Era de mañana y los 3 grandiosos seres míticos habían terminado de cumplir su promesa con Aran y consigo mismos, por fin eran guardianes de su querido hijo, ahora nada podía separarlos. Pasaron varios minutos y el niño se despertó, sus hermosos ojos estaban tristes pero aún así mostro una sonrisa para sus padres y Rony.
**Buenos días** Dijo Aran en lenguaje de señas
Los tres miraron con emoción y tristeza a su hijo sabían pues sabían que el camino que le deparaba era difícil. También, aunque no lo externaban se sentían culpables por las consecuencias que habían llevado sus actos repentinos debido a la ira, sin embargo, cada uno de ellos sabía que a pesar de no haber sido la forma correcta era mejor que Aran saliera de ese lugar en el que nadie lo respetaba.
**Buen día hijo, ¿Cómo dormiste?** Preguntó Aran
**Aran, preparamos comida y otras cosas para el camino, recuerda que un largo viaje nos espera hasta llegar al nuevo lugar en el que te quedarás.** Dijo Nina con voz alegre intentando hacerle ver al niño que todo estaba bien y que solo iniciarían una nueva vida en otro lugar.
**Oh, bueno, ¿Qué me pongo?** Dijo Aran notablemente mas tranquilo
**Bueno, Anty y yo te compramos ropa nueva con las Hadas ¿Te interesa, ah?** Dijo pícaramente Nina.
**¡Si, quiero verlo!** Contesto emocionado Aran
Anty saco con su magia un pantalón y camiseta con bordados de colores por toda la prenda. Lo cierto es que la prenda estaba imbuida de magia y esa magia era representada en bordados hermosos, sin embargo, para los humanos normales, las prendas eran solo blancas completamente, nada especial.
**¿Te gusta? Fue preparado especialmente para ti. Es por tu cumpleaños** Dijo Anty seriamente
**Gracias papás, los quiero mucho** Contesto el niño con ojos brillosos
De repente, justo cuando el ambiente era el correcto y el niño estaba de mejor animo una monja entro por la puerta azotándola a su paso. Sus pasos agigantados mostraban la molestia que le causaba estar cerca del niño maldito.
- Hola Aran, bueno, que molestia venir a verte como primer tarea en la mañana. Como sea, ten, esto es todo el dinero que podemos darte, te alcanzará para llegar al orfanato, ten, esta es la dirección. Viene todo bien especificado si te pierdes o te pasa algo no nos busques. Nos das igual- Dijo la monja mientras tiraba al piso el dinero y el papel con la dirección.
Una vez termino de realizar su tarea con Aran, la monja salió rápidamente del cuarto como si estar en él un segundo más haría que perdiera la cordura o el alma misma. Cuando cerro la puerta Nina usó su magia y recogió el dinero y la dirección. Ahora si era hora de salir de la iglesia y nunca volver.
Aran se comenzó a vestir con la ropa nueva y una vez estuvo listo el y los tres seres míticos salieron por la puerta del cuarto, salieron de la iglesia y se dirigieron a la parada de autobuses. En el Aran debía pedir un boleto con el destino que marcaba el papelito.
-Hola, quiero un boleto a este lugar- Dijo Aran mientras se ponía de puntitas y le pasaba el papel al señor que vendía los boletos.
-Claro niño, son 30 Gulls del boleto- Contestó el señor
Aran pagó el boleto y se sentó en la banca a esperar que llegara el autobús, mientras esperaba observaba el paisaje del lugar que estaba a punto de dejar. El no sentía ni una pisca de tristeza por dicho acontecimiento que cambiaría su vida.
**Aran, amor, ¿Estas listo? Esto será divertido**
**Si papá Nina, ya quiero subirme por primera vez a un carrote de esos**
Cuando llegó el autobús Aran y compañía subieron, y se sentaron todos cerca de el. El autobús comenzó a andar y en ese día Aran y sus compañeros olvidaron ese lugar maldito que solo dolor le había causado a un ser inocente.