Lota asintió felizmente.
—¡Bien, Jordan!
Jordán miró la manera obediente de Lota. Le gustó mucho.
¿A quién no le gustaría una chica inocente que acaba de convertirse en adulta y está dispuesta a darlo todo por ti?
Cuantas más relaciones románticas tenga una mujer, menos estará dispuesta a sacrificarse por su próximo hombre.
Lo mismo ocurría con los hombres.
Por tanto, no existía el amor puro entre hombres y mujeres a partir de cierta edad. Ninguna de las partes estaba dispuesta a sacrificarse tontamente. Solo jugaban para conseguir lo que querían de la otra persona.
Jordan tomó la mano de Lota y dijo:
—Muy bien, vamos.
—Mmm... no quiero ir —dijo Lota actuando con coquetería.
Jordan se sorprendió. Lota no quería irse ahora porque quería convertirse en la mujer de Jordan y compensar su anterior arrepentimiento.
Ahora que el acto ya estaba hecho, ¿por qué no quería irse?
Lota dijo:
