Bai Yingzu entró en la casa junto a Yu Jixiao. Esta era su casa por lo que no era necesario anunciar su entrada.
Al entrar se dio cuenta de lo ordenado y limpio que se encontraba el lugar. Desde la cocina llegó un delicioso aroma, al parecer estaba justo a tiempo para la hora de la comida.
Xia Yanyu salió de la cocina llevando una charola con platos de comida. "¡Joven maestro!". Al ver a Bai Yingzu dejó la charola en la mesa y caminó hacia él dándole la bienvenida con una amplia sonrisa.
Bai Yingzu quedó momentáneamente aturdido sin saber que hacer, este tipo de cambio de actitud era tan radical e inesperado que lo hizo quedarse quieto en su lugar sin ninguna palabra. Xia Yanyu no dijo nada más, continuó sonriendo y volteó a ver a la tímida Yu Jixiao quien al ver a Xia Yanyu se escondió a la espalda de Bai Yingzu.
Cuando Yu Jixiao vio a la hermosa Xia Yanyu sintió un poco de vergüenza por su propia apariencia, entendió que no tenía ninguna posibilidad de competir con ella. Pero dentro de su corazón juró no rendirse ante nada.
"Oh. ¿Quién es esta niña?". Preguntó Xia Yanyu algo curiosa a su joven maestro.
Finalmente saliendo de su estupor Bai Yingzu respondió. "Ella es Yu Jixiao, a partir de ahora trabajará para mí. La dejaré a tu cargo para que puedas educarla y enseñarle lo necesario, más tarde puedes asignarle una habitación dentro de la casa".
Después de la explicación los tres se sentaron para disfrutar de los alimentos. Tras terminar, Xia Yanyu le entregó el anillo de almacenamiento en donde se encontraban todos los recursos de cultivo. Bai Yingzu agradeció su cuidado y se dirigió inmediatamente a su habitación de cultivo con la única intención de romper el cuello de botella en el que se encontraba.
En la actualidad tras todo lo que había sucedido, el aumento en el nivel de cultivo tenía una mayor prioridad que antes. Bai Yingzu sabía que ahora no podía holgazanear en su cultivo, no tenía ninguna idea de cuándo el Emperador Fantasma lograría atravesar la barrera limitante de los mundos. Lo único que tenía claro era que ninguna existencia en este mundo lograría hacerle frente una vez que lo lograra.
Bai Yingzu ahora conocía los deseos que el plano superior tenía por conquistar el plano inferior, lo único que no lograba entender era la razón por este repentino interés. Estaba claro que el mundo superior no podía ser comparable al mundo inferior, este último sin ninguna duda sería basura en comparación.
Lo más fácil para darse cuenta de eso era simplemente el nivel máximo de poder que los habitantes del plano superior podían aspirar a alcanzar.
Ese era un nivel extraordinario, tan increíblemente poderoso y surrealista que de solo imaginarlo sería tomado como una locura. Tomando como ejemplo a una de las existencias pináculo de aquel plano, el Emperador Fantasma, según la información dada por el Eterno Misterio este tenía el suficiente poder como para acabar con todo el actual mundo junto a todos sus habitantes, unos cientos de miles de veces con una sola mano y sin ningún esfuerzo.
Con esa información Bai Yingzu podía hacerse la idea de lo grande que era el mundo. Con una risa irónica pensó que aquellos seres que se jactaban de ser los más poderosos del mundo de cultivo ni siquiera podían defenderse contra una hormiga del plano superior.
Esto era literalmente, las hormigas en el plano superior eran del mismo tamaño que las del mundo actual, con la única diferencia de que en el plano superior estas pertenecían al grupo de las bestias espirituales, y por tanto poseían un poder más allá del de un animal común.
Teniendo muy en claro la disparidad entre ambos planos, no había una razón lógica para que exista interés alguno en tomar el control del plano inferior. Pero tratando de ver más allá, aún estaba la pregunta, ¿Quién estableció la barrera limitante de los mundos?
Ya que las existencias pináculo del plano superior no podían atravesarla significaría que efectivamente había algo oculto dentro del plano inferior, al menos debía ser un gran secreto.
Por otro lado estaba la incógnita relacionada al Eterno Misterio y el Gran Destino. No sabía si estos dos eran entidades físicas, o algún tipo de concepto existente en las leyes universales, o directamente un tipo de ley autónoma universal, tal vez algo que regulara el orden presente en los diferentes mundos de cada plano.
Lo único que tenía claro era que ambas existencias debían tener sus propios planes, era lógico, después de todo no podía esperar menos tras recibir tanta ayuda. No existían seres verdaderamente bondadosos, por muy bueno que algo parezca debía haber algún lado oculto.
Por un lado estaba el Eterno Misterio que le dio información de gran importancia relacionada al universo en el que estaba.
