Cansado. Así era como me sentía, vagando en el Bosque Prohibido junto a Andra, Eileen y Tonks, en tierras cubiertas de telarañas. Sabía que nos observaban, pero eso era precisamente lo que buscaba. Había tantas cosas nuevas, tanto por hacer, tanto por tener en cuenta.
Varios ojos surgieron en la oscuridad del bosque, acompañados del sonido sigiloso de patas entre la hierba y los árboles. Ahí estaban: las acromántulas, listas para atacarnos. A Elise le encantaría estar aquí, pero no podía traerla; necesitaba a estas arañas vivas, y ella no era precisamente la mejor conteniéndose.
Cuando vi que las arañas comenzaban a lanzarse sobre nosotros, los cuatro alzamos una barrera, como si lo hubiéramos ensayado previamente, impidiendo su avance.
"Recuerden, vivas" grité, y, como si fuera una señal de guerra, las mujeres que me acompañaban empezaron a lanzar hechizos a su alrededor.
"Incarcerous."
"Descendo."
"Stupefy."
Cada una atacaba a esta plaga de criaturas, que eran bastante resistentes a la magia común. Pero eso no importaba; lo que necesitaba era que las mantuvieran detenidas el tiempo suficiente. Yo, con masas de sangre saliendo de mí, rápidamente atrapaba a cada araña que se veía mínimamente incapacitada, y con [Sueño] las ponía a dormir antes de guardarlas en una maleta con un hechizo de expansión.
A pesar de cuántas atrapáramos o cuántas terminaran accidentalmente muertas, aún quedaban muchas. Este ya era el tercer grupo al que enfrentábamos, y era el más grande; parecían interminables. Las primeras veces cometimos varios errores: falta de coordinación, falta de control.
Tonks estaba sorprendida cuando le conté lo que planeaba hacer. Aunque ya no deseaba ser auror, cosas como esta aún le llamaban la atención. Pero se arrepintió un poco al ver la cantidad de arañas, no por miedo, sino por el asco que le provocaban. Por suerte, para esta tercera tanda, ya parecía más acostumbrada e incluso parecía disfrutarlo.
Debíamos haber capturado un poco más de un centenar de estas criaturas. Y si tenemos en cuenta que además de nosotros está Tenebrius con su grupo de hombres lobo en otra sección haciendo lo mismo, no creo que tengamos problemas para llegar a las 200.
Pero ya es tarde, es hora de volver y ver si puedo deshacerme de Tonks sin muchos problemas. La idea de explicarle que Gemma Farley está embarazada de mi hijo y que dos niñas que no deberían existir en esta línea temporal ahora residen en el [Feudo] no es precisamente atractiva. Contárselo no es el problema… su reacción, sí. Tengo que buscar una forma de compensárselo.
...
Nos costó algo de trabajo, pero finalmente logramos clasificar a las malditas arañas. Lo peor es cuando despiertan antes de tiempo y te atacan de sorpresa; perdimos algunos especímenes de esa manera.
En fin, logramos categorizarlas y separarlas por sexo y por edad. Las más ancianas y los machos fueron enviados como "combustible fantasmal". Sí, así es. Los rituales que Helena necesita requieren sacrificios, y casi 100 arañas no es un mal comienzo. Aunque, en el futuro, puede que necesite más. Creo que pondré un aviso en "Los Dragones de Albion" para ver si alguien acepta el trabajo de conseguirme plagas como esta. Aunque tal vez no sea necesario; ese tablón de misiones me ha abierto muchas posibilidades.
En cuanto a las hembras jóvenes, todas son retenidas y clasificadas, buscando los mejores especímenes hasta reunir un grupo aceptable. Luego, quedan sujetas mágicamente hasta que terminemos con otros preparativos.
Una casa, muy similar a donde ahora residen Lily y Petunia, es el lugar destinado para ellas, o más bien el sótano. Allí estamos construyendo un pequeño laboratorio, distinto a los anteriores, pues su finalidad es otra, y he comprendido que es mejor ser organizado. Bueno, no soy exactamente yo quien hace todo el trabajo de remodelación, sino las chicas de aquí, mientras que yo estoy concentrado en otra parte de este gran proyecto: la transfiguración humana.
Las arañas menos aptas, las que tienen peor condición, son mi material de prueba. Sé que las criaturas mágicas poseen resistencia mágica y transfigurarlas es demasiado complicado, pero no soy un mago cualquiera. Con magia de sangre para potenciarme, un mercader con todo tipo de objetos, un archimago que también tiene artefactos excepcionales y una tierra en la que soy prácticamente un dios... lo tengo todo para intentarlo.
...
