El sol comenzaba a ocultarse.
Eran pasadas la 6:00 de la tarde. Los cielos se teñían de un color anaranjado esperando el atardecer mientras que lentamente perdían su color.
Las personas que transitaban eran pocas, y nosotros nos encontrábamos caminando por las calles.
Ha pasado tiempo desde que me divertía tanto que el tiempo se nos fue volando. Pero aunque quería que no acabase nunca, teníamos que separarnos.
Acompañándonos por la ciudad hasta llegar a las zonas residenciales. Y de una forma amigable y lamentable, dije.
-Ya me tengo ir, nos vemos otro día.
-Hasta pronto, Ry. Deberíamos salir otra vez ¿Estarás libre de tu entrenamiento de nuevo?
Con entusiasmo, Ari me despide sonriendo como siempre mientras me hace esa pregunta. A lo que difícilmente respondo.
-La verdad, en esta ocasión fue una excepción, estaré más ocupado ahora y será más difícil poder reunirme con ustedes, pero pasaré debes en cuando en su escuela y podemos hablar si quieren.
No olvide las palabras que dijo Rena sobre mamá, no puedo poner a un lado eso y salir a jugar. No puedo… así que es mejor decir que estaré más ocupado que antes para no preocuparlos de más, es lo mejor.
-Deberías de conseguir un teléfono, nos ahorraríamos menos drama.
-Cuando consiga uno les prometo que les avisaré. Pero por ahora conformémonos con esto, corro todos los días por la ciudad, hasta podríamos encontrarnos de casualidad.
Chris parecía comprender la situación, pero cuando no hay forma no la hay.
Tomando un camino separado me despido. Ellos seguirán caminando juntos un poco más y después se separarán.
Cuando llegue a un punto del camino más lejos. Gire mi cabeza unos momentos una última vez hasta que ya no pueda verlos.
Observándolos desde aquí, parecían verse en verdad muy cercanos, y eso es bueno.
Mi vista podía verlo perfectamente. Quería estar ahí, quiero seguir con ellos.
Pero hice una promesa. Incluso si estoy lleno de palabras y con un deseo enorme por estar junto a ellos. No puedo retirarme ahora y desperdiciar lo que he progresado, pero aun así… esta imagen… este paisaje.
Me siento tan afligido… lo odio, no quiero pensar en esto.
Me agradan en verdad… y estaba satisfecho con eso.
Pero entonces, ¿Por qué?, cuando veo como están tan unidos… este sentimiento que desconozco sale a la luz.
-Qué extraño…
Cuando ya no pude verlos, me dirige nuevamente a seguir mi camino.
Es un desperdicio pensar en cosas que desconozco, pero incluso si pienso así…
-Me está dando jaqueca…
<- - - - - - - - - ->
El sol estaba en su punto más alto.
Las calles se llenaban de personas transitando por la ciudad. El cielo iluminaba los caminos, y se reflejaban en las grandes ventanas de vidrio de los negocios abiertos.
La ciudad Nix del país Aida.
Un país que se encontraba al sur del continente, separado de cualquier tierra o costa cercana, que desde principio de la época no era más que otra
Rodeado de agua oceánica, se trasportaban en barcos hacia el exterior. Volviéndose uno de los más grandes países.
Era una apacible tarde. Hasta ayer fue nuestro día libre y la pasamos junto con Ry prácticamente toda la tarde, pero hoy habíamos vuelto a la misma rutina que ya era habitual.
La mayoría de las personas que se encontraban haciendo sus actividades. Mientras que nosotros acabamos de salir de la escuela.
-Blair, ¿en serio hiciste toda la tarea tu sola? Yo solo apenas pude hacer una parte.
-Tuve un poquito de ayuda.
-¿En serio? ¿Acaso Treumun te ayudo? Si es así, ¿me ayudarías a mí también?
-No, y yo no la ayude.
Entre todo el escándalo, como si ya fuera una costumbre, siempre volvíamos a casa juntos, caminando por las calles de la ciudad después de clases, y nos acompañaba las dos amigas de Ari.
Debes en cuando salíamos y a veces no, pero en esta ocasión estábamos juntos. He tenido varias conversaciones con ellas, y cada vez se volvieron más confiadas, no quisiera ser arrogantes y grosero con las compañeras de Ari.
Eran muy amigables, aunque a veces siento segundas intenciones, pero ya estaba acostumbrado y lo ignoraba.
-Ah, necesito ir al baño.
-Oh, creo que podemos usar esa tienda, te acompañaré, chicos, volvemos enseguida no se metan en problemas, ¿sí?
-¿Por qué piensas que nos meteríamos en problemas? No soy una busca pleitos, ¿sabes?
Nos detuvimos un momento en un autoservicio para esperar a las amigas de Ari, dejándonos bajo este sol que se hacía más intenso cuanto más pasaba el tiempo… Deberían de utilizar el baño de la escuela antes de salir.
