KRYSTAL
Estaba guardando los últimos platos que había secado cuando un extraño aroma empezó a entrar a mi nariz.
-¿Por qué huele así? - me pregunté dejando la toalla sobre la mesa.
-¿Dejé abierto algo?
Caminé hasta el baño pero no había nada fuera de lo común, ignore el olor que ahora pensaba había sido solo mi imaginación.
Miré la hora en el reloj de mi cuarto, sería mejor que me cambiara para cuando Aiden llegara.
De pronto escuché un fuerte estruendo, como si hubieran lanzado fuegos artificiales.
-¿Qué fue eso?
Fui hasta las grandes ventanas buscando alguna señal hasta que bajé la mirada y pude alcanzar a ver humo negro salir de los pisos inferiores.
-Algo explotó... debo salir de aquí antes de que eso llegue hasta mi piso.
La recomendación era mantenerse dentro de los departamentos si un incendio iniciaba pero apostaba que las calderas habían tenido un fallo.
Los pisos de abajo debían de empezar a expandirse en fuego, mi única opción era subir hasta la terraza.
Fui a buscar un par de zapatos y un trapo para humedecerlo, pues el humo había empezado a entrar por debajo de la puerta.
-¿Cómo estará todo allá afuera? - me pregunté mojando el trapo con agua.
Tenía que mantenerme calmada y no precipitarme, la habitación aún no estaba repleta del gris aire por lo que aún podía caminar de forma normal.
Una vez más ví a través de la ventana, el edificio de enfrente también estaba en llamas.
¿Qué rayos pasó? ¿Todas las calderas fallaron? ¿Por qué los edificios están completos de fuego?
Los pisos de arriba estaban en construcción por lo que había el riesgo de que algunos materiales pudieran caer.
Era mejor quedarme dentro del departamento hasta que llegaran los bomberos a salir y quedar atrapada en medio del fuego.
Escuché las sirenas desde lejos, me asomé con la esperanza de ver los camiones de bomberos.
Había un miedo dentro de mí, no por quedar atrapada si no por no poder volver a ver a Aiden esa noche.
AIDEN
Subí al camión junto a Chase, intentaba llamar a Krystal pero no había una respuesta.
La preocupación se estaba apoderando de mi interior, sentía un gran dolor e incertidumbre de no saber dónde o cómo estaba.
-¿Dónde inicio el incendio? - preguntó Chase empezando a colocarse su casco.
-Parece que hubo una explosión leve dentro del sótano de uno de los edificios, pero parece que han explotado dos calderas de otros edificios - contestó el chófer del camión.
-¿Quién llamó a emergencias? - pregunté con el deseo de escuchar su nombre.
-Un adolescente iba a entrar cuando lo escuchó, dijo que al entrar vió principios de una llama por lo qué aviso a las personas que pudo.
-Entiendo, hay bastantes pisos además es de noche, ¿saben el aproximado de personas dentro?
-El jefe debe de haber llegado primero, cuando lo sepa nos informará para saber cómo distribuirnos.
-A partir del piso veinte hay construcciones, los inquilinos fueron trasladados a otro de los edificios por lo que hay que enfocarnos en los pisos restantes.
-Pareces saber bastante de esos complejos, ¿acaso vives allí?
-No, pero hay alguien que si... - respondí tragando saliva.
Después de unos minutos recibimos el informe del jefe, habían empezado a entrar en busca de heridos, mientras que empezaban a intentar apaciguar el inicio del incendio.
Nosotros llegamos después, con la misión de rescatar a los inquilinos de los pisos de arriba.
Ajuste mi casco y antes de entrar dí una mirada hasta el piso donde vivía Krystal.
-Ya voy por ti - susurré corriendo hasta la entrada.
KRYSTAL
El tiempo estaba pasando y el humo cada vez se intensificaba, había mojado varios trapos para intentar atrasar la entrada del humo.
Los había colocado debajo de la puerta pero el humo avanzaba de igual manera.
Las sirenas cada vez eran más fuertes, podía sentir el calor como si estuviera dentro de mí cuerpo.
Respiraba con trabajo, el trapo que estaba sobre mi nariz y boca empezaba a secarse.
Estaba en el piso más alto habitado, no escuchaba actividad de afuera.
¿Mis vecinos estarían bien? ¿Las familias de abajo habían salido?
¿Cómo estarían los demás edificios?
Mis ojos ardían por lo que los mantenía cerrados por un tiempo para luego abrirlos, mi departamento estaba en silencio.
Claramente podía sentir mi corazón, latido tras latido, mi respiración que ahora parecía acabarse.
Sostenía mi blusa con fuerza tratando de no caer en la desesperación y en el miedo de no salir de aquí.
Golpes vinieron de fuera.
¿Hay alguien ahí?
Tomé fuerzas para arrastrarme, no lograba distinguir lo que había a mi paso por lo que lo mejor era encontrar algo con que hacer ruido.
Así sabrían que estaban cerca de una persona herida o en peligro.
Tomé un par de ollas para chocarlas, pero el humo entraba en mis pulmones.
¿Cuánto iba a resistir?