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EL ENCANTAMIENTO

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Synopsis

Chapter 1 - EL ENCANTAMIENTO

Cuentan los que lo vieron, más yo no lo vi; pero me hubiera gustado verlo, a mí solo me lo contaron y yo te lo voy contar como me lo contaron, para que tu lo cuentes… Y otros, otros y otros lo cuenten como te cuento el cuento que sucedió allá por los años en el rabo del gato.

Se dice que en el correr de los años mil ochocientos, en el reino Las Anonas, vivió la princesa Kristell Liso Norec, hija única e ilegitima del rey Anonis Liso, se decía entre los pobladores del pequeño reino, que la princesa poseía el mismo encantamiento que la madre, cuya hubiera sido hechicera del bien y el mal, obraba según lo que sufragaras, se dice que conocía un encantamiento que si lo utilizaba acabaría con la vida de un ser amado por parte de aquel que lo requiriese; pero ella utilizó el encantamiento para salvar a un ser amado y por ello sufragó inestimable cuantía. Y se cuenta que la madre de la princesa salvó la vida del rey; pues el soberano en busca de respuestas del porque la reina lo había dejado de amar, descubrió que ella estaba planeando derrocarlo con ayuda de un amante, ante la expuesta situación, el rey miró con otros ojos a la hechicera Asun Norec, quien en realidad era una exuberante mujer rumana, de ojos celestiales, piel blanca y delicada, no parecía ser una bruja, sino aun más hermosa que una damisela de la nobleza, ante encantos femíneos y ansioso de pagarle con la misma moneda a la reina, optó por el adulterio, justo la noche cuando a través de la lumbrera penetraban las fulminaciones musgos rosetón de la súper luna sonrosada, y en ese místico aposento hizo suya a la hechicera, suceso del que quedase por resultado una hija, la cual protegía Asun; pero el secreto no tardó en ser revelado por el mismo rey que había vivido largos años desposado a una mujer infértil e infiel.

Enterada la reina, demandó audiencia con la hechicera, al verse cara a cara las dos mujeres, la reina pretendió asesinarla; pero Asun se convirtió en una maliciosa felina que se escabulló fácilmente, irritada la reina contrapuso al rey, pidiéndole la cabeza de la hechicera a cambio ella criaría a la infanta, le darían títulos y privilegios reales; pero tanto el rey como su reina jamás pensaron que la madre de la criatura seguía allí, suavizando sus garras con una lima, sonreía oyendo a los soberanos, total era solo una pequeña negra gatita, no se distinguía más que sus carmesíes ojos en la oscuridad donde estaba oculta. Sabiendo que su cabeza tenía valía, acudió a la cuna donde yacía su infanta de un año de vida, miedosa a perderla optó por dejarle un legado, lo único que poseía y de ella recordaría, eran sus dones místicos, sus poderes sobrenaturales de mutación, cargándola entre sus brazos, asentaba su izquierda mano sobre la cabecita mientras decía aquel ensalmo en su lengua rumano; "Oricine inima ta intenționează să cucerească cu intenții rele, își va pierde viața, care va veni alături de tine și a șaptea viață într-un fericit vei deveni, șapte vieți pe care le va avea, de acum înainte oricine se căsătorește cu tine și alege să fie necinstit, își va pierde viața pentru a vedea adevărata încântare, miau ", que traducido al castellano significara; "Aquel cuyo pretenda tu corazón conquistar con malas intenciones, perderá su vida, la cual se sumara a ti y a la séptima vida en felina te convertirás, siete vidas tendrás, en adelante quien te despose y opte por serte desleal, perderá su vida al ver tu reales garras de encantamiento, miau".

La hechicera Asun Norec, aun sabiendo que transmitir el encantamiento significaba la muerte propia, lo hizo por amor a su hija, porque de haber huido, su descendiente pagaría su desliz, rápidamente fue capturada, presentada a los soberanos, puesta a la presencia de la nociva reina, que tratando de humillarla acortó su vida tras decirle; «antes de que la péndola anuncie el alba habrás partido de este mundo y perjuicios mas nunca podrás causar, y su majestad, en sus manos queda nuestra hija, la princesa Krsitell, cuídela mucho, porque no tendrá más herederos, y no consuma bebida o alimento alguno hasta después que haya expirado la existencia de su falaz reina». Empalidecía la reina Yessica ordeñó la muerte de la hechicera, presenció el momento en el que fue lanzada a la hoguera.

Pasadas las horas, antes de que naciera el alba, la reina consumió el jerez que ella misma había preparado para acabar con el rey, el cual contenía mortíferos venenos indetectables que inclusive la mejor hechicera pudiera escudriñarlo.

Con el pasar de los años la infanta fue creciendo, la princesa Kristell ya estaba en edad de casadera, hubieron amores a morir; pero solo pocos fueron los que escogía, y todos príncipes don juanés, se contaba que había tenido siete pretendientes, y que los siete habían fallecido por causas naturales, había brotado el rumor de que estaba encantada, debido a los maleficios de su difunta madre, cuando la princesa estaba triste o herida emocionalmente florecían garras de sus manos y pies, sentía las vibrisas, que son un tipo de pelos rígidos como bigotes que poseen algunos animales mamíferos, en este caso, el gato, esto era como elemento sensorial, no sabía cómo ni por qué; pero cuando menos lo esperaba estaba en cuatro patitas, era una hermosa gatita negra que portaba coronita real, que cuando los machos se le acercaban gruñía; pero usualmente solía ronronear debido a su estado emocional que seguía siendo el del humano. Triste y herida, un día en el tejado en el que estaba, escuchó el ronroneo de otro felino, cuando lo vio, se dio tremendo susto, era una gato desnudo, su arrugada piel rosa, tan fina como un melocotón, y sus ojos turquesa, era un minino Sphynx o dígase gato esfinge que ha recibido el apodo de "aterrador" por su curioso aspecto. Esta especie de gato sin pelo recibía muchos comentarios negativos y despectivos de aquellos que no son verdaderos amantes de los gatos y que juzgan a un libro por su portada. Y claro es originario de Rüti (Suiza), es un gatito dulce y amigable al que le encanta dormir, jugar e interactuar con sus dueños humanos.

