Terminando de organizar las cosas aquí, estaba preparado para salir. Pero antes, sabiendo todas las cosas que quería hacer de vuelta en esta línea temporal, empecé a crear la mayor cantidad de clones posibles. Así, junto a mis copias, dejamos el [feudo] y nos dirigimos hacia varios lugares para cumplir con nuestra misión de reencuentro.
Al mismo tiempo que dejamos este espacio personal, aparecieron algunas notificaciones algo poco claras.
[Sincronía menor de mundos]
[Debido a la dificultad actual se aplicará la sincronía menor por defecto, puede cambiar esta configuración a voluntad dentro de esta dificultad]
Uno de mis clones se quedó investigando sobre esto, pero hubo poco resultado. Traté de usar [ayuda], y siguiendo los pasos llegué a una pantalla particular que nunca antes había visto con las opciones:
[Sincronía menor]
[Sincronía media]
[Sincronía mayor]
[Personalizar]
Pero esta pantalla tenía un aspecto extraño e inútil. Si esto fuera un videojuego, no seria tanto como si estuviera bloqueada, sino mas bien daba la sensación como si fuera una pantalla que ni siquiera estaba implementada.
Curioso...
...
-En la casa Scamander-
"Haahh", un anciano Newt se levantó algo sobresaltado mirando a su alrededor. Notó que se encontraba en su cama junto a su esposa, quien también se había despertado.
"¿Qué pasa, Newt?" Preguntó Tina algo irritada; se sentía algo mareada al despertar.
"Perdón, cariño, estaba soñando y... fue muy extraño", dijo pensativo mientras trataba de recordar su sueño que pareció tan vivido, pero ahora empezaba a desvanecerse.
"¿Qué pasó?" Preguntó mientras se terminaba de despertar.
"Creo que extraño mi trabajo y... y a los niños. Soñé que íbamos al bosque prohibido de Hogwarts y encontrábamos a un unicornio y a..."(Newt)
"¡¿Un niño muy rojo?!"(Tina)
"..."(Newt)
"..."(Tina)
Ambos se miraron sorprendidos y descubrieron que habían tenido un sueño similar, pero de la misma manera, ninguno pudo recordar muchos detalles. Les pareció extraño, pero no tuvo la relevancia suficiente para que le prestaran mucha atención.
...
-En las mazmorras-
"¡¡¡No te folles a mi madre!!!" Snape gritó al despertarse con brusquedad. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en su habitación en Hogwarts, frunció el ceño y enojado dijo "Maldito Weasley" sin recordar muy bien por qué estaba enojado.
...
-Bosque prohibido-
Marril estaba mirando un débil reflejo de un yo más joven en el agua de un lago, lo cual era poco lógico ya que en la oscuridad poco se podría reflejar, pero eso no la alarmó en lo más mínimo.
"Así que así fue... eso explica muchas cosas".
...
-Privet Drive-
Petunia Dursley se levantó con un sonrojo en su rostro, vio a su esposo durmiendo a su lado y silenciosamente fue hacia el baño. Allí no tardó mucho en darse un poco de amor tratando de recordar ese sueño tan caliente que tuvo y todas esas emociones... pero no logró recordar a quién le dedicaba este trabajo manual.
...
El sol salió dando comienzo al día de muchas personas, personas que serían testigo del "ataque de los Red".
En la casa Lovegood, Ginny había pasado la noche aquí como suele hacer muy seguido y tanto ella como Luna se habían levantado temprano como acostumbraban. Desayunaron antes de que la luz del sol tocara su casa para luego ir al patio a practicar lo que su hermano mayor les había indicado anteriormente mientras lo esperaban.
Salieron de la casa con el cielo aún algo oscuro, pero solo a unos pocos pasos de la casa se detuvieron abruptamente al ver aparecer de la nada a ese hermano que se supondría vendría más tarde.
Miraron con sorpresa cómo este las había notado y como tenía una mirada ardiente dirigida hacia ellas, para que poco después vieran como comenzaba a correr en su dirección. Estaban algo asustadas por la repentina acción pero no pudieron hacer mucho.
Las niñas temblaron tímidas al ser asediadas tan de repente y con tanta fuerza que los tres rodaron por el suelo en un fuerte abrazo, pero nadie salió herido porque Red se encargó de amortiguar la caída y hacer una cubierta protectora.
Dejaron de rodar y ambas niñas estaban en el suelo una al lado de la otra con un Red encima de ellas mirándolas fijamente por un momento antes de abrazarlas una vez más y besar los rostros de ambas a gran velocidad como si fuera un pájaro carpintero.
Tanto Ginny como Luna se sonrojaron ante la repentina muestra de amor. No entendían la situación y siendo abasalladas de esa manera, sus corazones y mentes estaban alborotados. Ginny, en particular, estaba completamente sonrojada y no dejaba de pensar en qué iba a pasar.
"¡No saben cuánto las extrañé!" Exclamó el Red sobre ellas.
Las niñas dejaron por un momento su rubor y prestaron atención a estas palabras, sin comprender a qué se refería. Red había estado con ellas aquí ayer.
