decir. Así que el chico de pelo puntiagudo llevo su mirada hacia la chica de cabello pelo Blanco Plateado, como si pidiera ayuda.

—No llegaste a entrar a un refugio subterráneo cuando se activó la alarma, ¿correcto?

Finalmente, Origami intervino.

— Sí, se podría decir que sí. No recuerdo mucho de lo que haya pasado ya que yo perdí la memoria.

—...No lo sabía.

Sin embargo…

Esto no impidió que el desafortunado chico fuera regañado por Kusakabe.

—No lo vuelvas a hacer. Si escuchas una alarma en la ciudad, tienes que dirigirte a los refugios subterráneos. No quisiera que esto pase dos veces.

—Está bien, está bien… Eh. Puedo saber si alguien vino a visitarme.

—No, nadie vino a visitarte. Lo más probable, es que vengan más tarde.

—Entiendo, no hay razón para apresurarse.

El chico de pelo puntiagudo sonrió levemente.

(Creo que es demasiado pronto para visitar a alguien en el hospital) —se dijo a sí mismo.

—Oh, parece que la conversación se está alargando mucho, ¿verdad, Origami?

Mirando el reloj digital sobre la mesa, Origami asiente con la cabeza y suspira.

—Mi tiempo aquí ha terminado.

La chica de cabello Blanco Plateado empezó a caminar hacia la entrada.

Y entonces...

—Lamento que hayas perdido tu tiempo conmigo…

Al escuchar eso, la chica dejó de caminar.

—Hubiera preferido tener algo de información sobre el incidente. —volvió su cabeza y lo miró para decir una cosa más—. Eso no es posible, ¿verdad?

Kamijou no dijo nada, solo sacudió la cabeza de un lado a otro, como si dijera "No".

—… Ah bueno. Si recuerdas algo, espero que me lo hagas saber de inmediato.

—Está bien. Si con eso puedo ayudar en algo, lo haré.

Una vez que Origami finalmente salió de la habitación. Pensó, tratando de recordar lo que había sucedido, y se preguntó qué entendía por 'incidente'.

Sin embargo, en ese momento, sus pensamientos se dispersaron al escuchar la voz de Kusakabe.

—Oh, lo olvidé. Tengo que darme prisa…

Parecía que acababa de recordar algo muy importante.

—¿Podrías quedarte en este lugar hasta que regrese?

—Seguro que sí, voy a quedarme en esta habitación. Ya que tengo que esperar a alguien...

—Gracias, ya que quiero hablar más tarde contigo.

Y así comenzó el día para el chico conocido como Kamijou Touma.

Parte 3.

Tobiichi Origami y Kusakabe Ryouko estaban caminando por el pasillo para llegar al ascensor.

—Así que él perdió la memoria. No puedo llegar a imaginar la situación de ese chico. —dijo Ryouko.

Tobiichi Origami había tenido una conversación con Kamijou Touma, quien se ha recuperado, luego de ser atrapado en el desastre conocido como "terremoto espacial" en el centro de la ciudad. Al principio, ese chico parecía estar en plena condición, pero algo extraño pasó y eso era que no recordaba nada de ese incidente.

(...No entendía las cosas tan básicas de este mundo) —La chica de cabello Blanco Plateado se dijo a sí misma.

Sin embargo...

—...Él no contó nada de su daño cerebral, esto es extraño, es como si alguien le hiciera un agujero en la cabeza. ¿No sé cuál era su motivo o solo no quería mencionarlo?

—¿Daño cerebral? Te refieres lo que le causo el desastre.

—No... Parece que su daño cerebral es mucho antes que eso, como hace tres meses.

—¿Qué tipo de daño cerebral era? —preguntó Origami.

—No estoy del todo seguro, pero... hace tres meses, ese chico perdió los recuerdos...No. Mas bien se trata de "Destrucción de Memoria".

Origami se quedó en silencio y eso era porque sabía lo que eso significaba.

—Lo que más me extraña es cuando llegamos a este hospital y lo llevamos al tratamiento del "Realizador" para tratar sus heridas y ver más allá de su cerebro, su cuerpo rechazó al tratamiento.

—¿Rechazar? —Origami parecía confundida.

—Como decirlo, más que rechazar seria anular los cambios del "Realizador" a su cuerpo.

—¿Eso es posible? Tengo entendido que toda persona que pasa por ese tratamiento que por cierto... Es un secreto de estado, capitana.

Ryouko llevo su mano derecha a su cuello y dijo.

—Lo siento, lo siento... No le digas esto nadie. ¡Por favor, o realmente me van a castigar!

Pequeñas lagrimas parecían caer en el rostro infantil de la mujer de cabello negro.

—Entiendo. ¿Entonces que pasara con él?

—Yo recomendaría seguirlo en observación, aún está entendiendo las cosas y pasara un tiempo hasta que recupere lo poco que vivió.

En eso, la puerta del ascensor se abrió y un sonido sonó.

—Hasta aquí, nuestros caminos se vuelven a separar.

—Lo sé, solo vete a la escuela Origami.

Cuando la chica de cabello Blanco Plateado estaba a unos metros lejos de Ryouko, pudo escuchar como su capitana comenzó a hablar en voz alta.

—¡Haaah! ¡Esos tipos! ¿De verdad tengo que ir a verlos?

Su tono molesto se escuchó en todo el pasillo y el personal médico que pasaba le pidió silencio.

—... —Origami no dijo nada y siguió su camino.

Parte 4.

En alguna parte fuera de las infinitas capas de ese mundo.

Una extraña anomalía sonrió mirando el resultado obtenido.

Es obvio decir que estaba contento. Debido a la interferencia que hizo en el orden de las cosas, pudo desviar el camino de Imagine Breaker y de ese chico. En ese breve periodo de tiempo, cierto ser se dio cuenta de esto.

—...Esto es.

La voz del ser llamado Aiwass habló en un tono algo sorprendido.

—Yo que pensé que nada podría sorprenderme.

Un territorio... El territorio que lo conectaba con la superficie se había debilitado por la interferencia de Accelerator con la conciencia de Last Order, y aunque perdió una gran parte de su presencia en este mundo, pudo detectar esa anomalía que parecía pasar desapercibida para todos.

