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Chapter 141 - Capítulo 137: Noche de Petunias

"Aunque..." Hice una pequeña pausa mientras desviaba mi mirada, para luego redirigirla a Petunia "... Yo también tengo cierta magia"

"¡¿Qué?!"(Petunia)

"No hablo de magia como la de tu hermana, una diferente, una magia propia" Mientras le explicaba, percibí como su expresión se agriaba.

Petunia se había consolado con que no estaba sola, que no era la única que no tenía algo especial, pero mis palabras arruinaron esa idea. Lo noté, por lo que seguí explicando lo que quería decir.

"Me tendré que ir en algún momento, pero quisiera que me acompañaras. Con mi poder puedo hacer que me acompañes... es una decisión importante que quisas no debería imponerte, pero me gustas"(Red)

"¿Irme contigo...?"(Petunia)

Ella dudó de lo que escuchaba, pareciera que lo que le dije la alegraría, pero mi seriedad la ponía nerviosa. Le intenté explicar que esto era una decisión importante, de la que no habría vuelta atrás. Yo quería estar con ella y si ella también lo quería tendría que aceptar esto.

Diría que en realidad la estaba manipulando para que aceptara. Pedirle a una mujer que consintiera que me follara a quien quiera a cambio de estar conmigo era algo hasta aborrecible, pero muy sencillo en mi situación, ya que me aprovechaba de la inocencia y el enamoramiento de una niña pequeña que no sabía lo suficiente como para notar lo malo de este trato.

"Yo... no quiero que me dejes... yo no sé..." (Petunia)

"Te aviso desde ahora que lo que te estoy proponiendo también pienso proponérselo a tu hermana. Quisiera que ambas me acompañaran, y creo que a ti también te gustaría no separarte de ella. Sé que aunque hay momento en los que no se llevan bien, aún la amas" Usando mis habilidades me encargué que ella sintiera soledad y consolación cuando quería, en las palabras correctas, para asegurarme de que pensara que ciertas ideas eran o muy buenas o muy malas.

"Yo... tampoco quiero dejar a mi familia..."(Petunia)

"No es que los abandones para siempre, si puedo también vendría tu hermana y también podrán volver para ver a vuestros padres. Te lo prometo, si vienes conmigo no será un adiós definitivo a para tu familia... ¿Qué dices? ¿Vienes conmigo? ¿Quieres que seamos algo más que amigos...? Para siempre..."(Red)

Sentí como sus uñas se clavaban en mi espalda a la vez que sus ojos se movían de un lado a otro. Sentí tanto su indecisión como su determinación, quisas estaba presionando de demasiado a esta niña.

"Y-yo... no sé lo que quiero... pero te quiero... no sé..."(Petunia)

"Solo asiente si lo que quieres es que no nos separemos y que... nos amemos..." exhale mi caliente aliento a su lado.

Dudó por un momento, pero aun con la tenue luz de su lámpara pude notar el leve movimiento. Siendo tan tímida como lo estaba siendo en este momento, despertó muchas emociones en mí.

"Eres tan hermosa" susurré sonriente.

Aunque muchos la compararían con su hermana, quien evidentemente había sido bendecida con lo mejor de sus genes, Petunia tenía lo suyo.

Mi intervención provocó que la horrible relación que hubiera tenido con su hermana y los problemas que le habían traído no existieran, ahora era una niña normal que podía mostrar sus verdaderos colores. Lo que le faltaba de belleza natural lo compensaba con una personalidad interesante, amable, inteligente, consiente...

"¿Qué tengo que hacer...?" Mis palabras la sonrojaron aún más en esta situación tan vergonzosa, por lo que preguntó para desviar el tema. Estaba demasiado exaltada para soportar mis halagos... pero no sabía que esto desencadeno algo que le volaría la cabeza.

"Con mi magia puedo traerte conmigo cuando me vaya, pero tiene dos condiciones que no se pueden evitar... primero tenemos que hacer algo para que funcione..."(Red)

"¿Que cosa?"(Petunia)

Sonreí de forma maliciosa, pero también con culpa mientras movía mis piernas para poder acomodarme y renunciar a la fuerza que sostenía la parte inferior de mi cuerpo, dejando caer mi pelvis sobre su cuerpo. Sus piernas se deslizaron a los lados cuando me apoye sobre ella, no había dejado que todo mi peso la aplastara, pero sí lo suficiente para que sintiéramos el contacto entre nosotros.