Al principio la princesa tuvo miedo de él, pero él le dijo que era un humano, un sultán, que un enemigo lo había convertido en esto y que solo el día que encontrase a la persona humana que lo amare tal cual fuera, entonces encontraría el amor y el hechizo se rompería, del mismo modo ella le contó que era heredera de un encantamiento, que al séptimo pretendiendo falaz su encantamiento había surtido efecto, es decir que en otras palabras finalmente había recibido su herencia materna, la virtud de ser humana y animal. Con el pasar del tiempo, habían creado un bonito lazo afectivo al que llamaban; amistad, durante el día, ella era humana y él seguía siendo el espantoso gatito sin pelos, los habitantes decían que se trataba de un horrible demonio, una bestia enviada por su madre desde los avernos; pero ella lo defendía de todos, pasaban el mayor tiempo platicando entre las plantaciones de anonas del reino, que era la fruta de la nación, siempre solía llevarle comida a su amigo el gatito Chimino, así era como lo llamaba, porque él no tenía un nombre de gatito, sino que era solamente el sultán Maximin Suilekan, entonces ella cariñosamente se lo había propuesto, explicándole que Maximin quizás significara Maximino y que de cariño le diría; Chimino. Algunas veces él le preguntaba si deseaba no tener el encantamiento, ser solamente la humana con titulo real, ella le solía responder que era una forma de sentir a su fallecida madre, que no había nada de malo en ser ambas cosas, después de todos, los humanos y los animales no somos tan diferentes. Una noche de verano, cuando veían la luna, en la torre más elevada de palacio, después de haber danzado bajo la lluvia, allí estaban los dos gatitos, parecían prometidos, ella, repentinamente lo besó, asustadizo por aquella acción, él le dijo que solo un beso de amor verdadero podía romper el encanto, y sucedió que aquel beso no funcionó, entonces enfadada la gatita le decía que el culpable era únicamente él, que vivía esperando prodigios, que en este caso no se había dado cuenta de que el amor que ella sentía por él era real, tan real que lo había besado contra las ceremoniales morales que su padre le había impuesto, de ser una señorita decorosa, pura y casta.

Chimino se dio cuenta que amaba a la princesa, extrañaba esas largas platicas en los tejados, esos recorridos durante el día, cuando ella era la humana que lo acarreaba en sus brazos y lo defendía de burlas de los que no saben apreciar la real belleza, la ocasión que bailotearon bajo la lluvia como dos felices gatitos, esos y tantos momentos lo hacían concluir que en su corazón también habitaba el primor del amor. A la siguiente noche la princesa no volvió, él la esperó y la esperó; pero ella jamás apareció, y esto sucedió durante veintisiete noches continuas, hasta que decidió ir por ella, sentía que su corazón la necesitaba; entonces fue cuando supo que el amor si residía en su corazón, a la mañana veintiocho Chimino se metió a palacio de las Anonas, escurridizo era, que llegó hasta el trono real, allí donde la princesa estaba siendo cortejada por un conde, el cual el rey había invitado para enlazarlo a su hija, con ánimos lánguidos Chimino escapó; mientras huía en la cocina escuchaba el parloteo que se traían las siervas sobre el futuro matrimonio real. Pasadas unas horas, Chimino, por coincidencia estaba echado bajo el coche del conde De Las Rosas, allí aguarda una mujer, y cuando el conde subió, el escuchó que le dijo que había sido fácil embelesar al rey con inexistente caudales, y que dentro muy poco sería el dueño de todo este poblado, lo que más le llamó la atención fue que la mujer lo llamase afectuosamente su amor, mientras lo besaba y congratulaba, se trataba de dos timadores que solo querían poder. El día de la ceremonia de la princesa, el feo gatito Chimino, irrumpió en la alcoba de la princesa con sus ronroneos, habló con ella, le contó todo lo que sabía del conde, que era un embaucador, ella que dominaba sus transformaciones tornó a ser la felina, no esperó a que ella dijese palabra alguna cuando le plantó un efusivo beso de amor, en ese momento de él se rompió el embeleso, y volvió a su estado natural, ahora no sería más el gato, solo el sultán Maximin, ya no sería más Chimino el que la alegraba con esos tiernos ronroneos; pero él seguía entendiéndola como animal y como mujer aun más, que tras ella tornar a su materia real, la sorprendió con otro inesperado beso de amor. Pasadas unas horas contaron al rey lo sucedido con el conde De Las Rosas, desairado el soberano estaba por dar la orden de que se les encerrara en las ergástulas; pero su hija le dijo que simplemente les dejara marchar, ante la bondad de su corazón, el rey aprobó aquella petición y su encantamiento no arranco la vida de su desleal pretendiente. Después de unos días, el sultán Maximin y la princesa Kristell se casaron, ella lucia notorios atavíos mauritanos, en el reino hubo celebración con bombos y platillos…, en adelante el encantamiento diría; a ojos del gato, todas las cosas pertenecen al gato, porque es el gato es el único animal que ha domesticado al hombre.

Y los miau, miau, miau, vivieron felices para siempre.

Fin… miau…