—Si realmente las cosas empiezan así, Aleister tendrá que pensárselo dos veces para considerar si sus planes tienen que continuar o cambiarlos.

—¿? Esperaba ese comentario.

—En realidad, no me extraña que me encuentre con una clase de vida extraterrestre.

Una existencia apareció al lado del Santo Ángel Guardián "Aiwass".

—¿Fuiste quien causó esto?

—Realmente debería responder eso. Creo que con tu nivel ya eres capaz de encontrar una respuesta.

Aiwass, quien observo a la extraña existencia, no se sintió intimidado.

—Si, realmente serás un dolor de cabeza para ese mago, ¿no?

—Por ahora, estoy bien con solo esperar. No tengo intenciones de intervenir, al menos, no como tal.

Una figura apareció en el espacio en donde no había nada.

—...Ahora que está en mis manos, me aseguraré de que siga por ese camino. Si crees indicado decirle, puedes hacerlo.

—No sería interesante decirle sin más, quiero ver de lo que eres capaz. —comentó Aiwass—. Quiero preguntarte algo, ¿también estas interesado en ese chico llamado Kamijou Touma o solo su mano derecha suya?

—...

Un silencio llenó el lugar desconocido.

Parte 5.

Mirando por la ventana, Kamijou Touma comienza a mirar el cielo que mostraba tonos de naranja, rojo y amarillo, y los cerezos o sakura que estaban en el pequeño parque del hospital.

(No puedo negar que la tarde en primavera tiene las mejores vistas)

Todo esto era hermoso.

Pero... Inesperadamente, el cielo comenzó a oscurecerse.

Antes de que se diera cuenta, el cielo estaba siendo cubierto por pesadas nubes grises y pequeñas gotas caían de esas nubes.

—¡...! ¡Oh, en serio! ¿Una lluvia?

Kamijou se quejó del repentino cambio de clima.

Como si el día quisiera estropear la vista exterior, la lluvia se intensificó en un instante.

—¡Demasiado rápido! ¡¿Esto no es normal?!

Debido a esto, Kamijou perdió el interés y volvió su mirada hacia la habitación blanca con un suspiro de decepción.

Solo ver que no había nadie en esa habitación lo entristeció.

(...Así que no llegaron a visitarme)

Le parecía extraño que sus amigos y familiares no hubieran venido a visitarlo.

(¿De verdad estoy en el mismo hospital?) —Se pregunta a sí mismo y reflexiona.

No era raro que se formulara esa pregunta.

En un principio pensó que había despertado en el lugar de siempre, su habitación de hospital de siempre y que encontraría a cierto doctor Cara de Rana, pero la realidad era diferente... La persona que lo visitó no era el médico de siempre, sino una chica que nunca ha visto antes.

Su nombre era Tobiichi Origami, una estudiante de segundo año de la Preparatoria Raizen.

Lo que más lo sorprendió fueron las palabras de esa chica, y en especial ese fenómeno llamado Terremoto Espacial.

(Terremoto espacial... ¿Que se supone que realmente ocurrió?)

Poco después, apareció una mujer que tampoco había visto. Su nombre era Kusakabe Ryouko, y parece ser la persona que lo ayudó después de que quedó inconsciente por ese terremoto espacial.

—Definitivamente no estoy en el mismo hospital —concluyó.

Finalmente, el chico de pelo puntiagudo se da cuenta de que este lugar era todo menos el hospital de siempre.

En ese momento, Kamijou escuchó un ligero golpe detrás de la puerta.

—Voy a entrar. —dijo una voz femenina.

La puerta se abrió y una mujer entró a la habitación.

—Hola Kamijou-san.

—Hola Kusakabe-san.

Así es, la mujer al frente de ese chico era Kusakabe Ryouko quien vestía un atuendo diferente al de la mañana.

Una camiseta negra debajo de una camiseta blanca y unos pantalones verdes.

—¡Oh, qué sorpresa, te quedaste en este lugar! —Ryouko comenzó la conversación.

—Tú dijiste que vendrías en la tarde. —El chico respondió con el ceño fruncido.

Al escuchar eso, la mujer de cabello negro se echó a reír.

—Jajaja...Aja. Cierto. —Ella respiró hondo y exhaló, y continuó—. Bien, ya que te recuperaste por completo, ¿te has aburrido de esta habitación mientras me esperabas?

—Em... Um. Esta habitación tiene buena vista, pero con el tiempo esto se vuelve realmente aburrido, aunque me alegra tener un poco de tranquilidad.

—¿Lo dices porque hay lluvia? —preguntó Ryouko.

—Oh, rayos. Apenas he visto el exterior y la lluvia arruino lo que observaba. —él suspira—. ¡Tal desgracia!

—Oh, ya veo. Tengo entendido de que perdiste tu memoria, ¿no?

Cuando esa pregunta llegó a los oídos de Kamijou, volvió en sí y levantó su mirada.

—Si… Parece que sí, qué desafortunado de mi parte que me haya pasado algo así.

El chico de cabello puntiagudo de lamenta de su mala suerte.

—Entonces... ¿Puedo saber en qué hospital me encuentro?

—Ah, eso. Bueno... te encuentras en el hospital militar Tenguushi.

—Ehh... esto... ¿escuche bien? ¿Tu dijiste... un... Hospital Militar?

—Si... Era obvio que te sorprenderías y pues veras...

—No me digas tu...

Kamijou sabía lo que eso significaba, esta joven de 29 años tal vez pertenece a la fuerza policial o...

—Si. Soy parte de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.

Esa era su otra opción. La Fuerza de Autodefensa de Japón, aquel ejercito que fue establecido en Japón tras el fin de la ocupación estadounidense del país, tras la Segunda Guerra Mundial. Dicha organización se divide en tres ramas: El ejército de tierra, la marina y la fuerza aérea.

Siendo conformado por civiles como si fueran funcionarios especiales, a diferencia de otros ejércitos alrededor del mundo, solo se limita a la propia autodefensa del país, prohibiéndose usar esta fuerza fuera del territorio nacional.

Tal caso es único en el mundo.

—Entiendo, eso lo explica todo. Mmm... ¿Podrías explicarme sobre los terremotos espaciales?

