Con cautela, Dima se acercó a la borda derecha, deseando que su corazonada esté equivocada.
Cada paso se le hacía más pesado que el anterior y las maderas rechinando en el suelo lo ponían cada vez más nervioso, por suerte los marineros durmiendo pacíficamente en la cubierta tranquilizaba su corazón acelerado por la incertidumbre.
Finalmente, Dima logró llegar al extremo del barco, sacando lentamente la cabeza, observó la situación en el océano.
"Pobres almas desafortunadas, que la diosa los guíe en su nuevo viaje" Murmuró el nuevo vigía, mientras ponía la mano en su corazón.
"Sus pruebas son crueles, algunos logran aprovecharlas para ascender en el camino de la iluminación y otros descienden en la oscuridad marchando hacia el mundo espiritual"
Los cadáveres de varios marineros podían verse flotando en el agua, cada vez estaban más lejos, pero los rastros de sangre que creaban eran bastante llamativos.
"Por desgracia no me sorprende, no todos tienen a la diosa en su corazón, para lograr soportar el dolor de la noche de ayer ..." Murmuraba Dima, sin sacar la mano de su corazón, sus ojos lentamente se apagaban mientras miraba los cadáveres de sus viejos amigos ser arrastrados por la ola hacia el horizonte
"La ira del Galeón vuelve a manchar el océano de sangre y los supervivientes serán acechados por los murmullos del rey sin nombre"
"Parece que los rumores eran ciertos, las hijas de Poseidón todavía habitan en los mares de Venus, pero los hombres no nos arrodillaremos ante el Galeón"
"Los dioses humanos nos han abandonado, los cobardes nunca mueren en honor y el Panteón entero te blasfema gran hermano"
Dima murmuró unas frases hacia el océano aparentemente desordenadas o con un orden que solo él podía entender.
Se dio vuelta para continuar la tarea del joven grumete y levantar a los marineros, sabía que muchos más se suicidaron apenas despertaran si no les metía la barra en la boca, así que preparó su corazón, para lo que estaba por llegar.
Mientras tanto, Lucas acababa de despertar y se encontraba en la habitación del capitán, a su lado estaba Ron mirándolo con preocupación con una barra en su mano.
"Parece que la princesa durmiente finalmente despertó de su letargo ..." Dijo Ron irónicamente
"Que paso ..." Pero antes de que Lucas pudiera preguntar Ron le metió una barra en la boca y mientras la tapaba con su mano.
"Traga hijo de puta, traga por todos los dioses de este puto mar, Traga!" Gritaba Ron mientras le tapaba la boca.
Lucas trató de luchar ante la situación anormal que estaba viviendo, pero por la insistencia de Ron terminó tragando lo que tenía en la boca, total sabía bien, pensó.
"Bien, ahora podemos hablar de los problemas a los cuales vamos a enfrentarnos, hasta que finalicé este viaje a Los Álamos" Dijo Ron, mientras robaba algunos licores de la licorera del capitán.
"Primer regla: si te sientes mal, vienes corriendo a verme"
"Segundo regla: a partir de ahora, no se te permite estar solo"
"Sé que tienes muchas preguntas para hacer y yo también tengo unas cuantas, así que lo mejor que podemos hacer los dos, es ponernos cómodos y hablar un poco de la vida, ¿no Lucas?" Dijo Ron mientras le pasaba un trago al grumete.