Entre toda esta información se encontraban muchas cosas interesantes, una de ellas fue el conocimiento de los efectos que tenían múltiples plantas, partes de bestias espirituales y algunos otros objetos espirituales, tanto de los mundos del plano inferior, hasta los mundos del plano medio y el plano superior.
Fue gracias a estos conocimientos que pudo investigar un uso para las diferentes plantas sin valor que siempre se había pensado eran malezas, por ejemplo el ‹Tallo Espumoso› que al final fue una planta extremadamente útil con increíbles y milagrosas aplicaciones dentro del plano inferior.
Y es que aunque no se le dio información de los usos específicos en los que podía ser aplicado esta maleza, fue debido a sus investigaciones y paciencia que finalmente encontró un método para utilizarla.
Eso no había sido lo único que el Eterno Misterio le había transmitido, también se destacó aún más información, cosas como el funcionamiento de las leyes regentes, el concepto y significado del poder de cultivo, así como el nivel más allá de este. Al final todo esto terminó por ayudarlo a comprender la lógica detrás de todo aquello aparentemente complejo que hasta ahora no había sido comprendido.
También se le había revelado información sobre los diferentes mundos en cada uno de los planos, los lugares y sus ubicaciones, incluyendo también sobre los diferentes seres pináculo existentes en cada uno de estos planos.
Pero aún con todo esto y demás mostrado, Bai Yingzu no podía alejar la sensación de que había algo que el Eterno Misterio le ocultaba, era como si toda la información dada por el Eterno Misterio a pesar de parecer la verdad absoluta, fueran solo verdades a medias.
Por el otro lado se encontraba el Gran Destino, algo o alguien del que jamás había escuchado hablar antes, siendo la primera vez aquel día en el que se encontró con el Dios inmortal del desierto. Este le había pedido al Dios inmortal del desierto que como único pago de la deuda que este último había contraído, debía enseñar su técnica más poderosa, ‹Gran Dominio›, sin tomarlo como discípulo.
Los sucesos que dieron lugar a su encuentro aún no estaban del todo claros, Bai Yingzu dudaba si ese encuentro era debido a entrar en contacto con el Eterno Misterio, o si todo eso era simplemente una casualidad.
Sea como sea, Bai Yingzu estaba intranquilo con todos estos pensamientos. Era difícil no imaginarse a sí mismo como una especie de marioneta moviéndose a la voluntad de los hilos manipulados por extraños entes. Sacudió la cabeza quitando todos estos pensamientos de su mente.
[No tiene sentido seguir pensando en esto, finalmente ya sea que esté preparado o no, las cosas sucederán de cualquier forma. Lo único que puedo hacer es hacer todo lo que considere necesario para enfrentar al menos una pequeña parte de esas adversidades]. Pensó tras descartar sus dudas, entendiendo que pensar demasiado en eso era similar a pensar en la muerte, era algo inútil ya que inevitablemente ocurrirá algún día.
...
Bai Yingzu echó un vistazo en el interior del anillo de almacenamiento, sus ojos se abrieron con asombro e incredulidad al ver todo lo que había dentro. Literalmente dentro de ese anillo se encontraban montañas formadas por piedras espirituales. Todo a la vista poseía un brillo blanco, tan deslumbrante que era cegador.
Pudo darse cuenta de que estas piedras espirituales eran de una mayor calidad que aquellas que había recibido del clan Bai y de las que había tomado del pequeño niño Bai Feng. Sonrió al pensar que esta vez rompería el cuello de botella sin muchas complicaciones, y quien sabe tal vez podría saltar directamente al cuarto camino y convertirse en un terrenal.
Tras activar las formaciones para la recolección de energía dentro de la habitación de cultivo, Bai Yingzu sacó unos cientos de piedras espirituales y las dejó caer al suelo. En el momento en el que estas piedras espirituales tocaron los inscritos de la formación se convirtieron en una niebla espesa que se arremolinó en toda la habitación.
Bai Yingzu aspiró profundamente absorbiendo una parte de esa energía, el resto entró a través de los poros de su piel. Con cada respiración la energía entraba en grandes cantidades, y en su interior grandes cambios eran estimulados. La energía recorrió el circuito establecido por su técnica de cultivo, los nueve remolinos invertidos distribuidos en su cuerpo aspiraban y distribuían toda la energía en los lugares correctos.
Mientras tanto el sutil y silencioso circuito de la ‹Técnica mística de la verdad absoluta e inalterable› propició un misterioso estado de meditación en el que Bai Yingzu se aisló de sus alrededores, mientras que al mismo tiempo su consciencia se vio sumergida en un extraño lugar. En el exterior su cuerpo estaba inerte como si se tratara de un cuerpo sin vida, sin embargo, este aún respiraba muy suavemente lo que indicaba que seguía con vida.