—Ahhha, ¿De verdad no recuerdas nada?

Ryouko inclinó la cabeza con una expresión desconcertada.

—No… No recuerdo haber oído sobre un fenómeno como ese.

—Uh. Es extraño. Está bien mientras puedas recuperar tu memoria, te ayudaré.

Si se trata de una persona ordinaria, entonces… Sólo tiene que explicar lo básico de esto sin agregar cosas de más.

No era tan complicado.

—Un terremoto espacial es un fenómeno desconocido que atrae una onda espacial a gran escala que lo destruye todo.

—¿Destruye todo? ¿Una onda espacial? No me digas que realmente se puede ver desde el espacio exterior...

—Si y no… Actualmente solo suceden a pequeña escala, pero.

La mujer de cabello negro se detuvo de hablar.

—Si hubo casos de tal escala. El primero fue en el centro de Eurasia, que había contenido países como la Unión Soviética, China y Mongolia, toda el área que había cubierto desapareció en una sola noche.

—¿Que? ¿Eso cuando ocurrió?

—Hace 30 años.

—...30 años. ¿Como es que no me entere de eso?

—No entiendo porque no lo recuerdas, no se supone que habías perdido tus recuerdos de hace 6 meses o... fueron absolutos.

—¿Qué?

—Bueno... El segundo, es el gran desastre de Kanto, y como su nombre lo dice, arrasó con el sur del Kanto. —explicó Ryouko—. Sí, en aquellos días trágicos para la humanidad se registró un total de muertes que superó fácilmente los 200 millones de muertos o incluso más.

—¡¿200 millones…?! ¡¿Como es que no me entere antes?!

El rostro de Kamijou se distorsionó en uno de sorpresa al escuchar la escalofriante cifra de muertos.

—Ese fue solo el comienzo de una serie de desastres en todo el mundo y continúan hasta ahora, aunque parecen haberse debilitado.

—Solo escuchar eso me hace pensar que estamos en una película apocalíptica.

—Concuerdo con eso, o también sería un maldito sueño que no quisiéramos ver en el mundo real, pero esa es la realidad de las cosas.

Los terremotos espaciales son el dolor de cabeza de este mundo. Incluso después de la aparición de esos dos desastres, surgieron otros más, causando un número de muertos que hacía temblar a Kamijou con solo pensarlo.

Sin importar como lo veas, la humanidad tuvo que ser fuerte para superar tal situación apocalíptica.

—¿De casualidad escuchaste del incidente de octubre sobre Inglaterra, Rusia y Ciudad Academia?

—¿Incidente? ¿Hablas de alguna guerra?

El chico de cabello puntiagudo se refiere al incidente ocurrido en octubre, la Tercera Guerra Mundial, un conflicto que enfrentó a Inglaterra, Ciudad Academia y Rusia, bueno... eso era para la vista al público, pero que en realidad, fue una lucha de poder entre la Iglesia Católica Romana y Ciudad Academia, la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Anglicana, junto con otras pequeñas facciones.

—Si. —afirmó el chico.

—No que yo sepa. —respondió Ryouko—. Además, no creo que la humanidad tenga tiempo para eso, especialmente con la situación en la que estamos.

Esto encendió una alarma en la mente del chico.

(Como es que no ocurrió la Tercera Guerra Mundial, estoy seguro de que eso fue real)

—¿Estás segura de que no hubo un conflicto armado entre Rusia, Inglaterra y Ciudad Academia? —preguntó Kamijou seriamente.

—Ahora, que lo preguntas, ¿qué es eso de Ciudad Academia? No te estarás confundiendo con alguna institución educativa.

—Espera, no se supone que estoy aquí.

—Estás equivocado, Kamijou. Estás en la ciudad Tenguu. Oh, ni siquiera sabes eso.

La respuesta de Ryouko lanzó otra alarma mental al chico, le era imposible que no conociera Ciudad Academia.

Aunque era cierto que su nombre hace referencia a las muchas escuelas e instituciones de educación superior.

(¡¿Qué?! ¡¿Es alguna broma pesada?!) —el chico gritó en sus adentros.

—¿En serio? ¿Estás hablando en serio?

—Si... ¿Por qué te sientes confundido?

Ella hablaba en serio.

Era obvio. Que nada pintaba igual al mundo que conocía. Si Ryouko estaba diciendo la verdad, eso significa que sus recuerdos eran falsos.

¿El único loco aquí era él o el mundo era diferente de lo que conocía?

Kamijou sacudió la cabeza para sacar este pensamiento de su mente.

–Tal vez, lo estoy pensando demasiado, lo único que necesito es ver el mundo.

De pronto, una voz asaltó su mente.

—¿Estas bien? ¿Sucede algo raro?

—No... No es nada. Es solo que nunca había escuchado una ciudad con ese nombre…

Y en parte tenía razón. Todo esto se volvía un misterio cada vez que lo pensaba. Tal vez esto sea una ilusión y solo necesite despertar del sueño.

—Creo que deberías descansar, Kamijou.

—...

En ese momento, una voz femenina sonó detrás de la puerta y la abrió.

Ambos se giraron y miraron la figura de una joven enfermera de unos 20 o 30 años que traía un carrito de comida.

—¡Aquí tiene el almuerzo, paciente Kamijou Touma!

—Humm… Esto está bueno. Más bueno de lo que estoy acostumbrado.

Para este chico que creía que la comida del hospital era horrible, pero se sorprendió del plato de comida que trajo la enfermera y comenzó a digerir la comida, no parecía que estuviera hecho en un hospital.

(¡¿Esto es una comida de hospital?! ¡¿Cómo puede ser tan rico?! ¡¿Tan exquisito?!), Kamijou pensó mientras seguía devorando a toda prisa el plato de comida.

Esta era la primera vez que comía algo rico. Ni siquiera podía imaginarse que esto fuera posible.

Después de todo, lo que más importaba era si el paciente obtenía los nutrientes necesarios para su cuerpo. Cosas como el gusto, era lo de menos importancia.

—Delicioso…Humm… Siento que voy a llorar.

—Parece que lo estás disfrutando. —dijo la enfermera—. Bueno, que lo disfrute.

Ella procedió a marcharse del lugar.

