Era la mañana siguiente y nos encontrábamos Hannah, Neville y yo en la oficina del director. El día anterior había sido abrumador, lleno de preguntas y comentarios tras el anuncio de Dumbledore. Neville, Hannah también se vieron afectados, aunque en menor medida. De hecho, ambos se acercaron a mí ayer para hablar al respecto.
Éramos los únicos tres alumnos seleccionados para esta oportunidad, y estábamos al final de nuestro primer año. Surgieron dudas sobre por qué nosotros y cuáles eran los criterios de selección. Se hicieron suposiciones; Neville y Hannah tenían excelentes notas en Herbología, y aunque yo también, mi interés no era tan profundo como el de ellos dos.
Sabía por qué todo esto había sucedido; fue parte de mi acuerdo con Dumbledore, aunque no podía compartirles los detalles. Me sorprendió la inclusión de Neville, pero eso no importaba. Lo relevante era nuestra presencia, la de Hannah y la mía.
En la oficina del director nos esperaban Dumbledore, McGonagall, Sprout, Snape y Kettleburn. Todos observaban a los tres niños nerviosos, bueno, en realidad, solo Neville y Hannah estaban nerviosos. Yo, por mi parte, estaba teniendo un ligero duelo de miradas con Snape.
Allí, el director repitió la explicación sobre este evento particular. Los niños hicieron preguntas y recibieron respuestas, aunque algunas fueron más vagas que otras. No había mucho más que hacer al respecto; todo se había organizado a última hora. Tal vez un intercambio no sería tan complicado, pero uno planeado con tan poca antelación y que involucraba a niños pequeños presentaba sus desafíos.
Debíamos recordar que Hogwarts no era dirigida únicamente por el director; existía el consejo escolar, que no permitiría que Dumbledore enviara a alumnos lejos sin justificación. Pero ahora que lo pienso, la abuela de Neville también formaba parte de ese consejo. ¿Esa era la razón por la que estaba aquí o había otro motivo?
En fin, los profesores explicaron que esta era una oportunidad única, conseguida por el director quien había estado en contacto con sus amigos en Brasil recientemente. Aunque en realidad fue Dumbledore quien se acercó a ellos para esto, pero eso no se divulgó; se presentó como un acuerdo que surgió de manera casual. Pude notar a McGonagall un poco disgustada por este arreglo repentino, y a Snape con su característico tono burlón insinuando que quizás fue lo mejor que le pudo pasar a Hogwarts, mantenerme alejado.
Finalmente, nos permitieron irnos, informándonos que se había notificado a nuestros tutores y que se organizaría el viaje a Castelobruxo en nombre de Hogwarts, siempre y cuando se obtuviera su permiso. No teníamos más que hacer que prepararnos para nuestro regreso a casa y esperar a que nuestros padres discutieran sobre el viaje.
Dumbledore despidió a los profesores y a los alumnos, pero antes de que todos nos fuéramos, me pidió que me quedara para hablar sobre un reconocimiento especial por mi participación en la lucha contra Quirrel. En realidad, era solo una excusa para que pudiéramos hablar a solas. Y aquí estoy, sentado frente al director, ahora sin sonrisas falsas entre nosotros.
"Gracias por cumplir tu parte del trato", expresé con gratitud.
"Era lo que se debía hacer", respondió con una leve risa mientras tomaba un dulce de un jarrón sobre su escritorio. "Pero no estoy seguro de que seas consciente de las implicaciones de este intercambio".
"Sé muy bien lo que estoy haciendo... en su mayoría. No esperaba que pudieras conseguir un año completo, pero lo agradezco. También lamento lo difícil que debe haber sido lograrlo en tan poco tiempo y asegurarte de que nada nos ocurra como consecuencia", añadí con sus respectivas indirectas mientras también tomaba un caramelo del frasco.
"Como director, debo velar por el futuro académico de mis estudiantes. Aunque al principio si fue un poco difícil, pero parece que después de que Lucius Malfoy intercambiara cartas con su hijo, apoyó la idea que propuse de enviarlos a Brasil", explicó.
Reí interiormente ante la imagen que se me vino a la mente. Lucius comentándole a Draco el plan de Dumbledore y este rogándole a su padre que hiciera realidad la idea de enviarme a la selva con la esperanza de que alguna criatura me devorara.
"También estaba Augusta Longbottom, quien estuvo completamente en contra de enviar a su único nieto tan lejos por un simple intercambio", Continuó.
"Sí, eso me sorprendió. Solo pedí a Hannah y a mí, pero tampoco me molesta que venga Neville", admití.
