En la casa Bones, Susan se despertó durante la mañana recordando lo que paso ayer y si no fuera porque en su cuello hay un relicario, pensaría que todo fue un sueño. Ayer fue una de las mejores noches que tuvo, sintió la alegría de estar acompañada y disfrutar de preparar algo por sí mismo, ahora entiende por qué Pomona suele cocinar algunos bocadillos en Hufflepuff.
Ella bajó a la cocina, ya que era tarde y tenía algo de hambre, pero en el camino apareció una especie de mensaje frente a ella. Estaba sorprendida, pero cuando lo leyó se dio cuenta de que era de su amigo, que ayer le prometió contactarla.
En el mensaje estaba escrito que en caso de que volviera a estar sola hoy o en los días siguientes, podría avisarle para que pudiera acompañarla, y, si tuviera el permiso de su tía, salir con él de paseo.
Susan bajó emocionada y se encontró a su tía cocinando el almuerzo, se sorprendió un poco de lo tarde que era, pero grabando hasta que hora se quedó escuchando las historias de su amigo, no parecía tan raro.
"Susan, estás despierta, ya estoy preparando el almuerzo, pero puedes desayunar algo sencillo si tienes hambre", le dijo Amelia.
"Feliz navidad tía"
"Oh... cierto, feliz navidad" Recordó Amelia.
Susan tomó algo y se fue al comedor para desayunar algo, poco tiempo después llego su tía a acompañarla ya hablar con ella sobre lo de ayer.
"Susana..." Comenzó Amelia.
"¿Comiste lo gouchis... o giou...? ¿Comiste lo que preparamos ayer?" Preguntó sin recordar bien como se llamaba.
"Sí... eran deliciosos" Respondió sonriente al ver la alegría en el rostro de su sobrina, no muchas veces la vio así de animada.
"Yo los hice, los amase, estire y corte en tiras..." Empezó a relatar todo el proceso en el que participo y Amelia solo pudo escuchar en silencio.
"Me alegro de que te divirtieras, pero quería preguntarte bien quién era el chico de ayer, no es normal que pueda pasar todas nuestras protecciones" Preguntó Amelia, era algo que le importaba saber.
"Pero tú ya sabes quién es tía"
"¿Lo conozco?"
"Te escribí sobre él muchas veces... desde hace bastante tiempo ¿No leíste mis cartas?" La expresión de alegría de Susan se estaba atenuando rápidamente.
"No... si, si las leí, solo que..." Amelia tratará de explicarse. No es que no las leyera, pero, con la cantidad de cosas por hacer, ella solo se enfocaba en ver si Susan estaba bien y el resto in voluntariamente lo ignoraba.
"No les prestaste atención" La Susan alegre del principio ya se había ido.
"No es que no les preste atención... solo que lo olvidó" fue la única excusa que pudo decir.
"No importa..." dijo algo deprimida, en cierto sentido no sintió que esto sea raro "Yo..."
"¿Si?"
"Tú... ¿Te vas a quedar en casa conmigo estos días?" Preguntó algo esperanzada, aunque le pareció muy agradable la idea de salir con Red, aun así tenía mucho más deseo de pasar tiempo con su tía.
"Lo siento Susan, dejé a un pasarte con el resto de mi trabajo, pero él no podrá hacer todo, muchos documentos necesitan mi firma... tendré que irme dentro de unas horas, pero veré si puedo tomarme un día de descanso antes de que vuelvas a Hogwarts"
"Hum..." Susan resopló reteniendo su molestia "¿Entonces me puedes dejar salir estos días?"
"¿Salir a donde?"
"Red me invito a salir con él"
"No puedo hacer eso, él es un desconocido, no te puedo dejar ir solo con él"
"¡Que no es un desconocido!" Susan grito y se levantó furiosa de la mesa.
"¡Susan! Cálmate"
"¿Por qué debería? Tú no te preocupas por mí y ni siquiera me dejas disfrutar de estas fiestas" Grito Susan.
"Eso no es cierto, si me preocupa por ti" Exclamo Amelia, sorprendida ya que Susan nunca habia mostrado tal estado de furia antes.
