cuando los vástagos del emperador se habían marchado con su grupo de guardias, al rey no le quedo más opción que aceptar participar en el torneo de la santa espada que a sus ojos no era más que una artimaña del emperador para conocer su poder militar y al parecer la princesa se había dado cuenta que Luke era el más poderoso del lugar
mientras estaba meditando en eso se giró para mirar a la joven capitana de la guardia
"Annelise, necesito que entrenes al joven Luján en el arte de la espada no podemos dejar que el imperio vea el alcance de su magia y menos que se entere de ese espíritu viviendo en su cuerpo y en cuanto a combate con espadas no hay nadie en el reino que te supere"
dijo el monarca seriamente
"Como ordene majestad, sin embargo creo que hay maestros mejores que yo para enseñar además es muy poco tiempo para que se prepare"
respondió la joven con respeto
"es por eso que debes ser tú quien lo entrene confío en ti y tu habilidad con la espada"
"gracias majestad espero no decepcionarlo"
volvió a responder haciendo una reverencia
justo en ese momento entro un joven cubierto de vendas y sangre
"¡Albert! ¿Que te sucedió?"
pregunto el rey con inquietud al ver al joven lleno de heridas quién no era otro que el príncipe heredero que había vuelto de su recorrido por los límites del reino
"cuando me dispuse a abandonar los límites Luján fui atacado por unos bandidos, pero no parecían buscar joyas u oro venían con la intención de matarme neutralizaron a los veinte guardias que estaban conmigo y yo aguante lo más que pude pero las heridas y el cansancio me comenzaron a dominar hasta que apareció el, parecía un niño no mayor de doce años pero en un par de segundos acabo con todos, trate de persuadirlo para que viniera conmigo pero se negó alegando que eventualmente vendrá ya que según lo que me dijo tiene algunos asuntos con Luke Luján"
explico el príncipe con emoción
"Lo importante es que estás a salvó"
respondió el rey y luego de una pequeña pausa dijo
"Es mejor que vayas a tu habitación haré que un médico te supervise y también avisaré a tu prometida para que te pueda ver"
"¡Padre sabes que estoy en desacuerdo con ese compromiso!"
respondió el príncipe
"Sin protestas, ya está decidido además la señorita Lumiria estaba muy preocupada por ti, estuvo viniendo cada mañana para ver si había noticias sobre ti, creo que no encontraras a alguien mejor que ella para ser reina contigo"
habló el rey nuevamente con rostro serio, a decir verdad al príncipe no le agradaba el tema de un matrimonio arreglado
principalmente porque no tenía intención de casarse pronto, además la familia real al igual que los Luján eran descendientes de Choryth pero a diferencia de ellos, los Alphonse no heredaron tantas cualidades de los dragones únicamente una vida longeva y era por ese motivo que no le interesaba mucho formar una familia, pero al ver la necedad de su padre solo pudo apretar los puños y retirarse a descansar