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Chapter 6 - CAPÍTULO 5 EL RESURGIR DE LOS DRAGONES CELESTIALES Y LA CITA

Zest, Himari, Katerea rodeen todo el perímetro con una barrera lo suficientemente fuerte para no llamar la atención, GiL habló con voz demandante. 

Ellas rápidamente comenzaron a construir la barrera para traer de vuelta a la vida a los dos dragones Celestiales.

MINUTOS DESPUÉS.

Vania estás lista dijo Gilgamesh a las alas mecánicas de color plateado donde residía Albion.

Si GiL, hoy es el día donde los dos dragones Celestiales resurgen habló con un rugido Vania el dragón celestial de la Supremacía.

GiL solo asintió mientras posaba sus manos en la Sacred Gear de Valeria sobrecargando el sello que tenía prisionera a Vania, el sello comenzó a resquebrajarse hasta ser destruido. De allí salió una esfera de color blanco.

Todas observaron cómo dentro de esa esfera se encontraba el alma de Vania.

Luego se dirigió a Narrus quien tenía en sus manos el guantelete del emperador rojo, ella junto Denilynd habían retirado con cuidado la Sacred Gear del bebé ya que el bebé era un niño que había reencarnado, GiL les había dado la misión de extraer su Sacred Gear antes que él reencarnado se fusione con su actual yo, ya que el también portaba al dragón celestial, daría como resultado la muerte de Vania al ser absorbida por yo alterno.

Gilgamesh realizó lo mismo con Stela también conocida como el emperador rojo, el dragón celestial de la Dominación. Comenzó a insertar las almas de Vania y Stela a sus cuerpos que se encontraban tirados en el suelo en su forma dragón, luego transfirió parte de su poder para comenzar a fusionar sus almas con sus cuerpos.

Esto tomó como 30 minutos para terminar todo el ritual, luego solo tuvieron que esperar unos segundos para comenzar a ver los resultados.

Los cuerpos de Vania y Stela comenzaron a moverse lentamente mientras sus ojos comenzaban parpadear, esperaron unos minutos para ver los dragones examinado sus cuerpos, luego comenzaron a buscar con la mirada a un rubio que los observaba con una sonrisa, ellas al encontrarlo mostraron una sonrisa feroz mientras sus cuerpos brillaban mostrando a dos mujeres de gran belleza con cuerpos muy bien desarrollados.

(Imágenes en los comentarios XD#) 

Ellas se lanzaron hacia el rubio mientras él extendía sus brazos.

Me alegro de verlas chicas, ustedes sí que son egoístas mirá que dejarse sellar dentro de esos artefactos para no cambiar el futuro dijo Gilgamesh, abrazandolas fuertemente mientras sonreía sinceramente.

Ellas solo se reían sarcásticamente mientras correspondian el abrazo con la misma intensidad.

Baka...baka...baka..baka.baka.baka. crees que tú solo fuistes el que sufrió dijeron Vania y Stela mientras se reían. Ellos estaban felices al volver estar todos reunidos hasta que todo el ambiente se volvió frío.

Ahora que estamos juntos es hora de que me des mi cría que me prometistes GiL dijo una alegre Stela.

Todas al oír lo que había el comentario de Stela comenzaron a expulsar una aura fría pero demasiado fría, incluso sus sirvientas como también las chicas de Eostia.

Solo imaginarse con un niño rubio en sus brazos y con Gilgamesh a su lado era su sueño que todas ellas querían. Pero ahora venía una lagartona que quería adelantarse.

Luego de ese suceso y de lanzarse ataques mágicos entre ellas para ver quién sería la primera en tener a su hijo. Celestine y las princesas viajaron a la mañana siguiente con Gilgamesh para aclarar y dar a conocer cómo se controlarian los territorios para cada Reino.

Después de los asuntos que tenía con los reinos de Eostia, las chicas de Gilgamesh se la pasaron conociendo a las nuevas, al mismo tiempo que las alentaban para que se le confesaran a su esposo los días eran realmente entretenidos con Gilgamesh que no paraba de llorar cómica-mente por el papeleo que tenía por parte de ser el profesor de la academia de Kuoh y siendo el director de la academia Biblia ( en nombre a la academia donde conoció a Arata y las Trinity Seven quienes se convirtieron en sus amigos)

Además de ser el Guardián de la dimensión artificial donde tenía como trabajo revisar y solucionar los reportes que venían cada día.

Los días pasaron rápido, llegando el día de la cita que tenía con Takao la cita se llevaría a cabo a las 6:30 PM. Gilgamesh tenía todo listo para que la cita fuera perfecta.

Justo ahora Gilgamesh se hallaba en el living de la mansión esperando a Takao.

El ahora vestia un traje de salir de color negro, camisa langa-larga azul oscuro, una corbata dorada opaca con saco de color marrón claro y guantes negros,con zapatos negros con adornos de oro.

Su cabello lo llevaba un poco suelto dando una apariencia de chico malo.

Curiosamente también se hallaban las chicas en el lugar, todas estaban pasando el tiempo en diversas actividades de ocio, ellas al verlo no soportaron ver lo bello que era su marido - amo teniendo un pequeño sonrojo y otras goteaban sangre de su nariz, mientras en sus mentes recordaban todas las citas que habían tenido hasta ahora.

Todas maravillosas.

Arturia quien se hallaba viendo la TV en el sofá, ella lo veía de reojo con un leve sonrojo

Mashu, quien leía una revista al lado de la rubia recorría embelesada el cuerpo de GiL con la mirada, dándose cuenta de los resultados de su formación continua a través de su camiseta, para después desviar la mirada avergonzada de nuevo en su revista ante tales pensamientos hacia su Master, sólo para regresar su mirada a GiL y repetir el ciclo.

Himari, quien era una nekomata de cabello de negro y gran cuerpo estaba al otro lado de la rubia, lo veía descaradamente mientras en su mente ya tenía planes de que GiL la llevara a ella la próxima vez, y quizás si tenía suerte podrían ir a un Love Hotel para comenzar a tener gatitos.

En una mesa un poco más alejada, Valeria estaba jugando cartas con Stela y Tiamat, aunque por estar pendiente de GiL y su actual vestimenta no se daba cuenta de que había colocado algunas cartas de su mano al revés, mostrándoselas a sus oponentes.

Stela y Tiamat tenían una gota en la nuca al ver como la sonrojada dragona ocultaba su mirada furtiva hacia el chico detrás de sus cartas, mismas que mostraban un As de Corazones y el Tres de Espadas.

Aunque no la culpaban, GiL lucía bastante hermosao con ese atuendo.

Desde el otro sofá Jeanne había visto las reacciones de las chicas mencionadas, antes de mirar a GiL y sonrojarse levemente al ver lo apuesto que lucía.

Le Fay también había visto todas las reacciones, y no las culpaba, GiL se había esmerado para la ocasión.

Instintivamente volteó a ver a la mujer sentada junto a ella, siendo Jeanne, la cual se hallaba leyendo manga.

Esta sintió la mirada de su compañera rubia, volteando a su lado y encontrándose con la mirada de la maga que leía un libro de hechizos.

Ambas se miraron antes de sonreír divertidas por las diferentes escenas y volver a lo suyo.

Gilgamesh se hallaba un poco nervioso, a pesar de que los sentimientos de Takao estaban más que claros no significaba que fuera más fácil.

Aún tenía el pequeño estigma provocado por la soledad que él había vivido, a pesar de hablarlo con sus esposas seguía teniendo un poco de inseguridad.

[Tranquilo master, todo saldrá bien y para la noche ustedes serán una pareja oficial]

Fueron las palabras de aliento por parte de Radix.

(Radix Astil era el grimorio de Gilgamesh ella, decidió quedarse con Gilgamesh al ver a su antiguo amo postrado debajo de los pies de Gilgamesh Proclamandose como verdadero Rey demonio "El Rey Demonio De La Noche Sangrienta" cambiando de apariciencia. Ella luego de ese evento comenzó a expiarlo para saber más de él, al final termino haciendo un contrato con GiL para que sea su Máster)

— ʺGracias por apoyarme Ra-chan, tratare de calmarme si quiero que todo salga bienʺ — Respondió Gil respirando hondo.

