Eduardo temblaba por el frio, pero estaba inmóvil esperando. No sabía quién lo había secuestrado, ni sabia donde estaba. Solo podía cerrar los ojos y fingir estad inconsciente. El tiempo paso, pero nadie entro. Eduardo que tenia frio y hambre no pudo evitar quedarse dormido otra vez.
El tiempo de espera también fue un suplicio para Samara y Álvaro. Mientras estaban ocupados investigando, esperaban la llamada de los secuestradores. Esperaban que fuera solo un simple secuestro por rescate. No obstante, el teléfono no sonó en toda la noche, ni recibieron noticias nuevas. La investigación no tuvo ningún avance. Sin embargo, la familia Ayala no relajo la vigilancia contra Rebeca y su madre, Cecilia. Desafortunadamente, no salieron. No había ninguna pista.
La inquietud de Samara llego al punto máximo.
-No, no puedo esperar más. ¡Tengo que buscarlo yo misma, en todas las esquinas! -Samara salió corriendo como una loca.
No durmió en toda la noche. Tenia los ojos color escarlata y la cara terriblemente pálida. Álvaro la abrazo en seguida.
- ¡Samara, es inútil una búsqueda sin pistas!
-Aun así, tengo que salir a buscar a Eduardo. Álvaro, no eres madre, ni sabes como me siento ahora mismo. Cuando Eduardo nació, sufrí mucho. El es mi vida. Aunque no podre encontrarlo, al menos lo intentare. Me sentiré culpable si solo me quedo esperando en casa. Si a Eduardo le llegara a pasar algo, me moriré. -Samara colapso por completo.
Habían pasado una noche y una tarde, mas de doce horas, pero seguían sin recibir noticias sobre Eduardo. De hecho, Samara y Álvaro sabían claramente que significaba esto. La posibilidad de encontrarlo se redujo a gran medida. Si Eduardo ya no estaba en la ciudad, ¿Dónde podrían encontrar al niño en el mundo?
Se paso 5 años sin verlo. Ahora su hijo había desaparecido delante de sus narices. Álvaro se sintió dolido y se sintió aun mas culpable al ver a Samara tan triste.
- ¡Voy contigo!
La decisión de Álvaro sorprendió a Josué.
- ¡Señor, no! Usted es la persona mas importante de Ciudad H. si lo busca personalmente, ¡toda la ciudad será un caos!
-No me importa, ahora no soy el presidente del Grupo Ayala, ni una persona influyente en la ciudad. ¡Solo soy un padre! ¡Un padre que ha perdido a su hijo y solo quiere encontrarlo! Notifica a todos los medios la desaparición de Eduardo y su identidad. Envía la foto de Eduardo a todo el mundo e indique que quien proporcione informaciones y pistas, se le ofrecerá una recompensa. Por el contrario, si le hacen daño, incluso si me cuesta toda mi fortuna, ¡me vengare! -Álvaro tomo una decisión.
Inicialmente, quería reconocer a Eduardo y llevarlo a la casa Ayala después de empezar a llevarse bien con él. Pero ahora, la situación estaba más allá de su control. Solo si Eduardo fuera miembro de la familia Ayala, aquellas personas dudarían en hacerle daño.
No obstante, si eran personas sin Dios ni ley, Álvaro no se atrevía en pensar en lo que podía pasar. En ese momento, todo era posible. No se atrevió a ser optimista, pero no podía dejar que Samara sufriera más. Después de todo, ella era una madre.
Isaac llego al fin. Vio a Álvaro y Samara saliendo juntos y entendió en seguida lo que Álvaro quería hacer. Ante este caso, ningún padre se quedaría quieto. Isaac dijo en voz baja:
-En la basa, he adiestrado a Adriano y Eduardo en caso de como reaccionar a un secuestro. Creo que Eduardo, que es inteligente y calmo, puede dejarnos pistas. Me temo que Eduardo no ha tenido la oportunidad. Voy a llevar a unas personas a buscar las pistas por la ciudad y tal vez pueda encontrar algo.
-Muchas gracias, Isaac. Por favor, ayúdame a encontrar a mi hijo. -ella sostuvo su mano con emoción. Álvaro que lo vio todo, frunció el ceño, pero no dijo nada. Ahora sabia bien lo que era importante.
Isaac soltó rápidamente la mano de Samara y dijo:
-No se preocupe señorita. Definitivamente lo traeré de vuelta, sano y salvo. ¡Lo prometo!
Samara asintió. Ella insistió en salir a buscar a Eduardo. No podía quedarse quieta y solo esperar noticias en casa. Álvaro la siguió. Ellos buscaron por todas las esquinas de Ciudad H, causando inquietud por donde pasaban. Al mismo tiempo, la noticia de la desaparición del hijo de Álvaro se extendía, en medida que toda la ciudad se sorprendió. Todos sabían que Adriano Ayala era el único hijo de Álvaro Ayala, y ¿ahora de donde salió el otro hijo llamado Eduardo Arias?