—Tienes hambre, lo puedo entender ya que estuviste en cama por varios días.

Después de haber terminado su almuerzo, Kamijou dejó la bandeja y el plato en el carrito.

Estaba muy satisfecho de la comida. Ahora que eso pasó, faltaban cosas por atender y miró a Ryouko.

—...

—Ya que terminaste de comer, quiero preguntarte si tienes un lugar a donde ir.

—Bueno... Yo no tengo un lugar a donde ir. Como te comentó Tobiichi-san, tuve algun problema en mi cerebro y pues... estoy confundido.

—Si, eso me dijo Origami. Lamento que te haya pasado eso.

Ryouko no pudo evitar sentir lástima por el chico.

—No te preocupes, ya sabré que hacer despues... supongo.

Kamijou no parecía tan seguro de lo que estaba diciendo.

—Y lo dices con tan poca seguridad.

—¿Qué quieres que te diga?

—Em. Pensé que dirías algo como, "oh, señorita Ryouko podría alojarme en su casa, soy un chico desafortunado que no tiene un lugar a donde ir"

Kusakabe Ryouko dijo eso con una expresión burlona. Kamijou ladeó la cabeza de lado a lado como si se negara a hacer eso.

—Aunque lo dijera eso seria muy vergonzoso por donde lo vieras y ademas... Eso lastimaria mi orgullo como hombre.

—¿o sea que prefieres quedarte varado sin un lugar a donde ir?

—¡No dije eso! Supongo que puedo pedirtelo...

La joven mujer de cabello Negro suspira y se toca el cuello.

—De todas maneras no puedo dejarte vagar sin rumbo, como alguien que pertenece a las Fuerzas de Autodefensa, no puedo ignorar tu situación.

—¿Estas segura?, solo soy un chico extraño, no quiero serle una molestia.

—Vas a decir eso en momentos como este.

—Bueno yo...

Ryouko le entrega algo a Kamijou.

—Esto es…

Cuando abrió su mano derecha, observó que tenía una llave y una hoja de papel.

—Un lugar en donde puedas pasar la noche.

—¿Estas hablando en serio?

—Si. Confio en que eres una buena persona y te comportaras bien.

—¿?

—Además, no necesito razones para ayudar a quien lo necesite.

Ante eso, el chico siente cierta familiaridad con esa respuesta.

—Estoy de acuerdo con eso. —se animó. Estaba seguro de que él haría lo mismo.

...No necesito una razón para salvar a alguien, esa era la frase que caracterizaba a ese chico de pelo puntiagudo.

Kamijou permaneció en silencio por un momento y luego suspiró.

—Esto… Supongo que gracias.

Sin más que decir, el chico de pelo puntiagudo se levanta de la cama y camina hacia la entrada, no sin antes, levantar su mano en señal de despedida.

—Nos vemos en otra ocasión, Ryouko.

—Lo mismo digo, Kamijou.

Y así este chico desafortunado pudo conseguir un lugar para quedarse y al mismo tiempo pudo conocer a alguien agradable, salió de la habitación para buscar respuestas en el mundo exterior.

Parte 6.

En las calles de Ciudad Tenguu.

Era una tarde normal de primavera con una puesta de Sol que coloreaba el cielo de unos tonos de colores amarillo, naranja y rojo, dejando atrás las nubes grises de hace un momento.

Muchos estudiantes de esa ciudad regresaban de la escuela a sus respectivos hogares. Por supuesto, había otros estudiantes que se dirigían a otros lugares. Entre estos estaban los que iban al centro comercial, ya sea para divertirse después de un día ajetreado, otros iban a comer en los locales de comida, comprar en las tiendas o abastecerse en los supermercados.

Precisamente esto último era lo que tenía en mente cierto chico de cabello azul que sujetaba débilmente su maletín mientras abría y cerraba los ojos.

—Las clases de hoy fueron más largas que de costumbre, ¿no lo crees, Itsuka? —dijo un chico de cabello negro puntiagudo peinado hacia atrás y ojos grises oscuro, casi negros.

—Si… Eso… Que mal, supongo… —respondió el chico de cabello azul, débilmente.

Este último chico parecía a duras penas podía formar sus palabras, como si fuera un zombie andante.

—¡Te veo muy cansado estos días! ¿Sucede algo?

El chico de cabello negro puntiagudo dijo eso mirando con preocupación a su mejor amigo.

La expresión que tenía su amigo daba a entender que no había dormido sus horas de sueño.

—¿Cuál será la comida para mañana?

(¡¿Me ignoró?!) —había ignorado completamente su pregunta.

Itsuka Shido que estaba caminando junto a su amigo, se paró en seco y miro el cielo amarillo.

—Entonces… ¿Qué falta…? Ah, eso. Hacer compras, ir a casa, hacer las tareas de la escuela y del hogar, atender a mí hermana menor y luego… Ahh… Si, ese maldito juego que me hace quedarme varias horas.

Él no se dio cuenta completamente que había contestado la pregunta de quién lo acompañaba.

—¡¿Me oyes, Itsuka?!

Finalmente, Shido siente que alguien le está hablando, así que voltea para mirar.

Un chico de preparatoria estaba a su costado. Su pelo negro puntiagudo característico fue lo que más le llamo la atención, parecía recordarle a alguien… Alguien realmente molesto… Unos pantalones grises, una camisa blanca de manga larga, corbata azul con rayas negras y grises, y por último, un blazer negro con un emblema escolar que podía reconocer… Su rostro era realmente molesto. Después de mirarlo por un pequeño rato, él reconoce a esa persona.

—¿Estabas aquí? ¿No te habías ido, Tonomachi?

Con una expresión de extrañeza, Shido miró a su mejor amigo.

—¡¿Ahhh?! ¡No te diste cuenta de que estaba aquí todo el tiempo! —volvió a gritar, como si quisiera mostrar que estaba molesto.

—¡Lo siento, lo siento! —se disculpó—. Es solo que últimamente ando muy ocupado.

—Pues… Sería mejor que te tomes un descanso, Itsuka.

Shido empieza a considerar esa posibilidad.

—Si, eso lo sé. No me tomes por tonto, pero no puedo. Incluso si hiciera eso, ¿quién cuidaría de mi hermana menor?

