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Chapter 4 - La Carrera

Dani

Soy Daniel Fernández (mis amigos me llaman Dani) tengo 23 años soy bastante alto , me ejercito a diario y cuido mi cuerpo por lo que tengo los músculos bien definidos y mi abdomen , mi cabello es negro, mis ojos azules, tengo gran parte de mi cuerpo cubierto de tatuajes aunque solo se ven los del brazo y estoy en 3 año de la Universidad mi pasión es correr , mi padre compitió en el Campeonato del Mundo de motociclismo regido por la FIM ( Federación Internacional de Motociclismo ) y desde pequeño tuve gran amor por las carreras, pero debido a un accidente que tuve hace 3 años mi madre me hizo prometer que no volvería a correr ( al menos no lo hago profesionalmente ), tengo una vida de lo más aburrida , la cual odio, estoy estudiando economía sólo para hacer feliz a mi madre y mi padre que quieren que los ayude en la compañía de la familia ,mi padre al retirase de la pista de carreras sintió que no podía estar muy lejos , así que creo un equipo con sus antiguos compañeros de carreras para formar nuevos campeones El Ducati Tim al pasar los años el pequeño grupo de amigos creció y se convirtió en una gran empresa, no voy a decir que somos billonarios, ni nada por el estilo( recuerden que la empresa no la formó solo mi padre , si no que fue con un grupo de amigos ), pero digamos que vivo cómodo y tengo lo que necesitó o al menos casi todo.

La Universidad es bastante aburrida, le falta la adrenalina de las carreras, solo me queda como consuelo las mujeres, aunque ninguna dura más de unas pocas semanas la variedad no está nada mal.

Hace un par de semanas conocí a una con la que tengo "algo" nos vemos, tenemos sexo, compartimos un poco de tiempo, pero nada de compromisos, la verdad la chica está bien buena y siempre anda perfecta, es bellísima, pero por alguna razón no me hace sentir nada especial y el sexo tampoco es la gran cosa, esta noche me prometió que tendría el mejor sexo de mi vida, lo estoy esperando con ansias.

La gente en la pista enloquece, todos gritan mi nombre, solo faltan unos pocos metros para ganar el Campeonato Mundial, estoy tan cerca de la meta acelero pasándole a la Honda que tengo en frente, ya nada se interpone entré el triunfo y yo … —Dani, Dani despierta, te necesito.

Unos gritos me sacan de mi hermoso sueño, abro los ojos y veo a mi madre sentada al otro extremo de la cama.

—Hola cariño —me dice al ver que abro los ojos- tú hermana empieza hoy su primer día en la Preparatoria y tú padre fue a llevarla, pero olvidó sus medicinas (mi hermana tiene un pequeño problema en el corazón, nació con él y aunque hasta el momento no es grave hay que tener mucho cuidado).

—Si, ya voy —respondo hundiendo la cabeza en la almohada.

—No te demores tú padre te va a esperar en la entrada de la escuela. —me dice mientras se aleja de la cama.

Me siento en la cama tomo mi móvil que está en el bolsillo de mi jean, miro la hora calculo el tiempo que me va a tomar ir al Instituto y luego llegar a la Uní a mi primera clase

Me sobra tiempo – pienso.

Me dirijo al baño, tomo una ducha rápida, entro al cuarto me visto con lo primero que veo (jeans azules, pulóver negro y calzoncillos) tomo mi chaqueta y mi casco y me dirijo hacia la cocina.

Sentada en la sala esta madre vestida con un traje negro y el largo pelo recogido (luciendo como una profesional abogada) hablando por el móvil con alguien.

—Voy a coger la moto de papá que está en el garaje— aprovecho para decir mientras está ocupada y no pueda negarse, pone los ojos en blanco y vuelve a su conversación, yo aprovecho cojo las llaves y salgo a buscar a mi niña bella.

