Aquel abrazo fue muy satisfactorio, en todo el tiempo que habían estado ahí había una necesidad de hacer esto, claro que habían visitas, si, pero una emergencia es una emergencia.
—¿Por qué hiciste esto, padre?
—Se muchas cosas y una de esas es la saber quién podría llamar la atención aún más grande que yo, también tus amigos pero ese es otro asunto
No eran los únicos ahí, a solo unos pasos estaba otra pareja, para Akatsuki era la primera vez que veía al padre de su hermana, así como Shiraishi el de su hermana.
»Así que le has dado la armadura…
Shiraishi no respondió, sabía que decir algo más que eso o una excusa no servía.
—Lo siento, padre…
—Sin problemas, fue una buena decisión, además, confío en que esa niña recuperará lo que es suyo en algún momento
—Si, a ella y los demás les debo mucho
Kuromo aparto a su hija y avanzó justo hacia el otro, Shiraishi no quería soltarlo, pero solo se resignó a acompañarlo a un lado, la otra pareja padre e hija se quedaron quietos. Kuromo se sentó en el suelo de rodillas como si nada y Shiraishi también lo hizo, ambos antes normales, ahora se veían demasiado serenos como para comenzar una pelea.
—Al menos quiero hablar contigo y como vez, no me importa quien escuche lo que voy a decir
Aquel tipo aceptó acercándose tranquilamente y sentándose frente a él, Akatsuki a un lado, mirando a su hermana y esta sin mirarla, solo con los ojos cerrados y las manos en los muslos como si esperase algo o pensará en algo lejos de todo eso… o al menos así pensaba Akatsuki.
—¿Aún lo recuerdas?— preguntó Zachary
—Como si fuera ayer y lo diré de frente, no me arrepiento de estar ciego por eso
—¿Aún cuando nunca has visto a tu hija crecer?
—¿Y eso me debe importa por qué…?
Kuromo estaba más que libre de decir lo que sentía, por mucho que hablara con alguien, siempre era lo normal, pero ahora que podía decir lo que realmente sentía a quien se lo merecía, no tenía precio.
—Ya veo…
—¿Y a ella? ¿La has cuidado bien? No me digas que eres de esos de "no es mi responsabilidad" o algo así— dijo Kuromo confíado
Zachary miro a Akatsuki y ella lo miró a él, claramente ella avergonzada por eso.
—Digamos que tenemos esa relación Padre e Hija, solo lo necesario
—¿Lo necesario?
—Si
—Eso es cruel
—¿Por qué? Por si no los sabes, ella tiene que estar más segura y saber cómo es el mundo
—Lo sé, lo sé, también lo hago pero veo que enseñamos de diferentes formas, la tuya es más cerrada, mi forma es más de que ella sea una tonta por la vida y se lastime para que aprenda muchas cosas y vaya que a sido así
Shiraishi por el momento se sonrojó por qué era verdad.
—Honestamente no me sorprende, es demasiado intensa
Kuromo se rió orgulloso y le palmo la espalda a Shiraishi fuertemente.
—Lo sé, es justo como esperaba justo como quería y más que nada, justo como deseo que sea, alguien fuerte y que ya no pueda depender de mi o de alguien más… aunque si tiene novio lo dejaré al borde de la muerte si la lastima
—Padre, por favor…
Y Kuromo se rió de eso, de la voz avergonzada de ella.
—Por lo que veo, aún con esta extraña muestra de cariño, el tipo que conocí la primera vez es totalmente diferente al de ahora
Kuromo se detuvo y suspiró, era verdad.
—Si, digamos que hacer esto y aún con el costo, valió totalmente la pena, ¿y tú? Escucho que apenas y algo a sido diferente en ti
Zachary no hizo ruido alguno de sorpresa, no quería mostrar eso.
—Mi responsabilidad y deber es alto, aunque no niego que el resentimiento de esa pelea no me haya abandonado
—Ya veo… yo por mi parte diré que eso ni me preocupaba, osea, sabía que en algún momento alguien volvería, pero últimamente en estos tiempos, gracias a una hermosa coincidencia, entendí que eso no importaba, sea como sea, ella tenía que decidir que hacer y yo también, por eso la dejé irse, así yo podría al menos pensar en como debía terminar esto o siquiera quería hacerlo continuar
—Me complace saber que estamos pensando lo mismo, lo que ambos también queremos es que ellas no se odien por esto, solo es algo que dejamos pausado hace mucho tiempo
—Es lo que iba a decir, sea quien gane esto, al fin podrá estar en paz al menos en darle fin a tan largo sentimiento de insatisfacción
Diciendo eso, Kuromo y Shiraishi se levantaron.
