Capítulo 14[Capítulo anterior]—Pagarás caro por esto, niño —susurró Michael.…
[Actualmente]
…
El pelirrojo negó con insistencia, sintiendo una profunda decepción. Por más que lo reflexionaba… este mundo no parecía estar destinado a la paz.
Por otro lado, Kokabiel fruncía el ceño amargamente al recordar su ataque previo. Sin lugar a dudas, había puesto toda su fuerza en ese golpe. Sabía bien que ese ataque habría bastado para eliminar a cualquier demonio de clase alta; su experiencia se lo confirmaba. Pero algo no encajaba… lo había tocado, y aunque este demonio tuviera una fortaleza superior, al menos debería haberle roto un hueso o dos.Sus pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por un grito dirigido al pelirrojo.—¡Abismo gravitacional! —gritó Michael, levantando una mano en dirección al Gremory.De inmediato, Naruto sintió una presión que lo aplastaba, mientras sus hombros se hundían lentamente y sus pies se clavaban en el suelo.Michael lo miraba con frialdad calculadora. Levantó su otra mano a la altura del pecho, que comenzó a brillar con una luz amarilla fosforescente, formando una espada de energía pura y sin impurezas.—Pagarás caro por todas las vidas que arrebataste —sentenció Michael.A unos pocos metros, el otro par observaba la escena con escepticismo; en ningún momento intervendrían, pues conocían bien quién era Michael.El pelirrojo parecía derrotado, sus hombros caían cada vez más. Parecía que finalmente sería vencido, lo cual era decepcionante, ya que Kokabiel habría preferido matarlo con sus propias manos.De repente, el aura del demonio creció considerablemente. Parecía que intentaba romper el hechizo por pura fuerza bruta, intuyó el rubio, aunque consideraba que sería inútil; incluso un dragón celestial tendría problemas.—Bansho Tensei —murmuró Naruto mientras colocaba su muñeca a la altura del abdomen.Para sorpresa de todos, Michael fue arrastrado por una fuerza invisible que parecía una enorme garra, imposible de esquivar. Solo tardó unos segundos en reaccionar, y antes de que pudiera evitarlo, una mano extremadamente fría rodeó su cuello y lo estrelló con fuerza contra el suelo."Maldita sea... me tomó por sorpresa, mi cuerpo no pudo reaccionar". Tendido en el suelo, Michael seguía perplejo. Había percibido la intención asesina mucho antes de que el ataque se ejecutara y se había preparado, inyectando magia en sus alas para mejorar su velocidad, pero no fue suficiente; una fuerza desconocida lo había sujetado con tal potencia que incluso le costaba pensar con claridad.Naruto aplicaba cada gramo de su fuerza sobre el agarre, pero parecía inútil; no lograba partirle el cuello. Sabía que Michael era un serafín, pero esto era algo a otro nivel. Con frustración, tuvo que soltarlo y saltar hacia atrás para esquivar decenas de lanzas que se dirigían hacia él.Gabriel se situó rápidamente al lado de su hermano, quien parecía desorientado."¿Q…qué fue eso? Algo me jaló con una fuerza impresionante. Intenté volar fuera de su alcance, pero esa fuerza…", pensó mientras se incorporaba del suelo, masajeando su cuello.Recordando el agarre del pelirrojo, Michael sintió una humillación que ni siquiera los Maou le habían causado. Salió de sus pensamientos cuando su cuerpo reaccionó automáticamente, esquivando un ataque traicionero de Kokabiel.—Debí imaginarlo de ti, Kokabiel —dijo, molesto.—¿Qué puedo decir, hermano? Solo hago lo necesario para ganar —respondió con una sonrisa burlona."Algunas veces me arrepiento de haber cambiado de bando", pensó Penemue, suspirando pesadamente. No recordaba exactamente por qué estaba en esa situación, pero en ese momento se vio obligada a salir de sus pensamientos cuando una gran ráfaga de viento la azotó por culpa de un desenfrenado Kokabiel que batía sus alas a gran velocidad en dirección a Michael.El rubio frunció el ceño y creó una lanza de luz, lo suficientemente densa como para destruir cada lanza que Kokabiel generaba con solo un toque.Por otro lado, Naruto esquivaba hábilmente cada ataque que Gabriel lanzaba. Sabía que debía evitar a toda costa que esa energía lo tocara. Realizando un salto mortal hacia atrás, avanzó rápidamente hacia Gabriel, creando una pequeña daga que lanzó con precisión. Gabriel, rápida, generó una lanza en su mano derecha y desvió el ataque, pero Naruto aprovechó esa pequeña brecha para acercarse peligrosamente.Gabriel sonrió de lado; su plan estaba dando resultado. Hizo un leve giro, aumentando la