"¡¿Entonces por qué nunca estás aquí?! ¡¿Por qué tengo que pasar la noche sola, esperándote, hasta el punto de no poder mantenerme despierta por el cansancio?! Y no fue solo ayer, siempre es igual, no recuerdo las veces que pudimos tener una cena juntas... si no fuera porque Red vino a hacerme compañía, entonces esta sería otra noche más" Susan estaba llorando consumida por la furia, tristeza y frustración.
"Susan, eso no es así, es que el trabajo..." Amelia sintió dolor en su pecho por las palabras que escuchaba.
"¡Siempre es el trabajo...! ¿Es el trabajo más importante que yo? Bueno, que así sea, pero si no me dejas pasar el tiempo contigo al menos déjame pasarlo con alguien más y no me dejes aquí encerrada sola. Cuando era pequeña me cuidabas y pasabas tiempo conmigo, pero ahora cada vez te veo menos... ahora lo único que haces no dejarme morir de hambre o frío, nada más" Susan estaba destrozada por dentro, estaba liberando rencores y sentimientos reprimidos.
"Susana..."
"Ni siquiera te dignas a darme un regalo que pueda apreciar de verdad"
"Yo si te mande un regalo, esta..." Trato de aclarar, pero fue detenida.
"Si, a un lado de mi cama, la nimbus 2000, la escoba que todos quieren... al igual que el vestido del año anterior... o el collar el año anterior a ese... todos son regalos que muchos pueden desear pero no tener, pero yo no quiero eso... yo solo quiero que pases tiempo conmigo, nada más..." Grito de forma desgarradora.
"Yo..."
"Mira lo que me dio Red, no es tan caro como lo que tú me diste, pero fue el mejor regalo que tuve en mucho tiempo" Susan en su estado de descontrol le lanzo el relicario a su tía sin tener en cuenta que esta acción podría lastimarla o romper el regalo que tanto apreciaba.
Susan salió corriendo escaleras arriba y se metió en su habitación, no quería hablar con nadie en este momento, por lo que empujó un mueble contra la puerta para que no pudiera abrirla tan fácilmente con un simple hechizo y luego se tiró a su cama a llorar.
Abajo en el comedor, Amelia también estaba terriblemente angustiada, aunque sabía que lo que hacía podía deprimir a Susan, no espero que la hubiera lastimado tanto. Amelia estaba tan afectada que hasta ella se sentó en una silla por la debilidad de sus piernas y las lágrimas comenzaron a gotear de sus ojos, sin llanto, pero con un leve quejido.
Pensó en qué hacia todo esto, ella eligió seguir con el trabajo a pesar de que consumía mucho de su tiempo para poder evitar que otras personas pasaran lo que ella.
Ella quería tratar de evitar que casos como el de ella, donde perdió a casi toda su familia por magos oscuros... que no volviera a suceder, pero no se dio cuenta de que tal vez por tratar de salvar a otros descubiertos a la única familia que le quedara.
Ambas mujeres de la familia Bones se quedaron el almuerzo ese día, ninguna tenía el ánimo de comer.
Amelia, que estaba viendo la hora que era, ya que se suponía que debía de ir al trabajo dentro de un par de horas para seguir con sus pendientes, dudaba. ¿Valía la pena?
Su lucha interna fue interrumpida cuando recibió una lechuza en su casa, esta lechuza tenía consigo una carta y un paquete rectangular. Cuando reviso la carta vio que era del pasante que trabajaba con ella, por un momento pensó que era una queja de que 'por qué todavía no había vuelto' y aunque no quería ver una carta como esta en este momento, aun así la abrió en caso de que sea una emergencia.
"A mi querida Amelia, feliz navidad, espero la estés pasando bien. Sé que debes estar disfrutando tu tiempo con tu sobrina y odiaría interrumpirte, pero también sé que con tu personalidad posiblemente el día de hoy termine viéndote otra vez. Por esa razón es que para hacerte más sencillo las cosas y darte un tiempo más para disfrutar en familia te he mandado todos los documentos que pude hacer y que solo necesitas tu aprobación, de esta forma podrás terminarlos desde casa.
Espero esto te sirva y evite que te veas tan pronto aquí... en el buen sentido.
