Ricardo y Taras se dirigieron a la cubierta, era de comer y todos los marineros estaban hambrientos luego de un largo día de trabajo
Si bien los dos cadáveres colgando desde las velas no ayudaban mucho a hacer la comida más agradable, todavía muchos marineros sentían mucho aprecio con los dos cocineros que siempre se las ingeniaban para hacer una rica comida al final del día.
"Están bien, chicos?, oí que trataron de matarlos esta tarde" Dijo Dima recibiendo una porción generosa de comida por parte de Ricardo.
"Si, lamentablemente el balazo que escucharon me pego en la pierna, porque temo que la herida se infecte antes de que logremos llegar a puerto" Dijo Ricardo, mostrando una venda manchada con sangre en su pierna.
"Que desgracia, sería una pena perder a los dos cocineros del barco, reamente hay muchos chicos que solo se mantienen estables por lo rica que hacen la comida ..." Dijo Dima bastante preocupado, ahora que alcohol se estaba agotando, la situación del barco se podría ir al carajo, si perdían la buena comida.
"Por las dudas, te recuerdo que puedes ir al almacén de la proa, está lleno de suministros para emergencias, el viejo Paulo solía guardar ahí sus drogas, si las encuentras llévaselas al capitán probablemente sepa como ayudarte con el balazo" Dijo Dima con su característica sonrisa de abuelo confiable.
Ricardo, sabía que la obsesión Dima era pintar cuadros por lo cual confiaba en la buena voluntad del viejo.
"Está bien, gracias por el consejo Dima, vamos a ir a chequear despues de la cena, esa herida esta algo fea, mejor revisarla antes de que empiece la fiebre" Contesto Taras, quien escuchaba atentamente la conversación.
Luego de Dima paso el siguiente marinero, esperando su plato un poco impaciente
"Hey, pero si es el joven Armin, como andan las cosas en los camarote?" Dijo Ricardo con una sonrisa en su rostro viendo a uno de los pocos marineros que tenían aproximadamente su edad en el barco.
"Bien, mucho trabajo, demasiado trabajo por suerte cuando llegue a Los Álamos voy a poder encontrarme con mis abuelos de nuevo" Dijo el muchacho algo cansado por el trabajo del dia.
"Ah, te notaba algo triste, pensaba que el asunto era más serio" Contesto Ricardo sirviéndole una porción generosa al chico.
"No, por suerte las cosas están bien, solo demasiado trabajo y algunos días hay tareas extras bastantes pesadas" Dijo Armin algo traumado, pero tratando de disimular una sonrisa, lamentablemente no era muy bueno mintiendo.
"Ja, ja, ja, no preocupes, en este barco a todos le toca pasar por tareas complicadas para sobrevivir" río Taras con una sonrisa lasciva, poniendo la mano por la espalda de Ricardo y apretandole el trasero al joven grumete.
La cara de Ricardo cambio y unos ojos algo apagados aparecieron en su lugar, mientras que retiraba temblorosamente la mano que le servía comida a Armin.
Ricardo se quedó parado en silencio con la cabeza en la olla de comida, como si no quisiera mirar al marinero que tenía al frente mientras la situación ocurría.
Armin vio la escena en silencio y se dio vuelta rápidamente tratando de alejarse de Taras, luego se fue zona del timón, al parecer le gustaba comer solo.
Ricardo y Taras siguieron sirviendo comida, hasta que todos los marineros estuvieron con sus platos llenos.
"Yo me encargo, de las repeticiones esta noche, así que no te preocupes y ve a comer, chico" Dijo Taras mirando a los ojos a Ricardo.
Ricardo se fue con su plato lleno, a la zona del timón, parecía que esta noche también quería comer solo.