"Bueno, creo que este viaje le hará bien al muchacho. Tiene un gran potencial oculto bajo esa timidez. Estuve mucho más seguro de ello después de lo sucedido últimamente. También se lo mencioné a Augusta y con el tiempo logré convencerla de que si quería permitir que Neville creciera, debía darle la oportunidad de hacerlo. Después de eso, apoyó mi plan, aunque todavía tengo varias amenazas dirigidas a mis genitales si algo le llegara a pasar o si cometo algún error", agregó con una expresión cómica.
"Genial, entonces todo está arreglado supongo. Si falta algo como fondos o cualquier otra cosa para el viaje y los viáticos, puedo ayudar en lo que sea necesario", ofrecí con cierta confianza ahora que disponía de mi fuente de ingresos, aunque esperaba no necesitar usarla demasiado. Todavía hay muchos lugares donde podría gastar ese dinero, pero gastaría lo necesario para este viaje.
"Oh, creo que hasta me siento como un anciano pobre frente a ti después de que pudieras prometer algo sin titubear. No sabía que el señor Weasley tenía tantos ahorros", ríe, pero su perspicacia era palpable.
"Dejemos los juegos", respondí ante la sensación de que Dumbledore intentaba obtener información con esta charla. "No, no es una riqueza dada por la piedra filosofal. No la tengo conmigo; la destruí". Afirmé con decisión, esperando que el anciano dejara de molestarme por eso.
"No dije nada de eso. Confío plenamente en tu palabra. Sé que lo hiciste", comentó Dumbledore.
'Le cree su hermana', Dije mentalmente.
"Pero conozco bien la situación de tu familia y no veo cómo podrías tener los fondos para financiar lo que propusiste. Incluso pensé que tendría que sacar de mi propio bolsillo algunos galeones para asegurarme de que tuvieras lo suficiente para tu viaje y que no te pasara lo mismo que a tu hermano William. Debes entender las dudas de este viejo; me preocupa un poco los medios que tienes que emplear para conseguir el dinero que mencionas. No todas las formas de ganar dinero son seguras para ti o para los demás", expresó Dumbledore.
"No necesitas preocuparte tanto. Aunque no tenga la piedra para hacer oro, tengo algo mejor. Recuerda que también tengo otra identidad, Tenebrius, y con ella, aunque ya no tenga futuro como auror, todavía tengo mis métodos. Conozco a alguien de confianza con quien comerciar sobre cualquier cosa. Compro y vendo a precios que me dan cierto margen de beneficio como intermediario", expliqué.
"Hmmm..."(Dumbledore)
"No tienes que preocuparte por nada, todo es legal y mis contactos son fiables. De hecho, si necesitas algo, es posible que pueda conseguirlo a buen precio, así como si quieres deshacerte de algo. Claro, a cambio de una pequeña comisión", ofrecí.
"... Sabes, justo ahora me estás recordando a un exalumno, Jae Kim, un gran Gryffindor. Tenía el título de 'el traficante de Hogwarts' porque era capaz de conseguir casi cualquier cosa que pudiera tener comprador, ilegal o no. Era un joven ingenioso que siempre trataba de sortear las reglas a su favor", compartió Dumbledore, pero este no sabía que solo escuche durante un tiempo y luego vague en mis pensamientos.
Escuché a Dumbledore con interés, aunque no creo que en el sentido que él esperaba. El estudiante que mencionó, Jae Kim, me sonaba de uno de los juegos de Harry Potter, pero era uno que no había terminado en mi vida anterior. Además, ¿no se suponía que estaba en el mismo año que Tonks? Pero Tonks está, o estuvo mejor dicho, en el último año ahora. Hay detalles que no cuadran; creo que debería investigar. Entiendo que este es un mundo alternativo, pero...
"Señor Weasley", me interrumpió Dumbledore.
"Lo siento, estaba atrapado en mis pensamientos. Pero realmente es una historia interesante; me ha dado mucho en qué pensar, la moraleja es clara. Ya te dije que todo es seguro. Incluso tengo algunos exestudiantes de Hogwarts trabajando para mí." Aclaré "No podía hacerlo todo solo, pasar mi tiempo con Tonks e ir a Hogwarts al mismo tiempo. Tengo mis límites, aunque sean necesarios clones para ello", mentí sin problemas. "Ahora, creo que debo irme".
"Una cosa más, señor Weasley", anunció Dumbledore.
"Aja...", respondí.
"Me gustaría conocer a ese contacto", expresó con curiosidad.
"Si usted así lo desea, busque a Remus Lupin", respondí sin mostrar mucha emoción. Realmente sería sencillo para mí si eso bastara para relajar la vigilancia del viejo en mí.
"¿¡Él es con quien comercia!?" preguntó con sorpresa y sospecha.