Pasaron varios días en Hogwarts en los que Daphne y su hermana estuvieron ausentes, lo que preocupó a muchas personas. Eran la segunda y tercera estudiantes de Slytherin que desaparecían casi sin explicación. Ni siquiera estaba el problema de la Cámara de los Secretos, y ya todos estaban alterados.
Pero ese miedo se esfumó cuando nos informaron que ambas tenían asuntos familiares y que hoy regresarían. Tenía curiosidad por ver qué ocurriría cuando volvieran, y me preguntaba si Daphne seguiría mostrándome esa actitud asesina. Esa chica puede dar miedo cuando se lo propone.
De hecho, me quedé esperándolas en la sala común de Slytherin, ansioso por ver cómo se desarrollarían las cosas. No me gustaría perder a Daphne de esa forma; es una chica bastante buena, tranquila, serena y madura. Alguien en quien puedes confiar si logras ganarte su amistad.
Y ahí las vi, entrando en la sala común junto a las demás chicas de Slytherin, que parecían no parar de hacerles preguntas y de hablar con ellas. Decidí mantenerme en las sombras un momento, esperando a que se calmaran las cosas mientras observaba a las hermanas. Se veían... bien, realmente bien.
Daphne no estaba muy diferente, pero Astoria... La chica siempre había sido pálida y de aspecto frágil; no es que fuera apática, pero parecía que le faltaba la energía para hacer cualquier cosa que se propusiera. Sin embargo, ahora era distinta. Aunque seguía pálida, estoy seguro de que, si pudiera, estaría saltando de felicidad por las paredes. Se la veía cansada, incluso agotada, jadeando tras acciones simples, pero sonriendo y correteando entre las chicas, a pesar del esfuerzo. Estaba feliz.
Esperé un poco más, hasta que el grupo a su alrededor se dispersó y las preguntas se hicieron menos intensas. Entonces, revelé mi presencia de manera sutil. Aun así, mi aparición provocó un silencio en la sala, y todos los presentes intercambiaron miradas entre Daphne y yo. Sabían lo que había pasado antes de que ella se fuera y posiblemente sospechaban que había sido la razón de su ausencia. Todos estaban tensos, expectantes.
Daphne pareció tomar un respiro profundo, como si se preparara para algo importante. Con una expresión solemne, comenzó a caminar hacia mí. El ambiente se volvió aún más tenso; incluso Pansy hizo amago de adelantarse para detenerla, pero le hice una seña para que no interviniera. La niña Greengrass se plantó frente a mí, mientras Astoria, más pequeña, me observaba desde detrás de un sillón con curiosidad infantil, sin miedo, tal vez incluso con algo de emoción.
"Red" dijo Daphne, atrayendo mi atención. Me miraba a los ojos con una determinación inusual.
"Daphne" respondí, esperando ver qué hacía.
Entonces, con destreza y rapidez, Daphne sacó su varita. Pero, antes de que pudiera reaccionar defensivamente, la colocó sobre su pecho y se arrodilló frente a mí, con una expresión solemne. Miró al suelo un momento y luego alzó sus ojos hacia los míos.
"Yo, Daphne Greengrass, miembro de la noble casa Greengrass, te juro lealtad, mi señor, por el honor de mi familia y por los sagrados lazos que nos unen. Defenderé tus intereses con mi vida y mi magia, y permaneceré fiel hasta mi último aliento." dijo en el tono más serio e imponente posible.
El lugar quedó en silencio. Todos miraban a la chica arrodillada, que no se inmutaba ante las miradas de los demás, ni ante mi expresión de sorpresa y confusión.
"Vas a tener que ser un poco más específica con lo que estás diciendo" le respondí, extendiendo la mano para levantarla, pero ella se esforzó por mantenerse arrodillada frente a mí.
"Es justo lo que he dicho. A partir de ahora, yo, Daphne Greengrass, prometo serte leal y servirte hasta el final de mis días" dijo con esa mirada decidida, sin parpadear al mirarme. "Por favor, mi señor, acéptame. Déjame pagar la deuda que tengo contigo. Seré tu varita y tu capa. Seré tu general en batalla, tu consejera en la casa, y tu más fiel sierva en esta vida.
"No tienes ninguna deu..."(Red)
"Resolviste el problema que ha acosado a mi familia durante generaciones, salvando a mi hermana. En el pasado, me prometí a mí misma que lo daría todo para liberar a Astoria de ese mal que la aquejaba, y tú lo hiciste. Es mi deber pagarte. Lo único que realmente me pertenece y que tiene algún valor es mi vida."(Daphne)
Las demás chicas se acercaron rápidamente, en especial Pansy, quien hacía un gran esfuerzo por levantar a Daphne del suelo. Daphne se resistía, aunque la fuerza combinada de tres chicas estaba logrando alejarla de mí. Sin embargo, en sus ojos aún veía su renuncia y su anhelo.
