Ya han pasado unas semanas desde el incidente que tuve en clase con Akida, estamos a domingo por la tarde y hoy he quedado con Reika para ir al centro comercial a dar un paseo, siendo sincero estoy algo nervioso, hace mucho tiempo que quería salir con alguien, sin embargo no tengo idea de como debería de ser una cita, aunque no estoy seguro de si siquiera se podría considerar como tal, solo vamos a hacer unas compras. ¿Verdad?
-¡Buenas Kazuo! Perdona, llego un poco tarde.- Me saludó Reika
-Descuida, acabo de llegar hace nada, no llevo tanto rato esperando-
Es increíble, no me había dado cuenta de que hasta hoy solo había visto a Reika con el uniforme, pero no me esperaba que pudiera venir tan bonita. Ella lucía un hermoso suéter rosa por debajo de los hombros, en conjunto de un top blanco, que pegaba con la falda del mismo color. Además llevaba un piercing del cual, por culpa del código de vestimenta de la preparatoria, no me había percatado hasta la fecha, de hecho no me había fijado ni siquiera en si tenía pendientes.
-¿Kazuo?- Preguntó Reika extrañada.
-¡Ah! Perdona es que hoy, estás preciosa…- Respondí confiado.
A Reika se le salieron los colores y se sonrojó por el cumplido, el que cuando recordé lo que había dicho hace un momento yo también me sonrojé de la vergüenza.
-G-g-gracias…-
Nos quedamos en silencio de repente y cambié de tema rápido para no hacerlo más incómodo.
-¿Bueno, qué tal si mejor entramos ya?
Después de eso, Reika se tranquilizó enseguida y seguimos hablando con normalidad hasta llegar hasta las tiendas.
-Espera Reika, no te apetece tomar algo primero?-
-Pues ahora que me preguntas no he tenido demasiado tiempo y no he comido mucho, podríamos comer algo…-
-Entonces sentémonos tranquilamente a tomar un café, de todos modos la tarde acaba de comenzar!-
Dicho eso, nos pedimos un par de cafés y ella una galleta de considerable tamaño, de hecho al final no se la pudo terminar entera y me dió media galleta un poco mordida, lo cual me puso bastante nervioso pero disimulé y me la comí igualmente, después de estar un rato sentados Reika se quedó mirando fijamente a un escaparate.
-Oye Kazuo, la ropa de ese maniquí está genial, ¿no te parece?- Preguntó Reika.
-Si, la verdad es que por lo que sé, Shain es una cadena de tiendas bastante conocida.- Comenté.
-Además todo es bastante económico. ¿Te parece que si entramos a mirar?- Insitió Reika.
-Por mí, perfecto, de hecho me haría falta alguna prenda nueva.- Afirmé entre risas.
Dicho esto entramos a la tienda y me quedo fascinado por la variedad de la ropa que tienen, hay de todos los colores y tallas, pero no estoy seguro de que nada me quede bien, no veo nada de mi estilo, pero, Reika me trae un conjunto, el cual, se componía de un pantalón cargo verde y una sudadera blanca seguidamente lleva a los vestuarios y me obliga a probarmelo.
-Bueno, ya me lo he puesto. ¿Qué opinas?-
-¡Ahora sí que te ves bien! Deberías vestir así más a menudo.- Exclamó emocionada.
-Entonces supongo que tendré que comprarlo.- Dije confiando en su buen gusto
Nos dirigimos hacia la caja para poder pagar cuando ví un accesorio que me hizo bastante gracia y decidí llevármelo también para regalarselo más tarde como agradecimiento por acompañarme. Luego me puse a la cola y esperé a que me llamaran para cobrar.
-¿Te espero fuera vale?- Me preguntó Reika mientras caminaba hacia la salida.
-Vale, pero tampoco te alejes demasiado.-
-Si, solo voy a mirar una entrada que hay al lado de la entrada del centro.-
Una vez ya he pagado todo, salgo de la tienda y me dirijo hacia donde me había dicho Reika, pero para mi sorpresa, ella no estaba por ninguna parte. Me empiezo a preocupar y hablo con los trabajadores del local, pero me dicen que no ha entrado nadie parecida a ella, desesperado pregunto a la gente que hay en el parque que hay justo en la salida.