[Solo déjate llevar, tus esposas siempre se ven felices cuando terminan sus citas… solo has algo parecido, ya tienes la experiencia]

Volvió a hablar Radix.

Gilgamesh sonrió un poco más tranquilo al escuchar eso.

— ʺGracias Ra-chanʺ — Agradeció GiL ya más tranquilo.

— GiL… — Dijo una voz femenina.

Gilgamesh dirigió la mirada al origen de dicha voz, quedando sin aliento al ver a la chica que aparecía por las escaleras seguida por la Maid pelirroja llamada Angelica Von Eustace.

Takao llevaba puesto un vestido blanco ligero con detalles rojos y sandalias blancas a juego, el cabello lo llevaba suelto, por lo que lucía en todo su esplendor.

Como accesorios una cadena con un una gema turquesa en forma de gota y un pequeño bolso de mano.

Solo una palabra vino a su mente.

— Hermosa — Dijo de manera ausente y embelesada.

Angélica dibujó una pequeña sonrisa al ver la reacción de su amo, después de todo ella se encargó de ayudar a su amiga.

La chica, quien tenía un ligero sonrojo por la mirada de GiL, enrojeció aún más al escuchar lo que dijo de su persona.

— G-Gracias, tú también te ves muy apuesto — Dijo apenada mientras se acercaba a él.

GiL se sonrojó al darse cuenta de lo que dijo, pero no hizo ningún comentario intentando negar lo dicho y solo le extendió la mano con una pequeña sonrisa, aunque el sonrojo seguía ahí.

Takao correspondió el gesto al tomar su brazo.

— Llegaremos al anochecer — Informó GiL invocando un círculo de transporte.

— Nos vemos chicas — Se despidió Takao con una sonrisa y ojos cerrados.

Un destello después la pareja había desaparecido.

El silencio reinó en el lugar.

— Esperemos que todo salga bien — Dijo Le Fay ligeramente preocupada.

— Todo saldrá bien Nya~, es GiL de quien hablamos — Comentó Himari aligerando un poco el ambiente.

— Takao-sama ya le ha dejado en claro lo que siente por él, solo deben hacerlo oficial — Fue el comentario de Rurie, quien cambio de canal sin voltear a verlas.

Ese comentario sorprendió a todas, ya que era algo que no sabían y menos esperaban por parte de Takao.

Por otro lado, todas habían notado un ligero cambio GiL en el último par de días, pero ahora era que se daban cuenta de la razón de ello.

— Entiendo, después de todo GiL le enseñó todo acerca de los sentimientos y por lo que sé, él fue la primera persona que se preocupó por ella — Dijo inesperadamente Ryoko.

Ella recordaba algunas cosas que GiL le comentaba en su tiempo juntos, siendo ese pedazo de información algo que le sorprendió en su momento.

Al oír lo dicho por Ryoko, todas abrieron sus ojos ante la realización.

— Exacto, además de que Takao-sama, Himari-san, Le Fay y yo nunca lo dejamos solo, eso también tuvo mucho que ver — Agregó Arturia repasando los diferentes canales en la TV.

Todas dibujaron una pequeña sonrisa, dada la cercanía entre ambos era normal que surgiera algo entre ellos.

— Entonces yo tengo muchos puntos a favor ~ — Dijo una pensativa Maia.

En ese instante sintió varias miradas sobre ella.

— Ups… ¿Lo dije en voz alta? — Preguntó con una gota en la nuca ante las miradas amenazantes de Alicia  y kaguya.

Mundo humano – Paris, Francia

Takao e Gilgamesh se encontraban en una de las tantas ciudades de la ciudad de Francia.

El castaño había optado por traerla a un lugar acorde con la ocasión, y al ver la mirada brillante de Takao supo que había elegido bien, esto también le quitó de lleno el nerviosismo.

Recordaba que había llevado a Scathatch a Italia en su tercera cita después de cumplir una misión, disfrutando y creando buenos momentos de pareja, por eso pensó en hacer lo mismo con Takao.

Gilgamesh la tomó de la mano para empezar a caminar, admirando las diferentes tiendas y negocios del centro, así como la arquitectura de la ciudad.

Viendo a lo lejos la torre Eiffel hizo una nota mental de llevarla ahí más tarde.

Pasando delante de una vitrina, Takao se quedó fascinada ante varios vestidos de diseñador que se exhibían, así como un hermoso vestido de novia.

— ¿Por qué no pasamos y te lo pruebas? — Oyó decir GiL de repente en su oído.

Takao se giró a verlo, encontrándose con un par de ojos rojos-sangre que la veían con cariño y cierta emoción infantil mientras sonreía.

— ¿Estás seguro? — Preguntó un poco insegura.

— Sí, quiero ver qué tal te ves en él — Respondió GiL ligeramente sonrojado, pero sin dejar de sonreír y sin desviar la mirada.

Takao sintió como su corazón latía fuertemente en su pecho y a su mente le llegaban bastantes escenas de las películas románticas que veía junto a las chicas.

Lo único que pudo hacer fue asentir con una sonrisa y un notable sonrojo, sintiendo como el chico apretaba ligeramente su mano y tiraba de ella hacia la tienda.

Muchas parejas que lograron ver el momento entre los dos sonrieron, se podía notar el amor a kilómetros en esa pareja.

Otras en cambio discutían ligeramente, siendo las mujeres quienes reclamaban que su pareja ya no era tan detallista como antes y que no las llevaban a citas.

Los hombres maldecían internamente al joven al verse en esa situación.

Una vez en el interior del lugar, el peli-rubio llamó a una de las encargadas y solicitó ver el vestido que se exhibía en el aparador.

La joven mujer los atendió con amabilidad, por lo que ahora GiL se hallaba sentado afuera de los vestidores esperando a Takao.

— Disculpe joven — Escuchó decir a una voz femenina.

Alzando la mirada pudo darse cuenta que una mujer mayor era la que le había hablado.

— ¿Puedo ayudarle en algo? — Preguntó GiL con duda.

— Bueno, yo soy la Gerente del lugar… y me ha llamado la atención que usted y su novia escogieran el vestido del aparador, más que nada porque lleva mucho tiempo ahí — Explicó brevemente la mujer.

GiL solo se limitó a alzar una ceja, ya que no quedaba claro a donde quería llegar la Gerente.

— Verá joven, este sitio solía vender vestidos de novia en el pasado, pero la competencia es dura en esta parte de la ciudad, ese vestido es el último de una antigua línea de colección… por eso quisiera hacerle una pequeña propuesta — Expuso la mujer.

El peli-rubio parpadeó con confusión, antes de bajar la mirada y adquirir una expresión pensativa, para después mirarla de nuevo.

— ¿De qué se trataría esta propuesta? — Preguntó en modo 'Hombre de Negocios.

Esta faceta la había perfeccionado en los últimos meses, ya que Ellen y Artemisia dejaron de cumplir como sus secretarias desde que tuvieron una misión y él tuvo que hacerse cargo.

La mujer notó el cambio de actitud del joven, por lo que sonrió al verlo interesado en la propuesta.

— No es nada del otro mundo, solo queremos que sean los modelos de una pequeña campaña publicitaria que incluirá una sesión de fotos — Explicó la Gerente.

Gilgamesh lo meditó un poco, realmente no veía mucho problema en ello, además de que sonaba divertido.

— Creo que tenemos un trato — Dijo el peli-rubio levantándose de su asiento y estrechando la mano con la Gerente.

— Excelente… Margarett, ¿Podrías preparar a nuestro invitado por favor? — Dijo dirigiéndose a su ayudante.

El joven sintió como pusieron una mano en su hombro.

— Será un placer ufufufu — Fue la dulce voz de la chica que lo había atendido primeramente, misma que le causó escalofríos.

— ¿Ehhh? ¡Esperen! ¡¿Qué…?! — Medio balbuceó mientras era arrastrado hacia otros probadores.

15 Minutos después

Ahora el peli-rubio vestía un elegante traje color blanco, también podía notarse el chaleco color azul además de llevar zapatos negros de vestir.