»Asi que si deseas terminar tú ya con esto, solo estoy esperando cuando quieras empezar
Akatsuki sabía así como Shiraishi que esto tenía que ser así, pero una pensó que al menos tenía que estar en contra de esto, más nadie habló, no por miedo a perder algo, sino por qué hasta ellas sabían que dolería mucho ver a la otra con algo que acaba de perder, así que por eso, no querían hablar, por qué sería muy humillante decir algo bueno al contrario en semejante acto que se iba a hacer. Así que los dos tomaron distancia, la que creían necesaria.
—Padre…
Kuromo abrazó a su hija muy fuerte, ella también y lloró en su hombro, no quería sollozar, no quería gritar que no lo hiciera, no quería sentir nada más allá de sentir al hombre quenla crío, que la quiso y la cuidó, más allá de una palabra, una letra, sería totalmente innecesario e injusto.
Del otro lado, Akatsuki no recibió abrazo, nada que no fuera una caricia en la cabeza y una mirada diferente a la habitual, lejos de la seriedad, del hermetismo, de la indiferencia.
—Lo siento
Akatsuki tomó la mano y la puso en su mejilla.
—No tienes por qué disculparte, padre, son y fueron cosas que pasaron, que hasta ahora haga esto… es normal
Y empezó a llorar, pero se limpió las lágrimas.
»Perdon, yo… no debo mostrar esto, no ahora…
Y no podía detenerse querían hacerlo pero sus emociones salieron, Zachary la abrazó y ella a él.
—En serio lo siento tanto, espero y algún día me perdones
Y ella no quería soltarlo, no quería que ese abrazo, el abrazo que siempre busco se terminara, que esas emociones guardadas desde que tuvo memoria desaparecieran, odiaba el momento, odiaba lo que iba a pasar pero sabía que aunque esto tenía el horrible final, agradecía la forma en la que empezó todo, sus emociones encontradas le hicieron casi desmayarse, así que él la alejó un poco, aún tenía su rostro indiferente, pero ella podía ver el brillo en sus ojos.
—Lo sé padre, siempre lo he sabido, yo también, nunca lo olvides
Y se alejo de ella con Akatsuki teniendo la mano extendida y soportando más lágrimas, Shiraishi estaba nuevamente sentada, su mirada con los ojos rojos y sollozando, su guardia tan baja que podías acercarte a ella amenazadoramente y no reaccionaria en absoluto, ambas se miraron y parecían entenderse, Akatsuki se sentó como ella y saludo normalmente, Shiraishi también lo hizo, ambas sin ánimos de odio hacia la otra, resentimiento o enojo, solo esperando quien de las dos realmente ganaría aquí aunque eso fuera doloroso.
Kuro saludo en una reverencia y el otro también lo hizo.
Ambos sabían que aunque estuviera ya el fin del mundo a un lado, plena y absolutamente nada ni nadie podía interrumpir el duelo a muerte, ni esos tipos que salieron de la nada intentando atacar a Kuromo y Shiraishi, pero siendo interceptados por una serpiente gigante, una sacerdotisa malherida y una masa de carne hecha bala.
Su alrededor explotó en polvo y escombros, más ellos solo tenían algo en mente y muy lejos de su alrededor… matar al otro.
Shiraishi y Akatsuki aún con esa rápida y seca intromisión, tampoco se movieron de su lugar, una por saber que ellos llegarían, la otra sabiendo que algo no dejaría molestar lo que estaba pasando, justo estaban Ritsumary, Marcus y Evanile cubriendo los alrededores del duelo y listos para matar a quien siquiera se atreviera a asomar la cabeza aunque sea un poco. No salieron limpios en absoluto de sus peleas pero se veía que harían lo imposible por cubrir este encuentro.
Más un murciélago estaba en uno de los árboles, mirando todo eso y quedándose quieto por qué ni a él se lo perdonarían por andar de chismoso.
«Nunca compares una liberación de límites propios con experiencia y entrenamiento, lo digo por tanta experiencia… y porque sigo vivo»
*****
—Alguien en algún lado dijo, "Una persona va a darlo todo, cuando ha sabido lo que es no tener nada"… y esa sería mi definición para los héroes, ya sea Delta, Kuro, incluso con los que he peleado y creo que no me equivoco, hasta los bastardos que se tomaban las cosas tan fácil por qué creían que solo con una sola habilidad era suficiente, hasta esos tipos son así
—¿Por qué?
