—Alfil, a E5
Se escucharon pasos en ese gran salón del tesoro, las exhalaciones de ambas grandes bestias podían tanto sentirse como escucharse y olerse, aunque era agradecido el gesto de al menos tener una gran salida de aire por dónde los dragones podían salir, así como su aliento olor a azufre y carne podrida.
—Torre a B2
Primero un quejido y después pasos, para después exhalar y algo caerse como una tabla de madera.
—Maldito, no pensé en eso— se quejó un dragón
—Hehe♪♪
—... entonces… Alfil a C7
Largos pasos apenas podían escucharse y se detuvieron poco después.
»Jaque mate
—¿Qu… ! Espe… ¿Eh? ¿¡Eh!?
El dragón perdedor miró la gran tabla por encima y lo supo, había perdido.
»!Pero si serás malparido hijo de puta¡— gritó azotando una de sus garras al suelo, no encima el tablón, sino a los lados justo más allá de las piezas que había ganado.
—Blofear no solo es en juego de cartas
El otro dragón solo suspiró con una sonrisa vencedora, después rió y le apuntó con su garra a su Rey en el tablero.
—Eres un hijo de perra muy listo, me gusta tu estilo
—¿Otra partida?
—La última, nuestras piezas también deben descansar
Y todas las piezas de ajedrez volvieron a su sitio, si, eran soldados y caballos que hacían de Peones, Reyes y demás piezas de ajedrez, se podría decir que hacer esto era el castigo que daban los generales a sus hombres, también que era parte de un pacto de protección, así que mientras las dos partes estuvieran conformes, todo estaría bien.
Aquel lugar era irónicamente aquel sitio (parte de la montaña) que quedó destruida, la mano de obra la convertía en una gran bóveda dónde podrían refugiarse más seguramente, claro que colocando sus vías férreas de emergencia para evacuación y normales para extender la ciudad, incluso había una medida de seguridad para usar la lava que aún quedaba ahí.
Aquel lugar resguardado por los dos dragones más grandes que lograron obtener mediante tanto el pacto de no agresión como el darles todo el oro que tenían, claro, con algunos préstamos para mantener la ciudad prometiendo intereses por qué la cleptomania aún seguía con algunos dragones en la sangre.
Toda la mano de obra se podía escuchar alrededor, gente trabajando en el reforzamiento de las paredes usando el metal de aquellas armas que se podría decir fueron infectadas con la maldición que casi los mata, piedra caliza y de los trozos que cayeron cuando el volcán hizo su erupción , pero ahora podían usarse en un beneficio mayor.
Sadler también estaba ahí como intermediario con la gente de Yireila y Silver, está última solo escuchando los informes y más que nada, queriendo información por si salía la ubicación de algún Fuego Fatuo, eso no podría olvidarse.
—¿Sigue con eso?— preguntó Gabriele estando ahí con Sadler paseando por el lugar
—Al parecer hubo cobardes que solo esperan la oportunidad de salir— respondió él —, sabes que hasta tú hermana también está en eso
—Si, pero… bueno, interferir en los registros de otro reino es difícil para una reina, no sé cómo lo está haciendo, más aún así… ¿Crees que si sólo quedase Azrael, ellos ya salgan?
Era una buena pregunta, los fuego Fatuo (por historias de los demás dragones y uno que otro registro secreto de Abbylion y Undyne) eran simplemente como delincuentes sedientos de caos, no importaba dónde o qué parte del día fuera, ellos solo querían más almas de todos aquellos que atacan, el padre de Silver se destajo al 98 porciento, el resto no se atreve a salir tal vez por miedo a Silver, Azrael y otra cosa.
—No lo sé, pero de algo estoy seguro, el valiente vive hasta que el cobarde quiere y eso significa que si quisieran, podrían atacar por sorpresa y debí decirlo, en estos tiempos no me sorprenderia que salieran con algo para hacer su apocalipsis
—¿Arcaida?
—Me gustaría decir que si, pero leí por ahí que ni ellos podían comandarlos, también sufrieron bajas por intentarlo como lo hicieron con la mamá de Silver
—Joder
—Exacto, aunque si se me permite decirlo, deberíamos tener al menos una gran contra medida por si logran hacer eso, digo, es Arcaida y si lo intentaron con ella…
—Pueden hacerlo con ellos y más cuando son algo menos que ella— dijo Gabriele
—Jodeer, si lo piensas así y lo que son capaces…
Los dos se miraron.
»Mejor voy, siento cortar tan de golpe la conversación
—No hay problema
Sadler saltó muy arriba y se fue en su forma dragón lo más rápido que pudo.
