Una semana entera había pasado para los muchachos que navegaban rumbo a Los Álamos, cada día que pasaba estaban más cerca del puerto …. y de la muerte por el cansancio acumulado.
Los marineros se encontraban en la cubierta comiendo tranquilamente, aunque la comida no sabía bien, si era uno de los pocos momentos del día en donde todos podían relajarse juntos.
Ricardo y Taras se encontraban sirviendo a los marineros, con sonrisas en su rostro , al menos la sonrisa también ayudaba a levantar un poco la moral y para estos dos grumetes la única forma de salir con vida es que la moral de estos chicos no callera y siguieran luchando.
"Todo bien, Dima?, Que te sirvo tenemos pescado o más pescado?". Pregunto Ricardo con una sonrisa, si también los chistes eran otro modo de levantar el ánimo , pero Ricardo se dio cuenta de que no había nacido con la elocuencia natural de sus hermanos , así que sus chisten daban más gracia por la pena ajena que por ser buenos.
"Ja ... Bueno sírveme este pescado" Dio Dima señalando a una de las ollas, con algo de humor.
Ricardo procedió a buscar la comida de la olla , pero fue detenido por Dima:
"No,no, ...me di cuenta de que no quiero pescado ... Mejor dame este pescado" Dijo Dima señalando la otra olla siguiendo el chiste de Ricardo.
"Claro, te voy a contar un secreto , esto es pescado de verdad" Murmuro Ricardo en vos baja como si en realidad fuera un secreto.
"Ja, ja, ja ... Ricardo, tus chistes son cada vez mejores" Río Taras agarrándose la pansa.
Tal vez sea por el cansancio o por la risa contagiosa de Taras, pero todos se rieron , haciendo que Ricardo se sienta muy orgulloso de ser el centro de la fiesta ... Aunque era una fiesta llena de marineros moribundos, que de suerte sentían sus brazos y piernas.
"Faltarían 2 semanas , 1 considerando que en la última semana es la más sencilla, así que solo necesitamos que el viento no cambie de dirección tan a menudo" Comento Wiliam entre el medio de las risas, algo que ya había dicho, pero desde el motín siempre repetía.
Supuestamente, únicamente faltaban dos semanas más de viaje, pero esa también era una cifra complicada. Dos semanas más ... Podría parecer cualquier número aleatorio de semanas para cualquier otro grupo de marineros, pero para los marineros a bordo de La Vieja Ana ,ese era una cantidad de días maldita.
Por desgracia para Ricardo, recién ahora noto el problema al ver las risas deteniéndose de golpe, siendo remplazadas por caras llenas de enojo y logrando dejar la moral por piso de los tripulantes.
Y lo peor de todo es que Ricardo y Taras sabían que el responsable de esta escena era ellos dos, si no hubiera estado esparciendo los rumores de "Faltan dos semanas más" esto no estaría ocurriendo. Ahora, muchos marineros pensaban que las dos semanas eran mentira y otro gran grupo pensaba que una tragedia ocurriría esta semana maldita.
Los marineros volvieron a comer en silencio, ya nadie quería hablar, muchos estaban rezando para que esta dos semanas de mierda pasen volando.
'Supongo que en esta semana tendré que empezar el 'show', me niego a morir con ustedes mal paridos' Pensaba Ricardo en el fondo de su corazón al ver la escena deprimente que tenía al frente.