Sin previo aviso, el bulto en mis pantalones empezó a frotarse, hacia atrás y hacia adelante, contra su entrepierna, solamente cubierta por su ropa interior y su piyama. Parecía encajar perfectamente, el movimiento ya ha dejado marcado una evidente raja en la ropa de la niña.

El cerebro de petunia tuvo un cortocircuito en ese instante, sus ojos se abrieron como platos y al comprender lo que estaba pasando, el sonrojo que antes me pareció excesivo, ahora era una abominación de la naturaleza al cubrir por completo toda su cara de forma antinatural.

"¡YO-NO...!" Exclamó extendiendo sus brazos y poniendo sus manos en mis hombros tratando de empujarme.

No tenía planeado detenerme ahora, así que, ignorando fácilmente su intento de alejarme, acerqué mi rostro y forcé mis labios a los suyos. Mi beso fue todo lo que necesitaba para que perdiera todas sus fuerzas y pesar de que hubo una leve resistencia instintiva, ella también la dejo de lado y me recibió dentro de su boca.

Disfruté de nuestro beso, esos labios tiernos y su tímida lengua, exploré su interior teniendo toda la iniciativa al estar ella casi inmóvil, pero no era algo malo. Petunia también lo gozó de la misma manera, estaba viviendo su sueño, lo había imaginado, lo había soñado, y ahora, estaba sucediendo de verdad.

La niña decidió perderse y disfrutar de esta sensación tan esperada, pero completamente nueva, olvidando todo lo que no sea nosotros y sus fuertes sentimientos que por fin fueron expuestos y liberados.

El beso fue largo, durando minutos y en todo ese tiempo no deje de frotar nuestras entrepiernas entre sí. Esas sensaciones volvían loca a Petunia, que no tenía muy claro que es lo que tenía que sentir, pero lo disfrutó y temió a partes iguales.

Luego de intercambiar mucha saliva entre nosotros y que la ropa que cubría nuestras partes importantes se calentara debido a tanta fricción, nos separé y pude ver su expresión con ojos llorosos.

"¿Sabes lo que tenemos que hacer? ¿Cierto?" Pregunté.

"..." Sin decir una palabra, asintió, ahora sin dejar de mirar mis ojos en lugar de desviar la mirada, demostrando nervios, miedo, expectativa y curiosidad.

"Si... hmmm yo..."Quería recordarle que esto era un punto de no retorno, pero me detuve a mitad de camino "Ya no te voy a dejar escapar" Decidí ya no preguntar ni dudar, la bestia en mi interior ya no podía esperar más luego de tanto tiempo.

Me levanté de encima y la di vuelta, dejándola acostada boca abajo sobre su cama antes de volver a colocarme sobre ella. Sentí como mis emociones empezaban a controlarme y sin darme cuenta ya estaba mordisqueando su oreja mientras que con mis manos le retiraba la parte inferior de su ropa.

Después de pasar tanto tiempo en esta línea temporal sin poder tener verdadera actividad sexual, sin contar lo que sucedió con Elise o la mamada de Andra, mi excitación me hizo actuar como un animal.

Mis acciones asustaron a Petunia, pero ella tenía idea de lo que pasaba y pasara, así que simplemente se quedó inmóvil, dejando que le hiciera lo que quisiera... temía que podía hacer algo mal al no saber bien qué hacer y arruinarlo.

Sabía que esto era algo muy íntimo, algo que aún no deberíamos estar haciendo, pero la situación no la dejaba pensar con claridad y ella misma no quería pensar con claridad. Ella deseaba el tipo de amor con el que toda niña sueña en su niñez, y aunque esto estaba algo lejos de lo que quería, lo aceptaría si era lo que necesitaba para poder tener a quien amaba a su lado.

Noté como Petunia trataba de ahogar su vergüenza en la almohada y sentí como temblaba mientras mis manos seguían haciendo su trabajo. Al final dejé de lado su oreja ahora cubierta con saliva y vi sus nalgas ahora expuestas luego de que lograra quitarle esa parte de la ropa.

Esas infantiles nalgas deslumbraban con su belleza y hubiera deseado tener el tiempo para zambullirme en ellas, pero mi cuerpo me exigía liberación y mi mente sabia que no podía presionar tanto a la pobre niña, no sin alarmar a todos los vecinos y quisas generarle un trauma.