"No, pero él trabaja bajo el infame 'Tenebrius' y puede llevarlo a él, ya que está involucrado en el tema del comercio. Aunque puede que haya un juramento inquebrantable para guardar secretos o no, así que le aconsejaría que si busca respuestas vaya solo a pedirle que le presente a Merk. Ah, y un último recordatorio respecto a eso: no podrá sacarle información a mi 'contacto', no habla y es prácticamente imposible comunicarse con él normalmente", expliqué, antes de enviar un mensaje al mercader para asegurarme de que no revelara cierta información sobre mí, si es que podía.
"Está bien, gracias por la información. Supongo que si veo que necesito algo, podría encargárselo a usted. Es más, puede que Severus necesite realizar varios tratos con usted si en verdad puede conseguir lo que sea", sugirió Dumbledore.
"No creo que él quiera aceptar nada de lo que le ofrezca", comenté.
"Sí, cierto, parece que tienen una relación complicada en este último tiempo. ¿Ha pasado algo entre ustedes? Sé que él puede ser algo complicado en las relaciones interpersonales pero..."(Dumbledore)
"Nah... estamos bien... es solo que nuestra relación es complicada, como todas. Tenemos nuestra historia", respondí.
"¿Historia? ¿No se conocieron por primera vez aquí en Hogwarts en este año escolar?", preguntó sin entender.
"Sí, y fue un gran año escolar. No se preocupe por nosotros, es algo de compas", aclaré.
"¿Compas?", preguntó, cada vez más confuso, pensando si se había perdido algo, ya sea un trozo de información o varios años de la vida de su profesor de pociones. "Sí, quizás solo me preocupo demasiado", dijo, pero en realidad se anotó en su lista de pendientes investigar más a fondo. "Solo tengo una última pregunta, si tiene esa riqueza, ¿por que no la comparte con su familia? sabiendo en la condición en la que están", preguntó, tratando de probar mi personalidad una vez más.
"Lo hago, con Ginny", respondí.
"¿Y los demás?"(Dumbledore)
"Pues pasa lo mismo que con lo de Tenebrius, no se lo puedo decir o todo se acaba. Si mi madre se entera, no me dejará seguir con ningún negocio que pueda 'ponerme en peligro', y así perdería una fuente de dinero que podría ayudar a mi familia en momentos de necesidad, además de permitirme darme algunos gustos. Mi padre no puede ocultarle nada a mi madre. Percy es demasiado recto para guardar un secreto. Con Ron es igual y tiene la boca floja. Bill y Charlie no viven en casa y no tiene sentido decirles. Fred y George..."(Red)
"¿Qué pasa con los gemelos?" inquirió Dumbledore.
"En ellos puedo confiar, y creo que puedo ayudarles a cumplir sus sueños con el dinero que gano. Pero pensé que no tenía sentido decírselo ahora en la escuela; tenía demasiadas cosas que hacer, así que lo pospuse. Sin embargo, creo que tendré tiempo ahora cuando volvamos a casa", expliqué mientras iniciaba mi camino hacia la salida. No quería permanecer aquí mucho más tiempo.
"Hmmm... veo el problema, pero como anciano que ha vivido mucho, quiero recordarle una vez más que el dinero y el éxito solo muestran su verdadero valor cuando lo compartes con tu familia y las personas que quieres", reflexionó Dumbledore.
"Lo sé, por eso Ginny, Luna Lovegood y su padre, así como Tonks y su madre, siempre pueden contar conmigo y mis riquezas", respondí mientras abría la puerta y dejaba al director solo en la habitación.
...
Dumbledore se recostó en su asiento, mirando hacia el cielo a través de los ventanales, pensando en lo discutido y en qué hacer de ahora en adelante.
"Tienes un alumno complicado, pero creo que no está del todo descarriado", comentó uno de los retratos de los antiguos directores.
"¡Cállate, Diped! El chico es un peligro para todos. Es mucho más peligroso que Riddle y debería ser encarcelado en Azkaban, sujeto de manos y pies", replicó Phineas.
"Wow, Phineas, no creí que pensaras tan mal de los estudiantes de tu propia casa", se burló otra directora.
"Ese muchacho no debería estar en Slytherin, solo mancha nuestro buen nombre. No escucharon cómo habla sobre los miembros de mi familia Black. Todos sabemos del harén que hizo en el castillo. Sí, son mujeres borradas del árbol familiar, pero aún así mancharán el nombre de la familia Black si él llegara a profanarlas", lamentó.
"Wow, no lo había pensado...", respondió otro director que odiaba mucho a Phineas. "Creo que debería hablar con el muchacho... para darle algunos consejos para dejar mucha descendencia".
Los retratos de los demás directores rieron y se burlaron de Black, aunque ninguno dejó de lado el tema principal: el niño pelirrojo. Sin embargo, como Dumbledore aún no dijo nada al respecto, ninguno continuó y disfrutaron de la desgracia de Phineas.