Las personas entrometidas encontraron el registro matrimonial de Álvaro y se dieron cuenta de que en aquel entonces su esposa legal justamente se apellidaba Arias. Y debido a que su esposa murió en un incendio, la gente se olvidó gradualmente del asunto. Ahora corrió la noticia de que Eduardo Arias era el hijo de Álvaro Ayala y dicha noticia desato las continuas especulaciones.
Entre ellos, las mas afectadas fueron Rebeca y su madre.
- ¿Cómo es posible? Esa perra se ha muerto. ¿Cómo tuvo un hijo? -Rebeca tiro todo lo que tenia frente a ella al suelo.
Cecilia también frunció el ceño.
- ¿Viste como moría en el incendio?
-Por supuesto. Jaime lo hizo todo. Se algo sobre el, así que no puede traicionarme. -Rebeca se sentía muy ansiosa.
Si Eduardo era realmente el hijo de Álvaro, ¿sus planes no estarían arruinados? Ya había esperado cinco años de su juventud para conseguir ser la mujer formal de Álvaro. Ahora, apareció un mocoso fuera de su plan. ¿Entonces que significaban ella y Adriano para Álvaro?
Rebeca entrecerró sus ojos furiosamente.
-Mama, si Eduardo es el hijo de Catalina, ¿quiere decir que Catalina es Samara? Pero no se parecen en nada.
Los ojos de Cecilia se movieron rápidamente.
-Quizás el fuego la desfiguro. De hecho, la altura y el cuerpo de Catalina son similares al de Samara. Además, Álvaro no ha estado con ninguna mujer en 5 años y ha tratado a Catalina muy bien. ¿Crees que es una coincidencia?
Las palabras de su madre hicieron que Rebeca se acordara de algo. Ella conocía muy bien a Álvaro. El era una persona muy razonable y tenia disciplina. No importaba que método usara en en esos 5 años, no logro entrar en la cama de Álvaro. Sin embargo, la aparición de Catalina atrajo toda la atención del hombre. Se podía observar su gran influencia. Pero además de Samara, ¿Quién más tenía influencia sobre Álvaro? Rebeca se levantó y estaba intranquila.
-Mama, si exactamente esa perra es Samara, ¡Ese niño tiene que morir y ella también! Espere cinco años y Adriano por fin es el sucesor de la familia Ayala. No puedo dejar que este mocoso le quite lo que le pertenece a mi hijo.
Los ojos de Cecilia también estaban llenos de frialdad.
-Tenemos que investigar este asunto detalladamente.
- ¿Investigar más? Mama, esta mujer es el diablo. Álvaro está loco por ella. Si hubiera sabido que era Samara, habría tomado medidas. Cuando vi a su hijo, me sentí rara. Ahora lo entiendo, Samara quería ser la dueña de la familia Ayala usando a ese niño. ¡La dueña de esa familia seré yo, Rebeca, ¡y el sucesor será mi hijo! Nadie me puede quitar eso. -Rebeca tiro su taza al suelo con una mirada terriblemente fría.
Cecilia se quedo en silencio. La familia Villa había sobrevivido hasta ahora gracias a la relación entre Rebeca y Álvaro. Aunque se veía bien por fuera, en realidad están en la ruina. Si soltaban a un hombre tan rico como Álvaro, Cecilia no atrevía a pensar en cómo enfrentaría su vejez. Entonces dijo fríamente:
-Dile a Jaime que se de prisa. Dado a que Álvaro a empezado una búsqueda exhaustiva, lo encontrara. El hijo de Samara definitivamente no es fácil de tratar. Por si acaso, que lo maten directamente.
- ¡Lo llamare ahora mismo!
-No lo hagas por teléfono. Ve a la peluquería. A nadie le importa que una mujer vaya a la peluquería a hacerse un mantenimiento. Además, nadie puede pensar que Jaime se esconda en ese lugar. -Cecilia sonrió orgullosamente.
-Mama, eres tan inteligente. Si no hubieras usado la peluquería como amparo hace 5 años, ni siquiera sabría donde esconder a Jaime. -Rebeca sostuvo el brazo de su madre con admiración y dijo cariñosamente.
Cecilia miro a su hija y sonrió.
-Desde que eras una niña, siempre te he finalizado los remates. Si no hubiera pedido que Jaime causara el incendio hace 5 años, ¿realmente creerías que tienes tanta suerte?
- ¡Eres la mejor madre del mundo! -Rebeca y Cecilia charlaron por un instante, después salieron bien vestidas.
El personal de Josué las siguió en seguida e informo de la noticia a su superior. Cuando Álvaro recibió la noticia, estaban en plena búsqueda por Eduardo y le dijo a Josué en voz baja:
- ¡Síguelas!
Samara se detuvo y pegunto:
- ¿Qué pasa?
-Rebeca ha salido. Parece que van a la peluquería para hacerse un mantenimiento. Les dije que la sigan.
- ¡Yo también voy! -Samara tenía la intuición de que este asunto tenia algo que ver con Rebeca. Aunque no tenia pruebas para probar que ella estaba tras este asunto, solo Rebeca tenia siempre un motivo. Pero ¿Cómo sabía que tenía un hijo?
Samara no lo entendió, aunque no intento ocultar los hechos, ¿no es demasiado pretencioso que Rebeca ataque a Eduardo por nada?