—No lo sé, digo, tal vez yo pasé por lo mismo pero ya no lo recuerdo, hay tantas cosas de mi que he olvidado, que honestamente me hace pensar que algo me pasó como para siquiera no deseara destruir todo
—Ya veo… pero al menos en este tiempo, eso es bueno, digo, aparte de ti, no hay héroes, hay un reino malvado que trata de conquistar todo y más que nada… he conocido y vivido cosas muy bonitas aún siendo el contexto muy malo, y sabes que no soy la única
—Cada quien lo suyo
—Me gustas, te amo, te deseo y te adoro
—Lo sé
—Casate conmigo
—Nunca
—... No me rendiré
—Hazlo, no hay ganancia para los dos en esto
Louise tenía la cabeza de Azrael en su pecho, ella recostada en el pasto a lado del jardín del Rey Demonio mientras el cuerpo regaba y cuidaba de las propias.
»Es más, ¿Realmente estás enamorada o simplemente es por lo que ha pasado contigo? Y aunque no fue así, te ayude a ser reina, mi esposa fue amiga de tu madre, igual te ha estado entrenando de una manera en la que no puedas dejar nada de tu reino sin revisar y tomando decisiones muy serias para mejorarlo, todo por qué eso ha girado a mi alrededor, así que no puede ser amor en absoluto
Louise lo sabía igual, todo lo que había pasado desde que se encontró con él, en su vida podría haber imaginado llegar hasta lo de ser reina.
—Creo… y soy sincera… también lo siento así, todo este tiempo ha sido complicado y muy raro e increíblemente intenso… inconscientemente creo que tienes razón, pero conscientemente no lo acepto, es difícil…
—¿Entonces?
Ella intento besarlo, pero el cuerpo de Azrael le quitó la cabeza.
»El primer amor debe doler, sea o no sea el correcto, así que hasta que no vea realmente quien debe ser para mí, aún si es otra equivocacion…
Ella extendió los pies y sonrió mirando a Azrael.
»Tu siempre serás el primero para mí
—Quien supiera el futuro
Él camino a la Academia y ella lo siguió levantándose y caminando a lado de él.
—¿Puedo hacerte una pregunta? Totalmente lejos de esto
—¿Que?
—¿Cómo era papá? ¿qué o como era de su vida antes de ser héroe y ser tu amigo?
Jezabel se quedó en silencio un poco.
—No lo sé, Delta era muy reservado en cuanto a su vida anterior, nunca le pregunté y nunca me dijo nada que no quisiera decir y lo diré, ni borracho lo decía, más bien, era difícil que el se emborrachase pues al parecer era demasiado alcohólico y luego cuando llegó supo que tenía una resistencia natural, así que no podría decirte mucho
—Pero si así era él… ¿Cómo supiste de mi Madre?
El Rey Demonio se rió por recordarlo.
—En eso, Delta se parece a ti y por mucho, el amor los volvió estúpidos, él después de cada encuentro con tu madre era como si le hubieran dado vueltas casi infinitamente y no supiera dónde está, a su vez era un libro abierto en esos casos
—Ah, y como buen amigo, te hiciste el loco
—Soy el Rey Demonio, ¿en serio crees que si fuera Delta y como amigo llevaría a más personas a conocerme?
—No
—Exacto, además, entre nosotros eramos los amigos tontos, si por algo le dijera: "Hey, ¿quien es la chica con la que andas?", estoy seguro que en ese momento estaría totalmente en guardia conmigo y todo se arruinaría para los dos
—Cierto, cualquier persona así se volvería loca, cualquier persona arriesgaría hasta una amistad por amor… incluso una vida…
Y ella quedó en silencio después de decir eso, los pasillos de la escuela no estaban muy abandonados, era el día libre y la mayoría se había ido a la ciudad, la otra parte se quedó, así que podían hablar de lo que quisieran ahí sin tanto problema.
—Esposo, dime una cosa… tu que dices que eres el Rey Demonio… ¿Por qué los humanos e inclusive algunos animales, arriesgan su vida de esa manera?— preguntó ella en un tono preocupado
—¿Acaso hay otra manera de defenderse o defender algo? Ese tipo de preguntas es muy tonta, más en este mundo ¿Sabes?— reclamó Azrael con algo de burla
—Lo sé, pero a lo que quiero llegar es… huir no siempre es malo
—Corto por la mitad el sentimiento hacia esa pregunta, pero aún así es imposible que alguien realmente quisiera hacer eso, menos cuando ves la posibilidad de hacerlo
—¿Por qué? Por ejemplo, hay héroes aquí que viven su vida normalmente, no te han enfrentado, incluso los de antes...
