[8 años después]
En un patio ubicado en la parte trasera del Orfanato de Ciudad Republica había un improvisado parque con juegos infantiles que eran usados por una gran cantidad de niños bordeado por una hilera de arboles grandes y frondosos a unos 5 metros del parque.
En uno de los arboles altos y frondosos mas cercanos al parque estaba un niño de casi 9 años con el cabello rosa claro que se encontraba sentado en una de las ramas mientras limpiaba unas manzanas frotándola con un extremo de su camiseta.
Sukuna: -suspiro- "ah, la juventud es hermosa" menciono dándole un mordisco a la manzana, admirando el atardecer que se podía observar haciendo que junto al parque lleno de niños jugando ocasionara una hermosa escena digno de una pintura.
Aki: "Oye!, Sukuna!, vamos a jugar, bájate de ahí" interrumpió una niña de 9 años de cabello negro con 2 trenzas y un rostro salpicado con pecas que le gritaba con la intención de obtener su atención, esperando su respuesta expectante, los niños que estaban junto a ella se unieron con el fin de poder convencer a sukuna de jugar con ellos.
Sett: "Vamos Sukuna!, ya baja de ahí, vamos a jugar" hablo un niño de 10 años muy corpulento comparado con los demás niños de su edad.
Jako :" Aun tenemos tiempo antes de que Madre nos llame para seguir estudiando" Ofrecio un niño de unos 10 años.
Zael: "Vamos chicos sabemos que no aceptara, mejor juguemos entre nosotros" dijo un niño de 6 años con una actitud seria
Sukuna: "Díganle a madre que volveré tarde esta noche" respondió antes de dar un salto y adentrarse en el bosque saltando entra rama y rama del bosque.
Aki: " Otra vez?, sabes que Madre nos regañara, oye, Sukuna no te vayas... y se fue, ahora que le diremos a madre?, fallamos en la misión que nos dio" dijo en un tono decepcionado la pequeña
Zael: "Le diremos lo que paso, si tiene que regañar a alguien que sea a el, no a nosotros" respondió dando por terminada la conversación y dirigiéndose juntos a sus hermanos devuelta al interior del orfanato para darle la mala noticia a la cuidadora.
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[Bosque]
Se encontraba Sukuna que ya había descendido al nivel del suelo y se adentraba en una cueva oculta por unos arbustos, tomando una pala que había dejado arboles atrás empezó a cavar, en poco tiempo abrió un agujero que haría parecer que fue hecho por 2 hombres adultos debido a la profundidad y la velocidad
Sukuna: "Debo admitir que nunca me cansare de admirar la bendición de Dios" dijo mientras dejaba la pala a un lado y con una mano sacaba la enorme caja de hierro, debido a que la bendición que le otorgaron no solo lo hizo más resistentes a las enfermedades al punto de que nunca se enfermó sino que también lo hizo fuerte, muy fuerte, desde que pude jugar en el parque a la edad de 5 años por su cuenta, se adentró en el bosque a entrenar ya que si bien este lugar no era tan peligroso el hecho de ver como todos los meses las triadas venían a extorsionar hizo que sangre hirviera de impotencia.
Una vez que entro en el bosque al intentar en pensar en un método de entrenamiento, antes de que se diera cuenta su cuerpo había cambiado de postura por una de boxeo un poco extraña ya que mesclaba patadas y piruetas, entonces intento hacer un poco de boxeo sombra. En vez de intentar detenerse, lo que hizo Sukuna fue cerrar los ojos y dejarse llevar por la sensación, aunque solo pudo practicar por unos 10 minutos antes de caer en el suelo del bosque rendido de cansancio.
Después de ese día empezó a ir todos los días al bosque a entrenar Boxeo donde poco a poco domino el boxeo, claro que las cuidadoras se dieron cuenta de sus desapariciones constantes, y empezaron a preocuparse por el debido a que siempre venia con la ropa sucia y muy cansado por lo que decidieron hablar con el.
Eva: "Sukuna, me ha dicho un pajarito que te gusta jugar en el bosque, quieres decirle a Madre que haces ahí?, descuida no estas en problemas solo queremos saber" dijo la cuidadora principal con un tono relajado mientras le aclaraba que no estaba en problemas, a un Sukuna de 6 años.
Sukuna: " Solo juego en el bosque, Madre, es que me gusta la sensación de libertad y jugar con los animales en el bosque, además hace unos días traje un cerco salvaje que logre cazar en el bosque" dijo con un rostro de suficiencia que rápidamente cambio de expresión debido a la respuesta de Eva.