Ese era el mayor problema. Al ser el jefe de la casa, por así decirlo, ya que sus padres estaban de viaje, él tenía que cuidar de su hermana menor.

—Sobre eso…

—Ni lo pienses.

—¡Oh, vamos! No es para tanto, cuñado.

—Deja de llamarme cuñado. Estoy considerando alejarme de ti.

Shido alejó su mirada de su mejor amigo. Realmente estaba considerando esa opción.

—¡No, eso no! Y yo que pensaba que estábamos en buenos términos.

—¡¿Eso creíste?! —dijo el chico de cabello azul sin voltear a ver a su mejor amigo.

A los lejos, Shido observa a un cierto chico que vestía un blazer azul oscuro con unos pantalones del mismo color, que se movía de un lugar a otro mientras sostenía una hoja de papel, como si pidiera ayuda sobre algo.

Parecía estar perdido.

Su apariencia podría ser descrita como un estudiante común a excepción de su cabello puntiagudo. Sin embargo, su cabello le hacía recordar a su mejor amigo.

—Itsuka, ¿qué estás viendo? —Tonomachi Hiroto preguntó, sintiéndose ignorado.

Al seguir su mirada de su mejor amigo, lo observó.

La gente que pasaba por esa vereda no le prestaba atención a ese desafortunado chico.

Cuando finalmente, apareció un alma bondadosa para ayudar. El destino se volvió en su contra.

Entonces… Una fuerza anormal en el viento se presentó e hizo volar la hoja de papel que hace poco tenía sujetado ese desafortunado chico.

—¡Nooo…! ¡No te vayas! ¡No huyas! —dijo ese chico con mala suerte mientras perseguía la hoja que iba volando.

Ante esa escena desafortunada, Itsuka Shido tomó la iniciativa y avanzó hacia la dirección en la que iba el viento, dio un salto y logró alcanzar la hoja de papel.

Entonces, el chico de cabello puntiagudo que venía acercándose, dijo con una voz alegre.

—¡Oh, que bien! ¡Lo agarraste!

Cuando miró la hoja vio que se trataba de una dirección.

(… ¿Era esto? Ahora entiendo él porque estaba preguntando a la gente que pasaba cerca suyo)

Luego, se volvió hacia el chico de pelo puntiagudo. Viéndolo de cerca, tenía un pelo parecido al de su mejor amigo, Tonomachi Hiroto. Pero… A este chico le queda mucho mejor ese estilo.

—¿Esto es tuyo? —preguntó.

Al decir esto, se dio cuenta que era estúpida su pregunta.

—Si… Necesito ese papel. Ya que necesito llegar a esa dirección.

—¿Esto… interrumpo algo? —intervino Tonomachi en la conversación al ver que su amigo peli azul lo estaba dejando fuera de esta.

Ambos chicos de cabello negro puntiagudo se miraron por un poco tiempo.

Al ver esta oportuna situación, el chico sin nada que perder, habló.

—Discúlpenme ustedes, puedo pedir su ayuda con esa dirección. —El desafortunado chico señaló la hoja que tenía Shido.

Shido, que aún tenía el papel en su mano derecha, lo leyó, pero encontró un problema.

Y ese era...

—Eh… Creo que no podré ayudarte. No conozco esa parte de la ciudad.

—¡Oh, qué pena! —respondió el chico con la cabeza baja.

Sin embargo… En ese momento... Un carro que avanzaba a una amplia velocidad pasa por encima de un charco, esto no tendría nada de malo, de no ser porque había pasado al costado de los chicos, y como era de esperarse, toda esa agua sucia empapo por completo al desafortunado chico.

—... ¡Ahhhhhhhh-Esto no puede estar pasando! ¡Mi… ropa! ¡Mi ropa!

El chico que había dicho esto era ni más ni menos que Kamijou Touma.

Un chico normal de preparatoria que puedes encontrar en cualquier lado y que ahora, se encontraba lamentándose de su mala suerte.

La situación no sería peor, de no ser por la hoja de papel que fue afectada por el agua sucia, haciendo que la dirección que estaba escrita no se entendiera.

—¡No…No…Nooooooo! ¡Mi mala suerte! ¡Dios, ¿Por qué dejas que me sucedan este tipo de cosas?!

El chico de cabello puntiagudo cayó al suelo, rindiéndose.

Su grito característico no se hizo esperar.

—¡TAL DESGRACIA-AAAAAAAAA!

Aparentemente, el auto que había ocasionado todo esto, ni siquiera se dignó en ayudarlo o tal vez… ni siquiera se dio cuenta de la existencia de Kamijou Touma.

Con lágrimas que parecían caer de su rostro, Kamijou gritó sin importarle si la gente lo escuchara.

—¿Cómo es que llegaré a mi destino? ¡¿Estaré en la calle?! ¡Qué situación más desafortunada!

Al ver esto, los dos chicos sintieron lástima por lo que le ocurrió a Kamijou.

Como una forma de animarlo a seguir adelante, Shido habló.

—Creo que aún recuerdo la dirección…

Al instante de escuchar eso, la expresión de tristeza del chico cambió a una de esperanza.

—¿En serio? ¿De verdad? —dijo Kamijou muy emocionado.

No podía creerlo, a pesar de que la situación era mala, todavía había esperanza.

—No conozco donde queda, pero sé el nombre de la dirección.

Luego, de que Shido dijera el nombre, Tonomachi habló.

—Ah, eso. Esa es la ubicación de una serie de departamentos en la otra parte de la ciudad.

—¿Era eso? No sabía que se trataba de eso. —dijo el peliazul, que no conocía ese dato.

—Bueno… para eso está "El Gran Tonomachi'' para ayudarles.

Kamijou, que escuchó esa extraña presentación, solo asintió con una gota de sudor pasar por su mejilla derecha. Ahora, que lo pensaba, su estilo de cabello era similar al que tenía.

Pero… Por una extraña razón, sintió que esa voz le era bastante familiar y muy molesta.

—De todas maneras, gracias por ayudar a este Kamijou-san. —dijo, haciendo una reverencia.

—¿Kamijou? —dijeron los dos chicos de preparatoria.

Kamijou levantó la cabeza y preguntó, —Si… ¿Sucede algo?