—¿Y crees que no hay día en el que no se sientan y se sintieron mal por eso? Digo, por culpa de un grupo paso así, pero había mayoría que quería hacerlo
—Puedo compartir ese sentimiento, más aún así… no lo sé, si a mí me dijeran que tengo que vencerte o algo así… lejos de todo lo que he pasado contigo claro esta… no lo sé la verdad… es como si mi primera vida hubiera sido tan mala y no quisiera saber de responsabilidades otra vez
—Buena o mala, tienes que hacerlo, tienes que pagar por la nueva oportunidad, aún si esos sujetos no lo hicieran, esa piedra en el zapato estaría ahí de por vida sin importar lo que hicieran
—Quiero pensar que no dices todo eso… por que quieres morir
Jezabel se detuvo por momentos y miro a Louise.
—Claro que quiero morir, pero morir haciendo lo que tengo que hacer y de la forma en la que quiero, si fuera esos sujetos estaría más que encantado de pelear por mi vida o la de alguien más, por algo que quiero— habló él con cierta envidia y claramente de sus metas—, dicen que el aburrimiento es peligroso y tienen razón, una vez que has hecho lo mismo una y otra vez y quieres algo diferente o simplemente saber algo más allá de lo normal, todo cambia, todo termina y empieza otra vez pero desde un punto diferente
Louise presionó el brazo de Azrael, nerviosa y triste.
»Es más, puedo saber que esos héroes, la mayoría incluso hicieron aquí lo que no pudieron hacer antes, algunos lo mantuvieron por qué tuvieron suficiente de su otra vida y como dije, murieron como quisieron, ya sea enfrentándome o teniendo una familia y los respeto por eso… por qué al menos supieron que es lo que realmente necesitaban y no a lo que querían, lejos de que alguien más les dijera que hacer…
—¿Aunque les cueste la vida?
—No hay control de nada, solo es el tiempo y uno mismo la forma en la que deseen irse, sea de manera estúpida, normal e incluso haciendo una cosa que seguirá aún si ellos no están ahí, pero sabiendo que es lo mejor, aunque igual pueden equivocarse, pero como dije, no hay control de nada, así que si deseas seguir así no te detendré, tu sabes mi postura y yo la tuya, solo decide si vale la pena seguir así
—Si… gracias
Ella siguió abrazada de él y siguieron caminando sin palabras ni movimientos innecesarios, solo el silencio a su alrededor y algunas voces lejanas los acompañaban.
Jezabel tenía real admiración hacia ese tipo de gente, a la que no le importaba nada que no fuera el luchar al límite por algo que ellos deseaban, querían y necesitaban, tampoco era como si no disfrutase destruir todo es cuando se enfrentaban y también deseaba que al ser destruido, pudiera saber que había algo más allá de él, pero ese momento, ese último deseo aún no llegaba a pesar del tiempo y de todo por lo que pasó.
«El arriesgar la vida por alguien, es preparar el futuro con un sacrificio y en el que quien salves pueda seguir, el recibir algo dando algo a cambio, con razón todo mundo sigue vivo, por que siempre se tiene que avanzar de un modo u otro, aún cuando no se pueda ver el futuro que uno deja en alguien»
Y el ejemplo más grande se había llevado a cabo lejos de ahí.
*****
Justo como aquel día. Justo como en ese momento y esa sensación desagradable de que si no hacia nada, se arrepentiría el resto de su vida.
Aunque estuviera ciego, aunque volviera a arriesgar su vista ya de por sí "inexistente" podía recordar muchas cosas antes de ya no tener posibilidad de ver la luz o algo más allá de su nariz.
¥¥ El golpe a la cara es tan directo que puede oírse el como se agrieta su hueso del pómulo izquierdo, no obstante, el otro siente una sensación molesta y caliente en su esternón, sabe que le acaba de dar un golpe en un punto débil, irónicamente el más resistente y oculto de todos pues no quiere terminar esto demasiado rápido¥¥
Kouhei Kuromo lo sabía, incluso podía intuir que el otro tipo también sabía, ninguno de los dos se detendría y más que nada, estaban dispuestos a seguir adelante.