Tu querido esclavo... digo asistente... Tenebrius ;)"
Luego de leer la carta, Amelia abrió el paquete que tenía un hechizo de expansión dentro, no muy grande, pero lo suficiente para que entrara una pequeña montaña de papeles. Ella los saco y los comprobó, no les dio una mirada exhaustiva, pero con lo que vio se dio cuenta de que si lo hacía aquí podría estar casi todo el día sin ir a la oficina.
Ella estaba en parte emocionada, si le pagaran algo a los pasantes posiblemente hubiera peleado para que le aumentaran el sueldo. Con esto ella podría pasar más tiempo con Susan sin muchas complicaciones, pero primero tenía que arreglar su situación.
Amelia se levantó y estaba por subir a buscar a su sobrina cuando sin querer pateo algo en el suelo, cuando bajo su mirada vio que era el relicario que Susan le había lanzado. Ella lo levanto y trato de apreciarlo, Susan dijo que era uno de los mejores regalos que recibió y quería entender el por qué, así que lo abrió.
Ella se sorprendió, eran fotos de varias personas, incluida ella, la cual no se grabó tomada, e incluso pareció que se la tomó de sorpresa. En algunas de esas fotos estaba Susan que mostró una expresión de alegría que la conmovió, comenzó a llorar una vez más grabando las fotos que tenía con su familia en su escritorio, ahora entendió lo que dijo Susan.
Al final había unas fotos del chico de ayer con poses y caras idiotas, pero no era momento de pensar en ello, tenía que ir a ver a Susan.
Amelia estaba fuera de la habitación de Susan, había intentado entrar, pero la puerta estaba trabada, no quería forzarla, así que estaba llamando a Susan desde afuera. Ella llamó varias veces, pero no obtuvo respuesta, por lo que se preocupó e impacientó, provocó que llamara más desesperada y estuviera a punto de tirar la puerta abajo de ser necesario.
Susan se despertó con los gritos de su tía, había llorado tanto que se quedó dormida. Justo cuando Amelia estaba a punto de sacar su varita para tirar la puerta, escucho un sonido, similar a cuando arrastras un mueble, y poco después la puerta se entreabrió y vio la cara de su sobrina entre la puerta.
"¿Tía?"
"Susan..." Amelia suspiró alivia" Que bueno que estás bien, me preocupes cuando no respondías"
"Perdón" se disculpó realmente apenada" Perdón por gritarte, no quería, es solo que..."
"No sigas, fue mi error, lo sé... tú no tienes que disculparte de nada, yo si"
"No, sé por qué haces lo que haces, pero aun así no puedo evitar sentirme mal por eso".
"¿Puedo pasar?"
"Si"
Susan abrió la puerta y luego ambas se sentaron en la cama, Amelia saco el relicario de su bolsillo poniéndolo frente a ella.
"Ah..." Susan se dio cuenta del relicario y recordó lo que hizo, por lo que lo tomó rápidamente y lo puso contra su pecho" lo siento... lo siento... lo siento..." Se disculpó repetidamente con el relicario, sintiéndose molesta por su error.
"Susan, tienes razón, no paso el tiempo suficiente contigo" Dijo Amelia al ver a su sobrina disculpándose con el collar "Mi asistente me envió el trabajo a casa, así que podría quedarme el día de hoy contigo... ¿Si eso es lo que quieres...?"
"¿En serio?... pero no quiero que eso estorbe tu trabajo"
"No lo hará... aunque tal vez tengas que verme firmar papeles por un tiempo, perdón por no poder darte la navidad que querías" Se sintió angustiada al pensar que esta no es la forma correcta de pasar este día.
"Yo también tengo que hacer algunos estudios para la escuela... podemos hacer nuestras cosas juntas hasta terminar..." Dijo insegura.
Amelia sonrió al ver la responsabilidad de su sobrina, a pesar de que le molestaba que pasara su tiempo haciendo cosas para el ministerio, aún entendía que su trabajo era importante.
Amelia la abrazo duro durante un rato y luego ambas bajaron a comer algo, ya que se morían de hambre. Una vez terminaron de comer, ambas se pusieron a trabajar, cada una en una mesa distinta pero muy cerca la una de la otra.
Cuando trabajaron, ambas estaban muy concentradas. Casi no se hablaron entre sí, no por disgusto o similar, más bien es que estaban tan metidas en sus cosas que no les parecía necesario, el estilo de trabajo 'Bones'.