Internamente su ser consciente había sido transportado dentro de los territorios de un inmenso laberinto del que no se veía un fin. Su consciencia flotaba en el lugar como una débil niebla, cada vez que se movía era como si fuera arrastrada por el viento de un lado a otro.
Aún teniendo conocimiento de sí mismo, aquella niebla trató de buscar una salida, era necesario encontrar el camino correcto que le brindaría la comprensión que necesitaba para ascender al siguiente camino de cultivo.
Este no era más que una de las tantas pruebas que podían ser impuestas por la voluntad del mundo, esto era para cualquiera que quisiera ascender del tercer camino de cultivo reino de la energía al cuarto camino de cultivo reino del terrenal.
Este lugar era el famoso ‹Laberinto del autodescubrimiento›, un antiguo territorio espiritual de alto nivel creado por la misma voluntad del mundo con el único fin de poner a prueba la fuerza de voluntad de los cultivadores.
La débil niebla que pertenecía a la conciencia de Bai Yingzu se movió durante mucho tiempo buscando el camino correcto, atravesó estrechas y angostas curvas, cuevas interconectadas entre sí sin ninguna salida próxima, caminos en círculos y múltiples caminos de difícil acceso, entre algunos otros callejones sin salida.
Cada vez que seguía un camino incorrecto, aquella niebla se volvía más débil y poco a poco perdía los deseos de continuar. Pero aún con el poco deseo de seguir se repetía a sí mismo que debía continuar y salir de ese lugar, débilmente y con desgana continuó dando vueltas.
Después de algunas horas más, la débil niebla se sintió aburrida y totalmente desmotivada, la voz interna que le alentaba a continuar desde hacía mucho tiempo había dejado de hablarle. Esta niebla había perdido su ser consciente tras todos los caminos incorrectos que había seguido,convirtiéndose así en una existencia regida por sus instintos básicos.
Ya había sentido tanto cansancio que le era insoportable, con su limitado intelecto tuvo un pensamiento simple, quedarse ahí y fundirse con el entorno, de esa manera evitaría la sensación de cansancio. A su parecer este lugar era lo suficientemente cómodo para decidir quedarse por el resto de su vida, no había nada más que deseara ni tampoco se sentía insatisfecho.
La niebla se acercó a los muros del laberinto y de forma relajada se dejó absorber. El laberinto tembló de forma repentina, un extraño viento sopló a través de la cueva de varias direcciones y generó grietas en cada rincón del laberinto, era como si este fenómeno fuera la representación de un triste lamento.
Evidentemente aquella consciencia había terminado por rendirse, significando que su voluntad se había quebrado y aceptado el ser absorbido por el territorio espiritual.
Pero algo increíble sucedió de forma repentina. Aquella niebla que estaba casi terminando de ser absorbida por el laberinto comenzó a temblar que forma descontrolada, en el interior de la débil niebla surgieron pequeños destellos de débiles chispas brillando consecutivamente una tras otra.
*Explosión. El laberinto retumbó. Aquella débil niebla explotó como una bomba haciendo que se rompiera parte del muro que estaba absorbiéndolo hace unos momentos antes. La niebla se disipó dejando pequeñas chispas azules flotando.
Estas varias chispas vibraron y se agitaron de un lado a otro, irradiaron destello tras destello como las bengalas en una noche de festival. Esto continuó por varios minutos hasta que cada una de estas chispas se unió y creo un gigantesco fuego furioso de color azul que alcanzó una altura de cientos de metros y se extendió por todo lo ancho del laberinto.
Esta era una escena inimaginable, un flujo torrencial de llamas azules se extendió sin parecer detenerse hasta no cubrir cada rincón. Un poderoso estruendo rugío por cada rincón del laberinto, la temperatura se elevó tanto que incluso logró derretir las paredes del gigantesco laberinto.
Todas estas llamas eran la representación de la fuerza de voluntad en combinación de la consciencia de Bai Yingzu. Antes de que se hundiera en una completa oscuridad no había dejado de repetirse para sí mismo el buscar una salida de este lugar, sin importarle que tan cómodo se sintiera en este lugar o toda la sensación de pereza que se iba adhiriendo a él lentamente.
Sus pensamientos se impusieron ante cualquier otra sensación instintiva, como un fantasma que vagaba libremente a través de estrechos pasillos, finalmente se liberó como un implacable desastre natural. Tan natural como las gotas de lluvia, o la lava volcánica concentrada en lo profundo de la corteza terrestre.
Y finalmente el denso flujo de llamas logró vislumbrar la salida del laberinto, tras haber encontrado la ruta de salida se dirigió a gran velocidad. Una vez que el fuego salió del laberinto surgió como la lava de un volcán haciendo erupción.
...
..
.