¥¥Shiraishi llegó a un punto de morderse por dentro las mejillas a un nivel que sus dientes se encontraron, su sangre llenaba su boca y tenía que tragarselo, podía intervenir, podía sentir la enferma necesidad de parar todo y sabía que Akatsuki también lo quería hacer, pero su conciencia y más que nada, el deber de una hija es solo mirar, solo observar aquel duelo que quedó en pausa desde que ellas eran bebés, por qué en primer lugar y sobre todo, fue por ellas que empezó todo esto y es por ellas que terminara.
Ambas gemelas sabían que sus padres no peleaban por qué eran hombres o eran guerreros o simplemente enemigos el uno del otro, solo era por orgullo, orgullo y más que nada terminar algo que ambos lados sabían tenían que terminar si o si de una vez por todas, lo tan honorablemente posible¥¥
De un lado disfrutando de toda su vida lo más tranquilamente, aún sin poder saber cómo era ella, aún sin poder moverse lo necesario, aún sin disfrutar como se debía de lo que podía y tenía, pero sabiendo que ella estaría para él lo necesario, escuchar su voz, sentir su presencia y más que nada, escuchar cada una de sus emociones, tristeza, alegría, enojo, ansiedad y más que nada, amor.
Aunque no tuviera nada, aunque no pudiera verla, aunque no supiera como es su hija, más allá de ser eso, más allá de cualquier cosa, podía sentir que ella sentía lo mismo por él y eso era lo único que importaba, lo único que quería y lo único que deseaba, una vida para ella lo más lejos del sufrimiento, sabiendo que ella tenía que pasar por cosas serias, fuertes y tristes para que aprendiera a seguir adelante sabiendo que aunque lo tuviera todo, lo tendría que perder para solo obtener lo que ella quería y no deseaba, aún si él no alcanzara a estar ahí, así le enseñaron y aprendió mucho, así era doloroso, pero en el corto tiempo de su primera vida, importó mucho.
¥¥La orden venía de lo más alto, no podían perder a Zachary, un hombre importante así como su hija, aunque todo mundo sabía que era la verdadera sucesora del líder de hace 400 años, todo mundo apenas recordaba que lo que era y de quién era hija.
Aunque era una buena oportunidad para mantener el poder, su tradición dictaba que era muy a la fuerza el que ella tenía que tenía que ser la siguiente líder, no la primera en ser mujer, pero si para no perder la tradición y legado tan regidos como lo tenían.
Así que si perdían a Zachary, ella se volvería totalmente inestable y más que nada, muy posiblemente incontrolable una vez llegada al poder, que ahora que habla despertado y estaban creciendo, solo era cuestión de tiempo para que todo volviera a su "normalidad" y por ello que la prioridad era matar al otro, aunque se ganase el odio de Zachary y su hija, tenía que haber riesgo de incluso muerte¥¥
No hay mucho que hablar de la relación entre Zachary y Akatsuki, el nombre de ella venía de su madre, pues en un principio no pensó que iba a tener gemelas, así que para Shiraishi hubo una disculpa y después los problemas, llevándose el nombre que iba a darle hasta la tumba.
Después de casi morir al intentar recuperar a esa niña, fue fuertemente degradado y además de ser el "niñero" de esa bebé.
Conforme el tiempo pasaba y se veía su no despertar, se dieron cuenta, su madre les lanzó un hechizo o embrujo antiguo de una especie de inmortalidad o efecto de retraso de envejecimiento muy fuerte, nadie lo sabía pero incluso afectó a Zachary.
Se podría decir que ese descubrimiento fue lo que marcó el pensamiento de que pronto o en mucho tiempo se volverían a enfrentar.
Así que ambos no perdieron tiempo en prepararse.
La relación entre Zachary y Akatsuki (justo después de despertar ella) era como el había dicho, solo lo necesario, si ella se veía decaída, él la alegraría, si se veía cansada, la haría dormir, si incluso ella solo quería estar en silencio a lado de él, la dejaría… si, solo lo necesario, nunca pensó más allá de eso en todo el tiempo que estuvo con ella.
Claro que recordaba cada cosa como los dibujos, la sonrisa y demás pero en su mente solo era.
"Solo es por orden del líder"
Y así sería, hasta esa plática, ese sentimiento del cual siempre había escuchado pero nunca sentido, habían muchos que decían que esos dos se veían como padre e hija, incluso Akatsuki le llamo así y él aceptó por qué era su orden, más nunca se lo tomó personal.