Una vez terminaron, ambas se sentaron en el sofá a tomar una merienda por la tarde y hablar entre ellas. Amelia habló sobre su vida en la oficina, pero tenía muy pocas cosas interesantes que contar, así que empezó a hablar sobre su nuevo pasante, algunas de las historias sobre él y unos pocos rumores.
También Amelia le preguntó a Susan sobre la escuela y se disculpó otra vez por no prestar suficiente atención a sus cartas. Y sobre lo que más le preguntó a su sobrina fue sobre el chico pelirrojo de ayer. Cuanto más escuchaba, más complicados eran sus emociones y no lo facilitaba el ver la expresión de su sobrina al hablar sobre él.
Susan le preguntó otra vez si podría salir con él en los próximos días y Amelia dudo en aceptar, dijo que le respondería mañana luego de ver si podía tomarse el día para acompañarlos, ya que no quería dejar a los dos niños solos.
Acerándose la hora de la cena, Amelia estaba pensando en que preparar, el día paso rápido y se olvidó de ello. No podría hacer una cena extravagante con el poco tiempo, pero intentaría que sea algo especial que pudiera disfrutar.
Susan, al ver que su tía estaba decidiendo que cocinar, le preguntó si podrían cocinar juntas lo que preparó ayer, ya que el recuerdo era uno apreciado por ella y quería tener el mismo recuerdo con su tía.
Amelia no sabía como cocinar ese platillo, pero viendo el anhelo de su sobrina, acepto y ambas se pusieron a hacer lo que pueden bajo las descripciones de Susan. Ella no tenía mucha idea de como Red preparo la salsa, así que dejo que su tía decidiera como hacerla, y por la parte de la masa ella grabó partes pero no a la perfección.
Amelia se sorprendió de que Susan quisiera preparar todo con sus propias manos y no con magia, pero la dejo hacerlo porque ella dijo que así lo hizo la primera vez y que le gusto mucho. Tuvieron algunos contratiempos que arreglaron como pueden y haciendo que al final Amelia diera unos retoques con magia para evitar que fuera algo incomible.
Una vez terminados se sirvieron la comida en la mesa y comieron. La salsa era distinta pero no era mala, el platillo no era tan bueno, pues habia aun mas errores que ayer, pero ambas lo disfrutaron, ya que en la cena hablaron de todo el proceso y se divirtieron con ello. A Amelia no se le hubiera ocurrido que hablar sobre algo tan simple como 'cocinar mal algo' pudiera hacer tan feliz a su sobrina.
Pasaron un tiempo más charlando hasta que Susan se fue a dormir. Amelia estaba cansada, pero aun así no fue a dormir, sino que volvió al ministerio.
...
Amelia entró a su oficina y vio que ahí dentro, en el pequeño escritorio al lado del suyo, su asistente seguía escribiendo a una velocidad sorprendente.
"¡¿Sigues aquí?!" Exclamó.
"¿Amelia? ¿Qué haces aquí?" Tenebrius también se sorprendió.
"Vengo a terminar con el trabajo ¿Qué haces todavía aquí? ¿Cuándo te fuiste?" Dijo mientras se sentaba en su escritorio.
"¿Cómo crees que pude mandarte tantos informes?"
"Tú todavía no... vete a casa, ya has hecho demasiado, tienes que ir a descansar... hoy es navidad"
"¿Y tú?"
"¿Yo qué?"
"¿Qué haces aquí? Por mis suposiciones y lo cansada que te ves puedo decir que has dormido lo mínimo o nada. No es sano que vengas a esta hora si no descansaste" Tenebrios se paró frente a ella, pero Amelia ni lo miro, su mirada estaba en los archivos en la mesa.
"Eso no importa, te agradezco lo que hiciste por mí, me ayudo mucho cuando lo necesites... pero es momento que vayas a descansar, yo estaré bien" dijo sin poder evitar bostezar.
"¿Qué es más importante, tu trabajo o tu salud?"
"..." Amelia se detuvo por un momento, hoy mismo su sobrina le dijo algo similar...
"¿No vas a detenerte?