—Jaque mate
—!¿OTRA VEZ?¡
Aquel grito resonó más fuerte que el anterior, Gabriele decidió pasear en el tren, podía hacerlo por permiso de Zartemist, así que disfruto las idas y vueltas así como poder rodear el aún volcán en solo media hora mientras el propio tren llevaba materiales de construcción.
—Fresco como un elefante... debería traer un día de estos a mi familia
Mientras tanto, las cosas con la princesa Vixlex estaban igual de intensas como ese juego de ajedrez, solo que más seriamente con los peones siendo lastimados al punto de casi ser una masacre.
—¿Y viendo todo esto piensas que esa niña tiene oportunidad?— preguntó la Reina mirando el entrenamiento de su hija
—Totalmente, y se que no estoy de acuerdo con usted, aunque tengo la obligación de decirle que si a todo, pero una cosa es pensarlo y decirlo, otra cosa es verlo y saber que es verdad y lo que ví, además que he visto con los otros, es que han estado en cosas peores que un simple entrenamiento como este
La Reina se quedó en silencio y siguió observando así como todos los demás soldados que estaban a un lado mirando admirados por eso, igual confiando en su victoria, entre ellos increíblemente el principe de Arcaida que había venido a mitad del torneo para conocerla y vaya que lo estaba haciendo.
—Me presentó, soy Lupus Barghat, hijo del Rey de Arcaida
—Lo siento por todo esto, tengo que vencer a alguien, soy Vixlex
—Lo sé, lo sé, no hay disculpas por lo que estás haciendo, en cambio si me permites decirlo, me parece tan admirable lo fuerte y centrada que eres en cosas como estas, eres una mujer interesante si me dejas decirlo
—Dime la verdad, ¿pensabas que yo era alguien simple?
—Gracias por hacerme equivocar
—Ya veo… ¿Eres bueno peleando?
Lupus hizo aparecer una espada delgada, no como un florete, sino con hoja filosa, la movió lo más rápido que podía frente a Vixlex.
»Perfecto
El día del siguiente enfrentamiento llegó, Basilio estaba preparándose junto al ya recuperado hombre de la hacha y la otra chica del florete.
—Se ven tan distintos a como los conocía— dijo Basilio
—¿En serio? Bueno, no es como si no pensaramos en lo que pasó— dijo la chica—, se que fue algo repentino lo que me pasó, pero, creo que mejorare un poco más, estaba preparada para todo, menos para lo que hizo
—Esa chica sabe los puntos débiles con solo verlos, quiere decir que esa mirada filosa no solo es para intimidar, no se que tipo de entrenamiento tuvo, pero se ve que no fue un chiste, creo que tengo que cambiar algunas cosas de mí, hay más gente de diferentes modos de pelea y quisiera saber si al menos puedo contra ese tipo de guerreros
Basilio podía sentir la admiración en las voces de sus amigos y lo entendía, ni él o ellos o cualquier otra persona ha la visto el modo de pelea como ese, improvisado pero efectivo.
—Ustedes claramente confían en que ella me vencerá, pero algunas veces ser devorador puede jugar en contra, verán que yo podré con lo que ustedes no, solo observen— dijo tanto en tono de burla como con un poco de seriedad
Así era él y los demás lo sabían, no se estaba burlando, solo estaba siendo sincero a su modo.
—Claro que te apoyamos, no hay duda de eso, pero igual mentiría si al menos yo quiero ver qué hace ella y como terminará todo
—Pienso igual, incluso "ella" está mirando
La chica maga solo observaba a Gabriele mientras está calentaba de espaldas a ellos, además que uno de los organizadores tenía sus zapatos y los revisaba, así que si, ella estaba descalza.
—Veamos como termina todo esto
Los dos se colocaron en su lugar y avanzaron, la misma gente pero ahora con más mujeres que hombres gritaron de emoción, incluso Gabriele se sintió intimidada por las miradas acusatorias de ellas y los gritos despectivos de esas mujeres hacia ella.
—Lo siento por ser tan popular, ¿Eso podría molestarte?
Gabriele lo miró y no movió ni asintió, solo seguía sin entenderlo.
—Y ahí va— dijo el chico del hacha desde su lugar
—Como guerrero de Yireila tengo que al menos mantener tanto la fuerza como el aspecto, según parece tu lo sabes más que nadie, ¿no es así, señorita?— preguntó colocando la mano en el mentón en un guilo a su modo coqueto
Ella no entendía nada, ni en la Academia habían personas así de narcisistas… aún.
