NOTA ACLARATORIA: en este capítulo, habrá indicios sexuales, de violencia explícita y temas delicados (religiosos) para algunos adultos.
Si eres susceptible a estos temas, se recomienda dejar de leer esta historia.
En la compañía de arquitectos donde Jhon labora, ha entrado a trabajar una nueva compañera. Una joven recién egresada.
De actitud pulcra, entusiasta y prudente, de larga cabellera lacia. Pero, lo que le llamó la atención a Jhon.
Fue el uso de una falda entallada que llega bajo la rodilla con una ligera abertura en la parte trasera para facilidad de movimiento, además de la blusa con un escote prudente apenas cubierto en una delgada mascada.
La deseó.
La presentación fue rápida.
Al llegar a su casa, rememora la tragedia que azota la ciudad.
Aunque, Samantha, no era nada en la vida de Jhon, si le afecto un poco la noticia.
Una de las noches, cuando Jhon dormía, tuvo un sueño un tanto aterrador.
Al inicio, sintió caricias que deslizaban desde su pecho hasta su vientre.
Una sensación conocida por él.
Luego, sintió besos delicados en su cuello, su cerebro rápidamente comenzó a percibir el agrado de aquellas caricias.
Por un momento, piensa perdido entre sueños, que esto está entrelazado con lo de la nueva compañera: Alice.
Su miembro comienza a llenarse.
Jhon, sueña, que abre sus ojos y frente a él, se encuentra aquella figura amenazadora de desbordante belleza, sobre él.
Casi podía sentir la sensación de aquellos pezones en su pecho.
John despierta súbitamente, todo sudoroso por el susto.
Se levanta y se asoma al balcón.
Parece todo ir en calma, respira aire fresco.
Al voltear hacia un lado, divisa un grupo de unas 30 personas reunidas frente a la casa de la esquina.
Parece que todos llevan túnica y una vela encendida.
En forma de sarcasmo, Jhon piensa que, esto es muy raro parecen brujos, igual que la señora que vive ahí.
Ha de ser una secta de gente rara.
No le da importancia.
Una de las personas, giro su cabeza hacia la casa de Jhon, puede ver cuando el entra de nuevo a su casa.
Cuando Jhon va a su baño.
De aquella casa, envuelto en una cobija, llevan un cuerpo entre varios.
Haciendo su procesión.
FIN DE CAPITULO 38