Después de estos ataques, las cosas en Hogwarts se complicaron aún más, especialmente para el director, pues, en cierto sentido, ahora no solo la escuela tenía un problema.
Entre nosotros también estaban los cinco estudiantes de Castelobruxo junto a su profesor, quien estaba a punto de sacarlos de aquí sin dudarlo. Toda escuela de magia tiene sus peligros, pero lo que estaba ocurriendo en Hogwarts era demasiado para pasarlo por alto. No sabía mucho, solo que aquel profesor había discutido acaloradamente con Dumbledore, decidido a llevarse a sus alumnos de este lugar.
No puedo negar que tenía razón en preocuparse por su gente. Si la próxima víctima del castillo fuera uno de sus estudiantes, la situación escalaría a un problema internacional. Pero, en realidad, ese no era mi problema… al menos, no del todo. No quería que este incidente arruinara mi viaje a Castelobruxo. Por suerte, parece que Dumbledore manejó la situación con habilidad, pues, aunque el profesor extranjero se veía molesto y los estudiantes asustados, ninguno se marchó. Sin embargo, las contramedidas se hicieron notar: el profesor no dejaba que sus alumnos vagaran solos e incluso los escoltaba personalmente entre clases.
Yo, por otro lado, tenía otras cosas en las que ocuparme. La Navidad era un momento alegre, pero para alguien como yo, también significaba estar bastante ocupado. Además, algunas de las cosas que tenía planeadas… no eran precisamente correctas.
...
Cuando llegué a la guarida, el lugar estaba más vacío de lo normal. Muchos habían decidido irse para las fiestas, pero mi grupo de chicas no; ellas se quedaron. En ese momento, debían estar en la habitación que usaban para sus investigaciones.
Me acerqué y toqué la puerta. Pronto, Susan asomó la cabeza. Con el frío actual, llevaba guantes, bufanda y orejeras de color amarillo que le quedaban bastante bien. Ella era una de las personas que se sentía tanto feliz como triste por quedarse. Triste porque no podía pasar la Navidad con su única familia, su tía, quien estaba demasiado ocupada. Feliz porque, al menos, no tendría que pasar las fiestas sola y podría disfrutarlas con sus amigos.
"¿Puedo pasar?" pregunté, notando que la puerta no se abría lo suficiente como para dejarme entrar.
"Eh…" Susan volvió a mirar hacia adentro, y se escucharon murmullos durante unos segundos antes de que asomara la cabeza nuevamente, con un ligero rubor de vergüenza. "No… lo siento, Red."
"Traigo regalos2 comenté con una sonrisa.
"Hmm…" Susan volvió a ocultarse, y esta vez, además de murmullos, se escucharon algunos sonidos sospechosos desde la habitación. Pasaron varios segundos antes de que la puerta se abriera finalmente. "Está bien, puedes pasar."
Entré a paso lento, observando a mi alrededor. Todas las chicas estaban allí, envueltas en sus abrigos de invierno, mirándome con diversas expresiones. Algunas con expectativas, y otras—las que ya tenían una relación conmigo—con miradas cargadas de otros sentimientos.
Respecto al lugar, estaba claro que intentaron ocultar varias cosas a último momento. La pizarra donde solían colocar fotos y anotar sospechosos estaba volteada, la mesa con sus notas y pistas estaba cubierta con una sabana, y otros detalles delataban su intento de disimular… como las galletas que, en ese momento, Hannah tenía todas en la boca, pareciendo una ardilla tratando de esconder sus nueces.
"¡Red… trajiste regalos?!" preguntó emocionada Tracey, sin el más mínimo disimulo.
"Aún falta para Navidad, ¿no crees que es mejor esperar?" cuestionó Padma, aunque tampoco pudo ocultar su interés.
"o es gran cosa" respondí con una sonrisa. "Aún tendrán sus regalos de Navidad."
Varias de las chicas, sin importar si tenían una relación conmigo o no, parecieron emocionarse con mis palabras.
"¿Qué es? ¿Dónde está?"preguntó Parvati con entusiasmo.
"Yo solo tengo un regalo en mente…" murmuró Lavender, con una mirada demasiado fija en mi entrepierna. Una imagen muy clara se formaba en su mente, cierto paquete con un moño, listo para convertirse en un gran obsequio para todas las chicas presentes. Y, dentro de nueve meses, devolver un regalo aún mayor.
"Esperen un poco. Antes del regalo, quisiera ver cómo va su investigación. Puede que esté relacionado con eso." Dije, intentando calmar la emoción de las chicas.