"Si lo haré... pero no ahora, quiero terminar todo lo antes posible para tener el día de mañana libre, lo necesito"
"Esta bien" Suspiro Tenbrius, moviéndose detrás de Amelia sin que ella lo notara debido al cansancio. Allí, detrás de su espalda, Tenebrius empezó a masajear repentinamente los hombros de Amelia mientras usaba su magia de sangre para relajarla y recuperar un poco de la energía de la cansada bruja.
"¡¿Qué estás haciendo?!" Exclamo Amelia al darse cuenta de las manos de su asistente en sus hombros, pero en el momento siguiente se sintió extrañamente mejor.
"Si vas a seguir de este modo, entonces déjame ayudarte un poco... puede que no recupere las horas de sueño que necesitas, pero hará que todo sea más llevadero"
"¿Cómo...?" Dijo Amelia con los ojos cerrados mientras se relajaba y disfrutaba un poco de la sensación.
"Técnica tradicional china"
"¿Qué no eras japoneses?"
"Técnicamente soy británico... ¿Pero eso importa...?" Tenebrius siguió con el masaje recuperar mientras aplicaba muy levemente [Éxtasis] para permitir a Amelia disfrutarlo ligeramente y encubrir que en realidad no era ta bueno masajeando, recordándose de practicar para el futuro.
"¿Akaichi?"
"¿Si?"
"¿Tú me tomaste una foto a escondidas?" Preguntó recordando el relicario que tenía Susan y su contenido.
"... Sí... lo siento... mi compañera me dijo que un amigo suyo de Hogwarts le pidió si podía tomarle una foto a usted en la que se viera lo más bonita posible. Como trabajo aquí le ofrecí hacerlo yo y así lo hice, tome una foto mientras miraba el cuadro de su sobrina, ya que es el momento que se la suele ver más radiante... perdón"
"Tararear..."
"¿Estoy despedido?"
"No... pero la próxima vez tienes que avisarme... al menos luego de tomar la foto. Es suficiente, tengo que seguir trabajando si quiero el día libre mañana" Amelia retiro las manos de Tenebrius de sus hombros.
"¿Necesitas tanto el día libre mañana?"
"Mas que nada" respondió Amelia, que ya se puso a trabajar.
"... ¿Entonces que te parece si me lo dejas a mí?"
"..." Amelia levantó la mirada para mirar a su pasante.
"Sabes de la habilidad luego que tengo para estas cosas, puedes dormir un rato aquí en la oficina mientras que yo escribo la mayor parte de los informes y completo los documentos, te levantas por medio o una hora, las revisas y firmas para luego volver a dormir. Seguimos haciendo eso hasta mañana y ahorraremos tiempo y tú podrás descansar" Tenebrius explico.
"No estoy segura..."
"Si falla en esto y hago las cosas mal puedes enviarme a Azkaban, no te sería tan difícil"
"..." Amelia dudó, ya que en realidad necesitaba dormir, no solo para ella, sino también para estar consciente el día de mañana "¿Puedo confiar en ti en esto?"
"No puedes confiar completamente en mí, pero si puedes estar seguro de que cumpliré con mi cometido"
"..." Amelia se tomó su tiempo para pensarlo y termino aceptando "Bien, despiértame cuando termine"
"No hay problema, por cierto, come esto" dijo Tenebrius entregando una especie de pan esponjoso, "este pan te ayudara a dormir, mejorara tu calidad de sueño en un 6% aproximadamente"
Amelia vaciló por un momento pero en este momento ya no tenía nada que perder. Luego de unas comprobaciones con su varita, que no se molestó en esconder de su asistente, lo consumió.
Después de comer, ella transfiguró su silla en una especie de cama improvisada y se recostó, quedando dormida rápidamente. Tenebrius al verla dormir empezó con su trabajo, también consumiendo algo de sus comidas con efectos especiales para tener un mejor desempeño.
Luego de un par de horas, Tenebrius despertó a Amelia para que pueda dar finalización al papeleo, y una vez terminado, esta volvió a dormirse y Tenebrius a trabajar. Esto siguió por el resto del día hasta la mañana siguiente, cuando Amelia se despertó y notando que la mayor parte del trabajo del día estaba concluida, decidió mandarle una carta a Susan, indicándole que esta tarde tiene permiso para salir, pero que ella la acompañaría.