-Ya casi ha anochecido ¿Dónde te has metido Reika?-
Por suerte una abuelita que pasaba por allí me dice que sí, poco antes había visto a algunos chicos de mi edad acompañándola y que no hacía mucho que se habían ido hacia los bancos que había en la otra punta.
Arranco a correr, esquivando a la gente y pese a que llevo las compras, además de que tengo muy poca resistencia física, decido acelerar por el bien de Reika, esta vez no dejaré que le toque ni un pelo!
Ya los logro ver, están en medio de un puente de piedra, Reika se ha detenido y parece estar discutiendo con ellos, para cuando estoy casi detrás de ella, le veo levantar la mano abierta, en este momento me parece como si el tiempo se hubiera ralentizado, lo tengo clarísimo no llego a tiempo de parar su mano, le va a pegar un puñetazo a Reika, me la juego a un todo o nada y doy una última zancada, la cojo por la espalda y me cambio de lugar con ella. Esta vez no conseguiré librarme, pero al menos no le ha dado a ella. Finalmente, recibo el golpe por ella y salgo despedido rodando por el suelo hasta los pies de Reika.
-¡Kazuo! ¿Estás bien? ¡Kazuo!- Empezó a gritar Reika.
A duras penas oigo la voz de Reika, me he pegado contra la barandilla del puente en la cabeza, estoy muy mareado y a duras penas logro ponerme en pie.
-Ah aquí estás, sabía que vendrías tras ella, ¿Listo para pagar por lo de la última vez?- Insinuó Akida.
Akida se me acerca, me golpea repetidamente a patadas en el estómago y me hace escupir unas gotas de saliva, yo ya estoy a punto de desmayarme, cuando veo a un chico un poco mayor que yo, alto y de pelo marrón meterse delante de mí.
-¡Chica! Llévate al pobre chaval de aquí, no te preocupes yo me encargo de estos tipos.- Afirmó con una extraña seguridad el chaval.
-¿Oye tú, imbécil, no te parece un poco injusta esta pelea, qué tal si dejas a la pobre pareja en paz y te metes con alguien de tu tamaño?- Le dijo el chico misterioso a Akida.
-Escúchame bien engreído no sabes quien soy, te voy a…- Eso es todo lo que pudo decir Akida antes de que recibiera una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente al instante.
El chico consigue tumbarlo de un solo golpe, sin embargo a mi me pesan demasiado los párpados, creo que pierdo la consciencia…
🌸
Aquellos chicos que acompañaban a Akida huyeron espantados de la asombrosa fuerza de aquella persona misteriosa, una vez nos habíamos quedado los tres solos, vino a ayudarme a mover a Kazuo a un banco.
-Bueno os dejo solos, tened cuidado y no os metais en más problemas, cuida bien del chico que te ha defendido, eso no lo hace cualquiera.- Nos aconsejó la persona extraña.
-¡Espera! ¿Puedo saber tu nombre? Yo me llamo Reika Yukihira-.
-Mi nombre es Shin Sasaki, es un placer conoceros, bueno puede que nos veamos pronto…- Eso fue lo último que dijo mientras se alejaba antes de desaparecer entre la tenue luz de las farolas.
¿Como? No se si es, que no lo he escuchado bien, pero juraría que ha dicho que, nos veremos ¿pronto?
🌸
Me pesa la cabeza y todavía me duele, no se donde estoy ni qué ha pasado, lo último que recuerdo es aquel desconocido que me ha defendido, ya empiezo a distinguir una silueta, parece de una chica, espera, esa es, ¿Reika no? Pero está muy cerca de hecho, creo que estoy en su regazo…
-¿¡Reika!?- Intento levantarme pero ella me aguanta en sus piernas mientras me quejo.
Rápidamente ella me abraza con preocupación, seguramente la he puesto muy nerviosa, y ella se ha pasado todo el rato esperando que me despertara.
-Quieto no te muevas, estás hecho polvo, hoy te han dado una buena. Además creo que te mereces una recompensa y todavía tenemos un rato para coger el tren de vuelta.- Me aclara mientras se sonroja un poco.
Me encantaría que este momento durara para siempre, estamos tranquilos, los dos solos y ella me acaricia la cabeza suavemente, los últimos rayos de luz del atardecer caen sobre nosotros…
Después de un descanso me levanto y ambos nos vamos de camino hacia el tren de vuelta a casa mientras mi cabeza sigue tratando de asimilar todo lo que ha ocurrido hoy.