"Eso es secreto, Red..." dijo Hermione, recibiendo la aprobación silenciosa de las demás. Estas chicas ya estaban completamente comprometidas con el caso y, después de tanto esfuerzo, sentían una verdadera responsabilidad. Habían decidido asumirla sin mi intervención.
"No digo que vaya a meterme, solo quiero ver cómo van. Si ya tienen pistas o algo concreto. No planeo detenerlas, de hecho, me alegra que quieran resolverlo por su cuenta. Lo digo en serio. Si no es completamente necesario, no intervendré y las dejaré actuar. Se los prometo." Respondí con honestidad.
Varias chicas se miraron entre sí, susurrando cosas mientras me lanzaban miradas de vez en cuando. Me sorprendía lo mucho que se habían dedicado a esto y la fuerte relación de cooperación que habían formado.
"Está bien. Podemos decirte algunas cosas." Dijo Pansy. A pesar de su amor por mí, si no le pedía la información directamente, prefería guardársela para demostrar su capacidad.
"Bien. Entonces, ¿qué han descubierto?" Pregunté con una sonrisa.
Hermione se levantó de su asiento y se acercó a la mesa en el centro de la habitación. Miró a las demás, como si se comunicara con ellas telepáticamente. Penélope movió su varita y la manta que cubría la mesa salió volando… directo hacia mí, envolviéndome como un disfraz improvisado de fantasma.
Me la quité con rapidez, sin darme cuenta de que Penélope ya había lanzado otros hechizos sobre la mesa, ocultando algunas cosas y haciendo aparecer otras.
Cuando volví a ver, la mesa estaba cubierta de fotografías e ilustraciones de plantas y criaturas mágicas, junto con varios ensayos sobre magia. Observé todo con curiosidad antes de dirigir mi mirada a las chicas.
"Nuestro progreso respecto al sospechoso no ha avanzado demasiado. Hay demasiadas posibilidades, así que decidimos enfocarnos en otro punto importante: las víctimas y su situación." Explicó Hermione.
Justo en ese instante, la puerta se abrió y todas volteamos.
La persona que acababa de entrar se detuvo en seco al sentir nuestras miradas sobre ella. Era Astoria, quien se sonrojó visiblemente al recibir tanta atención y pareció congelarse en su lugar.
"¿Astoria?" Pregunté, mirando a las chicas, en especial a Daphne.
"Perdón por llegar tarde. Estaba en el baño y luego me crucé con..." Su voz fue haciéndose más baja hasta que dejó de hablar por completo. Disimuladamente, se movió hasta sentarse junto a mis hermanas.
Me sorprendió un poco, la verdad. Es cierto que le había dicho a Ginny y a Luna que intentaran hacerse amigas de Astoria, ya que era una buena chica y, al igual que ellas, estaba en primer año, así que no le vendría mal un par de amistades. Pero lo había dicho casi en broma… ¿Ya eran amigas? ¿Cómo se llevaban? Me daba curiosidad.
A pesar de que mi interés en Astoria era mayor al que sentía por la mayoría de las personas en el colegio, no era tan grande como el que tenía por las chicas que estaban aquí. Aun así, tampoco era un problema. Era la hermana de Daphne, y quizá por eso ahora parecía estar involucrada en este grupo de detectives juveniles.
*¡Coff!*
El sonido me sacó de mis pensamientos.
"Lo siento por Astoria, ¿continuamos?" Se disculpó Daphne.
Las palabras de su hermana hicieron que Astoria se sonrojara aún más, pero no dejó de mirarme de forma poco disimulada, lo que hizo que Ginny me dirigiera una mirada con una expresión que claramente decía: "¿Por eso querías que nos hiciéramos amigas?"
"Sí, bueno, estábamos en nuestra investigación actual," dijo Hermione retomando la explicación. "Nos enfocamos en el mensaje que apareció cuando las primeras víctimas fueron atacadas: Filch y su gata."
"LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA. TEMED, ENEMIGOS DEL HEREDERO." Pronunció Cho con seriedad.
"Hemos investigado sobre la Cámara de los Secretos, aunque la información es escasa o prácticamente nula," añadió Padma.
"Además, muchas de las historias que encontramos son meras leyendas sin fundamento, relatos exagerados que no tienen base histórica ni una fuente confiable que los respalde," comentó Lavender con frustración antes de murmurar para sí misma: "¿Pero por qué ninguna de estas historias puede tener aunque sea un poco de sexo o violaciones? Qué aburrido..."
