La fiesta término, todas las chicas se fueron y toda la casa quedó en calma.
Mientras se preparaba la cena Erika y yo fuimos cada una a nuestros cuartos a ducharnos.
Jacob desde el momento que cruzó la puerta desapareció, no volví a verlo, me imaginé que estaría en su habitación.
Entre a mi habitación, busque mi ropa y la dejé en la cama. Me metí al baño, puse a llenar la bañera, puse música, me saque la ropa y una vez que estuvo llena entré.
Me encantaba los ratos que pasaba en esa bañera, usaba esos ratos para despejar mi mente y desestresarme.
Abrí un cajón y saqué a mi amiguito para desestresarme, mi vibrador jamás me fallaba!. Lo encendí en el nivel 1 y fui bajándolo por mi cuello lentamente hasta llegar a mis tetas, rodee un pezón y luego el otro y sentía como poco a poco mi cuerpo subía más y más de temperatura y no era por el agua caliente, sino por lo que estaba a punto de hacer.
Subí el vibrador a nivel 2 y seguí bajando por mi vientre hasta mi ombligo, seguí por mis piernas, entrando en mis muslos.
Mis jadeos cada vez se agudizaban más y mis gemidos ya no podían aguantarse, agradecía haber puesto la música.
Nivel 3, lo acerque a mi clítoris y fui moviéndolo mientras la respiración se me entrecortaba y gemía sin parar.
Mientras estaba tan a gusto jugando Jacob vino a mi mente, cerré mis ojos e imaginé que era él quien jugaba conmigo y eso ayudo a que la excitación subiera mucho más.
Nivel 4 y lo introduje en mi vagina, empecé a moverlo dentro y fuera, dentro y fuera, al principio lento, hasta que sin darme cuenta ya estaba en nivel 6 y moviendo mi vibrador lo más rápido que podía. Ya era imposible parar los gemidos, no aguantaba más, estaba a punto de tener uno de mis mejores orgasmos y sólo por pensar en Jacob.
Seguí moviéndolo dentro y fuera pensando que lo que estaba en mi vagina era el pene de Jacob y que él era el que estaba empujando para entrar y salir de mi. Con una última embestida el orgasmo llegó a mi. Quedé rendida, pero super complacida.
Estaba disfrutando y recordando cada segundo de mi orgasmo cuando siento que golpean mi puerta.
-Kate ya casi va a estar la comida y mamá quiere presentarte a Jacob.
- Enseguida bajo amiga.
Erika estaba al otro lado de la puerta, habría escuchado algo?
Después de todo lo que había disfrutado la verdad que eso ya no me importaba.
Salí de la bañera me sequé, me envolví con la toalla y fui a vestirme. Estábamos en verano y hacia un calor infernal así que opté por ponerme solamente una tanga de color rojo y arriba un vestido super corto y ajustado de color gris, me peiné y deje que se me fueran formando mis ondas a medida que se me iba secando al aire, me calcé y salí hacia el comedor a encontrarme con todos.
Aún no estaban sentados a la mesa, los encontré en el living mirando tele, cuando la mamá de Erika me vio entrar enseguida se me acercó y me llevó al lado de su hijo para que nos conociéramos.
- Jacob ella es Katherine, vive con nosotros, es parte de nuestra familia y espero se lleven bien.
Kate él es mi hijo cómo ya sabes y bueno también ya te has de haber enterado que va a vivir con nosotros a partir de ahora.
Él me miró de arriba a abajo y sonrió.
- Espero no estés durmiendo en mi habitación, sino lamento informarte que vas a tener que moverte de ahí.
Quedé sin saber que decir y siento que por detrás entra Erika.
- Tranquilo idiota que tus cosas están todas en su lugar y nadie las toca, mamá dijo que iba a llegar el día en que volvieras y desgraciadamente tuvo razón.
Nos miramos y le regale una sonrisa que ella sabía que significaba un gracias.
La señora Gonzales miró a sus hijos y sólo con su mirada les pidió calma.
- Vamos a la mesa que ya está pronta la comida.