Más como dije, eso cambio pero solo hasta el último momento, viendo que Kuro no solo lo superó esa vez, sino que en absoluto perdió el tiempo y solo pensaba en la revancha justo como Zachary lo había hecho todos esos años.
Todo ese tiempo con ella cuando despertó, solo deseaba poder enfrentar a ese héroe una vez más, no dejando de lado su responsabilidad y mucho menos la orden, pero notando a Akatsuki más que otras veces.
Por eso la disculpa, por eso ese sentimiento de que incluso aunque ganase, no podría hacer nada más que seguir adelante con esa pelea ganada, pero su guerra personal perdida, más aceptaría eso sí saliera victorioso, más sabía que del otro lado, para nada se la dejaría fácil, por qué como él, tenía algo que ahora quería proteger.
¥¥Una gota de sangre alcanzó a Marcus, pero no venía del frente, sino de su espalda, quería ver esa pelea, quería ver los movimientos de Kuro, el como un héroe ciego podía darle pelea a otro sujeto que al parecer podía estar igual a un héroe, sabía que no era el único, pero se negó a hacer lo que su ansía mandaba, eso sería innecesario y más que nada, pura morbosidad disfrazada de atención, así que solo se resignó a escuchar y vigilar los alrededores, esa era su manera de dar respeto a los dos tipos, más sabían que aquellos que esperaban afuera no lo tomarían así¥¥
La chica quiere llorar, sabe que no tiene que mostrar ese rostro a su padre, pero las lágrimas y el rostro dejan ver lo destrozada que está.
Él lo sabe, pero no quiere decirle, quiere abrazarla una última vez, decirle que todo está bien, que está era la forma en la que quería irse, pero no esperaba que ella se quedaría o siquiera vería todo, quería decirle que estaba contento de tenerla, de que fuera su familia, de que le mostrará una faceta en él que nunca pensó tener o tal vez si, pero las circunstancias fueron totalmente fuera de lugar.
Lo único que puede hacer es tocarla, tocarla de la mejilla y ella solo seguir llorando, en la escuela le enseñaron a separar las emociones del trabajo, pero está ocasión no sirve de nada.
Quería seguir con él, hablarle de lo que aprendió, hablarle de muchas cosas que podría aprender más adelante, pero eso ya no podría ser.
Una sombra aparece a un lado, más bien al otro lado y lo mira, todo mundo lo mira y sabe quién es, sabe que puede hacer y posiblemente lo que va a pasar.
Ella le implora le ruega que haga algo y el solo dice.
—¿Quieres que el hombre que te protegió todo este tiempo te odie? ¿que se sienta mal por qué aunque eres su hija tengas control sobre su vida aún cuando él no lo hizo contigo?
Y ella lo sabe, sabe que tiene razón y está desesperada, no sabe que más hablar y solo se tapa la cara mientras grita dolorosamente.
Kuromo solo sonríe por qué sabe que ese sujeto realmente sabe hacer su trabajo, sabe lo que es ser odiado y que lo odien con tanta razón que no puedas decir nada más.
Escucha como se agacha le toca con un dedo la frente.
»Si te sirve de consuelo, el otro tipo morirá poco después de ti
—No… me si…rve
—Lo sé, pero bueno, solo serán segundos para nosotros pero un sueño largo para ti, aunque no entiendo por qué me pediste hacer esto hasta ahora
Lo dejo de tocar y se levantó al incorporarse, miro su alrededor, Zachary con graves heridas de un lado y la gente tratandolo de llevárselo, Akatsuki mirando a su hermana sufrir de esa manera y los demás solo mirar a Jezabel.
»No tarden
Desapareció después, Shiraishi sintió otro toque pero este era un un área no de su rostro, sino de su brazo, ella miró a su padre intentando quitarle la manga y ella la arrancó, después de tocar un poco, él parecía reírse, pero sus pulmones apenas podía exhalar y aspirar aire, más aún así lo hizo.
—Lo sabía… te quiero mucho, hija mía
Ella lo abrazo aún sabiendo que lo lastimaria pero no le importaba a ninguno de los dos.
—Tambien yo, papá, siempre, siempre te amaré, siempre…
Siguió repitiéndo eso hasta que no escucho ni sintió movimiento, no había necesidad de algún triste ambiente, no había nada que no fuera solo el normal estado brillante del sol de la tarde sin acercarse el anochecer, solo algo que pasó un día cualquiera pero que tenía que llegar para ella y para él.