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Chapter 7 - Capítulo 07: El mendigo.

De camino a su casa, Alex paso por un parque de la ciudad. Sin embargo, en el momento en que el pie de Alex paso por un arbusto, una mano agarró su pie.

«¡Oh! ¡Mi nieto, por favor espere un poco!»

Alex miró hacia abajo para ver quién estaba agarrado a su pierna y vio a un anciano sentado junto al arbusto.

«Dios mío, ¿qué estás haciendo?» —dijo Alex, atónito.

«¡Mi nieto, compadécete de este pobre viejo! Por favor, ahórrame algo de dinero, ¡no he comido en días!» dijo el viejo mendigo mientras se arrastraba más cerca para abrazar el muslo de Alex.

El viejo mendigo parecía sucio y su pelo blanco apestaba a vino.

No soltaría la pierna de Alex hasta que consiguiera algo de dinero.

Al comprender esto, Alex solo pudo suspirar mientras metía la mano en su billetera al abrirla, solo había un billete, después de un momento de duda, le entrego el billete de veinte dólares al mendigo.

En su mente, el viejo mendigo se reía victorioso. «¡Hice bien en elegir a este chico, aun cuando es el único dinero que carga encima, igual me lo dio!»

El mendigo inmediatamente deslizó el dinero en su sucio bolsillo delantero, pero no lo soltó.

«No lo gastes en vino» fijo Alex con un poco de decepción en su rostro.

«Mi nieto, yo también necesito ayuda con algo más… ¿Podrías responder a una pregunta?

¡Si lo haces, te recompensaré!»

Alex vio que el viejo se negaba a soltarlo, le dijo: «Pregunta, si puedo, te responderé, y por la recompensa no te preocupes, no podría quitar nada de un viejo mendigo».

«¿Qué viejo mendigo? ¡Me acabo de meter en un lío! ¡No soy un mendigo!» respondió el hombre.

Al final, solo pudo decirle que preguntara rápido.

El viejo se puso contento.

«Nieto, solo responde esta pregunta ¿Por qué me diste todo el dinero que cargas contigo? Sé que aparte de ese billete, no tienes nada más».

Alex se sorprendió por lo extraño de la pregunta.

Desde muy joven, su madre le había enseñado a ayudar a los más necesitados, y después de años de dar algo de dinero a mendigos en la calle, esta era la primera vez que uno de ellos se preocupaba porque él se quedaba sin dinero.

«La verdad, tienes razón, ese era el último dinero que me quedaba, ¿Cómo lo sabías?» dijo Alex.

El anciano lo miro con un brillo en los ojos «Si era tu último dinero, ¿Por qué me lo diste?»

«Porque aún estoy joven, y puedo ganar dinero, por eso creí que tú necesitas más ese dinero que yo».

«Entonces hice bien en escogerte» dijo el anciano.

El anciano se puso de pies a una velocidad extremadamente rápida, y tomo a Alex de la muñeca, y la presión que sintió Alex, era como si la mano del mendigo fuese una prensa de banco.

Antes de que Alex pudiera reaccionar, el anciano le dijo: «Hace muchos días que te he esperado en este sitio, hace mucho que espero a mi discípulo, ya casi no quedaba vino en mi calabaza, pero hoy llegaste a mí».

En ese momento, el anciano toco la frente de Alex, y una Lucy tenue se vio salir de la punta de sus dedos, entrando a Alex King.

Alex sintió como una gran fuerza recorría su cuerpo, y una voz repetía constantemente las mismas frases.

«El profundo conocimiento, es la base de todo poder.

Observar, estudiar, experimentar, y analizar.

Cuando el discípulo esté listo, el maestro llegara».

Los sentidos de la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto, los sentidos humanos y los diversos órganos del cuerpo son todos sistemas que deben ser templados por las personas que deseen adquirir una habilidad.

Alex pudo sentir, como esa gran fuerza recorría uno a uno sus sentidos, mejorándolos muchos niveles a cada uno, así mismo la capacidad de procesamiento de su cerebro empezó a aumentar también.

Se suele decir que un ser humano promedio, solo puede usar una décima del poder total de su cerebro, y que solo una muy mínima cantidad de personas, Han logrado usar un poco más. A estas personas el mundo las ha llamado prodigio.

Mientras Alex seguía sumergido en todo el cambio que estaba sufriendo su cuerpo, muchas imágenes de toda su vida fueron pasando por su mente, como si estuviera reviviendo cada recuerdo, pero no como la primera vez que lo vivió.

Esta vez Alex noto cada gesto, cada detalle mínimo, cada circunstancia en su vida se convirtió en material de estudio, y formo la base para nutrir su conocimiento sobre el mundo que lo rodeaba.

Cada clase que recibió en la escuela, en la universidad, cada interacción que tuvo con las personas que formaron parte de su vida, cada verdad que escucho, cada mentira que descubrió.

Alex estaba atrapado en este autoaprendizaje, sin percatarse del tiempo que transcurría alrededor de él.

Su cuerpo también seguía cambiando, a medida que asimilaba cada actividad física realizada por Alex en el pasado, y aunque ni su fuerza ni su masa muscular aumentó, si lo hizo su capacidad de respuesta, su memoria muscular mejoro en muchos niveles.

Cada pelea en la que participo, cada pelea que vio sirvió de base para que aprendiera cuáles eran sus fortalezas y cuáles sus debilidades.

Muchas veces las personas con mucho potencial, no siguen avanzando por desconocer esos dos puntos cruciales, pero una vez que un individuo logra determinar con claridad sus fortalezas y debilidades, puede concentrar sus energías a ser cada vez mejor. Esta es la diferencia entre un prodigio, y el resto.

Cuando Alex abrió los ojos, estaba sentado en un banco del parque solo. Busco en todas las direcciones, pero no pudo ver al anciano por ninguna de ellas, por un momento pensó que había soñado todo, pero al mirar a su lado en el banco, una botella estaba junto a él, y debajo de ella una pequeña nota.

En la nota se podía leer, «Un solo sorbo de esta bebida, puede curar casi cualquier lesión que tengas, cuídala como un tesoro. El Viejo Zhang Guo».

El nombre en la firma de la nota le pareció familiar a Alex, pero no pudo recordar donde lo había escuchado, tomo la botella con curiosidad, y al destaparla, un fuerte aroma a vino lleno todo el lugar.

«¡Viejo borracho!» pensó Alex mientras guardaba la botella y se fue hacia su casa. «Llamar bebida medicinal, a un simple vino».

El anochecer es el momento del día más parecido al otoño. En este momento, el sol poniente ocultará cómodamente la mitad de la cara bajo el horizonte lejano y el resplandor dorado arrojará la sombra del marco de la ventana sobre el suelo. Otros siempre dicen que el crepúsculo es la unión entre el atardecer y la tarde, pero en este momento el tiempo se volverá muy largo, que es el caso. Bajo la irradiación de la luz amarilla, todo en el mundo parecía estar cubierto con un velo, el velo cubría el verdadero rostro de las cosas, haciendo que el mundo resplandeciera de tranquilidad y hermosura en una timidez sin saberlo.

Alex King caminó por la calle y el sol poniente extendió su sombra. Medito durante mucho tiempo, solo para sentir que cada información que había visto en su vida se hundía en su mente, su corazón era como agua hirviendo.

Alex comprendió que su capacidad de aprendizaje había superado con creces a la mayoría de las personas, pero de nada servía tener esa capacidad, si no la seguía alimentando con más conocimiento. De pronto sintió la necesidad de aprender a profundidad aquellas cosas que siempre le causaron curiosidad, y aquellas que le fueran realmente útiles.

Debido a la enfermedad de su madre, y a que no poseían suficiente dinero, Alex King también había estado en contacto con la medicina tradicional y por su personalidad curiosa, conocía algunas teorías básicas de la medicina tradicional.

Si no obtuviera la habilidad del conocimiento profundo dada por el mendigo, El entrenamiento en artes marciales que aprendió cuando era niño, no le serviría de mucho en la actualidad. Pero ahora cada técnica mostrada ante él por sus maestros de la infancia, se encontraba arraigada a sus pensamientos, y a su cuerpo, dándole una sensación de poder por encima del promedio.