—No… Es solo que… —dijo Shido.

—Tu nombre hace referencia a "Kami"/ Dios, La persona superior a Dios. —interrumpió Tonomachi.

—Mmm… Ya me lo habían dicho antes, la última vez fue esta mañana y curiosamente era del mismo instituto que ustedes. —Kamijou respondió mientras se tocaba el cuello.

—Oh, entendemos. —Dijeron al mismo tiempo, los dos chicos de la Preparatoria Raizen.

—Y bien… ¿en dónde queda esa dirección? —Kamijou solicitó más información.

—Ah, tienes que tomar el autobús que está de aquí a unas calles antes de doblar por una tienda de neko-café, luego avanzas una calle más y encontrarás un paradero que te llevará a esa dirección. Si en el caso no te lleva exactamente en esa calle, lo más probable es que te deje en un parque cerca la hilera de edificios, y bueno… la habitación es algo que sabes, ¿no? —respondió el otro chico de cabello negro puntiagudo.

—Por supuesto, no soy tan tonto, ¿por quién me tomas? —dijo Kamijou con el ceño fruncido.

Y entonces...

—¡Tanto tiempo y al final lo conseguí!

El chico que recientemente había sufrido una desgracia. Ahora estaba gritando de felicidad.

—¿Tanto tiempo? —los dos chicos preguntaron al mismo tiempo.

Kamijou Touma se detuvo de gritar al escuchar eso.

—Si… Eso… Realmente no sé cuánto tiempo paso. ¿30 minutos? ¿45 minutos? ¿1 hora?

—¿Ese tipo de situaciones es posible? —Shido preguntó, estando incrédulo por lo que acababa de escuchar.

— Desafortunadamente para mí, eso es posible y lo digo por experiencia. ¡Soy tan desafortunado!

El chico de cabello puntiagudo que recientemente estaba feliz, pronto se inundó de tristeza al recordar su mala suerte.

—¡Oh, lo lamento! ¡No quise hacerte sentir mal! —Shido trató de disculparse.

—No para tanto. Creo que me estaban confundiendo con un delincuente, quien sabe…

—¿Está hablando por experiencia? —preguntó Tonomachi.

—Si...

El otro chico de cabello puntiagudo no pudo aguantarse y se rió.

—¡JAJAJAJA...JA! ¡¿En serio?! ¿Realmente te pasó eso?

—Si… —Kamijou evitó su mirada de ese chico y continuó, —Créeme, no estoy bromeando cuando digo que algunas veces fui confundido con la imagen de un delincuente. Es malo, muy malo. Ser perseguido por chicas, meterse en problemas con pandillas y tener que mostrar documentos de identidad a las autoridades o ser evitado por los demás, aunque eso último suele ocurrir muy poco.

Kamijou bajo su cabeza y pensó.

(¡¿Qué cosa estoy haciendo mal?!) —se dijo a sí mismo.

Luego, alzo su mirada y vio los rostros de los chicos que parecían sentir empatía por él.

—Gracias por la ayuda. Yo seguiré mi camino, así que… nos vemos en otra ocasión, supongo.

—Es un gusto encontrarse con personas interesantes.

—¡Oye, ¿Eso debería considerarse como un cumplido?! —Shido reprendió a su amigo por faltarle el respeto a ese chico.

Tanto Tonomachi Hiroto como Itsuka Shido se despidieron del chico que acaban de conocer.

Y sin saberlo, esta no sería la única vez en la que se encontrarían.

Parte 7.

—…Aahhh…

Kamijou dejó escapar un suspiro largo y pesado.

Caminando por una calle comercial mientras el sol se ponía, arrastró sus piernas y rodillas como un anciano mientras avanzaba lentamente.

No era producto de la fatiga, más bien el calor de la primavera lo estaba sofocando.

—...Aahhh… Hace demasiado calor.

El chico de cabello puntiagudo se quejó del clima del día.

—No puedes simplemente parar esto.

Kamijou soltó esas palabras, como si le estuviera pidiendo a Dios que escuchara su deseo y lo cumpliera—

—¿Hmm...?

Repentinamente, levantó la cabeza.

Inesperadamente, sintió algo frío caer en su cuello.

—...Uwa.

Él lo dijo como si estuviera gimiendo, y una mueca apareció en su rostro. Luego, movió su mirada a sus alrededores viendo que las pocas personas que caminaban por esa calle se estaban refugiando en las tiendas y edificios.

Antes de que se diera cuenta, el cielo estaba siendo cubierto por pesadas nubes grises.

—Jejeje…Je… —Una mueca apareció en su rostro—. ¡Cuando dije que pararas no significa que mandaras una lluvia de nuevo!

Kamijou gritó al cielo.

—¡QUÉ MALA SUERTE TENGO-OOOOOOOOO!

Y con una sincronización increíble, como si esto fue planeado desde el principio, "salpicó" y "salpicó" grandes gotas de agua comenzo a llenar la pista de asfalto en charcos de agua.

—Argh, maldición...

Como si el día estuviera riéndose de Kamijou Touma, la lluvia tomó mayor fuerza.

—¡Maldición, no tengo tiempo para atenderte!

Kamijou corrió rápidamente hacia la estación. No había tiempo de refugiarse, porque si lo hiciera, podría tener que esperar el próximo autobús.

(Espero que no empiece a llover mucho como en la mañana…), pensó por un momento, pero luego se dio cuenta de la tontería que había dicho. Después de todo, era muy poco probable que el clima cambie de repente, así que tenía que darse prisa.

Poco a poco, este mal presentimiento se volvía realidad.

Mientras doblaba por la calle en donde estaba un neko-café, Kamijou frunció el ceño al sentir una fría sensación esparcirse por todo su uniforme.

—Debes estar bromeando… Ya tuve suficiente con el agua sucia... y otra vez, esta lluvia molesta…

A este paso, él podría atrapar un resfriado.

—Ah... ¡Tan desafortunado!

Para su buena suerte, si es que lo tuviera, un autobús estaba por pasar por el paradero.

(Ese debe ser el autobús…), se dijo a sí mismo, con una sonrisa en su rostro.

Pero... Al ver que había nadie, el autobús comenzó a arrancar.

