Chereads / Old Memories / Chapter 50 - Capítulo 3: ¿Por qué no te das cuenta?

Chapter 50 - Capítulo 3: ¿Por qué no te das cuenta?

Otro día en la Academia había llegado, específicamente el segundo, mi primer día fue algo peculiar, si… creo que esa es la palabra para describirlo. Pasando la mayor parte conociendo las reglas y la estructura de la escuela, aunque no la haya conocido en su totalidad, al menos ya puedo moverme con facilidad a las clases.

Pude entrar al Club de Ripper por suerte, ahora solo restaría esperar a que anuncien el torneo .

Solamente me quedaría cumplir los horarios de entrenamiento. Si tan solo eso fuera todo, entonces las cosas serían más sencillas.

-Hola, presidente de la clase~.

-¿Haciendo un buen trabajo, presidente?

-Sí, ya los vi, ¿podrían solo no desordenar tanto el salón, por favor?

Al parecer ahora soy el presidente de la clase por decisión (obligación) de la clase, y también parece que estoy en la clase más animada de la escuela.

Estudiantes hablando sin parar, durmiendo como troncos, usando sus teléfonos móviles.

No tengo ningún problema con esta atmosfera tan relajada, de hecho, me uniría a ellos si fuera invitado, pero es difícil ahora que tengo esta responsabilidad más molesta.

No sé cómo debería manejar esto sinceramente, al menos no solo…

-...

Le di una mirada a la chica del pelo teñido, Araroza, que estaba hablando con dos chicas en su asiento. Ella nada más pasa de mí y me ignora, a pesar de que fue ella quien me puso en esta situación.

Tal vez está enojada porque la metí en el mismo trabajo, pero eso no me importa, haré que ella haga su parte también.

Momentos después de las clases de la mañana, llego la hora del almuerzo y la mayoría de los estudiantes saltaron de sus asientos para ir a comer con sus amigos a la cafetería.

Me levanté rápidamente para ir a hablar con Araroza, quería discutir varios asuntos y talvez arreglar las cosas.

-Disculpa, Araro…

-¿¡Oigan, vamos a comer~!?

-¡Si, yo voy~!

-¡Vamos rápido~!

Cuando vi que salió del salón con sus amigas me quede pegado en el suelo.

De todas las oportunidades, fracase en la primera. Que extraño, ¿Qué ese este sentimiento de rechazo?

-Narukami.

La voz y la mirada de una mujer me llamaban, era la profesora Davis.

-Profesora…

-No olvides que hay que limpiar el salón al salir.

-¿Incluso cuando ve mi situación solo eso puede decir?

No sentía ninguna malicia proveniente de ella, pero sus palabras junto con su expresión eran frías y serias.

-Si tienes problemas, entonces arregla las cosas con Araroza, son los encargados después de todo.

-Ummm, no lo sé, la verdad creo que me desprecia por lo que paso.

-Solamente trata de llegar a un acuerdo, si después de eso aún se comporta de esa forma me lo haces saber.

-Esa era mi intención desde el principio, no quiero complicar las cosas más de lo que ya están.

Ahh… en serio me es difícil tratar con las chicas, si fueran chicos me sería más fáciles de entender.

Los únicos ejemplos que tengo sobre interactuar con el sexo opuesto son muy pocos.

Pero si las comparo con mis hermanas son un mundo diferente. Me espera un gran reto.

Mientras me rascaba la cabeza armando mis ideas, la profesora hablo lanzándome una mirada expectante.

-Por cierto, Narukami. Eso de que quieres ser un Ripper, ¿Es cierto?

-Sí, eso era verdad, de hecho pude entrar en el club de Ripper de la escuela, ¿Algún problema?

-No… Por… Olvídalo, no dije nada. Solo asegúrate de cumplir los horarios y no llegar tarde.

-¿…?

Con eso dicho, tomó sus cosas y comenzó a caminar a la salida.

-Ah, profesora.

-¿Si?

Detengo a la profesora antes de que se fuera. Quería decirle algo que me había estado preguntando.

-Tenía curiosidad, ¿pero usted cambió su apellido? Si no recuerdo mal se apellidaba Marín.

A pesar del tiempo, no había olvidado ese detalle la vez que se presentó el otro día. Solamente la llamaba "maestra" y nunca de otra forma. Así que quería saber ese dato únicamente por capricho.

-Claro que no. Me case hace 3 años y tome el apellido de mi esposo, y también tengo un hijo.

-Oh, así que es eso…

Entonces pudo conocer a alguien al final de todo, eso es bueno. Ella me dijo eso como si no fuera la gran cosa, hasta hay un poco de indiferencia en su expresión.

Solamente le trasmitiré mis sinceras intenciones.

-Ya veo, me alegra mucho escuchar eso.

-... Gracias.

Creía haber sido muy amable por lo que dije, incluso creo que soné muy simplón, mi sonrisa talvez le pareció muy falsa.

Pero ella solamente desvió su mirada sin verme.

-Arregla las cosas con Araroza, y procura avisarme si algo pasa, ¿entendido?

-Sí, entiendo.

Al responderle ella solamente abandona el salón, parece que no hay más nada de que hablar.

Ya habían pasado más de diez minutos desde que la campana sonó, la mitad de la clase ya se fue.

-Muy bien…

Camino hacia el chico que se encontraba observándome desde hace un rato.

-Hola, Collins, ¿comemos juntos?

-Ah, sí, claro.

Collins dijo mientras ordenaba las cosas de su escritorio. Pero esta vez no tenía planes para salir por ahora.