En camino a la escuela de mi hermana me siento invencible, esa sensación de adrenalina y fuerza que me causa el manejar una moto así, en poco minuto ya estoy frente a la escuela, me saco el móvil del bolsillo y llamo a mi padre me dice que tuvo que entrar con mi hermana al salón de clase pero que ya va a salir que lo espere en el parqueo.

Vuelvo a montar en la motola enciendo y me manejó hacia el parqueo en cuánto entro veo un sintió libre.

Que buena suerte —pienso, Pero luego me percató de que otra moto está a punto de ocupar el lugar.

Supongo que es estudiante de aquí porque puedo ver el uniforme y parece ser una chica, temiendo que ocupé el único lugar disponible acelero la moto y le paso por el lado e invado la plaza que está libre, mientras me bajo de la moto sentí que alguien se acercaba a mí a toda prisa y empezaba a gritar.

Era una voz fuerte que emanaba autoridad , pero también era un poco dulce, me giré hacia ella, quite mi casco y la chaqueta negra y lo puse encima de la moto, cuando me vio se quedó en silencio no sé lo que le causó mayor impresión si yo, o la moto, no podía apartar sus ojos verdes, aproveche que se quedó sin palabras para mofarme de ella, pude ver que la descontrole, sus mejillas se tornaron de un rosa oscuro por la rabia, su labio se inclinó ligeramente y todo su hermoso rostro se convirtió en un volcán a punto de entrar en erupción, y explotó, en cuestiones de un segundo me tomó por sorpresa y sentí como su delicada mano impactaba contra mí rostro, percibí que no había concluido y antes que me atacara por segunda vez atrape sus delicadas manos y junte nuestros cuerpos, por tan solo un segundo me perdí en esos hermosos ojos verdes en esa carita angelical, pero a la vez, de diabla.

Siento como su respiración se acelera y sé lo que le provoco, me pide que la suelte y yo decido molestarla un poco más, no sé porque, pero me gusta verla enojada, su móvil sonó trayéndome de vuelta a la realidad y recordé el motivo de mi visita a esa escuela, solté sus manos y la vi alejarse, alcé la vista y vi detrás de ella al otro extremo se acercaba mi padre caminando, así que aproveche para escapar de ella y me acerque a él caminaba hacia mí erguido, con su traje gris.

—Aquí están las medicinas de Aitana — le dije mientras metía mis manos en el bolsillo de mi pantalón para sacar un frasco.

— Muchas gracias por traerlas, te veo esta noche en casa. — Toma el frasco de mis manos.

— Está bien —respondo y antes de que pueda alejarme agrega.

—¿Quién es esa chica con quién estabas hablando? — pregunta con ojos llenos de curiosidad.

—No lo sé—respondo cortante —la acabo de conocer.

Y me alejo de mi padre acercándome a la que chica había dejado cerca de mi moto, pero ya no estaba sola había otras 3 chicas más con ella, todas igual de guapas, 2 rubias y otra morena cuando por fin estuve lo suficientemente cerca pude notar que habla de mí y por alguna razón su comparación me dio mucha gracia y no pude evitar reí, antes de irme volví a hacerla enojar y me marché.

No sé porque, pero esa chica tiene algo que me hace querer molestarla, no sé si es por lo linda que se ve cuando se irrita, o si es porque se ve que no está acostumbrada a que nadie lo haga, en fin, luego de marcharme no podía dejar de pensar en ella.

Volví a la casa a dejar la moto y ya no había nadie -Mi madre debe estar ya en el trabajo – pensé- creo que hoy no voy a ir a la Universidad,

Entré a mi cuarto, me quité los zapatos y me acosté en la cama a dormir un rato más. Cerca de las 12 recibí una llamada que me despertó.

— Hola – conteste medio dormido aún

— Hola Dani ¿estás ocupado hoy? - me pregunta la voz al otro lado del teléfono.