velocidad de su cuerpo, mientras generaba otra lanza en su otra mano. Había hecho creer al pelirrojo que había abierto una brecha en su defensa. Sin dudar, Naruto elevó su mano derecha a la altura de su cabeza, usando una energía absorbida que comenzó a rodear su puño como un fuego blanco, frenando en seco el ataque de Gabriel y lanzándola unos metros hacia atrás con un poderoso golpe.Antes de que pudiera celebrar, Penemue apareció detrás de él, empuñando dos lanzas, una dirigida a su corazón y otra a su cabeza.Naruto apenas alcanzó a ver cómo la peli morada estaba cerca de eliminarlo cuando…—¡Katon: Haijingakure no Jutsu! —exclamó, liberando una nube de cenizas a su alrededor.Una espesa nube de ceniza obligó a Penemue a retroceder rápidamente mientras sus ojos y garganta ardían.—¡Kyaa! —chilló Gabriel, rodeada por la densa nube.—¡Kua! —se quejó Penemue, su respiración dificultada.Ambas comenzaron a mover sus alas para dispersar las cenizas, mientras un mal presentimiento crecía en sus mentes. Giraban la cabeza repetidamente, buscando al demonio en cada dirección.—Ha sido divertido, pero mis compañeros ya han escapado mi misión esta cumplida —resonó la voz desde detrás de Penemue.Ella abrió los ojos con sorpresa, solo para sentir un golpe devastador que la lanzó por el aire, estrellándose repetidas veces contra el suelo.Gabriel quedó perpleja y apenas pudo reaccionar al ver que el puño de Naruto estaba rodeado de una aura rojiza cuando lo estampó contra la espalda de Penemue, destrozando su armadura.Con un sonido de explosión, su enemigo se desvaneció en una cortina de humo. Gabriel miró sus propias manos durante un breve momento, intentando asimilar lo sucedido. parecía magia de ilusión, NO clonación sabía de la magia de clonación, aunque en su entrenamiento con su padre había aprendido que cada clon requería sangre y magia, algo que no encajaba con lo que acababa de presenciar, donde estaba la sangre ? o magia?.…Entrelazando sus brazos, mira las 2 mujeres que tenía al frente "A diferencia de Michael y Kokabiel, ustedes aún se reprimen… espero que la próxima vez vengan con la intención de matar y no dejándose cegar por la ira". barriendo rápidamente au mirada, la posición en un gran montaña de ángeles desmembrados. "Seguramente aún hay algún ángel agonizando… debo acabar con esto. Mis reservas están al límite".Parpadeando varias veces con fuerza su expresión cambio a una fría, despegando sus brazos y manos de su cuerpo los cuales extendió a cada lado de su cuerpo.—¡TENDOU: SHINRA TENSEI!Y entonces sucedió… La tierra se desgarró como cuando un león arranca la carne de su presa, llevándose todo a su paso. En milésimas de segundo, la técnica se expandió como un agujero de gusano, devorando y destruyendo todo lo que tocaba. Los ángeles, o mejor dicho, sus restos, desaparecieron por completo.Pasaron unos segundos antes de que todo se calmara, dejando un enorme cráter en el lugar donde alguna vez estuvo el Gremory.…...—Maldición… —murmuró Kokabiel, sosteniendo su brazo roto y lanzando un quejido de dolor mezclado con irritación."Ese ataque me tomó desprevenido", pensó mientras contenía el impulso de gritar por el dolor de su brazo. Ese maldito Michael había logrado quemarle el cuerpo con su asquerosa luz.—Ese maldito nos arruinó la misión. Deberíamos irnos, Penemue —agregó, mientras ella emergía del suelo con partes de su armadura faltantes.Tocándose su hombre con pesadez antes de suspirar tomo entre sus 2 dedos el puente de la nariz pellizcandolo con fuerza, anticipando con antelación el dolor de cabeza que esto le ocasionaría. Antes de que ese demonio o el serafín volvieran a aparecer, formó un gran círculo mágico y desapareció al instante.A pocos metros, un gran escudo blanco se hizo visible entre el polvo, revelando a los dos serafines. Uno estaba prácticamente intacto, mientras que el otro no podía decir lo mismo.—Será mejor irnos, Gabriel. Al parecer no queda nadie —habló Michael, sosteniendo en sus manos parte de su armadura rota. Bajó la vista, recapacitando por un breve momento. Había tenido más de una oportunidad para matar a su "hermano" y, sin embargo, simplemente no pudo…Levantó la cabeza con los ojos cerrados y tomó varias bocanadas de aire antes de dejar escapar un profundo suspiro. No podía lamentarse por lo sucedido con sus hermanos para siempre; la próxima vez, acabaría con ellos.#########################################Cuanto tiempo sin actualizar, eh? Jjajajaja