»Pero aún así y después de ver a mis compañeros derrotados, es al menos mi deber el detenerte aquí, así que, espero y seas tan directa como lo has sido con ellos
Ella asintió solo para darle el gusto y concentrándose mientras las mujeres de las gradas seguían gritando su nombre y apoyándolo.
El referí se presentó y dió las indicaciones.
—! Comiencen¡
Basilio le apuntó con la punta de su espada y ella enseguida se movió, tan rápido lo hizo que un disparo pasó cerca de ella.
—¿Es en serio?— preguntó la chica del florete sin sorprenderse
—Si, él sabe que ella es peligrosa, es lo molesto de él, blofea lo necesario para hacer bajar la guardia a quien sea y cuando vez, hace cosas como esas… pero lo que me sorprende... — respondió el chico del hacha
—Si, ella lo esquivó enseguida, menos mal
Gabriele había movido todo su cuerpo lo más rápido que pudo, las gradas estarían bien por la protección mágica, pero ese simple disparo atravesó el borde un poco arriba y pasó la protección, pero ella no miro hacia atrás, solo siguió adelante, avanzando hacia la derecha para rodearlo, más sabía que él no dejaría de estar en guardia.
No tardó en responder, se acercó en lo que parecía ser un punto ciego y Basilio lo esquivó.
—Se que es una trampa, pero no caeré tan fácilmente
Más sintió algo en un pie y después un tirón del mismo que lo desequilibró, enseguida trató de reincorporarse, y vino una patada que no logró evitar, seguido de otra más pero que lo empujó hacia el frente, enseguida dió un giro y se levantó para volver a defenderse y ella no perdió el tiempo volviendo a atacarlo, pero ahora de forma cercana y de contacto.
—Impresionante, puede hacerlo con lo que sea
—Si pero… ¿no estaba ocupando los dos cuchillos?
—... ¿dónde..
El kukri voló encima por el impacto y el cinturón fue partido a la mitad así como en más partes, más la espada no logro la inercia por aprovechar la ventaja, momento que el otro lado aprovechó y logró conectar un golpe de izquierda que le hizo tambaleear, pero no lo necesario para aturdirlo y si lo suficiente para un contraataque.
—!Mía!
Gabriele sin importarle que estuviera a quemarropa dió cuatro pasos lo más rápido que pudo, pero con un extraño giro, Basilio no se dejó intimidar por eso y le apuntó otra vez, ella extendió la mano por un lado como si se prepara para cortar algo y de un instante a otro, él y todos lo vieron.
El otro kukri apareció en su mano en un montón de polvo levantado, desvío el filo de la espada por un lado así como el disparo y en otro giro con esa misma inercia, otro golpe más a la quijada para ahora sí tirarlo al suelo pues lo hizo con la hebilla del cinturón, para cuando Basilio tocó el suelo ella se quedó ahí, esperando algún tipo de reacción, pero no hubo nada, miro al referí y este asintió.
Él anunció al ganador y ella se fue de ahí.
El grupo de tres solo suspiró mientras chicas gritaron ahora preocupadas y despotricando contra ella más seriamente que antes, todo había terminado no tan rápido, pero si intensamente.
—¿Que se siente?
—Horrible y muy humillante, pero a su vez, raro de ver algo jamás pensado— dijo Basilio unas horas después y recuperado
—¿Verdad? A eso nos referimos cuando dijimos que nos gustó perder, hay tantas formas y modos más allá de lo tradicional — dijo la chica—, usar la táctica de regate de sombrero con un cuchillo es... fue sorprendente la verdad
—Vaya que si, me centre rápido en terminarlo y vigilarla que no ví dónde dejo el otro cuchillo… es más, pensé que era una suicida cuando se acercó
Más algo les tomo por sorpresa a todo mundo sin excepción, el sonido local tomó lugar aún con la gente en los asientos.
—Ehm… por petición de ambas partes, en media hora se dará a cabo la semifinal del torneo, a cualquiera que quiera asistir a esto, prepararse es decir poco
La chica del florete se fue a buscar enseguida a su nueva amiga y cuando le pregunto sobre eso solo vino una respuesta.
—Me lo pidió, además, al parecer fue cosa de la princesa, así que no sé
—¿Y estás segura de eso? Disculpa, pero no sé ve como si estuvieras preparada
—Tranquila, ya me las arreglo, si pierdo y sigo de pie, ¿no crees que tendría otra oportunidad?— preguntó con total seguridad
Más no sabía si era optimismo o simplemente se veía que era su naturaleza.
—Suerte
No había nada más que hacer, toda la gente se amotinó a sus asientos así como donde pudo, este y la otra pelea serian de esperarse sin moverse ya de ahí.