— ¿Quién es? – pregunte sorprendido

—Soy Dylan – responde – Esta tarde tenemos una carrera ¿quieres darte una vuelta por acá?

Al escuchar hablar de carreras todo el sueño desapareció. Dylan – carrera , dios que mejor despertar puedo pedir , Dylan es uno de los viejos amigos de papá con los que formó la empresa, pero a Dylan las ganancias de la empresa no le eran suficientes y decidió crear una pista de carreras y de apuestas ilegales, mi padre al enterarse de esto lo obligo a vender su parte porque no quería tener nada que ver con negocios ilegales, pero aún siguen siendo amigos, o mejor dicho, conocidos , Dylan ha montado todo un negocio ilegal bastante próspero y de vez en cuando me llama para que participe en sus carreras ( porque comprende mi pasión por ellas) pero hasta ahora nunca me había interesado, al menos, no, desde el accidente.

—Si, claro que quiero – respondo emocionado.

—Ok no sabes cuánto me alegro de que te decidieras, te espero a las dos en mi pista.

Estoy tan emocionado que he perdido el sueño, me levanto de la cama de un salto y decido llamar a Leo (mi mejor amigo, somos casi hermanos, nos conocemos desde siempre y él comparte mi amor por las carreras) Lo llamo, pero no contesta, le escribo y le cuento que hoy voy a la pista y que lo voy a esperar dentro de 30 minutos en el "Coffe the King" que está cerca de mi casa.

Salgo de mi cuarto y me monto en mi Mustang negro de 1967, es la única chica permanente en mi vida, mi hermana dice que parezco Dean Winchester (de sobrenatural) la verdad no me importa yo amo mi coche, luego de pensar en la comparación de mi hermana me viene otra a la mente.

Joder, hasta cuando esa chica va a seguir dándome vueltas en la cabeza.

Me subo al coche y conduzco hasta el café, veo a mi amigo sentado en la mesa de siempre coqueteando con la camarera, sueno el pito del carro 1, 2, 3 veces y él no me escucha hasta que, al fin, una 4ta ves reaccionan, se despide muy cariñoso y sale del café, trae unos jeans negros, con un pulóver negro, el pelo peinado para atrás y un caminado, que si no fuera hetero me enamoraría, la verdad no hay chica que se le resista. Se acerca al coche con una gran sonrisa y en tono burlón me dice:

—Más te vale ganar está carrera porque deje de pasar el polvo del año por ser tu acompañante.

Empezamos a reír y yo prendo el coche y manejo hacia la pista he ido otras veces a ver las carreras así que se perfectamente como ir.

—Madre mía esto está lleno de gente – me dice Leo cuando entramos.

—Al menos espero tener buena competencia. —Ambos nos reímos — Mejor vamos a ver a Dylan, quiero ver que moto me va a prestar.

Luego de un par de minutos buscando a mi amigo por fin lo encuentro, se sorprende de que quiera correr y antes de que cambie de opinión me muestra un par de motos y me dice que escoja la que quiera. Tras considerar un par de minutos escojo una Honda XR 150. Me preparo para la carrera y mi amigo se marcha con Dylan, llega el momento de la carrera y la adrenalina me sale por los poros, antes de que me dé cuenta ya estoy llegando a la meta con una gran ventaja del resto, pongo la moto en su lugar y voy hacia donde sé que se va a encontrar Dylan, este al verme empieza a felicitarme y a hablar orgulloso de mí, entonces mientras me quito el casco veo una silueta acercarse, por lo que escuche decir a Dylan es alguien que quiere conocerme, cuando terminó de alzar la vista me llevó una sorpresa.

Ostias tío creo que estoy alucinando – pienso

Pasados unos segundos me doy cuenta de que no es así, es esa chica de nuevo, la tengo enfrente otra vez quiero preguntarle tantas cosas, quiero decir algo al ver su mirada tímida, pero me traicionan mis palabras y al abrir la boca solo logro irritarla de nuevo.