"¿Cómo te llamas, jovencita?" Pregunto Dima, con una sonrisa de abuelo adorable
"Soy Adrienne Vólkova , solo quiero volver a casa, por favor, se los suplico" Dijo la mujer, mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos y miraba fijamente a Dima con unos hermosos ojos plateados.
"Por supuesto que vamos a ayudarte, sabías que mi hija también se llamaba Adrienne " Dijo Dima, ayudando a poner a la chica de pie.
"Capas sea el destino el que te trajo a bordo, para que te rescatáramos del océano"
"Ahora joven Adrienne , permítame llevarla a ver al capitán del barco para discutir los detalles" Dijo Dima, mientras le entregaba la muchacha a Ricardo algo aturdido
"Joven apuesto, lleve a la dama a los camarotes, dele algo de ropa abrigada y luego envíela con el capitán" Ordenó Dima, dándole dos guiños a Ricardo.
"Si, por supuesto, sígame bella dama" Dijo Ricardo con una etiqueta de noble que nunca sacó a relucir en este barco, mientras pensaba 'Dios mío!, este viejo Dima, es el padre que nunca tuve, hasta me presento a alguien, cosa que ni mi hermano se molestó"
"Gracias, por la ayuda ..." Dijo algo nerviosa Adrienne, aceptando la mano de Ricardo con una sonrisa tímida
El resto de marineros al ver la etiqueta de Ricardo, casi se les cae la mandíbula al suelo.
Ricardo y Adrienne, se dispusieron felizmente a caminar hacia la entrada de los camarotes.
Fue entonces que un grito vino de las escaleras de abajo:
"Traigo el Agua para la princesa, viejo amable!!"
*Shh*
Ricardo sintió que algo caliente le salpicaba en el rostro, manchando el costado de su cara, algo aturdido por el repentino escupitajo, puso las manos sobre su cara y se limpió lentamente, como buscando no olvidarlo, con los ojos rojos por la ofensa a su estatus noble.
Pero al ver sus manos, supo que se había equivocado, no le habían escupido en la cara, ya que sus manos estaban completamente rojas, manchadas con sangre espesa y pegajosa. Ricardo aturdido volvió para ver la fuente de la sangre, pero no se encontró con la tímida Adrienne, sino con la nada misma...
Si, la 'nada', porque la cabeza de la chica había desaparecido como por arte de magia y en su cuello únicamente había una fuente constante de sangre chorreando, manchando todas sus ropas.
El cuerpo de Adrienne cayó sin vida, mientras Ricardo se quedó parado algo aturdido en la cubierta, le seguía sosteniendo la mano, sin entender qué mierda había ocurrido con su bella dama.
Fue entonces que Ron salió corriendo de los camarotes y agarró una cabeza rodando en el suelo y la puso en una caja de hierro con un vidrio en uno de los costados.
Dima, mientras tanto se acercó al cadáver de la mujer y de un manotazo le arrancó la camisa, dejándola completamente desnuda de nuevo, con la camisa en la mano se puso a limpiar un cuchillo oxidado lleno de sangre.
Ricardo mientras tanto sostuvo la mano del cadáver desnudo de la chica, como si quisiera que Adrienne nunca lograra tocar el suelo, por un buen rato, en silencio, sin entender los porqués...