-Oye Chris, ¿no tendrás una idea de a que Academia entrara Ry?
-¿Hmm? No puedo estar seguro, teniendo en cuenta el área en la que vive Ry, podría ser
-Sería genial que quedáramos en la misma Academia. Todos juntos, ¿no piensas?
En nuestro intercambio de palabras, de forma adorable, Ari comenzó a fantasear con una idea poco probable.
Las Academias podrán estar en un mismo nivel académico, y tienen áreas especializadas a actividades específicas en muchos trabajos llamados
Y si Ry quiere ser un Ripper, hay Academias que podrían ayudarlo mejor. Así que la idea de ir a la misma Academia son pocas.
Pero acabar en la misma escuela que ese idiota es…
-Sí, seria genial. Deberíamos preguntarle cuando lo veamos.
-¿Verdad que sí? Habrá que interrogarlo la próxima vez.
Y pensar que al imaginar en ir con ellos en la misma escuela me parecería tan interesante. Aunque me preocupa ese comentario de Ari con esa sonrisa maliciosa… me hiso temer por Ry, pero no negare que también tengo curiosidad.
Me hiso mucha gracia, que empecé a murmurar para mí mismo.
-Un Singular siendo un Ripper, eso sí es... ¿¡…!?
-¿Uh? ¿Qué pasa Chris?
-…Tenemos que irnos.
-¿Qué…?
-¡Ahora!
Mi voz se escuchó por todo el lugar, sorprendiendo a Ari callándola en seco.
Me había descuidado demasiado.
No me había dado cuenta hasta que estuvieron ya muy cerca.
Tome a Ari del brazo para salir rápidamente de la calle, pero al llegar a la esquina, unos chicos con uniforme escolar salieron de allí esperándonos. Al dar la vuelta notamos que también habían llegado por ese lado. Uno a uno, comenzaron a salir hasta ser 8 personas que habían a nuestro alrededor.
Estos chicos…
-¿Qué es lo que quieren?
-Contigo nada, es a la chica a tu espalda con la que queremos hablar.
-¿Eh? ¿Por qué? ¿Quiénes son ustedes?
-¿Uh? ¿No nos recuerdas?
Uno de los chicos de uniforme comenzó hablar de forma altanera, y era uno de los chicos que ataco a Ari hace unos días. Ari parcia en verdad que había suprimido ese recuerdo ya que en verdad pasaba de ellos.
Cuando estaba a punto de decirle quienes eran…
-¡Ah, son los chicos que Ry les patio el trasero!
-¡¿Hah?!
¡Exactamente! Pero creo que se molestaron aún más.
-De hecho, también queremos hablar con ese idiota, y nos ayudaras a traerlo.
-¡…!
-¡…!
Creo que al ver la expresión de Ari, habíamos llegado a la misma conclusión. Estos chicos quieren vengarse de Ry, y usar a Ari como cebo. Y pensar que llegarían a este punto.
-Yo no tengo ninguna relación con él, ni siquiera lo conozco.
-No hace falta mentir, los hemos seguido por días, y los hemos visto muy amigables. Además, acabas de decirle "Ry", es obvio que lo conoces.
Ari intento excusarse para defenderlo pero fue inútil. Así que por eso no nos emboscaron antes, solo se quedaron observando para atraparnos cuando bajáramos la guardia.
-En fin, vamos a ir otro sitio para traerlo, el niño bonito puede largarse, no tenemos problemas contigo.
-….
El chico comenzó a intimidarme de manera vaga y fría, algo muy diferente a la vez anterior. Como si alguien le hubiera dicho que decir y hacer para no complicar las cosas, algo que de ninguna forma dejaría pasar.
Doy un pequeño vistazo a mi espalda, y veo a Ari un poco tensa pero a las ves centrada, como si se hubiera decidido lo que iba a hacer. Me sorprendió en verdad.
Hicimos un pequeño contacto visual sin decirnos nada. Estaba tan seria.
-….
-….
¿Enserio no pensara cargar con la culpa verdad?
Ellos quieren molestarla. Y a la vez quieren molestar a Ry.
…Supongo que no hay de otra.
-Si van a llevársela también iré. Después de todo soy su escolta.
-¡…!
-Como sea, otro idiota que juega al héroe.
Aceptaron mi decisión sin pelear, esa persona debe ser alguien fuerte si los tiene tan presionados. Comenzamos a caminar y le echó un vistazo a la tienda de autoservicio, y encuentro a las amigas de Ari viéndonos como éramos llevados por desconocidos.
Escondidas y preocupadas sin saber qué hacer, y parecen que notaron que yo las veía. Les hago una señal con un ligero movimiento de mi cabeza para que no hagan nada. No podíamos aumentar los riesgos e involucrar a más personas, y creo que Ari también piensa lo mismo.
Después de un suspiro casi inaudible. Ari y yo fuimos guiados fuera de las calles.