Cuenta la leyenda que desde mucho antes que los relojes de arena marcarán el tiempo existió una criatura sumamente poderosa, Andróginos se los nombraba, desprovistos de maldad estos seres estaban formados por cuatro brazos, cuatro piernas y dos cabezas.
Dos seres unidos por el tronco en un único cuerpo con una única alma. Los dioses temerosos del poder de aquellas criaturas decidieron separarlos
, colocando la mitad del alma en cada cuerpo, condenándolos por el resto de los días a encontrar a su otra mitad.
Muchos murieron desolados, uno en particular sucumbió ante la locura dejándose arrastrar por la oscuridad, convirtiéndose en un ser maligno con ansias de destruir.
Dicen que un día, cuando pocos quedaban ya, una mujer con cabellos plateados y ojos de noche bajo a lo alto del monte. La diosa luna la llamaron, conmovida ante la situación, se presentó ante un andrógino a punto de perecer, los lobos salvajes atraídos por su luz concurrieron en su busca.
La dama luna marcó el nacimiento de una especie aquel día, tomando la mitad del alma de un lobo la colocó en aquel andrógino hombre , haciendo lo mismo con una mujer, completando sus almas, dándole habilidades para encontrar a su igual. Mitad ser consciente, mitad salvaje.
Ese fue el nacimiento de los grandes alfas licántropos, vagar por el mundo buscando aquel trozo de vida que los haría sentir completos nuevamente.
•Ariel353•|