—¡Nooo!… ¡Esperen!… ¡Aquí!… ¡Paren!... ¡Paren el autobús!…

Kamijou comenzó a correr con todas sus fuerzas tratando de llamar la atención del conductor.

Este al notar la acción imprudente del chico, el conductor paró el autobús.

—¿Qué haces, chico? ¡No deberías hacer eso! ¡Y si te atropello, no quiero meterme en problemas!

—Lo siento, pero estaba tratando de llamar la atención ya que estaba detrás del autobús.

—Seguro no te he visto, y bien... que esperas sube de una buena vez.

Y así, Kamijou Touma subió al bordo del transporte público de esa ciudad.

...

Unos 35 minutos después.

Kamijou Touma acaba de llegar al punto de referencia, es decir, el parque que había mencionado Tonomachi Hiroto.

Y como dijo, desde el parque podía verse la hilera de edificios (conjunto de apartamentos).

—Si, debe ser eso…

...

Después de soltar un suspiro, levantó la vista hacia el apartamento de gran altura.

—Tuve que atravesar obstáculos para llegar a mi destino y al final lo logré.

Dijo Kamijou forzando una sonrisa.

—Bien... es hora de entrar.

Dio un paso al frente y la puerta automática se abrió, y en la máquina instalada cerca de la entrada, insertó pasó una tarjeta como si fuera una tarjeta de débito, luego esta brilló en una luz verde y la puerta automática de la entrada interior se abrió.

Kamijou entró en el apartamento, y subió 6 pisos en el ascensor.

Dentro del ascensor, notó que era mucho más grande y limpio que el edificio en donde vivía.

Al igual que la mayoría de los ascensores, este también emite un "ding" al detenerse en el piso que deseaba la persona.

—¿Eh?

Kamijou finalmente empieza a buscar el número de la puerta del cuarto que le habían dado, en la hilera de puertas a lo largo del corredor.

Hasta este punto, este edificio era mucho mejor que su apartamento estudiantil, tenía mucha expectativa al entrar en su nuevo cuarto.

Después de encontrar el número de la puerta, Kamijou parado al frente, habló para sí mismo.

—Bien, se supone que debo entrar.

Y después de tomar una respiración profunda una vez más, Kamijou insertó la llave y giró la perilla, abriendo la puerta.

—Muy bien. Ahora, a revisar como es el cuarto.

Kamijou rasca su cabeza mientras pasaba y cerraba la puerta.

Sin embargo, al entrar a este cuarto tuvo una sensación extraña.

Una sensación de peligro—

Este mal presentimiento hizo que su cuerpo temblará.

—Tal vez solo sea mi tonta cabeza.

En ese momento, Kamijou estaba por pisar el tapete, rápidamente cambió de idea.

Simplemente, se quitó los zapatos y lo puso en otro lado.

Caminó hacia la sala y vio que era un departamento más grande lo que estaba acostumbrado.

—Esto está bien.

No podía evitar sentir feliz, tenía un lugar para quedarse.

Sin embargo... Se mueve hacia la otra habitación y ve que la puerta estaba abierta, Kamijou entra.

Lo que hay frente a él es una cama.

—¿Eh?

Su cuerpo se congeló al ver que alguien estaba allí, una chica que se estaba desvistiendo de su ropa escolar. El chico puede ver claramente los medianos pechos, las piernas y quien sabe más pudo ver de la chica.

—¡W…WAAAAAAAAAAAAA! ¿¡NO SABIA QUE ESTE CUARTO ESTABA OCUPADO!?

En un estado totalmente confuso, Kamijou se olvida de taparse los ojos viendo el cuerpo esbelto de una chica de cabello Blanco Plateado.

—¡Tú eres...!

—¿Ehh...?

Kamijou, realmente conocía esa chica. Era la misma de esta mañana en el hospital.

Su nombre era...

—¡Tú eres... Tobiichi Origami!

Por un momento, Kamijou piensa que todo esto era una broma.

Si hubiera llegado unos segundos tarde, otra sería la situación... Una situación bastante vergonzosa.

—Yo... Yo...

Kamijou traga saliva, no sabe qué clase de actitud tomaría esta chica al hecho de que alguien vio su cuerpo.

A pesar de ser una chica de hielo, no podía predecir su actitud... Tan solo pensar eso, lo asustó.

Parte 8.

—...Me preocupaba que no fueras capaz de entrar a mi casa.

—¿Qué? ¿Muy preocupada?

—Me refiero a las trampas.

—¿Ah? ¿Estás hablando en serio?

—Si... Creo que tuviste suerte de evitarlos o debería mejorar más en ellos.

—¡Suficiente! ¡Si lo dices de esa manera harás que mi cuerpo tiemble de miedo!

Al final, Kamijou Touma no recibió una mordida en su cabeza, una cachetada en su cara o un golpe en su cuerpo.

—Sobre lo de antes, esto... bueno... me quede atrapado por lo linda que eras.

El chico de pelo puntiagudo desvía su mirada ocultando su sonrojo que se hacía cada vez más notable.

No solo era eso. Tan solo decirlo, su mente volvía a recordar esa escena.

Kamijou agito su cabeza para deshacerse de esos pensamientos.

—...

El ambiente se quedó en silencio.

(Esto se volvió incómodo. No debería decir eso, ¡ahhh... quede como tonto!) —el chico se gritó en sus adentros.

—Nunca... nunca nadie me había llamado linda antes, ¿estás mintiendo?

—¡No te estoy mintiendo! ¡Eres una tan linda como una muñeca! ¡Incluso podrías obtener puntos de onee-san con un traje de sirvienta!

Al poco tiempo de decir eso, Kamijou siente que era innecesario decir eso último.

(¡Oh, mierda! ¡Me dejé llevar!)

—...

La chica de cabello Blanco Plateado se queda viendo al chico sin decir nada.

Kamijou Touma se siente muy incómodo por el silencio.

—¡Eres raro!

—... Esto... No estas molesta por mi comentario.

—No. Solo me sorprendió que alguien me dijera linda.

—¿Qué? ¡No te viste en un espejo!

El chico de pelo puntiagudo exclamo con fuerza.

—¡Estas desperdiciando tu gran potencial!

—No entiendo lo que dices. Ah, por cierto... Ya sabía que Ryouko te estaba mandando hacia acá.

—¿Eh? ¿Lo sabias?

Kamijou habló con voz sorprendida. Origami asiente con la cabeza.

—Si. No obstante, no pude prever el tiempo en el que llegarías.

—Así que llegué en un mal momento. —Kamijou dijo—. ¿Por qué esto no me sorprende?

Tan solo recordar de nuevo esa escena, le hacía pensar en las otras veces que tuvo casos similares como el reciente. Lo extraño era que no había recibido ningún daño de parte de la chica, incluso asumió que era buena suerte.

—¿Eh?, bueno... ya que lo mencionaste antes. ¿No tienes un problema de que me quedé aquí, verdad? Pese a que la vi en una situación embarazosa. Yo… yo no quiero manchar mi propia reputación y solo quiero estar en buenos términos...

—De qué hablas. Si eres el testigo. Lo más probable es que logres recuperarte y sería la primera persona en saber lo que haya ocurrido. —contestó de manera monótona y cortante, como si hubiera olvidado que Kamijou haya entrado a su habitación.

(Solo le importa eso. En verdad, esta chica es extraña) —pensó el chico con una gota de sudor.

Mientras observaba la habitación, Kamijou ve que era la única que vivía en este departamento, eso quiere decir que...

—¡¿Vives sola?! ¿Tus padres están de viaje y por eso no te acompañan, no? De seguro, te apoyan económicamente para este departamento, no quiero abusar de tu amabilidad. Eso afectaría mi orgullo como hombre, aunque con la situación en la que estoy es poco lo que tengo.

—...

Origami se quedó en silencio.

—Debe ser difícil, aunque puedo entenderlo. Esa parte de vivir solo como un estudiante de preparatoria y todo lo que conlleva.

—Papá y mamá están muertos... —dijo la chica de cabello Blanco Plateado mientras apretaba su brazo derecho—. Fueron asesinados por una criatura hace 5 años.

—Te refieres a un animal, ¿verdad?

—No... De todos modos, no importa hablar de eso ahora.

—No tenía idea de eso. Creo que fue incomodo tocar ese tema delicado. Discúlpame.

Kamijou mira los ojos de Origami y puede notar lo que había en sus ojos.

Un dolor... Mucho dolor y soledad.

Esos ojos sombríos indicaban que ella tuvo que soportar ese hecho sola.

Tobiichi Origami dijo hace 5 años, lo que significa que en el momento de la pérdida de sus padres, ella tenía unos 10 u 11 años.

Tal vez por eso tenía una actitud tan fría y monótona. Si ese suceso no hubiera ocurrido, él habría encontrado a una chica muy diferente.

—No volveré a tocar ese tema. —dijo Kamijou evitando la mirada de la chica con la cabeza hacia abajo.

—Por cierto, tienes la ropa mojada y huele mal.

—Ah, eso. Pues veras... —Kamijou comentó—. Mientras estaba pidiendo ayuda a unos chicos con la dirección escrito en la hoja de papel que me entregó Ryouko-san. Un charco de agua sucia cayó sobre mi ropa, en ese momento, pensé que no había esperanza, pero uno de los chicos me ayudó. Luego, fui asaltado por una intensa lluvia y casi pierdo el autobús.

—Entiendo. Asi que ve a darte una ducha que esta dentro de esa puerta, allí encontrarás todo lo que necesitas.

Dijo Origami apuntando afuera de la puerta de su habitación. Kamijou asiente con la cabeza y mueve su cuerpo hacia el baño.

Parte 9.

El agua de la ducha seguía cayendo sobre el cuerpo de ese chico de cabello puntiagudo que tenía una mirada preocupada ya que se encontraba pensando por todo lo que le había pasado.

—Nada de esto tiene sentido...

Tenía una mirada abatida.

—A pesar de buscar una explicación a todo esto, no encontré nada, es como si nada de lo que recuerdo haya existido.

Su puño derecho golpeo la pared mientras miraba al suelo.

(¿Debería tan solo rendirme?) —Kamijou se pregunta.

—No, de ninguna manera, estoy seguro de que eso fue real.

Kamijou levanta su mirada y procede a cerrar el grifo de la ducha. Luego, agarra la toalla azul que estaba en el baño para secarse el cuerpo con ella.

—Oh, eso es...

La ropa que le había dicho Origami también estaba allí.

Por alguna extraña razón, no se dio cuenta de eso ya que tenía muchos pensamientos en su cabeza y hasta ahora no podía creer que estaba en este lugar.

—Tal parece que es real...

(En fin...Debería estar agradecido con Ryouko y esta chica, definitivamente tengo que hacer puntos para merecer este trato)

Sabía que no podía depender de la hospitalidad de Origami por siempre, tenía que ganarse el pan él mismo si quiere ayudar en este departamento.

(Un trabajo no está nada mal...) —se dijo en su mente acompañado de una sonrisa.

...

Después de cambiarse de ropa, Kamijou Touma salió del baño dando un suspiro.

Pero, en ese momento.

—¿Tobiichi-san?

Cuando dijo eso, Origami se volteo y camino en dirección a la pequeña mesa.

—Sígueme...

El chico de pelo puntiagudo asiente la cabeza y la sigue.

Después de trasladarse a la pequeña mesa, Kamijou estando sentado en el suelo, extiende sus manos hacia la taza de té y toma un poco mientras ve que Origami hacia lo mismo.

—Ah... sí. Hace unos minutos, Ryouko me llamó y me dijo que te inscribió a la Preparatoria Raizen para que continúes tu educación.

—¡¿Qué?! ¡¿Tan rápido…?!

Kamijou al oír eso, no evita escupir el té que estaba bebiendo en ese instante.

—¡Eso significa que…!

—Estarás en la misma escuela que yo. No te preocupes, ella ya se encargó de todo el papeleo y de los materiales.

—Está bien, solo espero no causare problemas nadie.

—Ya que no conoces la escuela y todo eso, yo te llevaré.

—¿Estas segura?

—Por supuesto que sí. ¿Quién más lo haría?

En ese momento, él simplemente acepta la ayuda que le brinda esa chica.

—Uh, no sé si considerar esto como algo afortunado o desafortunado.