Zartemist solo se quedó en silencio, no podía hacer más y solo quedaba esperar, además que tragarse el enojo de todo esto, sabía que no era la única, los reyes también tenían cola que les pisaran, así que como dije, solo era cosa del resultado.
Las dos chicas se colocaron la una frente a la otra.
Una extendió un libro y la otra se preparó, pero ahora a más seriedad de la necesaria, pero algo paso, la chica silenciosa levantó la mano justo cuando el referi iba a anunciar el inicio.
—Me rindo
Y todo quedó en silencio, hasta la propia Gabriele se quedó algo sorpendida.
—¿Y eso?— no pudo evitar preguntarlo
La chica maga miro hacia el palco y después a Gabriele.
—Mis batallas solo son hechas por mi misma, no por alguien más, no obedecere órdenes que solo son dadas sin fundamento, lo siento si no es lo que esperabas
Gabriele guardo sus armas.
—Esta bien, no hay problema, de hecho… creo que entiendo algo que alguien me dijo, "no es divertido si solo un lado se divierte"
—Gracias por entenderlo y también por no lastimar seriamente a mis amigos
—Es una competición, no algo serio, aunque debo decir que si lo tome así para no ofender a nadie, solo al final medi que tanto podría hacer
—Lo se, sino fuera así, tendrías problemas conmigo
Y todo se quedó en silencio a su alrededor mientras ellas se reían, muchos dijeron que le tenía miedo, pero la mayoría había notado el momento donde la chica maga miro al palco, justo donde estaban los reyes.
—Por eso ella es la mejor— dijo un general que ahí se encontraba—, hace lo correcto
Los que la conocían sabía que era demasiado reservada hasta para sus relaciones con otros, menos para lo que ella creía y sabía, era lo mejor.
Para que decir que Vixlex solo estaba más emocionada que molesta y muchos lo sabían, todo se definiría el día de mañana y muchos sabían otra cosa… está niña era tonta a más no poder, aún si no metió las manos personalmente en ese tiempo, sabiendo lo que se vendría aún así estaría dispuesta a seguir.
El día siguiente:
—La gallina curuleca♪♪
A puesto uno, a puesto dos, a puesto tres♪
La gallina curuleca♪♪
A puesto cuatro, a puesto cinco, a puesto seis♪…
La razón por la que Gabriele estaba cantando era por qué todo iba a terminar y podría volver a lo suyo en la escuela, había sido una semana muy intensa en el ámbito personal para ella, más al fin solo quedaba un día del torneo y hasta los alrededores también aumentaron más, los "videos" de las peleas en repetición de todas, hasta incluso la semifinal.
Se dirigía al castillo nuevamente en su cantar, llegando a la puerta principal ella saludó a los soldados como si nada y más a los que ella conocía que también habían ido a la Academia, estos últimos más emocionados que la media del lugar.
Tocó la puerta al salón del trono y se presentó a los reyes que estaban con más gente y preparándose para la final.
—Puedes hablar sin cortesía, en este momento es necesario— dijo el Rey al verla
—Gracias… entonces… ¿que debo hacer? Estoy segura que si les obedezco tendré problemas con Abbylion y si sigo con lo mío, tendré problemas con ustedes y honestamente todo queda en lo que ustedes decidan, con el debido aviso a mi país, así que… ¿Debo terminarlo rápido, dándole su tiempo o lo tomo demasiado en serio?
Y era claro que su orgullo y seguridad en si misma podía sentirse en sus palabras.
—¿Y que tan segura estás que mi hija no te dará guerra?— preguntó la Reina igual con esa seguridad
—Pues si me permite decirlo… no soy mi hermano para decir cosas hirientes pero ciertas, ni tampoco Azrael como para burlarme y decir cosas sin sentido, solo se de mis capacidades y lo que puedo hacer, no he mostrado lo que realmente me han enseñado por qué esto es una competición, no algo de vida o muerte, así que si le soy sincera su majestad…— dijo ahora mirándolos fijamente —, se que estoy tomando demasiada ventaja por las emociones de su hija al ser de la realeza, la presión de siempre dar el ejemplo con acciones de aquí y veo que ella solo está haciendo esto solo para complacer a todo mundo por haber fallado cuando pasó el asalto hace unos días, la compadecí cuando lo supe
Hasta Zartemist estaba por reírse, era lo que todo mundo estaba pensando desde que empezó esto, pero nadie se atrevía a decirlo, más el Rey sí se rió de eso y su esposa la miró mal, claramente molesta.