— Eso fue traumático — Murmuró con un escalofrío, recordando cómo era desvestido por las empleadas antes de volver a ser vestido, todo sin que pudiera defenderse.

Las chicas solo le dedicaron una mirada de disculpa, pero aún así debían admitir que el trabajo les había quedado bien.

— Ahhh~ Solo espero que Ta-chan no tarde demasiado — Musitó un poco incómodo.

En ese instante otra chica hacía acto de presencia.

— Disculpen la demora, pero ya estamos aquí — Dijo en tono de disculpa.

El peli-rubio se volteó hacia la chica, solo para quedarse sin palabras al ver a Takao.

La rubia tenía puesto el vestido del aparador, solo que ahora iba ligeramente maquillada, algo que realzaba más su belleza si era posible.

Aclaración (las rubias son aquellas que tienen el cabello de color celeste, azul, rosa, verde claro y dorado) 

Ella estaba ligeramente sonrojada al ver lo apuesto que GiL se veía, incluso sus manos perdían un poco el agarre en el ramo de flores que completaban su vestimenta.

La chica se detuvo frente a GiL, al tiempo que se miraban a los ojos fijamente, perdiéndose en su propio mundo.

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Flash

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La Gerente no perdió el tiempo y sacando una cámara de Kami sabe donde empezó a tomar fotos de la pareja.

— Luces hermosa — Fue lo primero que pudo decir GiL cuando su cerebro recuperó sus funciones.

Le fue bastante difícil lograr decir esa frase sin tartamudear ni sonar torpe, pero el brillo en la mirada de la rubia y la acentuación de su sonrojo habían valido la pena.

— Tú también luces muy apuesto — Logró responder la chica.

Ella sentía como su corazón latía desbocado, algo que sucedía siempre en las películas que veía junto a las chicas.

Ahora entendía por completo el concepto que se exponía al estar frente a la persona que amas.

— ¡Ejem!... Siento sacarlos de su mundo ideal, pero tenemos trabajo que hacer — Se hizo notar la Gerente mientras sonreía con cierto brillo malicioso en su mirada.

La pareja dirigió su mirada a la mujer mientras parpadeaban confundidos, antes de sonrojarse al ver las expresiones de las empleadas del lugar, unas con rostros rojos, otras con miradas soñadoras y algunas incluso con sangre cayendo por su nariz.

Un par de horas después

La pareja se hallaba en la entrada de la tienda entregando folletos a las personas que pasaban por ahí.

Después de vestirlos y maquillarlos hubo una gran sesión de fotos, cambiando el vestuario cada diez minutos por órdenes de la Gerente.

Gilgamesh no se quejaba, ya que todo era muy divertido, además de que en todos los cambios de ropa Takao lucía muy hermosa.

La rubia tampoco se quejaba, ya que pudo ver varios estilos de ropas en lo que GiL lucía apuesto y varonil.

La mejor parte de todo es que podrían conservar las fotos y escoger el conjunto que más les gustara totalmente gratis, además de que tendrían jugosos descuentos en futuras visitas a la célebre tienda.

— Por favor visite nuestra tienda — Dijo Takao con una linda sonrisa mientras le entregaba un folleto a una pareja.

—…— El chico tomó el folleto con expresión boba, para molestia de su pareja.

— Le aseguro que no se arrepentirá — Decía Gilgamesh a otra pareja.

A diferencia que con la rubia, en este caso la chica fue quien ruborizada tomaba el folleto bajo la mirada molesta de su pareja.

Gilgamesh se movía elegantemente y usaba un tono profundo al hablar.

Esto era algo que muchas féminas encontraban sumamente atractivo, claro que también era algo que el peli-rubio desconocía al no prestar atención a ese detalle, ya que su único pensamiento era terminar lo más pronto posible para continuar con su cita.

Aunque debía admitir que todo estaba valiendo la pena al ver el brillo en los ojos de Takao.

Una hora después

La pareja se despedía de la Gerente y las empleadas mientras el peli-rubio llevaba varias bolsas en mano.

— Fue un placer hacer negocios con usted Gilgamesh-san — Dijo la mujer con una sonrisa.

— El placer fue nuestro, con su permiso — Fue la respuesta del peli-rubio antes de retirarse junto a la rubia.

Una vez que estaban a una buena distancia de la tienda y recorriendo una calle libre de transeúntes, el peli-rubio aprovechó a transportar con círculo mágico las bolsas a su habitación en la mansión.

De regreso a las concurridas calles, el joven se dio cuenta de que empezaba a oscurecer.

Entonces puso de nuevo en marcha su plan de cita, lógicamente este tenía una enorme modificación respecto al original, aunque al sacar teléfono móvil y ver como protector de pantalla una foto de la pareja vestida para su boda, le confirmaron que todo iba bien en la velada.

Girando su vista por todos los alrededores, logró encontrar el sitio perfecto para lo siguiente en su lista.

Con una pequeña sonrisa guió a Takao a un Restaurant bastante fino, gracias a sus ingresos por su carrera artística como violinista darse esos pequeños lujos de vez en cuando.

Agradecía que en el tiempo que no estuvo con las chicas grabó bastantes video-clips, debido a que tenía bastante tiempo libre no le fue complicado, además de que aprendió a distribuir su agenda.

En pocas palabras, asimiló todas las funciones de Ellen y Artemisia y al mismo tiempo eso le ayudaba a mantenerse distraído de todos los eventos que se avecinaban.

De manera increíble lo había hecho de forma impecable.

Dejando de lado sus pensamientos, usó sus recientemente dominados poderes hipnóticos para conseguir una mesa, ya que por ser un lugar exclusivo se necesitaba reservación.

— Por aquí señor Gilgamesh — Habló el encargado mientras lo guiaba a una mesa.

Takao estaba encantada, realmente esto se parecía bastante a lo que veía en esas películas románticas.

El peli-rubio retiró la silla de la mesa para que la rubia tomara asiento, para después tomar asiento en su lugar y revisar el menú.

Una vez que encontraron algo de su agrado el mesero tomó su orden.

Un silencio cómodo reinó en la mesa que compartía la pareja.

— GiL… gracias — Dijo la rubia mientras sonreía con calidez.

El peli-rubio le sonrió de vuelta mientras tomaba su mano y acariciaba su dorso con el pulgar en un gesto afectivo.

— No… gracias a ti… por quedarte conmigo — Fue la respuesta del joven.

Varios clientes y alguna que otra pareja no pudieron evitar sonreír ante el ambiente que rodeaba la mesa de los dos peli-rubios.

Cuando sus órdenes llegaron se limitaron a comer cómodamente, conversando de varias cosas al azar y conociéndose un poco más, en el caso de Takao conociendo varias cosas personales de Gilgamesh.

Una vez que la cena terminó, el joven pagó la cuenta y se retiraron con calma, mientras el joven la llevaba al último punto de su agenda.

Torre Eiffel

Ahora mismo se hallaban en una de las partes más altas de la estructura, desde donde podía verse perfectamente la ciudad de Paris llena de luces.

La luna brillaba con gran esplendor, dándole un toque mágico al momento.

La rubia miraba fascinada la gran vista, ella tenía puesta el saco de GiL quien se la dio en un gesto de caballerosidad.

Sus ojos se desprendieron del espectáculo de luces cuando GiL la tomó de las manos para luego mirarla a los ojos, sorprendiéndola levemente por la mirada profunda que le dedicaba.

— Takao, yo… — El peli-rubio titubeó un poco al sentir un poco de miedo.

La rubia en cambio solo lo miró expectante y con cierta emoción en sus ojos rojizos.

Gilgamesh pudo notar la ilusión que transmitía Takao a través de su mirada, logrando que la calma y la seguridad inundaran su alma, por lo que reuniendo el valor necesario volvió a hablar.

— Takao…, quiero decirte que eres una parte importante de mi vida… has estado para mi durante tiempos difíciles, ayudaste a personas que eran cercanas a mí, también estuviste conmigo cuando estaba solo  — Comenzó Gil.

Soltando una de sus manos, la dirigió al rostro de la chica para ponerla en su mejilla, sintiendo la agradable calidez de su piel.