Eva: "Cazaste un animal salvaje tu solo?, Estas bien?, Te hizo daño?" en vez de una felicitación lo que obtuvo Sukuna fue unas preguntas de preocupación justo antes de un regaño.
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[de regreso en el bosque]
Sukuna: "Fue difícil lograr convencer a Madre de que me diera permiso de seguir visitando el bosque con la condición de que no intentaría cazar mas animales y que regresaría antes de la noche al orfanato, pero al fin obtengo la recompensa, aunque no le deje otra opción ya que de todas formas lograba escaparme, descuida Madre, lo hago por ti y los demás, y pronto podre protegerlo a todos" dijo mientras abría la caja y sacaba una especie de patineta de metal donde en unos de sus extremos tenia una especie de ventilador incrustado con aspas de metal, junto a la patineta había un conjunto de traje de los luciérnagas y una mascara con aspecto de un búho.
Mientras sacaba la patineta y la mascara de firelight y dejándolos aun lado mientras cerraba la caja con el traje de luciérnaga aun dentro.
Sukuna: "al fin podre salir de este bosque, ya practique lo suficiente aquí adentro, quiero sentir el aire" dijo mientras ponía sus pies sobre la patineta donde había unas siluetas de pisadas.
Entonces algo increíble paso, los tatuajes en su cuerpo empezaron a brillar de un color lila oscuro y este a su vez hizo que la patineta cobrara vida mientras un brillo color lila claro se desbordaba de este.
Hace 2 años que se atrevió a intentar dominar las habilidades dadas por Vaatu cuando era bebe, y ya sea por la bendición del Ser que lo trajo a este universo o la debilidad del mismo Vaatu, la influencia que poseía sobre Sukuna era mínima al punto de reducirse a un pensamiento que aparecía una vez de cada pocos meses y que manifestaba a modo de sueño donde aparecía en un paramo frente a un enorme árbol sin hojas donde estaba Vaatu encerrado en una burbuja de energía.
Vaatu: "Libérame mortal, Cumple tu propósito" exigía el espíritu.
Sukuna: "Hola Vaatu, esta vez fueron casi 8 meses, te estas debilitando estúpido calamar, cada vez mas" contesto con desdén mientras se sentaba en el suelo frente al gigantesco árbol y su prisionero, a la espera que la matriarca lo despierte.
Vaatu: "Porque aun te resistes a mi?, júrame obediencia esclavo" hablo con superioridad al niño frente a el.
Sukuna: "Vamos Vaatu, ya hemos tenido esta conversación antes, enserio empiezo a aburrirme de estas visitas, ni siquiera hay comida aquí, ahora tengo que esperar días aquí hasta que me despierten, todo por tu culpa idiota" respondió a tono de burla, mientras se preparaba a pasar días meditando.
Vaatu: "Que espíritu sobrepasa mi poder para bloquear mi poder sobre ti?, acaso esas tontas leones tortugas decidieron intervenir en el mundo?, ellas desean que mi prisión dure otras 10 000 vidas aquí encerrado?, es inútil, ya sea por tu interferencia o tu falta de esta, yo me liberare y dirigiré mi ira a ti después de acabar con el avatar" amenazo.
Sukuna: "Si bueno... hasta entonces puedes seguir ahí encerrado, y observarme como cada acción que hago, se aleja mas de el propósito por el cual me marcaste, y no podrás hacer nada, incluso si eso significa que tenga que unir fuerzas con el avatar para encerrarte" dijo con dificultad el niño antes de ser interrumpido por el ruido de su estomago, al darse cuenta en la situación de hambre en la que se encontraba decidió sentarse y colocarse en posición de loto y dedicarse a meditar.
Vaatu :" JAJAJAJAJAJAJAJAHAHAHAHA, enserio crees que el avatar confiara en ti, incluso si decides traicionarme, mi esencia esta en ti, en cuanto el avatar sienta tu presencia, intentara matarte, esta en su instinto, ya que yo soy su enemigo natural, su contrario, su antítesis, por lo tanto tu también lo eres, nunca confiara en ti, no mientras aun haya vida en tu cuerpo" respondía mientras se reía escalofriantemente antes de ignorar al niño que meditaba al ver que sus amenazas eran dadas por alto.
Sukuna: " y eso que, solo tengo que explicarle la situación , es el avatar, entenderá y me ayudara" respondió dando una excusa que el también esperaba creer inútilmente antes de volver a su meditación con dificultad.