"Las pocas botellas que logramos esconder, las guardamos en la cocina, por desgracia se están agotando y todos empezaron a hacer lo mismo, así que es complicado sacar botellas de la bodega" Murmuró Ricardo, mientras se dirigía la cocina.
Armin siguió la espalda de Ricardo, expectante de lo que podría pasar en la cocina.
Lentamente, se fueron acercando, ninguno de los dos quería hacer ruidos, parecían temer que el resto de marineros del barco se enterara de lo que iba a pasar a continuación
Pero Armin se detuvo en el medio de pasillo y con algo de miedo le murmuró a Ricardo:
"Si alguien descubre que estamos tomando una de las pocas botellas de alcohol que quedan, estamos muertos"
Ricardo se dio vuelta y vio al joven Armin temblando de miedo en el medio del pasillo.
"Tantos días de mierda pasamos arriba de este barco trabajando para otros, merecemos un descanso, no crees Armin?" Murmuró Ricardo tomando la mano Armin y acercándose a su rostro, le murmuró en el oído, diciendo: "Créeme, los dos nos vamos a divertir en la cocina"
Sin esperar que el joven marinero respondiera, Ricardo tomado de la mano de Armin continuó su lenta marcha hacia la cocina.
La cabeza de Armin estaba en las nubes, pero decidió hacerle caso a la mano de Ricardo que lo guiaba hacia la cocina, al llegar a la puerta, Ricardo abrió la puerta con cuidado, como si intentara que no rechinara.
La puerta parecía estar bloqueada por algo, por lo que Ricardo únicamente pudo empujarla un poco y tuvo que deslizarse sobre la pequeña abertura que se había creado para entrar por la puerta.
Armin vio que Ricardo desaparecía por la abertura de la puerta y se adentraba en la oscuridad de la cocina sin iluminar, siguiendo sus pasos empujo un poco la puerta y se coló por la abertura que se formó, dirigiéndose también hacia la oscura cocina.
Al entrar, Armin se quedó en la oscuridad, esperando que Ricardo prendiera la lámpara de aceite de la sala y así fue como ocurrió.
La lámpara se prendió de golpe. Armin se asustó y abrió la boca, pero un trapo salió de su espalda y tapo su boca, impidiendo que los gritos salieran de su boca. Armin empezó a llorar y luchar con la persona que tenía detrás de él tapándole la boca, pero antes de que pudiera lanzar el primer codazo hacia la espalda del agresor, el hombre que había prendido la lámpara le atino un cuchillazo en la garganta.
*mmmm* ...*mmmm*
Armin se retorció del dolor, el hombre enfrente sacó el cuchillo de su cuello y empezó apuñalarlo, mientras era sostenido por el hombre de atrás que se preocupaba en que Armin no lograra sacar el trapo de su boca.
*mmmmmmm* ...*Entra el cuchillo, salen los gritos*
*mmmm*... *El cuchillo entra, sale sangre*
*mm* ... *El cuchillo entra, salen las tripas*
Armin siguió recibiendo cuchillazos gritando de dolor, hasta que gradualmente perdió la conciencia y murió.
"Estás bien, Ricardo?", murmuró Taras al ver al joven grumete lleno de sangre, lo último que quería era apuñalar por error a su amigo.
"No tanto, el bastardo me mordió un dedo, mientras le tapaba la boca" Se quejó Ricardo, pateando el cadáver sin vida de Armin , mientras sostenía un dedo sangrando.
"No hables fuerte, ya hicimos mucho ruido" Murmuró Taras, levantando al muerto sobre sus hombros y colocándolo suavemente sobre una caja.
"Hay ropa limpia en esa caja, guarda la sucia, límpiate con el barril de agua y nos vamos a dormir, el resto del trabajo lo continuamos mañana, en el horario para cocinar" Dijo Taras, sacándose la ropa manchada de sangre.
*Puff* ... *Puff* Un ruido fuerte se escuchó en la cocina.