El superpoder de Lincoln era controlar objetos. Podía controlar todo lo que había en el patio. Junto con las cosas que había traído, eran suficientes para que Lincoln las usara.
Antes de que empezara la pelea, Lincoln no olvidó burlarse de nuevo de Jordan.
—Jordan, de verdad no esperaba que dejaras que tus subordinados sufrieran humillaciones por ti. Jeje, es cierto. Eres una Deidad. No puedes perder ante mí delante de tantos de tus subordinados. De lo contrario, será muy embarazoso, ¿verdad?
Dragón no quería oír a Lincoln seguir acosando a Jordan. Dijo con fiereza:
—Lincoln, contaré hasta cinco antes de que tu pelea conmigo comience oficialmente. No busques excusas cuando te golpee.
Lincoln sonrió a Dragón.
—No hay necesidad de hacer la cuenta atrás. Empecemos ahora. Vamos, atácame. Jeje.