Takao se estremeció ligeramente ante ese tacto tan íntimo, mismo que demostraba lo cercana y especial que ella era para él.

— En el tiempo que hemos pasado juntos has logrado entrar en mi corazón, lo que quiero decir es… te amo, Takao — Pronunció con una pequeña sonrisa y una mirada llena de amor.

La rubia no se había dado cuenta, pero lagrimas caían por sus ojos, mismas que eran limpiadas por GiL con toda la dulzura que podía mostrar.

— GiL… yo no sabía que eran los sentimientos, siempre estuve sola en mi antiguo hogar que eran [los océanos de itochima ] viviendo en el silencio y esperando a que el enemigo aparesca… — Comenzó esta vez la chica.

El peli-rubio pudo ver un pequeño atisbo de soledad pasar por sus ojos, antes de desaparecer.

— Fui traicionada por aquellas que pensé que eran mis compañeras pero al final nadie que se preocupaba por mi sin pensar en sus propios intereses… hasta que me pediste ser sierva — Hablaba la chica.

En este punto la chica sonreía cálidamente.

— Luego de irnos de mi mundo empecé a vivir contigo, siempre te esforzabas por que estuviera cómoda y feliz, sentimiento que yo desconocía, entonces ocurrió lo del [Dios de la destrucción]… y por primera vez sentí miedo — Decía la chica cambiando su expresión cálida por una que mostraba miedo.

El rubio notó como ella tembló levemente.

— No quería que algo malo te pasara, por lo que me sentí feliz al verte regresar sano y salvo… en ese tiempo empecé a sentir ciertas cosas que yo no entendía, sintiéndome molesta al ver como ellas te acaparaban… entonces me sentí celosa por primera vez— Ella oscureció un poco su mirada.

Gilgamesh aún tenía tomada una de sus manos mientras seguía acariciando su mejilla, por lo que le dio un ligero apretón para reconfortarla.

Para su tranquilidad había funcionado, porque la rubia ya más tranquila sonreía agradecida por el gesto.

— Ese sentimiento me dijo que estuviera a tu lado, por eso me volví tu [barco], pero solo cuando empezaste a enseñarme acerca de los sentimientos fue que pude identificar que era esto que siento en el pecho… amor — Dijo la chica con tono cálido.

El rubio sentía como su corazón latía fuertemente ante cada palabra de Takao.

— Esa noche no pude controlar el impulso… mi primer beso tenía que ser contigo… con la persona que amo — Concluyó la chica mirándolo con amor.

Gilgamesh se sentía feliz, él pudo ver claramente el alma pura de Takao, sus sentimientos a flor de piel habían llegado a lo más profundo de su corazón.

Sin más que decir ambos acercaron sus rostros para sellar ese momento.

Cuando sus labios se juntaron, fue como si algo surgiera del interior y los llenara completamente.

Ambos podían sentir como todo desaparecía de su alrededor, dejándolos a ellos en un mundo propio.

Una vez que se separaron juntaron sus frentes y se miraron a los ojos, logrando ver el gran amor en los ojos del otro, mismo que era correspondido.

— Takao, ¿Aceptas estar conmigo y ser mi novia? — Preguntó más como una formalidad, pero el sentimiento de amor estaba impreso en cada palabra pronunciada.

— Si, hasta el fin de los tiempos — Respondió la chica antes de pasar sus manos alrededor del cuello del rubio y volver a besarlo.

[Sniff… sniff… Crecen tan rápido… apenas ayer era un idiota obsesionado con las peleas… y ahora es un verdadero hombre]

Lloraba Radix de emoción…

Aunque la verdadera razón era que su Máster poco a poco dejaba de sentir miedo a volver a estar en la soledad.

La pareja se separó momentos después, para luego juntar sus frentes y verse fijamente con una pequeña sonrisa.

Después simplemente se dedicaron a observar las luces de la ciudad mientras el rubio abrazaba a Takao y ella ponía la cabeza el pecho de él, relajándose al escuchar sus suaves latidos.

Estuvieron así cerca de veinte minutos, entonces el rubio revisó la hora en su teléfono.

— 11 P.m., creo que debemos irnos, mañana tengo escuela y debo de entregar los trabajos para los alumnos como cada semana — Murmuró el rubio lo suficientemente fuerte para que ella lo escuchara.

— Está bien, hoy fue un gran día… aunque no me importaría repetirlo — Dijo la chica sin abandonar su posición.

— Todas las veces que quieras — Respondió el rubio mientras un círculo mágico brillaba bajo ellos, anunciando su regreso a casa.

Sin embargo algo llamó su atención.

— ¿Mmm? — Su mirada se dirigió hacia cierto sector de la ciudad.

En el proceso había cancelado el círculo de transporte.

— ¿Sucede algo Gil? — Preguntó la chica extendiendo sus sentidos.

Entonces pudo sentir varias presencias rodeando a un aura.

— Ya veo… ¿Qué piensas hacer? — Preguntó alzando la mirada para ver al rubio.

Este se mantenía mirando en aquella dirección, como si algo lo llamara.

Ayuda.

Sin pensar en nada más, una aureola partida por la mitad de color morada se extendia detrás de su espalda.

Esto era gracias a que había dominado en bastante medida cierta cantidad del poder de la destrucción que recorría su cuerpo.

Había entrenado muy duro para lograrlo, incluso demoró dos años para conseguirlo.

Con una fuerte presión en el suelo se elevó en el aire con la rubia entre sus brazos, para luego dirigirse a ese lugar.

Bosque

En un claro, pueden verse varios sujetos rodeando a una chica, misma que tenía leves heridas y ciertos signos de agotamiento.

— Ríndete, no tienes oportunidad contra nosotros — Habló el que parecía ser el Líder del grupo.

— ¡Jamás! No permitiré que me usen a su antojo — Replicó la chica mientras una pistola surgía de la nada y disparaba defensivamente.

[¡YAMATA NO OROCHI!]

Del disparo se formo ocho cabezas de serpiente e intentó atacar a sus oponentes, sin embargo el ataque fue demasiado lento y estos lo esquivaron con facilidad.

— Tsk — Chasqueó la lengua mientras sentía sus piernas temblar levemente antes de caer sobre una rodilla.

— Es una suerte que hayas caído fácilmente en nuestra trampa — Comentó uno de los sujetos mientras sonreía con suficiencia.

— Ciertamente, en condiciones normales no podríamos contenerte y menos debilitarte lo suficiente para que nuestro amo pudiera reencarnarte — Dijo el primero que habló.

La chica solo los miró con rabia.

Desde hace tiempo, varios grupos de seres sobrenaturales habían venido a esta parte del bosque cuando escuchaban historias acerca de una poderosa pistolera que controlaba los elementos, todos con el fin de apoderarse de su poder de una u otra forma.

Algunos intentaban negociar, mientras que otros optaban por ser más directos, como estos sujetos.

Sin embargo, hasta ahora ninguno había tenido éxito, ya que ella se negaba.

Recorriendo el lugar con la vista, pudo ver varios círculos brillantes en distintos árboles, indicando alguna clase de barrera-trampa, misma que dificultaba el manejo de sus elemento, además de drenar lentamente su poder.

— Serás un excelente [Obispo] para nuestro señor, no te resistas o esto será más difícil — Habló otro de los sujetos mientras se ajustaba sus guantes de combate.

Ella gruño, ya que se negaba a estar con alguien que no fuera su alma destinada.

— Yare yare… se nota que ustedes mestizos no saben cómo tratar a una dama — Habló una voz salida de la nada.

Todo el mundo buscó el origen de la voz, hasta que alzaron la mirada, encontrándose con un rubio flotando con una aureola partida por la mitad de color morado detrás de su espalda, llevando en sus brazos a una chica de cabello celestes y ojos azul claro.

Este observaba como esos tipos usaban un círculo mágico para mermar el poder de su objetivo, además de contar con ventaja numérica.

— ʺDemoniosʺ — Pensó al sentir sus auras.

Dejando eso de lado, su atención se concentró en la chica.

Cabello carmesi largo y semi-ondulado así como ojos violeta, un vestido rojo ligero con una casaca negra encima que dejaba a la vista su escote, medias color negro y botas cafés.