—Sabes que es verdad, recuerdo a alguien así cuando la conocí, todo un manojo de nervios y más que nada, intentando ser demasiado impecable a la vista de todo mundo— dijo el Rey mirando a su esposa
Después de eso ella miró a otro lado.
»Asi que no es de sorprenderse que está niña sepa lo que nos pasa con nuestra hija
—Pareces tener algo de experiencia, ¿tus papás tienen algún cargo importante?— preguntó la Reina volviendo la mirada a ella
—La verdad es que son barones, pero tengo una hermana que digamos que era igual, solo que llegó a topar con pared y sigue siendo la misma, pero ahora mirando más a su alrededor y no dejando que nadie la mire o haga a su gusto… a menos que sean sus padres, yo y mi familia
—Me gustaría conocerla como dices
—Un día de estos… pero volviendo al tema
—Nos haremos responsables, como se esperaba de la más fuerte de ese lugar
Y enseguida el rostro de Gabriele se quedó sin habla por momentos, incluso todo mundo se quedó algo confundido por ese silencio venido de ella.
—Disculpeme usted… ¿quien le dijo eso?— preguntó ella seriamente
—¿Acaso me equivoco?— preguntó el Rey realmente confundido
—Hemos visto lo que has hecho y la invitación de Zartemist fue una buena opción…— dijo la Reina
Y ahí, Gabriele entendió.
—Ho, ya, pero si me permiten decirlo… muy, muuuuy aparte de Azrael… yo no soy la más fuerte y no, no estoy siendo orgullosa ni arrogante ni nada de eso… es la verdad
Todos ahí se quedaron callados.
—Pero…
—Lo se, es más, con nosotras las mujeres, Ritsumary, la primera que la capitana Zartemist pensó en traer… es la más intensa y loca por pelear, pero ha sido vencida por mi y otros… además que ella no haría lo que estoy haciendo e hice… les dejaría una cicatriz visible a ellos, y no miento, en cuanto a los hombres, pues es difícil decirlo la verdad
—... ¿No tienen una clasificación o algo así?— preguntó el Rey al escucharla
—Pues, si puedes defenderte correctamente, ya es algo, nosotros tenemos algo así como un ranking semanal de quien tiene más victorias entre semana… siempre rota hasta incluso del último de nosotros ya sea hombre o mujer, con las mujeres tarda una semana en dar la vuelta, con los hombres máximo dos días
—... Y todos los de tu salón... — preguntó la Reina con la imaginación a mil
—Algunos se han metido en estudios normales, casi la mayoría desde que terminó el primer año, entre ellos los de este país siguen en los entrenamientos, así que los demás y yo no estamos locos si pregunta eso, no se preocupe y los nuevos de primero no sufrieron lo que nosotros, pero no dejan de ser peligrosos… así que… nop, no soy la más fuerte, soy una de entre los más fuertes, la primera generación
—... Ya veo… veo que… ese lugar es interesante
—Asi que, si me permite decirlo y que sea mi paga… nuestra escuela aún no se convierte en las demás, aún no tiene a alguien orgulloso o el típico alumno creído, tomara mucho tiempo eso incluso después de eliminar a Azrael así mientras tanto… nunca vuelva nadie a decir eso frente a todos ahí o a mí o a cualquiera que sea de ahí, es un tabú muy fuerte y no aceptado en la Academia, por favor, queremos y quiero evitar reales problemas
—Entendido, disculpa lo que dijo mi esposa
—Sin problema, ella no lo sabía… ni Zartemist que ha estado ahí, pero solo con eso estoy bien, me retiro entonces… disculpen, con su permiso
Ella se fue de ahí tranquilamente, más los sirvientes del Rey los miraron, era claro que ella hablaba demasiado enserio, tanto personalmente como con lo que dijo. El Rey había tomado la disculpa personal en vez de su esposa para evitar problemas y eso ayudó, más con lo que dijo, le dejo varias dudas y cosas que pensar.
—Zartremist
—Si
—Quiero que me digas quienes aún están ahí y lo que hacen, veremos si podemos hacerlos ser instructores cuando salgan de ese lugar
—Es lo que llevo pensando desde que ví el potencial en el festival de hace un año, lo haré
—Por favor, por ahora… solo queda esperar
Tenían que tomar todo lo que podían para no pasar por lo mismo, por ahora solo tenían que hacer lo que podían con lo que tenían, sabiendo que pronto eso cambiaría, pero tenía que tomarse su tiempo y nadie podía decir no a eso.
Incluso el Lord Demonio a lado del Rey sabía que ellos sabían sobre él.
«Que jodido, maldito Zagar, tú y tu incompetencia» se lamentó por dentro