Sacando las cosas que tenía en mi mochila.

-Hoy traje mi comida, así que no tengo que ir a la cafetería esta vez.

-Es así…

-¿Tú no traes el tuyo?

-N-No, yo… pensaba comprar algo…

-No hay necesidad, predije esto e hice para ambos, que suerte ¿verdad?

-¿Quééééééé?

Increíble, te has ganado el premio a la mejor reacción del día con esa expresión, sí que es divertido.

Parecía sentirse muy avergonzado, ¿tanto es así?, Solo es una comida, aunque ahora que lo pienso, si a mí me ofrecieran lo mismo también tendría mis dudas.

Aunque también la terminaría aceptando después.

-¿En serio está bien? Que yo acepte…

-Claro que está bien, yo soy quien te lo está dando, somos amigos, ¿no?

-…Sí, es cierto… gracias.

-¡Bien! Juntemos las mesas y comamos, hahaha.

No tenía ganas de comer solo así que me emocione mucho.

Abriendo la caja de almuerzo que le había dado, Collins quedo asombrado al ver como lucia, yo ya estaba comiendo mientras miraba su cara indecisa si iba a comer o no.

Pero después de unos segundos se llevó la comida a la boca y su reacción fue…

-Está bueno…

-Por supuesto que lo está, lo hice yo después de todo.

-Eh, ¿sabes cocinar? Increíble.

-¿Lo es? No es nada especial, solo sé cocinar algunas cosas, ¿Tú no sabes?

-Nada más un poco, pero no puedo decir que sea bueno.

La conversación se hacía más ligera mientras más hablábamos, no está mal que sea de esta forma, procuramos que se mantenga así.

-Yo tampoco era bueno, solamente sé lo que sé por lo que me enseñaron, como tus padres, por ejemplo, ¿Por qué no les pides que te enseñen?

Si no fuera por mi madre de ninguna manera me habría interesado en esta cosas, cocinar, limpiar, lavar, cosas así que no tenían sentido por lo que quería hacer y demás. No creí que me sería útil.

Transmitiéndole esas cosas a Collins, note que se había detenido por unos momentos después de escuchar lo que dije, pero entonces.

-… No… ellos… no creo que puedan ahora…

-¿Uh? ¿Están ocupados o algo así?

-Sí, lo siento.

-¿… Por qué te disculpas?

Que extraño, el ambiente se hizo pesado y sombrío de repente, lo que dije de último fue más que un susurro para mí mismo.

¿Ya cuantas veces se había disculpado por nada?

No lo había escuchado y siguió comiendo con los ánimos por los suelos.

Que mal, mi compañero está teniendo un pésimo momento… un segundo.

-Ah, ya sé, si quieres podría enseñarte.

-¿Qué? Pero, ¿no estás muy ocupado?, Y no quisiera ser una molestia…

-No lo es si lo tomo como un trabajo del encargado de la clase, ¿verdad? Nadie debería decir nada por eso.

No sé cómo llegue a esta conclusión, y mi lógica no tiene sentido. Hasta Collins tenía dificultades pare entender lo que dije.

Esto no es más que una fachada, pero aun así no estaría mal hacerlo.

-Solo debes pedirme ayuda si la necesitas, es mi trabajo ahora ¿no?

Sin darme cuenta, me había dado más trabajo del necesario, pero al decir eso, él se me había quedado mirando fijo.

¿Habré dicho algo muy tonto?

-Sí, gracias, Narukami.

Eso es lo que dijo con una ligera sonrisa.

-También está esa chica Araroza, ¿Qué debería hacer con ella, Collins?

-A-Ah, yo, no lo sé.

-Entiendo perfectamente, sin duda es una chica difícil de manejar.

Poniendo de lado la avergonzada cara de Collins.

Sara Araroza, por lo que he visto, ya es una persona destacable en la clase. Linda, inteligente, sociable, extrovertida… ¿Por qué ella no es el presidente de la clase?

Mientras más lo pensaba más me enojaba, pero eso no resolvería nada, en cambio, solo complicaría más las cosas.

Si quería llegar a tener una relación con ella en la que cooperemos sin hostilidad, sería lo ideal.

Entonces ordenemos las cosas. Quisiera dedicarle mi tiempo completo al Club, pero en esta situación solo podría darle la mitad de mi tiempo, sin embargo, los trabajos encargados de la clase no me limitarían demasiado si tuviera la ayuda de Araroza, por lo que si ella hiciera su parte del trabajo sería fantástico… siempre y cuando lo haga…

-Haaa…

Sentía que no iba a hacer tan fácil como lo tengo pensado. Es difícil hacer planes con los demás si no sabes cómo son esas personas y cómo piensan.

-¿Es tan complicado tu situación?

-En vez de ser complicado, solamente digamos que las cosas solo se están acumulando. Tanto las actividades del Club, el trabajo de presidente de la clase, oh, ahora que lo pienso, también debería de conseguir un trabajo de medio tiempo, algunas veces no quiero cocinar y me gustaría comer en la cafetería, vayamos la próxima vez, ¿vale?

-Sí…

Collins me miraba con ojos preocupados, pero aun así me respondió, talvez por mi actitud tan cansada parecía querer darme ánimos.

Aunque apreciaba su gesto de bondad, quería que los guardara por ahora, al menos hasta ver como progresan las cosas. Ya estábamos terminando de comer, tengo que limpiar el salón antes de salir e ir al club. Y lo del trabajo, se me ocurre un lugar a donde ir.

Desde este momento tengo que adaptarme y acostumbrarme. Es lo necesario si no quiero perder.