Se notaba bastante agotada y con leves heridas.

El rubio no pudo evitar mirarla con preocupación, antes de mirar al grupo de Demonios con seriedad.

Takao, que estaba aferrada a él, pudo notar el cambio en el aura de GiL.

— ʺEstá molestoʺ — Pensó un poco preocupada.

Sin embargo al ver el estado de la chica ella también se sintió molesta.

— Será mejor que la dejen en paz… — Habló con una calma casi mortal.

Los sujetos lo miraron con cierta incredulidad al ver que los estaba encarando solo, antes de que uno de ellos lo atacara con un hechizo de elemento relámpago.

— ¡No te entrometas! — Exclamó al ejecutar su ataque.

Zaz

El rubio solo observó con seriedad el ataque, para luego levantar su mano y detenerlo fácilmente.

Bzz

Bzz

El relámpago crepitaba mientras recorría su mano, algo que el chico observaba seriamente.

Luego posó su mirada en su atacante, el cual sudaba ligeramente al ver uno de sus mejores ataques ser neutralizado con facilidad.

Su mirada viajó entre todos los Demonios frente a él, para después cerrar sus ojos con molestia visible.

— Veo que su amo es un cobarde, mandar a sus sirvientes a realizar su trabajo sucio… pero eso no se compara a querer reencarnar a alguien en contra de su voluntad… ¡Eso es algo que no estoy dispuesto a pasar por alto! — Exclamó abriendo sus ojos con una mirada salvaje mientras los rayos que rodeaban su cuerpo crepitaban más fuerte, indicando el aumento de potencia.

Su intensa mirada se clavó en el sujeto que lo atacó.

— Te lo devuelvo… — Y concentrando su poder, manipuló el rayo para envolver su puño y realizar uno de los pocos ataques eléctricos que sabía.

[¡LIGHTENING VOLTAGE!]

Entonces lanzó un golpe al aire en dirección del tipo.

Prammmm

Un poderoso relámpago surgió de su puño impactando al sujeto.

— ¡Gahhh! — Este no tuvo ninguna oportunidad de esquivarlo o protegerse, siendo fulminado sin piedad.

Con el cuerpo humeando, cayó al suelo totalmente inconsciente.

Los demás Demonios tragaron sonoramente al ver esto.

— Lo repetiré nuevamente… déjenla en paz y lárguense de este lugar — Dijo con voz gélida, causándole escalofríos a todos.

Por otro lado.

La chica pelirroja estaba sorprendida por el giro de acontecimientos que acababa de ocurrir.

Este sujeto salió de la nada aparentemente para ayudarla, o al menos la expresión llena de calidez y preocupación que tuvo cuando la miró brevemente le indicaba eso.

— ʺ¿Ehh? ¿Qué es esto?ʺ — Se preguntó mentalmente tocándose el pecho, donde su corazón latía fuertemente.

Sin embargo una exclamación la sacó de sus pensamientos.

— ¡Maldito! ¡¿Qué esperan?! ¡Mátenlo! — Ordenó el Líder.

Varios círculos mágicos brillaron en anticipación a un bombardeo de poderosos ataques sobre GiL.

Ella pudo ver como el joven cerraba los ojos con pesar y cierta irritación, para luego alzar la palma con la que detuvo el ataque del sujeto que lo atacó al tiempo que una pistola aparecía en ella en un pequeño destello.

Todo eso sin soltar a la chica peli-cesleste, la cual se sujetaba del cuello del joven y veía todo de manera tranquila.

¡Bang!

¡Bang!

¡Bang!

El sonido de varios disparos resonó en el lugar, al tiempo que los círculos mágicos eran destruidos al instante.

Esto tomó por sorpresa a los Demonios, que no supieron cómo reaccionar, hasta que fue tarde.

[ENEMY CHASER]

Todos abrieron sus ojos al escuchar la voz del castaño, por lo que voltearon rápidamente al origen de la voz, encontrándose al joven de pie a cinco metros de ellos apuntándoles con su arma, de la cual salieron varios dragones de luz que cubrían casi toda su visión.

Ante el rango de ataque, todos realizaron maniobras evasivas, sin embargo sucedió algo que no esperaban.

— ¡Arghh! — Uno de ellos fue alcanzado por un ataque ante la mirada aterrada de los demás.

Entonces se dieron cuenta de la naturaleza del ataque.

— ¡Estas cosas nos persiguen! ¡Arghh! — Fue lo que uno de los sujetos logró decir antes de ser alcanzado por uno de los ataques.

Cabe decir que eran de atributo luz, por lo que al ser alcanzados recibían una potente descarga.

Al ver que los sujetos estaban ocupados huyendo por su integridad física, el rubio bajó su arma para dirigirse hacia la chica.

Esta se tensó cuando lo vio acercarse a ella.

Obviamente esto lo notó Gilgamesh.

—Tranquila… solo quiero ayudarte — Dijo alzando las manos en gesto conciliador.

La pelirroja lo miró con sospecha, para luego asentir y relajarse un poco al ver de nueva cuenta su cálida expresión, pero sin bajar la guardia.

— ¡Estúpido! ¡Te confiaste! — Exclamó uno de los sujetos que logró acercarse a la rubia que lo acompañaba, la cual estaba de pie a cierta distancia segura viendo todo.

El sujeto se había dejado llevar por la apariencia inofensiva de la chica.

Pobre diablo.

Como respuesta, el rubio apuntó su arma hacía su espalda sin mirar y disparó.

[DRACONIC METEOR]

Un dragon de fuego azul surgió de su pistola con velocidad e impactó al sujeto a escaso medio metro de alcanzar a Takao.

— ¡Arghh! — Este cayó fuera de combate con serias quemaduras en su cuerpo.

Todo esto sin apartar su mirada de la pelirroja frente a él.

La rubia se sonrojó ante el acto protector de GiL, no es que lo necesitara, pero le pareció algo lindo de su parte.

Además de que había lucido genial.

— ¿Te encuentras bien? — Preguntó el rubio con preocupación palpable en su voz mientras su arma desaparecía en partículas brillantes.

La pelirroja sintió como su interior ardía, además de que su corazón latía desbocado, algo que la hizo abrir los ojos incrédula.

Tratando de controlar la reacción de su cuerpo, logró responder con un asentimiento.

Gilgamesh suspiró con alivio, dibujando una pequeña sonrisa.

— Es bueno saberlo… eso quiere decir que llegué a tiempo — Dijo con un tono más relajado, antes de buscar dentro de su saco.

La chica se tensó ante esto.

Aunque su corazón le decía que él no la lastimaría, en su mente aún estaban frescos los recuerdos de todos los que vinieron por ella y sus actos deshonestos.

— Tranquila, solo quiero curarte y para eso, necesito esto — Dijo al momento de mostrarle una pequeña semilla.

Estas era una de las semillas del hermitanio que llevaba a todos lados por si acaso.

El rubio le dio a comer la semilla, curando rápidamente la herida en el dorso de su mano, donde una pequeña herida era visible, además de restaurar su energía.

La pelirroja sintió como sus heridas se curaban, además de que sus energías regresaban rápidamente.

— ¿Mmm? Ya veo… una barrera — Musitó GiL cuando un brillo leve rodeó a la chica.

Esto debía deberse a que su recién recuperada energía era drenada de nueva cuenta.

Concentrando su poder, colocó su mano izquierda en el suelo.

[No me digas que usaras esa estúpida técnica]

Fue el comentario de un exasperado Radix.

— ʺPor supuesto que no… aunque el principio es parecidoʺ — Le respondió con seriedad a Radix.

Esto llenó de dudas al grimorio [Cancell].

Con eso dicho, GiL separó su mano del suelo donde un círculo mágico apareció.

Esto era visto por la rubia y la pelirroja con bastante atención.

— ʺToda barrera es básicamente una cobertura… usando mis instintos de Dragón soy capaz de desgarrarlas sin problemas… con mis ¡Garras de Dios Dragón!ʺ — Explicó al grimorio con los ojos cerrados y una expresión de gran concentración.