"Lo que sí pudimos deducir es que la Cámara debería contener la herencia de Slytherin. Es probable que dejara algo allí para deshacerse de quienes consideraba indignos de aprender magia," agregó Millicent, desviando la mirada momentáneamente hacia mí con cierto nerviosismo. Desde lo sucedido, su actitud había cambiado; era más activa, pero también más inquieta.
"Penélope, Padma, Cho y Luna han estado investigando sobre posibles formas de magia que pudieran petrificar a alguien del modo en que terminaron las víctimas," continuó Hermione, señalando los papeles dispersos en la mesa.
"Pero no encontramos ninguna magia relativamente sencilla capaz de causar un efecto tan extremo," explicó Penélope, negando con la cabeza. "Por lo menos, no una que magos jóvenes pudieran usar con facilidad. Hablamos de magia muy avanzada o magia oscura altamente peligrosa."
"Por esa misma razón, pensamos que las petrificaciones podrían no ser causadas directamente por el heredero con su propia magia," intervino Hermione. "Aunque no lo descartamos por completo, creemos que puede deberse a alguna criatura o legado dejado por Slytherin."
"Hannah y Susan han estado investigando cualquier tipo de planta o material herbóreo que pudiera tener un efecto petrificador similar," añadió, dándoles la palabra.
Hannah se levantó de su asiento con seriedad y dio un paso al frente antes de empezar su informe.
"No hemos localizado ninguna planta en la actualidad capaz de causar este estado de manera natural. El efecto es demasiado fuerte, y ninguna planta conocida lo generaría por sí sola," explicó.
"Existen registros de algunas plantas en la antigüedad que podrían haberlo logrado, pero la mayoría se consideran extintas," agregó Susan.
"Sin embargo, considerando que Slytherin vivió hace mil años, no es imposible que alguna de estas plantas sea la responsable. Examinamos las víctimas y descartamos algunas opciones, pero todavía nos falta información," concluyó.
"Por eso pensamos que quizás no se trata solo de una planta," continuó Hermione, mirando a las chicas de Slytherin.
"Nosotras investigamos sobre pociones y venenos," explicó Daphne. "Si, como dijo Hermione, no es una planta en sí, podría tratarse de un producto con propiedades petrificadoras."
"Si la Cámara de los Secretos contenía recetas de venenos o pociones, es posible que el heredero las esté utilizando," añadió Tracey. "Eso explicaría por qué los ataques tienen tanto tiempo entre uno y otro en lugar de acabar con todas sus víctimas de golpe. Toma su tiempo prepararlos"
"La posibilidad no es la más fuerte, pero tampoco podemos descartarla aún," señaló Pansy. "No sabemos qué tipo de legado pudo haber dejado Slytherin a su heredero. Si se trata de un veneno o un brebaje especial, sigue estando dentro de nuestras consideraciones."
"Por esa misma razón, tampoco hemos descartado que pueda ser un hechizo de magia oscura," añadió Padma. "Es posible que Slytherin dejara algún tipo de encantamiento especial para su heredero. Quizás un hechizo desconocido para el resto del mundo."
"Por último, las chicas de Gryffindor hemos investigado sobre criaturas mágicas," explicó Hermione. "Sabemos que se dice que Slytherin dejó un monstruo dentro de la Cámara. Redujimos nuestra lista a criaturas que tienen la capacidad de petrificar."
"Hemos considerado gorgonas, cockatrices, algún tipo de espectro chino..." enumeró Parvati.
"Pero decidimos centrarnos en criaturas más cercanas," la interrumpió Hermione. "Salirnos de Europa haría que la posibilidad fuera menos probable. Aunque, gracias a Lavender, surgió otra teoría."
"Se me ocurrió que podría no tratarse de una criatura conocida," dijo Lavender, mordiéndose el labio y frotando las piernas entre sí con cierta dificultad para mantenerse concentrada. "No me refiero a criaturas extintas, que también revisamos, sino a la posibilidad de que Slytherin hubiera creado algún tipo de monstruo desconocido. Quién sabe qué clase de perversas hibridaciones podría haber hecho en su laboratorio."
"Por eso mismo," concluyó Hermione, "agregamos a la lista algunos animales no mágicos con venenos paralizantes. Si se potenciaban con magia, podrían haber evolucionado hasta un punto en que pasaran de paralizar a petrificar directamente."
Desde mi asiento, sonreía al ver lo mucho que habían trabajado. La división de tareas había sido excelente, y estaban mucho más cerca de la verdad de lo que imaginaban, aunque aún no lo supieran.
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