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¿Qué eres?

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Synopsis
Shura, un huérfano de naturaleza especial. Su vida a veces triste pero no solitaria se muestra en estas páginas. -------------------- Esta es una historia lenta que involucra situaciones de contratos espirituales.
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Chapter 1 - El nacimiento.

Una mujer cansada gritaba y pujaba con todas sus fuerzas para poder dar a luz a su adorado bebé. En la sala de su casa ubicada en medio del bosque la luz amarilla característica de los focos más baratos iluminaba el lugar. El parto había estado siendo sumamente complicado, la única cosa que la motivaba a continuar era el hecho de saber que su amor rendiría frutos. Sin embargo, era claro que para que su hijo viviera, ella debía dar la suya a cambio.

La enfermera y amiga que asistía a la madre en su parto se encontraba con un semblante serio, era notorio que pensaba que no sobreviviría. El hecho de haber transcurrido un embarazo de alto riesgo, sin cuidados prenatales, sin una buena alimentación y en medio de la nada era una locura. Si el bebé nacía bien sería un milagro.

En la sala de la casa con luz amarilla había tiradas toallas con sangre, una tina con agua tibia preparada previamente, materiales para parto y el intento de un lugar estéril en medio de todo un desorden. Decir que olía solo a sangre sería mentira, el olor a placenta y líquido amniótico era penetrante y extraño.

- Hey… Yuujin, pro-prometeme que cui…daras de mi hijo…

- Si, te lo prometo

Y así, la única conversación que había surgido durante horas terminó con una enfermera dando una promesa a medias y una madre teniendo fe en que se cumpliría. Después, nada quedaba por decir dejando en el aire solo los gemidos de dolor de la madre.

- Yuu… Hemos sido amigas por mucho tiempo pe…

- ¡¡¡¡AAAAAAHHH!!!!

Justo cuando Yuujin deseaba decir algo importante, la cabeza del bebé se veía. Por fin estaba naciendo después de mucho esfuerzo, lágrimas y dolor. El regalo de mamá había llegado, eso por lo que se esforzó y esperó tanto.

- P-prestamelo, necesito verlo por primera y ultima vez- Dijo la joven madre con la voz cansada y llena de amor por aquel hijo extrañaría por siempre.

Cuando lo tuvo en sus brazos rompió en llanto. En esta vida, ella no podría acompañarlo en su travesía, no lo vería crecer, ni dar sus primeros pasos, no escucharía su pequeña voz decir mamá, ni un te amo, o ver alguno de sus berrinches, no lo vería enamorado, ni siquiera sabría de que color eran sus ojos… No sabría nada de su hijo. La vida sí que era injusta, ella no podría cuidar de él, ni protegerlo de la lluvia o del sol. Solo le quedaba confiar en su amiga de la vida, quería confiar en ella y aunque no quisiera, era su única opción.

De repente le llegaron recuerdos de lo dura que había sido su vida y como afrontó con miedo, pero valentía todo lo que creía correcto y quería con fuerzas. Recordó como conoció al padre de su hijo, y que cuando lo vio por primera vez parecía que brillaba. Justo ahora le parecía místico como había caído tan rápido por aquel hombre que hoy día odiaba con todas sus fuerzas. ¿Cómo le había tenido tanto amor y lealtad a aquella basura? Maldito sea el día que se habían conocido. Sin embargo, le agradecía el regalo de haber podido concebir a su bebé.

- Te amo mi Aran. Espero que al menos recuerdes mis palabras. Siempre te amaré con toda mi alma.

Después de decir eso comenzó a cantarle una canción de cuna, su voz era tranquila, un poco ronca pero dulce y con tintes de un cariño indescriptible e inmensurable cuyo hijo jamás sabría. Pasados escasos minutos su cuerpo cansado le cobro factura. Murió en la sala de la casa con luz barata amarilla, recostada en el sillón con su bebé en brazos.

- Por Dios, que estrés lidiar con este mocoso y aquella zorra… se murió justo cuando le iba a decir que no quería hacerme responsable. Ni hablar de interrumpirla en tal momento. En fin, ahora está muerta… no es como si pudiera decirle algo ahora.

Yuujin había presenciado tal escena sin decir palabra, le parecía ridículo, aunque un poco conmovedor, como su amiga y el pequeño se habían encerrado en su mundo antes de que ella muriera. En realidad la enfermera nunca la considero su amiga, de hecho, su odio hacia ella era grande como su hipocresía, por eso soltó tan odiosas palabras y sin tener opción tomo al bebé lo limpio y lo cubrió antes de tomar sus cosas para salir del lugar dejando todo intacto.