Radix casi lloró de emoción ante lo dicho por su máster.

[WILD CLAW - HEAVENLY HARROWING]

Nombrando su nuevo movimiento chasqueó los dedos.

Rassss

El sonido de algo siendo desgarrado resonó en el aire, para que después los círculos mágicos desaparecieran al ser destruidos.

Con esa acción, la rubia dejó de sentir su energía drenada.

Eso ayudó a que su recuperación fuera instantánea.

La chica se reincorporó bastante sorprendida, lo que sea que el joven le haya proporcionado fue bastante efectivo.

Este después le dirigió una mirada analítica a la chica asegurándose de que estuviera bien.

La pelirroja se sintió nerviosa al ser escaneada por la mirada del rubio, pero al no notar malas intenciones por parte de él, la sensación de calor regresó así como también su corazón se empezó a acelerar de nueva cuenta.

Gilgamesh suspiró aliviado al ver que todo estaba en orden.

— Mi nombre es Gilgamesh, ¿Cuál es el tuyo? — Preguntó con una sonrisa amable.

Esto no ayudó en nada al estado de la chica, la cual empezaba a respirar agitadamente con un marcado sonrojo en sus mejillas.

Pero antes de poder responder o de que el castaño pudiera agregar algo más, el Líder del grupo de Demonios apareció justo en la espalda de la chica con una daga.

— Si no podemos tenerte ¡Entonces no serás de nadie más! — Exclamó dejando caer su golpe mortal con objetivo al corazón.

Sujetar

La chica abrió sus ojos cuando notó un movimiento a su espalda, así que volteó solo para abrir sus ojos en shock.

El sujeto estaba de rodillas mientras el rubio lo sujetaba fuertemente de su muñeca, en cuya mano tenía una daga con un líquido violeta cubriendo la hoja.

Veneno.

El castaño tenía una expresión grave mientras aumentaba la presión de su agarre.

— Arghh… Ma-Maldito… — Gruñó el sujeto con dificultad.

— Esa fue una mala decisión — Dijo Gilgamesh mientras una leve capa de poder morado oscuro lo rodeaba.

El sujeto empezó a sudar al sentir el aura del joven crecer peligrosamente.

Una rápida mirada a sus alrededores y pudo ver a todos sus compañeros derribados en el suelo, siendo solo algunos los que se mantenían conscientes y observaban impotentes la situación de su Líder.

— Recibe esto… — Musitó afilando la mirada mientras la capa de energía aumentaba más y lo cubría.

[GARUDA… ¡FLAP!]

En un rápido movimiento, lanzó al infortunado sujeto hacia el cielo con ambas manos, convirtiéndose en un rayo luminoso que surcó el firmamento perdiéndose en la lejanía como una estrella más del cielo nocturno.

Los Demonios aún conscientes tragaron con terror al ver tal movimiento.

Doki doki

Doki Doki

La chica pelirroja sentía su corazón latir fuertemente, este chico la había salvado al haberse descuidado bajando su guardia, sobretodo porque él la miraba con bastante calidez y alivio al verla sana y salva.

— ʺÉl… Él es quien he estado buscando por tanto tiempoʺ — Pensó con cierta emoción y esperanza en sus orbes violetas.

Takao miraba todo con una pequeña sonrisa, el rubio había mejorado su control al usar el poder que residía dentro de él.

Contra todo pronóstico, los Demonios restantes cambiaron su expresión de miedo a una de furia y comenzaron a levantarse, algo que lo hizo suspirar pesadamente.

Zaz

¡Boom!

Un objeto cayó justo entre el rubio y los Demonios restantes.

El poderoso impacto había levantado una nube de polvo, misma que al dispersarse mostró a su Líder inconsciente y con varias heridas graves.

Toda valentía y furia desapareció de todos ellos mientras retrocedían un paso con una expresión de terror absoluto.

—Ahora su o pagará las consecuencias …para que la próxima vez los demonios se lo piensen dos veces antes de intentar algo así de nuevo — Le dijo con una voz gélida que podría congelar hasta el mismísimo infierno.

Dirigiéndose al líder del grupo utilizo un hechizo mágico para ver quién era su líder. La casa demoníaca Abadón dijo Gilgamesh entre susurros.

Instintivamente volvió su mirada hacia otra parte donde se encontraba el pequeño grupo, quiénes lo miraban con miedo.

Luego dirigio su mirada hacia el cielo al sentir que eran observados.

— Tsk… cobarde — Musitó con total desprecio.

Ese debía ser el amo de esos Demonios.

Suspirando y ya más calmado, se volteó hacia la chica con una expresión preocupada.

Algo le decía que ellos no serían los únicos en ir tras ella.

Así que era mejor implantar miedo en sus corazones para que no lo intentarán de nuevo solo dejando al Lord de la casa Abadón vivo para que de la advertencia a las demás casas.

Gilgamesh se elevó al cielo mientras un gran círculo mágico aparecia.

JIO GRAZE dijo Gilgamesh alzando la voz, apareciendo una gigantesca super-nova, al mismo tiempo que en el cielo aparecia una brecha dimensional dirigida al territorio de la casa Abadón y un holograma aparecía debajo de los espectadores, donde se podía ver el territorio de los Abadón.

Los demonios tenían un mal presentimiento de todo esto que observaban.

Gilgamesh dirigió la super-nova dentro de la brecha dimensiónal apareciendo en el cielo debajo del territorio de la casa Abadón.

La gran masa de poder se estrelló rápidamente contra el suelo, causando una explosión de gran escala sin dejar rastro de que alguna vez existió algo en ese lugar.

Los espectadores observando todo lo que había ocurrido no podían creerlo.

Por parte de los demonios se aterraron al mismo tiempo se maldecían al haberse topado con este sujeto. 

Con la pelirroja su corazón latía con más fuerza y un gran sonrojo aparecía en sus mejillas al ver lo genial que estuvo el joven.

Mientras con Takao solo mostraba una pequeña sonrisa

Ahora Gilgamesh se dirigía al pequeño grupo de demonios con una mirada sería.

Ahora larguense y llevense a su líder también diganles a sus líderes que si no toman medidas sobre el control de su gente, la facción de los demonios será extinguida.

Los demonios rápidamente asintieron llendose en un círculo mágico con su líder.

Ahora Gilgamesh se dirigía a la pelirroja.

— ¿Estás bien? — Preguntó con ligera preocupación.

Cuantas veces le había preguntado eso.

— S-Si… gra-gracias por ayudarme — Contestó la chica un poco sorprendida.

Takao se acercó a GiL, para después aferrarse a su brazo sin mala intención.

Desconocido para la pareja, esto no le agrado a la chica en lo más mínimo.

— ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó Gilgamesh.

— Mi nombre es Fanis Laminitus — Respondió la chica con el ceño ligeramente fruncido, pero aún sonrojada.

— Eres una maga de rango Ultimate… ¿No es verdad? — Preguntó Takao con expresión seria.

Esto tomó con la guardia baja a la recién identificada como Fanis, ya que no esperaba que alguien supiese en que rango se encontraba.

El rubio observó esto con gran desconcierto.

— Si… actualmente soy la última de mi organización — Confirmó la pelirroja con cierta desconfianza.

Algo que el rubio y Takao notaron fue un pequeño tinte de dolor en su voz, así mismo pudieron notar un leve brillo de soledad en su mirada.

Dejando eso de lado, el rubio quiso sacarse la duda de su mente.

— Fanis-san… ¿Qué eres? — Preguntó seriamente Gilgamesh.

Él podía notar que la chica tenía presencia humana, pero también había algo más.

Ella no es del todo humana ya que tiene una parte de su ser magia elemental de la raza de las hadas hablo Takao.

Esto tomó por sorpresa a Fanis de nueva cuenta.

— Sus habilidades de combate eran algo de temer, sin embargo ellas eran una raza pacifica… sus habilidades estaban separadas en poderes Elementales y de Combate Cuerpo a Cuerpo, siendo las primeras las más poderosas de su especie… al menos en la mayoría de los casos, ya que habían ciertas excepciones — Explicaba Takao.

