Junior, quien estaba tirado en el suelo, con la esperanza de que Yui ya se había escapado y no tenía que ver lo que estaba a punto de pasarle, abrió los ojos de golpe cuando la vio correr hacia él, y al ver cómo había cambiado, se preguntó si esta era la Yui que él conocía.
"¡AAAAAAH AAAGH!" La espada en su hombro se clavó aún más en la piel de Junior, haciéndole soltar un fuerte grito.
'Ahora no es el momento de pensar en eso", pensó Junior cuando vio la luz afilada apuntando a su cuello.
Intentó moverse, pero las heridas eran tan profundas, y el dolor tan grande, que le impedía hacer grandes movimientos.
''Como ahora no puedo moverme'', extendió la palma de la mano por el suelo, ''tendré que usar ésta por ahora'', dijo. Una sombra igual de alta que la de Junior apareció bajo él, absorbiéndolo.
La mujer sintió que el aura de Junior se disipaba y miró hacia abajo para ver a Junior sacandole el dedo medio mientras era absorbido por la sombra negra. Al ver esto, la mujer se enfadó tanto que sintió que las venas de su frente estallaban.
"¡Esos mocosos!", gritó con fuerza, cambiando la dirección de su espada llena de intenciones asesinas hacia Yui.
Cuando Yui vio que Junior había desaparecido y que no tenía que preocuparse por hacerle daño, se lanzó contra la mujer sin perder un segundo.
Agarró su enorme mazo, con ojos fríos y bien abiertos, apretó los dientes y levantó el enorme mazo hacia atrás, provocando una fuerte ráfaga de aire que hizo volar todo por los aires.
Dio un fuerte pisotón en el suelo para mantener el equilibrio y blandió el pesado mazo contra la mujer.
BAM! Cuando el mazo entró en contacto con la espada luz de la mujer, ésta se hizo añicos en un instante y finalmente cayó sobre la mujer.
Yui aplicó aún más fuerza al mazo y el fuerte y terrible choque del impacto envió a la mujer por los aires chocando con arboles. Sangre salpicó por todas partes.
"AAH"
Yui respiró pesadamente, con el mazo aún en la mano, miró el mazo, que aun emitía energía roja y negra, y luego miró su mano con grandes ojos.
No podía creer que fuera ella quien había levantado y blandido el martillo.
"¡Creo que debería darte un nombre!" dijo Yui mientras miraba el martillo.
"Mmm, ¿qué nombre le pongo?...mm!" una idea le llego a la mente.
"
"¿Qué te parece?", se volvió hacia el martillo y sintió cómo éste temblaba en su mano para su sorpresa.
"Parece que te gusta, jeje"
"¡Cuidado, Yui! Aún no ha terminado", oyó la voz de Junior, y giró la cabeza cuando vio a éste aparecer rápidamente frente a ella. Por desgracia, no tuvieron tiempo de esquivar la enorme explosión de luz que se dirigía hacia ellos. La ráfaga de luz envolvió por completo a Yui y a Junior.
"Malditos mocosos, de verdad creían que podían vencerme", gritó la mujer como una loca, completamente distinta a la elegancia e indiferencia que tenía al principio.
*****
"Así que tú eres Kathleen", dijo un hombre apuesto que estaba de pie frente a Kathleen.
"Me llamo Saidoni, es un placer conocerte", volvió a decir. Kathleen le miró como una tonta.
"Veo que hablas mucho como mis amigos". Desenvainó la espada que llevaba a su lado. Apuntó al hombre que se hacía llamar Saidoni.
" Sé que no has venido aquí para hablar y hacer amigos...calla".
"Mmm.." Saidoni levantó las cejas sorprendido. Miró a Kathleen.
"Pfff jajajajajajajajajajajaja" soltó una carcajada, llevándose la mano a la cara mientras seguía riendo.
Kathleen le miró con cara de cansancio: "¿Ahora te has vuelto más loco?".
"Jajaja Haaaaaaa... pues claro que me río", levantó una ceja arrogante, " ¡Ver a un insignificante enclenque como tú, que no tiene ningún poder, hablar con tanta arrogancia me hace reír!".
Mientras Saidoni reía a carcajadas, tuvo la sensación de un frío metal a punto de tocarle el cuello.
Como si sus sentidos le estuvieran enviando una advertencia de peligro, saltó rápidamente hacia un lado para evitar la sensación fría que estaba a punto de tocarle el cuello, mientras estaba sobre una rodilla, se llevó la mano al cuello y lo miró, sorprendiéndose al ver sangre en sus dedos.
Eso sólo significa que estuvo a punto de perder la cabeza. Y el culpable de eso no es nadie más que...
Levantó sus sorprendidos ojos y miró a Kathleen. Ella estaba de pie frente a él con una larga espada púrpura que se veía muy afilada, mirándolo con ojos tranquilos.
"Te diré una cosa", dijo Kathleen mientras caminaba hacia él.
"Yo que tú no bajaría la guardia sólo porque estés luchando contra mí, porque..." continuó, "con o sin poderes, te voy a destrozar el culo sin ningún esfuerzo".
Con eso, se lanzó hacia él de forma agresiva. Saidoni se asustó. No se esperaba algo así y le costó responder a los terroríficos ataques de Kathleen. No podía creer lo que le estaba sucediendo.
"¿Quién demonios es ella?"
"¿Por qué es tan fuerte incluso si no tiene ningún poder?".
Mientras seguía esquivando los ataques que le llegaban por delante y por detrás, no vio aparecer a Kathleen por su lado izquierdo. Sin ningún tipo de advertencia
Kathleen desató un ataque contra él. ¡Slash!
De un solo tajo, su brazo izquierdo ya estaba en el suelo.
"AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH" gritó de dolor. "UUUGHHHHHH" se mordió el labio y se agarró el hombro, del que chorreaba sangre, sintiéndose humillado.
Ni siquiera había lanzado un ataque, pero sentía que ya había perdido.
Levantó los ojos en dirección a Kathleen, que seguía mirándole con indiferencia.
"Acabamos de empezar, sigamos", dijo Kathleen, sonriendo muy tranquila.
"¿No me digas que viniste aquí a buscar pelea conmigo durante mi cultivación, y ni siquiera vas a oponer resistencia?".
Kathleen siempre había sido la persona tranquila, directa y muy observadora del grupo, no hablaba mucho y no le gustaba llamar la atención.
Aunque no tenía poderes como las otras clases en Oasis, nadie se atrevía a buscar pelea con ella directamente, y la razón de esto es que es extremadamente fuerte, tanto física como mentalmente;
Es extremadamente fuerte físicamente. Cuando se trataba de artes marciales, era una de las mejores entre sus pares.
La única razón por la que estaba en la clase F era porque no tenia mana. Lo cual no le importaba.
"Ahora déjame ver si puedes seguirme el ritmo, porque no tengo intención de perder el tiempo aquí contigo", le dijo a Saidoni, quien, aunque Kathleen aún no poseía sus poderes, podía percibir su intención asesina tras aquella sonrisa sincera.
Saidoni sintió humillación. ¿Cómo podía esperar siquiera que existiera una persona así?