Yvette echo la cabeza hacia atrás y se rio de la exasperación. Quería abalanzarse sobre Quinn y maldecirla.
-Nicole, ¿este es el resultado de haber trabajado tanto para esta gente durante 3 años? ¡¿Qué apestamos a pobreza?!¿cómo aguantaste esto durante 3 años? Bueno, tú puedes soportarlo si quieres, pero yo no. -Yvette dio un paso adelante y empujo a Quinn, que tropezó hacia atrás y casi se cae al suelo. -Te lo digo, si no fuera por Nicole, ¡ni siquiera habría oído hablar de los Ferguson! No son más que unos nuevos ricos con ese misero dinero. ¡Mira como ensuciare tu piso con tu propia sangre! Si te atreves, ¡ven y atácame con tus viejas y arrugadas manos!
Quinn temblaba de ira mientras señalaba a Yvette y a Nicole. Las amenazo:
- ¡Como te atreves… tu… Nicole, te echare de la familia Ferguson!
Nicole no se disculpó, ni emendo sus errores, como lo habría hecho en el pasado. En su lugar, se limitó a mirar a Quinn con una expresión indiferente.
-No es necesario que me heches. Tomare mis cosas y me iré. -después de eso, Nicole ignoro la mirada de asombro de Quinn y se dirigió directamente a su habitación en el piso superior.
Su antigua yo era realmente estúpida al renunciar a su dignidad por un hombre. Nicole fue pisoteada una y otra vez por Quinn, que solo quería una nuera de una familia prodigiosa y, sin embargo, ella nunca se había quejado.
A partir de ahora no tendría que volver a soportar esto. Ella no tomo nada más que sus documentos y bajo rápidamente las escaleras. Yvette y Quinn, que estaban abajo, seguían insultándose. Cuando Yvette vio bajar a Nicole, levanto las cejas con orgullo:
- ¿Estas lista?
-Vámonos. -asintió Nicole.
- ¡Nicole, le contare a Eric lo que ha pasado hoy! No pienses que puedes irte y volver cuando quieras. No importa si vienes llorando y suplicando de rodillas, ¡te echare a patadas! -Quinn pensó que Nicole le tendría miedo a tal amenaza.
Como resultado, Nicole se detuvo en seco y sonrió, para luego volver a mirar a Quinn con desprecio.
-Se me olvido decírtelo. Ya me divorcié de Eric Ferguson. Aunque vengas llorando y suplicándome de rodillas, no volveré a poner un pie en esta casa. -Nicole termino su frase y se marchó sin dudarlo.
Quinn se quedó atónita en su sitio. Ella inmediatamente llamo a su hijo:
-Eric, ¿Nicole y tú se han divorciado?
Eric frunció el ceño.
- ¿Cómo lo sabes? ¿la viste?
- ¡¿De verdad se han divorciado?! ¡eso es genial! Esa clase de mujer no es digna de formar parte de nuestra familia. Ella era solo una polilla, queriendo convertirse en mariposa. No la soporte desde un principio. Hay muchas señoritas de clase ala esperando para casarse contigo, así que es mejor que se vaya. ¡Hasta nunca!
Los ojos oscuros de Eric se hundieron. Su voz se volvió inexplicablemente urgente:
- ¿Dónde está ella? -el interrumpió con impaciencia las divagaciones de su madre.
Nicole había desaparecido misteriosamente del hospital y él no podía encontrar ningún rastro de ella, pero finalmente apareció por su cuenta.
-En los Jardines Imperiales, por supuesto, pero ella ya se fue. Eso me recuerda, tengo que comprobar si ha robado algo. No le diste mucho dinero por el divorcio, ¿verdad?
-Ella no pidió ni un centavo. -Eric estaba un poco sorprendido por la crueldad de su madre hacia Nicole. Siempre había pensado que Nicole y su familia se llevaban bien y no esperaba que su madre estuviera tan abiertamente descontenta con Nicole.
- ¡Al menos es consciente de sí misma! -resoplo fríamente Quinn.
Los ojos del hombre se oscurecieron mientras colgaba el teléfono, molesto e inquieto. Eric regreso sin pensarlo un momento. El rara vez iba a su casa. Cuando subió al piso superior, vio que todo seguía allí. Incluso la tarjeta que le dio para sus gastos mensuales estaba intacta, pero sus documentos del cajón habían desaparecido.
Eric sintió de repente una presión en el pecho y la sensación de irritación se hizo más intensa. Después de todo, el n podía permanecer indiferente tras 3 años de matrimonio. Quinn entro en la habitación enojada.
- ¡El collar Ensueño de la caja fuerte ha desaparecido! Vale 10 millones de dólares. Nicole debió haberlo robado. Voy a llamar a la policía.
Eric frunció el ceño.
-No llames a la policía. No fue ella. Quizás lo dejas en algún lugar.
Nicole nunca le había pedido la contraseña de la caja fuerte, así que, ¿Cómo podría haberla robado ella? Cuando Eric pensó en esto, ni siquiera recordaba si alguna vez le había regalado alguna joya a su esposa en los 3 años que estuvieron juntos.
Eric tomo las llaves de su coche y se fue. Se sentó en el coche y fumo un cigarrillo, pero la inquietud en su corazón no se disipo. Quinn no estaba dispuesta a dejar que esa mujer de clase baja se escapara tan fácilmente. Pero tampoco tenía que llamar a la policía, tenía muchos otros medios a su disposición.