Esta información era absorbida por el rubio rápidamente, mientras la pelirroja tenía una expresión en shock.

— Sin embargo… una gran guerra interna se libró, misma que llevó casi a la extinción a las hadas — Dijo la chica con cierto pesar en su voz.

Esto tomó por sorpresa a Gilgamesh.

La pelirroja solo bajó la mirada.

— Las pocas sobrevivientes intentaron reagruparse y recuperar sus territorios… después del conflicto se supo que ellas habían sido manipuladas por un hombre debido a que en su hogar habían riquezas inimaginables… aunque a ellas no les sirviera de nada — Continuaba la chica.

El rubio cerró los ojos con cierto pesar.

La pelirroja miraba a Takao fijamente, intentando saber cómo es que ella sabía todo eso.

— Lo último que supe, fue que la Líder de las Hadas y su acompañante lograron liberar sus tierras de aquel tirano, pero las pérdidas fueron grandes… siendo la pareja los únicos sobrevivientes de todo ese infierno — Dijo con semblante algo oscurecido.

Gilgamesh apretó ligeramente los puños al saber el desenlace, la extinción de toda una raza por las ambiciones de alguien.

Fanis se mantenía en silencio, ya que no sabía que pensar de la rubia al tener tanta información acerca de su raza, algo que ya nadie sabía en estos días.

— Sahashi Minato, el acompañante que sobrevivió, alguien que no dudaba en ayudar a las personas siempre que la causa fuera justa, alguien con un corazón bondadoso y gentil — Nombró la rubia.

Fanis abrió los ojos ante la mención de ese nombre.

— Asama Miya… la Hada más fuerte y única sobreviviente junto a Minato… alguien estricta con apego a las reglas, pero que no dejaba desamparado a nadie… una gran mujer y amiga — Nombró nuevamente la chica.

Esto llamó la atención de la pelirroja y al rubio.

— Takao… ¿Acaso tú…? — Preguntó el rubio con sospecha.

— Si… los conocí hace mucho tiempo… Miya y Minato fueron los únicos en su tiempo que mostraron interés en mi como persona — Confirmó con nostalgia.

Esto sorprendió a ambos.

— Puedo deducir que eres descendiente de ellos dos — Dedujo la chica, mirando fijamente a la pelirroja.

— Si… ellos fueron mis padres… antes de morir ellos me explicaron acerca de lo que yo era y el destino de mi especie… — Confirmó la pelirroja con una mirada triste.

Esto sorprendió a Takao, sin duda no lo vio venir, pero esto también trajo una duda.

— Es extraño, ya que las hadas tiene un tiempo de vida ligeramente mayor al de los humanos — Expuso la rubia con duda en su voz.

El rubio prestó atención a esto.

Y es que la pelirroja aparentaba alrededor de 20 años.

— Mis padres presintieron que una Guerra se acercaba debido a las fricciones entre [Facciones], por ello construyeron un lugar en el cual pudiera vivir por un tiempo más largo… hace seis meses que la barrera temporal que protegía mi hogar desapareció… por lo que investigué las costumbres actuales, además de informarme acerca del mundo sobrenatural para pasar desapercibida… lamentablemente mis habilidades llamaron la atención de varios grupos — Explicó.

— Ya veo — Musitó la rubia sorprendida.

La pelirroja tenía una expresión de cansancio en su rostro, además de cierto miedo con respecto a lo que había sucedido recientemente.

El rubio pudo verlo, por lo que se preocupó bastante.

— Fanis-san… ¿Tienes un lugar seguro donde descansar? — Preguntó Gilgamesh.

La pelirroja lo miró con duda, para luego negar.

— La barrera borraba mi presencia al mundo sobrenatural, ahora que no está no puedo ocultarme más — Respondió la chica mientras el calor regresaba a su cuerpo al ver la mirada preocupada de GiL.

Este se cruzó de brazos mientras adoptaba una expresión de pensamiento profundo.

Ante esto, la rubia sonrió al intuir lo que GiL pensaba.

Aunque en el fondo de su mente sentía que algo se le estaba escapando.

El castaño salió de sus pensamientos para después mirar a la pelirroja fijamente, causando que el color se le subiera a las mejillas.

— ʺEsto… tranquilízate Fanis… aún no sabemos si realmente es élʺ — Se dijo así misma.

— Fanis-san… si lo deseas puedo hablar con Yasaka mi esposa ella es la líder de los Yokai o también puedo darte un hogar en mi facción donde puedas vivir tranquila — Expuso Gilgamesh con mirada seria.

Esto causó que la pelirroja abriera sus ojos a más no poder, sin poder creer que el rubio frente a ella haya dicho tales palabras.

La pelirroja sentía su corazón latir fuertemente mientras empezaba a respirar agitadamente, al mismo tiempo que el ceño fruncido aumentaba al saber que está casado.

— Pensándolo mejor mi facción queda descartada ya hay muchos pervertidos y raros — Comentó con una gota en la nuca al recordar cómo eran los héroes frente a chicas hermosas.

Al menos Arash se controlaba… y Ozymandias era bastante profesional en su trabajo como rey.

— Tú… ¿Harías eso por mi…? ¿Por una desconocida…? — Preguntó con voz débil y mirada vulnerable.

El rubio la escuchó perfectamente gracias a sus sentidos por su parte dragón, por lo que dibujó una expresión de duda, antes de sonreír con confianza.

Todo esto ignorando el estado de Fanis.

— Claro ¿Por qué no…? no puedo simplemente quedarme de brazos cruzados ante esta situación… si está en mis manos será un placer ayudarte — Dijo el rubio con total confianza y sin una pisca de duda.

Esas palabras fueron suficientes para que lo confirmara.

— Entonces… aceptaras la responsabilidad — Musitó Fanis en tono bajo.

La pelirroja se acercó peligrosamente al rubio con los ojos cubiertos por su pelo, mientras este solo miró confundido el actuar de la chica.

Por otro lado, Takao recordó algo referente a las Hadas por lo que abrió los ojos enormemente al ver el actuar de la chica, pero al intentar decir algo fue demasiado tarde.

— ¿Sucede algo Fani…-¡hmp!... — Empezó a cuestionar GiL, para ser silenciado por los labios de la chica.

Gilgamesh tenía los ojos abiertos como platos ante la acción por parte de la pelirroja, misma que estaba perdida en un mar de sensaciones.

— ʺEsto es tan cálido… este sentimiento que recorre todo mi cuerpo, es tal como lo describió Oka-san…ʺ — Pensó mientras su cuerpo se llenaba de calidez.

Ante la mirada sorprendida de Gilgamesh y Takao, unas alas de luz color azul nacieron en la espalda de Fanis.

El fenómeno duró varios segundos, hasta que la pelirroja dio por terminado el beso quedando apoyada en el pecho del rubio.

Recuperándose de la acción ella se dio la vuelta separándose un par de metros de Gilgamesh.

Seguido a esto se volteó para mirarlo.

— A partir de ahora estaremos juntos por siempre y para siempre — Pronunció con una linda expresión seria.

El rubio se quedó sin habla, sobre todo porque no podía procesar lo que acababa de pasar.

Entonces lo sintió.

— ʺ¿Qué… es esto? Es como si pudiera sentir su esencia… como si sus sentimientos llegaran e inundasen todo mi ser… casi podría jurar que esto es…ʺ — Se cuestionó mentalmente.

[¿Amor?]

Completó el grimorio sus pensamientos.

Esto obviamente lo sorprendió.

— "Radix, ¿Tú sabes a que se debe esta sensación?ʺ — Preguntó al grimorio.

[Eso se debe a que entre tú y la chica se creó una conexión… un lazo tan profundo que solo puede ser igualado por tu marca con tus esposas y el lazo que tienes con Takao…]

Fue la respuesta del grimorio.

Esto hizo que el rubio abriera un poco más los ojos.

Takao solo suspiró, a diferencia de GiL ella ya sabía que había pasado, pero antes de decir algo, de nueva cuenta sus palabras no salieron a tiempo cuando un brillo surgió de uno de los bolsillos de Gilgamesh.

Este dirigió su mirada a su bolsillo, solo para ver un destello y como un objeto brillante salía de este y se movía rápidamente hacia la chica pelirroja.

