Jordan se quedó esa noche en la Villa Rose Garden. Cada rincón parecía estar lleno de recuerdos de su primer matrimonio. Las escenas de sus alegres discusiones y sus interacciones amorosas parecían pasar por su mente como una película. El año pasado, nunca pensó que acabaría en una situación así.
Agarró una botella de vino blanco del armario de los licores y pidió a la ayudante que preparara unos aperitivos para acompañar el vino. Luego se sirvió una copa en el salón. Molesto por sus hijos, se emborrachó después de unas cuantas copas. Cuando se despertó a las nueve del día siguiente, se encontró durmiendo en el dormitorio donde él y Hailey habían estado antes.
Se levantó inmediatamente de la cama, se dio una palmada de disgusto y pidió a la ayudante que se acercara con cierto enfado.
—¡Tía!
La ayudante seguía siendo la misma de antes, y había estado ordenando la habitación todos los días. Cuando Jordan volvió, estuvo emocionada durante mucho tiempo.