Red les dio un poco más de amor y se quedó con ellas en el suelo, abrazados. Había pasado tantos años lejos de ellas que verlas lo llenó de emoción y no las soltaría tan fácilmente.
Tuvo que explicar un poco la situación, aunque sin soltarlas, pero aun así las niñas no alejaron a su hermano y quedaron los tres charlando en el suelo, por lo menos hasta que Xenophilius los vio. Red terminó la charla privada y se acercó a Xenophilius para darle un abrazo; también extrañaba a este extraño sujeto y sus ideas.
Dejando de lado la práctica, Red los llevó a todos adentro para contarles un poco de sus aventuras, obviando algunos detalles que complicarían las cosas, aunque las chicas pidieron primero un tiempo para ir al baño.
...
En Hogwarts, era temprano en la mañana y la mayoría de la población estudiantil ya estaba levantada, dirigiéndose a desayunar. Pero, en este dia en particular, un grupo de niñas se dirigía a "la guarida" debido a un mensaje de Red.
Las chicas estaban confundidas, casi todas estaban allí en la guarida, pero Red, quien mandó el mensaje, no estaba. Se preguntaron entre sí qué sucedía, pero ninguna tenía la respuesta.
Esperaron un rato más hasta que una de ellas miró hacia un color rojo destacable que se acercaba, seguido de las demás. Por fin vieron a quien los llamó, o mejor dicho, a varios de ellos.
Vieron cómo un gran grupo de Reds corría hacia ellas con expresiones de emoción, extendiendo sus brazos hacia adelante y diciendo distintos nombres. Si alguien lo viera, creería que hay un nuevo virus zombie pelirrojo.
Los Reds se abalanzaron sobre las chicas y las abrazaron con fuerza, al punto de parecer se fundirían con sus presas. Cada chica tenía un clon que las abrazaba con cariño mientras pronunciaba sus nombres, aunque por el número limitado de clones presentes hubo casos donde dos chicas tenían un mismo Red, por ejemplo, las gemelas Patil o Susan y Hannah.
Varias chicas estaban confundidas o incómodas, aunque algunas lo disfrutaron a pesar de lo extraño. Además, cada una tenía un tipo diferente de abrazo, dependiendo de sus tamaños o relación. Había quien parecía completamente cubierta, otras abrazadas con delicadeza pero no menos fuerza, también estaba Penelope que tenía un Red frotando su cabeza entre sus pechos disimuladamente.
Este fue un día extraño para las chicas de Hogwarts y aquellos que las miraban, pues por el resto del día los Reds las acompañaron a pasar tiempo con ellas, como recuperando el tiempo perdido.
...
A diferencia de las demás chicas, Gemma no fue llamada a "la guarida", sino a la habitación de Red. Cuando llegó fue sujeta con fuerza y tirada sobre la cama.
Un Red salvaje se sentó a horcajadas sobre ella y extendió sus manos para manosear sus pechos debajo de su ropa de forma brusca.
"Ahhh..." Gimió incómoda por tal ataque.
"Ohhh... Gemma, no sabes cuánto te extrañé. Puede que me haya follado muchas putas, pero soy de los que disfrutan de los juguetes viejos luego de jugar con los nuevos", dijo sin dejar de manosearla por un buen rato al mismo tiempo que mordía su cuello. En realidad, a pesar de sus palabras, consideraba a Gemma su propia mujer y realmente extrañaba su amor.
Este manoseo duró su tiempo, al punto de que Gemma no pudo soportarlo más.
"Agh... Fólla-me ya..." Dijo algo impaciente luego de un tiempo, pero sin olvidar el tono suplicante. Este continuo manoseo sin llegar a nada la estaba frustrando mucho. No le importó lo que escuchó; estaba por ser follada, luego tendría tiempo para pensar en 'esas putas'.
"Lo siento, pero tendrás que conformarte y esperar"(Red)
"Eh... ¿Por qué...?" Preguntó con lástima una vez más.
"Este es un clon", respondió colocando una rodilla entre las piernas de Gemma, apretando su parte especial.
"Entonces... ¿por qué no... vienes...?" Preguntó tratando de soportar el castigo de sus partes, la ropa estaba rozando fuertemente su coño.
"Lo siento, pero se está acostando con alguien más importante y no sé cuánto tardará, pero puedes mantenerte caliente", sonrió maliciosamente.
"¡¿Qué... qué... Ahhhh?!" Esta vez no pudo ignorar esas palabras y su tono había sido más acertivo, pero un fuerte pellizco en su pezón y más fuerza contra sus partes la hizo soltar un alarido.
"No me gusta que una esclava me desafíe, conoce tu lugar", susurró mientras tiraba con fuerza el pezón hacia arriba haciendo que Gemma arquee su espalda.
Gemma estaba desesperada. Quería quejarse mínimamente, por lo menos dentro de su cabeza, pero le era imposible. Algo estaba raro en Red; era distinto, su toque estaba torturando sus sentidos.