Fanis intentó moverse, pero el objeto brillante fue más rápido y antes de poder esquivarlo este la alcanzó para después desaparecer al contacto con la chica.

Esto desconcertó a los tres presentes, antes de que el rubio abriera los ojos incrédulo al sentir ahora la conexión con una pieza de [Peón] dentro de Fanis.

El portaba actualmente un juego de evil pieces al ser creadas por Da Vinci a pedido de Katerea y Miho.

Él tenía un juego de evil pieces un poco inusual de :

Dos reinas 

Cuatro torres

Cinco obispos

Seis caballeros

Quince peones

Da Vinci le había comentado que esto ocurrió por parte de ZAFKIEL, su lado de Rey demonio y el poder de los sueños.

El actualmente tenía ocupadas las piezas de 

Dos reinas : Ellen y Artemisia

Dos torres  : Florence y Brandish

Dos caballeros : Mordred y Lugh

Dos obispos  : Radix Astil, Takao

Tres peón  : Nero, ushiwakamaru, Mashu

Volviendo al presente

Un silencio bastante intenso reinó en el lugar, antes de que Takao se acercara a ambos y convocara un círculo mágico bajo los tres.

Esto logró sacar de su aturdimiento al rubio y alarmó a la chica ligeramente.

— Esto debemos discutirlo en casa… es tarde y mañana tienes trabajo — Pronunció seriamente la chica para luego desaparecer del lugar.

Ciudad de Kuo - Mansion del Dios Heroico

Un ambiente un tanto incómodo reinaba en el lugar.

Desde hace un par de horas, Tatsumaki y Fubuki habían llegado a la mansión para hablar con el rubio, pero se encontró con la noticia de que había llevado a su [Torre] a una cita, algo que las hizo sentir un poco celosas.

Por supuesto que ya aceptaba el hecho de que el rubio les gustase, sobre todo después de que él le las salvo en la ciudad z en la dimensión de saitama.

Ellas iba vestidas con un vestido de color verde oscuro ligero y casual, además de sandalias y leve maquillaje que realzaba su belleza natural.

Este hecho encendió las alarmas en Vania, Himari y Stela, sobre todo porque a esto se le añadía que Saitama no las acompañaba.

Por otro lado Ereshkigal no se vio tan sorprendida por esto, ya que desde que el rubio presentó su Título como Deidad a Tatsumaki y Fubuki habían visto como ella miraban al mencionado.

Aunque a diferencia de aquella vez en la que sus miradas reflejaban indecisión, ahora podían ver cierta resolución.

Por su parte, Tatsumaki y Fubuki pudieron haberse retirado hace tiempo y esperar un momento más oportuno para hacer su movimiento, pero no querían desperdiciar la ayuda que sus sirvientas le habían dado este día, gracias a las pulseras que les había dado Gilgamesh para poder viajar entre sus dimensiones.

Además de que no podían permitir que alguien más se les adelantara.

En estos momentos, todas las chicas se hallaban en el living del Castillo mientras tomaban un poco de Té servido por las Maids que les tocaba turno ese día .

Tatsumaki y Fubuki se hallaban en un sofá acompañada de Vania y Himari.

Habían cruzado varias palabras con la dragona, pero aún no habían abordado el tema referente al rubio.

— Me siento un poco incómoda — Murmuró Alicia en tono bajo.

Para su sorpresa su comentario fue escuchado por la chica más cercana.

— Yo también… espero que GiL-kun llegue pronto — Comentó Stela.

Como si esas palabras tuvieran la capacidad de gobernar los hechos de la vida, un círculo que todas reconocieron brilló justo en medio de la sala.

De ella surgieron tres figuras.

Un rubio, una rubia y una pelirroja.

— Ho-Hola… hemos regresado — Fue el saludo de un nervioso rubio.

Todas dirigieron su atención a cierta pelirroja que lo tomaba del brazo posesivamente.

— De eso me doy cuenta… por cierto, veo que hay una cara nueva — Habló Tatsumaki... mordazmente mientras se cruzaba los brazos.

Esto tomó por sorpresa a casi todos, ya que por el tono que usó sonaba como el reclamo de una esposa celosa.

— GiL ¿Quiénes son estas mujeres? — Preguntó la pelirroja aumentando su agarre sobre el brazo de Gilgamesh.

Ella había usado el mismo tono de Tatsumaki al hablar.

Cabe decir que el rubio se sintió incómodo ante la creciente tensión en el ambiente.

— Bueno… lo que pasa es que ¡Espera…! ¿Tatsumaki, Fubuki? ¡BAYA! Lucen increíblemente lindas — El rubio iba a empezar a explicar lo sucedido, pero las apariencias de las hermanas Huracan captó por completo su atención.

Al instante las morenas perdieron toda la seriedad al escuchar las palabras del chico.

— ¿Li-Lindas…? — Sus ojos se abrieron levemente y sus caras se volvierón rojas ante el comentario de GiL que las miraba ligeramente embelesado.

— Si, increíblemente lindas… por cierto ¿Qué hacen aquí? — Afirmó con una pequeña sonrisa maliciosa, antes de exponer su duda.

— Espera un momento, aún no nos dices quien es ella — Interrumpió la dragona blanca con seriedad.

El resto afirmó a la pregunta, incluso unas recuperadas Tatsumaki y Fubuki, mismas que aún podían sentir sus mejillas arder.

— Bueno… ella es… — Empezó Gilgamesh no muy seguro.

Sin embargo fue interrumpido.

— Soy su esposa — Afirmó la pelirroja con total seguridad y cierta posesividad.

Un profundo silencio reinó en el lugar.

— ¿Eh? ¡¿Ehhhhh?! — Fue una exclamación unánime por parte de las féminas presentes.

Maya se tapó los oídos ante el poderoso grito.

El rubio se había quedado con los ojos bien abiertos ante el comentario de la chica.

Tokisaki Kurumi por otro lado, ella tenía un tic en el ojo ante tal escándalo.

Ella entendía que algo así las sorprendiera de sobremanera, así que antes de que las cosas tomaran un poco desordenadas se dispuso a imponer el orden.

Las chicas no podían creer las palabras dichas por la pelirroja que aún se aferraba a GiL, por lo que se disponían a empezar con la lluvia de preguntas, pero algo las congeló en su sitio.

Gilgamesh salió de su estupor para tragar con fuerza.

Fanis tenía la frente azul de miedo mientras recuerdos de su niñez venían a su mente.

Las demás empezaron a sudar copiosamente.

Eso se debía a cierta morena que sonreía con amabilidad, pero al mismo tiempo un aura violeta la rodeaba mientras una máscara Hannya aparecía detrás de ella.

— Espero no estén pensando en bombardear a ANATA... con preguntas sobre el tema, mañana tiene que dar clases y no sería correcto que faltara por que se desveló ¿Verdad? — Dijo en tono suave y calmado.

Esto hizo tragar a todas, para después negar rápidamente.

El aura de la morena desapareció, al tiempo que el ambiente se aligeraba.

— GiL, ve a descansar que mañana tienes que dar clases y ya faltaste hoy — Ordenó con tono suave pero firme Maya.

El rubio tragó saliva antes de asentir, pero entonces una pequeña sonrisa se hizo presente en su cara.

Esto llamó la atención de la mujer, quien alzó una ceja con duda.

Aprovechando que la pelirroja lo había liberado de su agarre ante la impresión, el rubio se acercó a Maya, antes de tomarla por la cintura y acercarla a él.

— ¡Epp! — Chilló lindamente la morena ante el repentino acto.

---Gracias Maya... — Murmuró en su oído en tono bajo.

La morena pudo sentir el amor que destilaba cada palabra, por lo que apoyando sus manos en el pecho del rubio se apoyó en él mientras el color inundaba sus mejillas.

Esto era visto por todas las chicas presentes, siendo varias las que tenían leves sonrisas al ver que GiL no cambiaría y siempre estaría ahí para ellas.

Bueno chicas ya es hora de dormir dijo Gilgamesh mientras soltaba un bostezo y subía por las escaleras hacia las habitaciones.

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