Volvi a recostarme sobre ella con mi ropa guardada en el [inventario]. Mi vara ardiente encontró su lugar en el medio de su culo, pareciendo rellenar esa línea vacía. Petunia se estremeció y aunque tenía mucha curiosidad sobre lo que estaba pasando detrás de ella, esto era demasiado vergonzoso para ella y decidió seguir ocultando su cabeza en la almohada y dejar que pase lo que tenga que pasar. 'Luego habrá tiempo para preguntar o quisas... repetirlo con más valor' fueron las ideas que corrían por su mente.

Aunque su trasero era cómodo, era necesario seguir adelante. Ni siquiera me levanté mucho para acomodarme, simplemente usé mis sentidos ahora intensificados por la excitación y mis poderes para encontrar el agujero correcto, sin desaprovechar mis manos libres para manosear a mi nueva y futura pareja.

El estremecimiento de Petunia cuando la cabeza de mi pene se acomodó en la entrada de su coño fue... delicioso.

Durante un momento, mientras nuestros genitales se rozaban, use [Éxtasis] entre otras cosas y conseguimos que todo esté en el estado óptimo para que las cosas sucedan de la mejor manera posible. Estaba completamente húmeda, bien lubricada, tanto como para casi deslizarme dentro de ella accidentalmente si me movía mucho.

Dando una leve mordida en su piel, empujé mis caderas y me abrí paso a su interior. Lanzó un grito sofocado por la repentina intrusión en su cuerpo, pero no me detuve hasta que estaba casi por completo dentro de ella.

Nunca dejé de usar [éxtasis], solo que no lo tenía a un nivel muy alto, no quería que el placer dañara su mente y no llegara a recordar este momento. Mi poder consiguió que, a pesar del dolor, sintiera tanto relajación como tensión, una corriente eléctrica que recorrió su cuerpo. Estaba nerviosa pero también encantada con estos sentimientos tan locos.

Esperé un momento a que ella se acostumbrara, podía sentir la sangre que corría de entre sus piernas gracias a mis poderes, así que le di su tiempo mientras trataba de curarla un poco usando mi [Curación] con mi pene.

Cuando sentí que casi la había curado por completo y como sus quejidos también se detenían, comencé a moverme, y ya era hora, casi no podía contenerme. Mi excitación la mantendría mojada lo suficiente, así que empecé a embestirla con más brusquedad, un salvajismo más propio de un animal. Intenté contenerme al principio, pero luego fui perdiendo el control.

Petunia también reaccionó a mi cambio, quiso mantenerse callada mientras todo sucedía para no alertar a sus padres, ya que sabía que esto era algo que estaba mal, esa era su idea inicial, pero pronto se dio cuenta de que era imposible. Desde el silencio a unos leves quejidos a fuertes gemidos no paso tanto.

La niña no sabía por qué, pero su cuerpo estaba disfrutando mucho de esto, no sabía si así era como debía sentirse, pero era alucinante. Terminó olvidándose de todo y dejó que los gritos del placer prohibido salieran de su boca sin pensar en que sus padres podrían aparecer para arruinarle la diversión y su momento con su amante... 'Sí... ahora era la pareja... novia... del chico que le gustaba, esto lo probaba ¿No?'

Seguimos así por un rato, y cuando sentí que ella perdió sus inhibiciones me detuve por un momento, la volteé y volví a follarla una vez más. En esta posición ella rápidamente encontró su lugar abrazando mi espalda y cadera con sus brazos y piernas. Fue casi instintivo, me apretaba como si quisiera que nos fusionáramos, que estuviera cada vez más dentro de ella. Ni siquiera nos besamos, solo apoyamos nuestras cabezas en el hombro del otro, estábamos enloqueciendo tanto que no teníamos la habilidad para besarnos sin llegar a lastimarnos debido a tanto salvajismo.

Petunia no duró mucho y en breve soltó un fuerte gemido al mismo tiempo que clavaba sus uñas en mi ser. No queriendo desincronizarnos mucho, usé [Éxtasis] en mí mismo con gran potencia y unos segundos después yo también sentí esa tan ansiada liberación. También la apreté contra mí mientras pintada su interior de blanco, y por la cantidad soltada creo que si hubiera sido posible.

Estaba extasiado, por fin, luego de tanto tiempo... pero, desafortunadamente para mí, no podría seguir disfrutándolo mucho más sin que se considerara una violación. Petunia se había quedado dormida casi instantáneamente luego de que la llenara de leche.

Suspirando, la acomodé correctamente en su cama y me recosté a su lado, cree un clon con mi ahora desbloqueada habilidad, y me dormí a su lado.

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