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Chapter 120 - VAMOS, JAVIER

Samara estaba amargada, pero no dio muestra alguna de aflicción. A pesar de que su corazón se laceraba, ella seguía tranquila y serena. Esbozando una sonrisa forzada, ella volvió a mirar al director.

Al escuchar las palabras de Josué, el director dejo de dudar. Miro al grupo de personas y dijo en voz baja:

-Al principio pensamos que el señorito estaba resfriado. Lo tratamos con las medicinas correspondientes, pero no tuvo ningún efecto. Le hemos hecho un análisis de sangre y encontramos que su cuerpo lleva algo que podría debilitarlo.

- ¿Qué es? -las manos de Samara se apretaron con fuerza. Ella tenía algunas sospechas, pero no esperaba que fueran verdad. Su intuición la asusto. Samara se estremeció al pensar que esto había pasado bajo la supervisión de Isaac.

Las caras de todos eran sombrías, el director los miro y dijo dolorosamente:

-Es plomo.

- ¿Qué ha dicho? -Samara inmediatamente agarro a Eduardo.

-Plomo… es una substancia dañina, no puede entrar repetidamente en el cuerpo y causar daño al niño, debe acumularse por dentro día tras día. En cuanto tenga alguna enfermedad, causara diversas complicaciones. He leído la composición de la sangre del señorito Adriano, es portador de la substancia desde hace por lo menos dos años.

Samara sintió que le arrancaban el corazón. Un niño que tenía poco más de 4 años había estado siendo envenenado mitad de su vida. Esto era simplemente demasiado aterrador.

- ¿Es curable? ¡Doctor, es solo un niño de 4 años! -Samara era madre y no podía imaginar que alguien le hiciera eso a su propio hijo.

Eduardo no entendía nada, pero tomo la mano de su madre con preocupación y le pregunto:

-Mama, ¿Adriano está bien?

Josué de repente recordó que Eduardo también estaba allí y lo empujo frente al médico, diciendo:

-director, analice también la sangre de este niño.

La expresión de Samara cambio inmediatamente.

-Eduardo debería estar bien, ¿verdad?

-Por si acaso. -Josué solo dijo esto, pero Samara ya no estaba tranquila.

Si la otra parte la odiaba y quisiera matar a Eduardo, ¿sería posible que hubiera sufrido daños? Cuando pensó en esta posibilidad, se estremeció y sus palmas empezaron a sudar.

-Mama, ¿Qué pasa? ¿también tienen que analizarme?

Los ojos de Eduardo eran similares a los de Alfaro, haciendo que Samara no supiera como responder, pero ella dijo con una voz suave:

-Hijo, no te preocupes, es solo un análisis de sangre para que yo me tranquilice.

-Vale. -Eduardo no quería que su madre se preocupara, así que asintió.

El director se llevó rápidamente a Eduardo.

Josué estaba llamando a Álvaro a un lado, en este momento el hombre debería aparecer. Samara no quería verse con el de esta manera, pero le extrañaba demasiado. Solo habían estado separados una corta tarde, pero ella ya había perdido la cabeza. No sabía lo que pensaría Álvaro.

Cuando el hombre escucho la noticia, enfureció.

- ¿Esta todo el personal de la familia Ayala muerto? Intoxicaron a Adriano durante dos años a la vista de todos. ¿Qué ha pasado exactamente con los que cuidaban al niño? ¡Investígales! Descubre la verdad.

Josué naturalmente obedeció y explico a su jefe los planes de Samara. Álvaro guardo silencio por un momento y dijo:

-Haz lo que ella pida.

-Señor, ¿no vendrá?

-Tengo que recuperarme de mis heridas. Ella se encargará de todos los asuntos de la familia Ayala. Envíame los resultados de Eduardo en el momento en que salgan. -Álvaro colgó el teléfono después que termino de hablar, pero estaba frunciendo el ceño.

¿Quién había sido? ¿Quién le haría esto a Adriano? ¿Podría ser Rebeca, ella haría esto? ¿sería tan despiadada? Sería imposible que hiciera daño a su propio hijo. Pero aparte de Rebeca, ¿Quién le haría algo así a Adriano?

Según el resultado del examen de Eduardo, él estaba sano. Tal vez la otra parte no llego a maquinar intrigas o era posible que no hubieran tenido la oportunidad de acercarse a él, pero Samara todavía estaba conmocionada y sudaba frio. Ella abrazo con fuerza a su hijo sintiéndose inquieta.

-director, ¿Cuál será el tratamiento de Adriano?

-La mejor terapia es la de trasfusión de sangre. Sin embargo, la sangre Rh negativo es muy escasa y el cuerpo de un niño tiene resistencia limitada. Su condición física actual no es adecuada para una cirugía, por lo que solo puedo estabilizarlo y buscar una fuente de sangre. Pero cuanto más tiempo permanezca el plomo en el cuerpo, peor será parala mente, especialmente en el caso de un niño. Esta substancia es fatal, puede afectar al desarrollo intelectual y físico. Es muy probable que sufra demencia.

Las palabras del director hicieron que Samara temblara de miedo.

-Necesito que me asegure que Adriano estará a seguro.

-No hay problema. Arreglare a la gente de la familia Montenegro para que lo vigile por turnos. -dijo Javier de repente.

