No entendía nada de lo que sucedía en ese mismo momento pero mi vista se volvía borrosa, mi cuerpo empezaba a fallarme nuevamente y colapse de rodillas tratando de mantenerme aún despierta.
Toda la gente que estaba a mi alrededor soltó a Orus y corrió para poder ayudarme pero entonces mis ojos por fin se cerraron y con ello solamente pude escuchar los gritos de temor y angustia de todos.
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Al volver a abrir mis ojos, me encontraba en un nuevo lugar este era un jardín de rosas blancas en el cual a pesar de encontrarme aún más confundida me sentía en total calma.
-En dónde me encuentro ahora?-
Esos eran mis pensamientos los cuales surgieron por mi repentino cambio de escenario.
- Recuerda bien Amelia...había una lucha, mucha gente llorando y rogando, al fin pude tomar el control de mi cuerpo y poco después me desmayé pero, lo que más me causa curiosidad es ¿Qué relación tenía con aquella multitud, con Ares y Orus? y lo que es aún más extraño, ¿Por qué la gente odiaba demasiado a Orus?.-
No paraba de pensar en ello una y otra vez hasta que una voz interrumpió ese silencio que me rodeaba.
-Por fin has podido despertar, mi dulce señorita-
Eran las palabras pronunciadas por una voz masculina, no encontré dentro de ellas ningún rastro de malicia pero aún así debería de ser cuidadosa. Busque por todas partes del jardín de las rosas pero no encontré al sujeto que me dirigía la palabra.
-¿Quién eres y por qué estoy en este lugar?-
Aquella pregunta era para poder encontrarlo por medio de su voz.
-Has olvidado mi nombre? Tan poco importante fui para tí?.-
Su voz transmitía tristeza y un poco de irá pero, lo que me importaba más es ese momento esa que ahora sabía que estaba cerca pero, aún necesitaba que siguiera hablando.Le seguiré el juego mientras tanto.
-Lamento no haber podido recordarte, hace poco sufrí un pequeño incidente; pero volviendo al tema ¿por que me has traído hasta este lugar?-
Dije con un poco de desdén esperando a que mis palabras obtuvieran ese tono frío, esperando encontrar un pequeño rastro del lugar en donde se escondía aquel hombre que me interrogaba.
-Si has recordado quien soy entonces, no hará falta que te diga la razón del por qué te traje a este jardín de rosas....o acaso solo estas mintiendo?-
No podía ser posible que está persona supiera sobre mi plan y al decirme está respuesta.
Como si fuera de acto automático, busque con mi mirada por todo el jardín de rosas hasta que de pronto.
- Amelia dime, ¿Cómo has podido olvidarme?- Está era la voz del hombre que buscaba, Con una voz cálida me susurraba al oído y con delicadeza sus manos me sujetaban por la cintura.