—Está bien, acepto tu lealtad —dije, contemplándola. Al escuchar mis palabras, Daphne se relajó y dejó de resistirse, permitiendo que sus amigas la arrastraran. Aunque eso casi hizo que todas terminaran cayendo de espaldas.
—Gracias, mi señor. Seré su fiel servidora a partir de ahora —respondió mientras las chicas la llevaban a su dormitorio para hablar en privado.
Solo pude observar cómo se desarrollaba la escena, intentando entender qué pasaba por su mente. Desvié la mirada y noté a Astoria, quien seguía observándome con ojos brillantes, casi como estrellas. Parecía contemplarme con mezcla de asombro, miedo y curiosidad. Parecía una pequeña fanática... aunque lo único malo fue que Ginny acababa de entrar en la sala común y la vi lanzándome una mirada severa al notar cómo Astoria me miraba de esa manera.
Con mi lenguaje corporal intenté comunicarle a Ginny que yo no tenía nada que ver y me fui rápidamente del lugar antes de que mi hermana dijera algo al respecto.
...
En el dormitorio de las chicas de Slytherin, Daphne estaba rodeada. Pansy, la líder de este interrogatorio, cruzó los brazos y puso una expresión de pocos amigos. Estaba claramente enojada, como si alguien hubiera irrumpido en su casa para robar sus tesoros.
"Tienes muchas explicaciones que darnos, Daphne" dijo Pansy.
"Un juramento, ¿en serio? Y delante de todos" agregó Tracey, consternada. Aunque sus razones eran distintas, ella estaba más preocupada por la imagen de su amiga y lo que acababa de hacer.
—Era necesario.
—¿Por qué? —preguntó Pansy, zarandeándola ligeramente, aunque sin violencia.
—Porque él salvó a mi hermana —respondió Daphne, seria.
Entonces Daphne les explicó sobre la maldición que pesaba sobre su linaje, las muertes que había causado y las pocas esperanzas que habían tenido de que Astoria llegara a vivir más allá de los veinte años. Sus palabras hicieron que las chicas casi rompieran a llorar mientras la abrazaban.
"Por eso tomé esta decisión. Realmente me prometí a mí misma que daría todo lo que tengo para salvar a mi hermana; incluso habría intercambiado lugares con ella si hubiera sido posible. Pero ya no hace falta. Mi familia lo ha comprobado de todas las formas posibles: no hay rastro de esa maldición en ella. Aún no está tan saludable como una niña de su edad y tendrá algunos problemas en el futuro, pero con el tratamiento adecuado podrá recuperarse"dijo con una sonrisa feliz.
"Vaya, Red es increíble. Será famoso cuando se sepa que puede romper maldiciones de sangre" comentó Tracey, emocionada con el chisme.
"Pero... por algo así, una deuda familiar habría sido más adecuado. ¿Por qué jurarle servirle?" preguntó Millicent.
"Porque es mejor establecer mi relación con él desde ahora" respondió Daphne, y todas la miraron confundidas. "Antes me estaba aprovechando de él; tenía mucho potencial y ser su amiga me convenía. Pero ahora… sé que llegará muy lejos, probablemente incluso más que el Señor Oscuro."
Sus palabras congelaron a sus amigas.
"Antes solo quería ser su amiga y aprovechar la situación, pero en estos días he visto el alcance de su poder. Una maldición como la nuestra, una que tiene siglos, no debería poder romperse, pero él lo hizo. Si quiero tener una buena posición en el futuro, avanzar tanto como él, mi mejor opción es subirme a su barco antes de que esté más lejos de la orilla. Si el Señor Oscuro no hubiera caído, la estructura de poder en el mundo mágico sería diferente, con sus seguidores en la cima. Estoy haciendo lo mismo, alineándome con alguien que puede llevarme lejos. Creo entender que tipo de persona es, sé que él me quiere a su lado, y por eso decidí hacer lo que hice. Solo estoy reafirmando mi posición. Es solo un pequeño sacrificio."(Daphne)
"Hmmm…" resopló Pansy, incómoda al escuchar a su amiga decir que quería estar al lado de su "novio". Pero entonces Daphne la miró con una expresión despectiva, y Pansy casi entendió completamente el mensaje que transmitía. Con un gesto de la mano, Daphne le indicó, "No tienes derecho a quejarte; sé lo que pasa entre ustedes", haciendo que Pansy desviara la mirada, nerviosa.
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