El dolor hizo que Gemma llorara, pero de su boca sus alaridos se parecían cada vez más a gemidos. Su entrepierna goteaba con fuerza, y la picazón en su interior opacaba su voluntad. El placer doloroso que sentía fue algo que nunca había experimentado antes; hubo algo parecido, pero ahora parecía haberse maximizado, y ni su cuerpo ni mente estaban preparados para este nivel, haciendo que fuera un desastre emocional.
La principal razón de esto se debió a las habilidades sexuales ganadas por Red en la campaña. Aunque sus conocimientos se vieron limitados, las habilidades adquiridas, como [Artes sexuales], permanecieron.
"Bien, no vas a conseguir mi pene en un tiempo."(Red)
"Mmhhhmm...!!!" Gemma gimoteó en respuesta, tratando de cubrir su entrepierna con sus manos para evitar más de esa tortura. Sentía que estaba cerca de correrse y orinarse al mismo tiempo si continuaba así. Estaba perdiendo el control de su cuerpo.
"Pero no vas a desperdiciar mi calentura sin hacer nada", se quejó, soltando el pezón y agarrando la barbilla de Gemma. La miró y luego, con su varita, transfiguró un dildo con los elementos que estaban sobre su mesita de noche. Lo tomó con sus manos y lo colocó justo frente a los ojos de su chica.
"Creo que ya no quieres que te moleste así, ¿verdad?" Preguntó maliciosamente y recibió un asentimiento de Gemma que aún no procesaba el objeto que tenía delante. "Bien, entonces quiero que te molestes a ti misma con esto."
Gemma estuvo confundida por unos segundos antes de entender, pero antes de que pudiera decir nada, las manos volvieron a torturarla por un tiempo hasta que se vio obligada a tomar el objeto frente a sus ojos con rubor.
"Bien, quiero que te jodas a ti misma con esto", le dio una palmada en el coño "Vas a follarte continuamente hasta que te lo diga o seas incapaz de moverte... y no quiero que olvides que esto no es sobre ti, así que si veo que lo estás disfrutando demasiado, tu clítoris sufrirá mucho... créeme, hasta pensarás en cortarlo", dijo haciendo que una pequeña magia se viera en la punta de su varita. "¿Entendido?" Preguntó en tono amenazador y sin dar lugar a protestas.
Gemma solo asintió algo temerosa pero obediente. Sentía que este día no podría escapar de lo que le esperaba. Terminó acostada perpendicular a la cama, con los pies sobre el suelo y sin nada de la cintura para abajo.
No sabía bien cómo empezar, por el estrés más que por falta de conocimiento, pero un simple apretón de pezones con fuerza la forzó a actuar, metiéndose el juguete en el coño ya completamente listo para ser usado. Temerosa de que volvieran a torturarla con ese placer doloroso, empezó con todas sus fuerzas, introduciendo el dildo a gran velocidad.
"Bien... ahora quiero que describas cada segundo, físico y emocional, lo que pasa y lo que piensas", dijo sacando una cámara de su inventario para tomar fotos.
Gemma sintió que su alma estaba muriendo. La vergüenza y la humillación que empezaba a sentir fueron solo otro puñal más entre todas las demás cosas que estaban pasando, especialmente cuando cada vez las cosas se ponían peor, como forzarla a chupar sus propios pezones de forma intermitente mientras tenía que describirlo una y otra vez. Al mismo tiempo, a pesar de todo lo que sufría, sintió una especie de alivio.
Parecía que ya lo había perdido todo, incluso su humanidad, reducida a un simple objeto sexual, más allá de lo que sintió en el pasado. Ahora solo era algo que se usaba para el placer de su amo, pero eso no la molestaba. Creía que ya había entregado todo, que estaba completamente arruinada y que ahora era imposible escapar... ahora pertenecía completamente a Red y no le desagradaba.
"Ahora ella sería para siempre el juguete de Red". Luego de tener ese pensamiento, perdió toda resistencia que pudo quedar del pasado y se dejó llevar, aceptando cada petición como si fuera parte de su naturaleza. Tenía miedo; esta era su nueva verdad y lo aceptaba completamente, empezando a disfrutarlo de una forma antinatural.
Estaba lejos de lo que ella en su momento pensó que sería su futura relación, muy lejos. En sí, esperaba un matrimonio arreglado sin mucho amor, una vida común de la nobleza mágica, quizás un amor generado por el tiempo con su futuro esposo si tenía suerte. Pero en vez de eso, ahora tenía algo mucho mejor...
Era un objeto sexual para la persona que ahora sabía bien que amaba con todo su corazón, aunque de forma retorcida. Ya no necesitaba pensar, podía ignorar todas las preocupaciones anteriores, era solo un juguete, aquellas obligaciones que sabía que cargaría desde que nació ya no existían, lo único de lo que era responsable era de satisfacer el pene de su amo. Una dependencia rara se había formado pero con ella una gran satisfacción.
Y así fue como la mente de Gemma distorsionó la percepción del amor y su relación que poco a poco se había desgastado desde que Red la había violado.