Suyin tenía ganas de morirse...¿Acaso su destino era morir antes del final de la historia?
Se apoyo en el pilar de la entrada y respiro tres veces mientras los demás hablaban despreocupadamente. Al parecer tendría que tomarse otra pastilla más.
Quería correr hacia ellos y apartar a Bao Bao de sus irresponsables manos pero su cuerpo no le permitió dar un solo paso más. Odiaba que su cuerpo actual a pesar de ser muy bello, fuera demasiado débil, solo fue la impresión y ya sentía su pecho doler.
Sorprendentemente el pequeño bicho no parecía asustado ni nervioso al estar en brazos de un extraño, más bien todo lo contrario.
No sabía de qué estaban hablando pero era claro que se estaban susurrando palabras mientras que ambos sonreían.
Al mirar a padre e hijo que sin saberlo estaban juntos a Suyin se le vinieron a la mente tres cosas; la primera, lo endiabladamente parecidos que eran ambos; lo segundo, lo miserable que se sentía al verlos a ambos y no decirles la verdad y tercero, que un día de estos de seguro moriría de un ataque.
Contó hasta veinte obligándose a calmarse a ella y a su frágil corazón, tenía que olvidarse del motivo de su estrés para salir de esta crisis.
Afortunadamente después de unos pocos momentos se sintió un poco mejor, y sin esperar más avanzó hasta el grupo.
"Joven maestro Chen lo molesto para que me regresé a Bao Bao, me disculpo si lo está incomodando, los niños son traviesos" Suyin le dio una sonrisa educada al hombre en un intento de que le dé al pequeño.
" No sabía que la señorita Yue tenía un primo tan pequeño"
"Ni lo tengo señor Yue..." Suyin estaba por cambiar de tema justo cuando el pequeño Bao Bao de manera insatisfecha expreso sus pensamientos.
"Bao Bao no es el primo, Bao Bao es el hijo de la madre. Suyin es la madre de Yi Bao"
Suyin sintió la mirada de su familia entera sobre ella. Sus dos hermanos la miraban fijamente en busca de una explicación, y su padre desconcertado miró a su esposa encogerse de hombros. Sin embargo no dijeron nada.
"Con que es así, la señorita Yue a cambiado. Finalmente puede abrirle el corazón a alguien lo suficientemente perfecto para no desperdiciar su tiempo" la voz de Chen Si Jiang Suyin sonaba atronadora e irónica, le devolvió a Yi Bao y después de unas palabras se marchó despidiéndose cortésmente.
"Creo que tenemos una conversación pendiente" se pronunció padre Yue.
Al día siguiente cuando Yue Suyin se despertó, se sentía un poco más liviana y serena de lo normas. A pesar de lo difícil que fue explicar y convencer a su padre y hermanos sobre la existencia de Yue Yi Bao.
Los hombres Yue se opusieron fuertemente, si no se podía cuidar a su misma como iba a cuidar de un niño eso fue lo que pensaron, sin embargo, solo hizo falta que fingiera sentirse un poco mal para que dieran por concluida la discusión y aceptarán al nuevo miembro de la familia.
Hoy tendría que ir a trabajar a la oficina en el centro comercial por lo que era inevitable separarse de Bao Bao así que lo dejó al cuidado de tía Su. Todo lo que le había comprado ya estaba en casa por lo que no se aburriría.
Su familia aceptó a Yi Bao, ya no estaba en el orfanato y el protagonista no tenía ni la más mínima idea.
Tenía ganas de acerle una reverencia a los protagonistas para que continuarán con la segunda parte de la trama.
Ya con todo resuelto Suyin sintió ganas de saltar como una niña mientras metía dos frascos de pastillas a su bolso y le daba un beso a un Bao Bao sonrojado.
"Me voy a trabajar Bao Bao, así que pórtate muy bien y obecede a tía Su. Si necesitas algo se lo pides a ella o le dices que me llame"
"De acuerdo. Cuidate mamá"
¡¡Uff!! La vida era bella cuando no tenías problemas.
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¡Boing! La bola blanca golpeó la esquina de la mesa de billar y golpeó a las tres bolas restantes en la mesa.
Era la tercera vez que ganaba en esa noche. No era motivo de sorpresa por lo que ambos hombres soltaron el palo de billar en la mesa y se sentaron a seguir bebiendo.
"Escuché que fuiste a la casa de los Yue a cenar" Lin Dong inquirió como si fuera un asunto trivial, cuando ambos sabían que no era así.
"Discutí una posible asociación" fue la única respuesta que dió de forma desinteresada.
Chen Si Jiang aflojó su corbata con fuerza por lo que dejó ver el inicio de su pecho asiendo suspirar a las féminas que miraban a ambos hombres sentados gloriosamente desde el primer piso.
"Que extraño, juraría que ya tienes sientos de propuestas muy beneficiosas en tu escritorio"
"No es tu asunto" Si Jiang entrecerró los ojos como una amenaza silenciosa.
Lin Dong optó por no hacer caso y continúo.
"Deberías olvidar aquel asunto de hace unos años, no puedes quedarte en el pasado solo porque ella dijera que..."
Antes de que pudiera terminar, Si Jiang arrojó su vaso contra la pared asiendo que algunas personas lanzarán un gritito. Sabiendo quién estaba arriba no mencionaron nada y siguieron en lo suyo.
"Cierra la boca"
Lin Dong decidió que era hora de callar si no quería que la gran bestia arremetiera contra el.
"Sabes que esa mujer de hace años ha regresado al país, la compañía va a contratarla. Tienes que dejar las cosas claras con ella, se que deliberadamente está intentando llamar la atención de nuestros inversionistas para acercarse a tí"
Esa mujer era todo un problema, un problema que al parecer quería volver a causar estragos.
"Déjala entrar"
"¿¡Qué!? Escuche bien Si Jiang ¿Quieres realmente dejarla entrar?"
"Se lo debo. Dale un puesto en la empresa, y que firme algunos programas. Es todo."
Chen Si Jiang dijo es todo. Por lo cual en verdad es todo y no había lugar para objetar.
Lin Dong no por primera vez sintió ganas de ahorcar a este amigo y socio suyo. Parece haber olvidado todo el trabajo que dio esa mujer. No tenía remedio.
Si tan solo la señorita Yue no fuera tan parecida a este hombre bestia, hace años no hubiera ocurrido todo eso.
Solo rogaba que la señorita Yue en verdad hubiera cambiado su corazón de piedra para apaciguar a la bestia.
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