-Señor Javier, este asunto no tiene nada que ver con su familia. Muchas gracias por su ayuda.

-No sea tan educada conmigo. Si realmente me trata como un amigo, no me negare. Probablemente no hay muchas personas en Ciudad H que quieran ofender a la familia Montenegro. No les tengo miedo y me temo que no aparecerán. -Javier estaba lleno de intenciones asesinas.

Muchos de los hijos de la familia Montenegro murieron en el campo de batalla, pero también tuvo posteridades. Sin embargo, ellos habían muerto de algunas enfermedades por varias razones.

En el pasado, Javier pensó que los miembros de su familia habían matado a demasiadas personas y tuvieron que pagarlo, pero al ver a Adriano así, de repente sintió que alguien había hacho de todo para garantizar la muerte de los descendientes de la familia Montenegro.

Esta duda permaneció en su mente como una maldición. Si de verdad era así, ¿de quién se trataba? Javier estaba desconcertado, pero no podía ver como moría un niño inocente.

-director, recuerdo que la familia Montenegro tiene una sala separada en el Hospital Militar. A nadie se le permite entrar.

-Así es. -el medico asintió y dijo: -Este es un privilegio de la familia Montenegro. A partir de sus instrucciones, nadie puede entrar o salir libremente de la sala.

-Lleve al niño allí para recibir tratamiento. Asegúrese de encontrar una fuente de sangre Rh negativo tan pronto como sea posible y trátelo.

Al escuchar las palabras de Javier, el director asintió.

-Muy bien, definitivamente haremos nuestro mejor esfuerzo. ¿Podemos usar la fuerza de la familia Montenegro en el área militar cuando sea necesario?

-Claro. -Javier era ahora el jefe de la familia Montenegro.

Samara lo escucho y sabían que tanto ella como la familia Ayala le debían un favor. Se inclino solemnemente ante Javier.

- ¡Señor Javier, se lo agradezco en nombre de la familia Ayala!

Javier frunció el ceño ligeramente, cuando escucho que ella representaba a la familia Ayala y se sintió algo incomodo.

-No quiero ver a un niño inocente sufrir. Esto no tiene nada que ver con la familia Ayala. Además, no puedes representar a esa familia, aunque Álvaro dijo que tienes la última palabra en todo, todavía eres la señorita Samara, ¿verdad?

El significado de esta frase era obvio. Mientras Álvaro no se casará con Samara, solo podría ser la señorita Samara. no importaba cuanto poder le diera Álvaro, Javier no se sentiría interesado. Josué estaba un poco enfadado. Quería decir algo, pero vio las emociones en los ojos de Javier.

- ¡Señor Javier! -Josué no pudo evitar exclamar.

Javier le sonrió a Samara y dijo:

-Mientras no seas la mujer de Álvaro, tengo derecho a perseguirte, ¿verdad, señorita Samara?

Samara naturalmente vio el afecto en los ojos de Javier. Anteriormente ella lo había sentido, pero en este momento, Javier no lo mostro. Todavía estaba dudando y luchando, pero ahora, él había dejado su objetivo claro y sabía lo que quería.

Samara estaba estresada.

-Señor Javier, yo amo a Álvaro. En esta vida, solo puedo amarlo a él.

-Eso no importa, no me rendiré hasta el último momento. -Javier estaba decidido, lo que hizo que Samara se sintiera rara.

Eduardo frunció el ceño levemente, miro a Javier y dijo:

- ¿Estas tratando de perseguir a mi mama?

-Por supuesto. -Javier miro al niño sin temor.

- ¿No crees que es mucho trabajo, ya que me lleva mi madre?

- ¡Eduardo!

A Samara no le gustaba que Eduardo hablara así, dado que nunca había tratado a sus hijos como una carga. Sin embargo, Javier podía ver la determinación en los ojos del niño. Sus ojos se parecían a los de Álvaro, pero no solo eso, a lo mejor con el tiempo sería mejor que su padre.

Javier sonrió y dijo:

-No tengo miedo. En la familia Montenegro no hay muchos niños. Mientras tu madre y tu estéis dispuestos, serás mi hijo.

-Ya tengo padre, lo siento. -Eduardo respondió con indiferencia, pero dijo sonriendo: -Pero te admiro mucho. ¡Vamos!

De repente hizo un gesto de animo a Javier, incluso era un poco travieso. Samara no sabía que decir.

- ¡Eduardo!

- ¡Si! -Eduardo le hizo una mueca a su madre y dijo: -Mama, recientemente leí algo que decía que la gente tenía que reconsiderar su decisión cuando la primera llega. Creo que el señor Javier es muy bueno, puedes considerarlo. Un hombre que no sabe cómo agradar a las mujeres como Álvaro… deberías considerarlo.

- ¡Eduardo! -Samara sintió que su hijo parecía haber cambiado.

Samara quería darle una lección al niño, pero el pequeño huyo rápidamente. Mientras corría, hizo una mueca y dijo:

-Mama, Adriano es cobarde. Si se queda aquí solo, tendrá miedo. Me quedare con él. Piensa en lo que te dije, Javier es realmente bueno. ¡Animo, Javier!

- ¡Eduardo! -Samara sintió que su cara ardía, pero Javier se rio a carcajadas.

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